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LOS LIBROS

Alejandro Lavquén

 

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Miniaturas (Ediciones Carena). Primer libro de Eugenia Gazmuri, publicado en España y hoy disponible en librerías chilenas. El volumen lo componen diez cuentos breves donde las historias surgen desde el detalle, narradas con un lenguaje directo, con pasajes de luz y sombra, fluido y asequible. Los ambientes de los relatos están configurados por límites entre el frío y el sol, inviernos y veranos que se autoestimulan, por mucho mar, naturaleza y melancolía. Los personajes corresponden a estereotipos, comunes y corrientes, que se caracterizan, en general, por cierta inclinación a la reflexión y ensoñación permanente. No falta tampoco el asombro –tan necesario en este género- y la fantasía que todo libro de cuentos debe tener. Destacan, en el conjunto, los relatos Lección de paisajismo y Una taza de té, entre otros. De los cuentos de Eugenia Gazmuri se desprende siempre un misterio, un tono inconcluso, la posibilidad de lo cierto e incierto en un espacio social, casi siempre, orientado desde una especie de existencialismo surreal.


 


Casi todo se estrelló contra la vida corriente
(Edición Independiente). La poeta natalina, Marcela Muñoz Molina, nos entrega un libro dedicado a las y los jóvenes chilenos de los años ochenta. La autora, a través de una prosa poética trabajada con intensidad verbal, da cuenta de un mundo que se fue y otro posible, un mundo donde lo autobiográfico, en su relación colectiva, se vincula, en esencia, con el pasado trágico de los años de dictadura. Por otro lado, el entorno familiar y la infancia se manifiestan de manera transversal en los sentimientos. Sobre este trabajo, Martín Hopenhayn explica que en este libro “lo que acecha es un conjunto de textos que poéticos que sangran por los ojos y lloran por la carne. Equivocan a propósito las correspondencias. Manejan como nadie el arte de llegar a destiempo, extraviarse en la tardanza, destellar en la pérdida. Todo sea con tal que el tiempo revele el tajo en que se cose” (…) “comienza con la catástrofe aséptica e indolente en que terminó la larga noche de la dictadura en Chile” (…) “termina, el libro, en un difuso fin de mundo: larga noche de la lluvia ácida, el calentamiento global o la tormenta de asteroides, donde lo humano se contrae al minúsculo gesto de evocar infancias guardadas en cajones y hacerse hoja entre las hojas”.


 

 


Viewmaster
(Cuadernos de Poesía. Biblioteca de Santiago). El joven poeta Gastón Carrasco Aguilar (Santiago, 1988), nos entrega poemas, desde el punto de vista del lenguaje, de manera clara y precisa. En sus textos no se perciben aspavientos literarios ni estructuras con pretensiones de “novedad”, como ocurre con la mayoría de la generación a la cual pertenece. Gastón Carrasco expone una poesía directa, sin recursos efectistas, acercándose a los diferentes entornos de manera veraz en su espíritu pero sin perder la cordialidad: “Alguna vez quise sacar aquel retrato de aquel sitio/ tal vez poner alguno mío y decir que el otro/ se había quemado por combustión espontánea/ o algo parecido. Mentir. Estar allí, en la pared/ y en tu memoria”.

 

 

 

 

 

Cero glamour (La Liga de la Justicia Ediciones). El poeta ariqueño Markos Quisbert se manifiesta en estos poemas como un observador ubicado en los márgenes de la sociedad, desde donde describe escenas -si bien cotidianas- oscuras por su ubicación social, económica, sexual, etcétera. Nos retrata personajes marginales y situaciones quizá sórdidas pero reales, comunes pero prohibidas, en general, públicamente, por decirlo de alguna manera, dentro de una sociedad que se caracteriza por el doble discurso: “Un anciano se dispone a orinar/ y una mujer lo observa con ternura/ sin que él lo advierta./ Ambos se pierden/ en medio de un tumulto./ Sólo un rastro de orina queda/ en la tumba al soldado desconocido”. Los textos también contienen una dura crítica a la televisión y a la sociedad de consumo, así como al sistema socio-político imperante.



