Un elefante entrenado
                Puede aprender en pocos meses
                A expresar en   lengua coreana
                Sí
                No
                Gracias
                Perdón.
                
                Presionando un   poco
                podría enseñarnos algún secreto
                de su humanidad
                
                Y vive 80   años
              
                 *
              
               Un humano civilizado
                es decir, entrenado
                es decir,   educado
                puede aprender a decir:
                Sí 
                No
                Gracias
                Perdón.
                
                Pero solo expresa
                en lengua   indecente:
  ándate al cuerno
                que te parta un rayo
                muérete   carajo.
                
                Y vive 80 años.
              
                 *
              
                 Un elefante sabe lo que   sabe
                está en su código ancestral
                forma parte de sus derechos   humanos.
   
                Un humano no revela enigmas.
                Los guarda en su hermético   egoísmo.
                No respeta siquiera la ley de la selva.
              
                 *
              
                 Un elefante   vive 80 años.
                En su memoria genética conserva el instructivo
                para seguir   la huella de la muerte
                lejos muy lejos
                donde nadie llorará lágrimas de   cocodrilo
                ni de elefante.
              
                 *
              
                 Es simple
                se recuesta
                en ese   lugar remoto
                sobre los restos de sus parientes de ruta
                y cierra los   ojos
                para abrirlos en el cielo de los elefantes
              
                 *
              
                 Un   elefante
                lleva luto por sus parientes
                presenta reacciones   dramáticas
                ante el cadáveres de otro elefante.
                
                Respeta huesos y   restos
                de otros ejemplares de su especie.
                
                Un elefante no necesita   patio 29
                
                Cuando reconoce un cadáver de elefante.
                regresa   sistemáticamente
                a investigar los huesos y colmillos
                regados por el   camino.
                
                Un elefante siempre visita
                los huesos de sus   parientes.
              
                 *
              
                 Un humano 
                luce orgulloso su bestialidad
                Y vive   80 años.
                
                Vive 80 años
                pero maldice su transitoria inmortalidad:
                muy   poco tiempo para aprender
                lo que le está permitido a un elefante.
                
                Luce   orgulloso su bestialidad
                orondo en su libre albedrío
                y en pleno desuso de   sus facultades mentales
                
                
                El año 1944 mi padre tenía 14 años.
                Miraba   catálogos de las editoriales
                en el invierno de Los Ángeles.
                Creía saber   dónde quedaba
                el cementerio de los elefantes.
                
                Y lo sabía.
                El   cementerio de los elefantes
                quedaba en la Editorial Nascimento
                en Santiago   de Chile.
                El panteonero era Arnaldo Cipolla.
                
                Mi padre vivía en Los   Ángeles en 1944.
                Tenía 14 años
                cuando mandó a comprar
                El cementerio de   elefantes.
              
                 *
              
                 Mi padre era cazador de títulos.
                Antes había   sido cazador de moscas.
              
                 *
              
                 Y mientras tanto
                La segunda   guerra mundial.
              
                 *
              
                 El cementerio llegaría por tren
                una mañana de   neblinas y garúas
                trayendo los datos del ceremonial
                que tanto le   intrigaba.
                Y tenía 14 años.
              
                 *
              
                 Mi padre pensaba en los   elefantes
                pensaba en el futuro.
                Papá elefante pensaba que   siempre
                tendría 14 años
                y el tren continuaría
                trayendo sus   encargos.
                
                Un elefante entra corriendo a una aldehuela de Kenya.
                Las   calles son estrechas y las casas frágiles.
                Un cuerpo de elefante es torpe y   es pesado.
                La carrera de elefante arrasa con las casas y las cosas.
                
                A   eso el hombre lo llama barbarie, devastación,
                lo llama violencia, agresión de   bestia, lo llama.
                No lo llama dolor de animal herido.
                No lo llama horror   de animal desamparado.
                No lo llama animal perdido tras la manada. 
              
                 *
              
                 Entonces el hombre grita
                constata lesiones
                en la comisaría   más cercana a su domicilio,
                que ya no existe
                porque pasó un elefante   desamparado.
                
                Entonces viajan enviados especiales
                la televisión se   despliega
                en efectos especiales.
                Corresponsales del mundo
                en cadena   internacional
                mostrarán la masacre,
                el exterminio, dicen.
                
                Nadie   repara
                en un elefante solitario
                animal herido
                que tiene hambre
                y   tiene sed
                y está perdido
                en la evolución.
              
                 *
              
                 Un elefante mira sus   colmillos,
                le crecen como dientes de leche.
                Pero viene el hombre y se los   roba
                para peones de ajedrez
                figuras de marfil
                piezas de   dominó
                instrumentos musicales
                mangos de cuchillo
                aisladores   eléctricos
                bolas de billar.
                En elefante blanco
                lo   transforman.
                
                El resto
                se lo disputan
                los ilógicos   zoológicos.
              
                 *
              
                 Un hombre
                Asesina elefantes
                sin medir   consecuencias
                para el resto de la manada
                o desatar estallidos de   dolor.
              
                 *
              
                 Eso no lo entiende el presidente Bush.
                Eso no lo   entiende el papa Ratzinger.
                Eso no lo entendieron nunca
                los dictadores   latinoamericanos.
              
                 *
              
                 Los científicos sospechan
                que de una generación   a otra
                se transmiten sentimientos de rencor
                y desconfianza
                hacia la   raza humana
                sentimientos que se remonta al archivo genético
                cuando la caza   furtiva.
              
                 *
              
                 Estudios apuntan que este trauma
                ha creado una   generación de elefantes
  "adolescentes delincuentes"
                kamikaze, gurkas,   neonazis
                talibanes fundamentalistas
                frentes patrióticos,   anarquistas
                brazo armado del Partido por los Elefantes.
              
                 *
              
                 Sin   embargo,
                qué duda cabe,
                son inocentes elefantes
                que buscan   resarcirse
                de sufrimientos remotos.
              
                 *
              
                 Los elefantes
                visitan   a sus enfermos
                como manda el cristianismo,
                siente algo parecido a la   compasión.
                Se ayudan se acompañan
                cuando están enfermos
                y se rinden   homenaje
                cuando alguno fallece.
              
                 *
              
                 Una elefanta que   agoniza
                es una elefanta protagonista.
                Entonces recibe asistencia
                de   alguna hembra de otra familia,
                intenta ayudarla a incorporarse
                varias   veces con sus colmillos.
                
                La elefanta muere
                y allí mismo
                recibió las   condolencias de otras familias.
                Muestran dolor por el cadáver,
                lo huelen   lo tocan
                con sus colmillos y patas.
                Es genuino interés por sus   enfermos
                agonizantes o ya muertos,
                aun sin tener un vínculo   directo.
                
                Aquí cabe entonces
                Seguir los consejos de Cortázar
                el   elefante argentino:
                Conducta en los velorios.