 

Cuentos de Puerto Peregrino (Editorial El Perro y la Rana). Antología de la ciudad naviera, de Óscar Barrientos Bradasic, publicada recientemente en Venezuela. La antología reúne veinte relatos tomados de diferentes libros que el autor ha publicado teniendo como escenario central Puerto Peregrino, la mítica ciudad ubicada en el extremo sur de Chile, donde el mar, el viento y un clima fantástico dan pie para infinitas historias de asombros y naufragios, protagonizadas por el “poeta Aníbal Saratoga y sus fábulas alegóricas, prostitutas y heroínas, bebedores y taumaturgos cuyas palabras se pierden el humo del cigarrillo, en el signo del olvido”. Al llegar a Puerto Peregrino el forastero “vislumbrará desde el mar una ciudad de grandes atalayas y estatuas de bronce” (…) “su costanera de luces titilantes fundidas en el entramado de sus callejuelas laberínticas” (…) “Puerto Peregrino está allí, como petrificado a orillas del Estrecho de las Sirenas Tristes”. Óscar Barrientos Bradasic ha logrado, con sus narraciones, construir un mundo que puede atraer más allá de nuestras fronteras, hecho que corrobora esta antología editada en el país llanero. Entre los relatos seleccionados podemos mencionar El diccionario de las veletas, El pez de fuego, Breviario del dios dormido, La cofradía de la Tierra Plana y La heráldica de la carroña.





Ardido amor (Editorialilla). La presente publicación rescata poemas de Rodrigo Maturana escritos entre los años 1950 y 1954. Es decir, el autor los comenzó a escribir a los dieciséis años, finalizando su escritura a los veinte. Los poemas tienen el entusiasmo de aquella edad, del amor, de la ilusión, del descubrimiento erótico de la mujer, del embrujo de sentirse o saberse enamorado: “En el altar de tu piel mis holocaustos./ Rigiendo sólo tú mis agonías./ Sólo por ti mis besos devorados./ No habitaré otra casa que tu sangre”. Los editores del libro nos señalan respecto a esta publicación tardía que “En esa línea del tiempo y el retorno, por el desfase entre la fecha de creación y la de su publicación, cabe preguntarse si la poesía chilena sería otra –más descarnada, más sonriente, otramente más rica- de haberse publicado a tiempo (en su tiempo) el trabajo que hoy presentamos”.

 

 

Los Versos del Sub-teniente o Teoría de la Luz Propia (LOM Ediciones). Marcelo Reyes Khandia, poeta y revolucionario, que optó por la revolución de verdad, muriendo en algún lugar de Latinoamérica, es el autor de estos versos, hasta hoy inéditos. Su opción por la lucha armada, según expone el poeta húngaro Laszlo Leibach, en la presentación, no disminuyó el amor de Reyes Khandia por la poesía. Los poemas fueron rescatados para su publicación por La la de siempre, amada del poeta, a quien le escribió cartas y estos poemas, enviándoselos entre mayo de 1975 y junio de 1982. Ella misma cuenta que lo conoció en la calle Simpson 7, en la Sociedad de Escritores, en un taller literario, y se explaya, narrando que “Un buen día me contó que se iba de Chile. Como despedida, volvimos a subir el cerro Santa Lucía, tomamos una botella de vino en el Bar Unión de calle Nueva Cork, y nos internamos una noche en Villa Francia para escuchar a jóvenes poetas de la resistencia” (…) “Solo lo vi pasar a mis 19 años cuando él había cumplido ya hacía un tiempo los cuarenta”. Hoy los versos de Reyes Khandia a su amada por fin ven la luz, como por ejemplo estos, dedicado al Bar Unión: “Aquí acepté que quedaras embarazada del ex amigo de tu ex pololo/ Aquí acepté que no te había hecho ninguna canción en serio/ Aquí acepté que iríamos al sur/ Una expedición guerrillera común y silvestre/ No haríamos el amor/ No leeríamos a Marx en la cama/ No tendríamos una guagua/ Pero tendrías este poema sucio de palabras”. Finalmente habría que especificar que el estilo de Marcelo Reyes Khandía nos recuerda mucho, pero mucho, al del poeta Mauricio Redolés.




 

Crónicas para perdedores (Editorial Catalonia – Ediciones UDP). El volumen reúne crónicas, entrevistas y columnas realizadas por el periodista Guillermo Hidalgo, fallecido en el año 2009 a los cuarenta y seis años de edad, y con una larga carrera en diferentes medios de comunicación, entre ellos La Tercera, The Clinic –donde fue editor general-, La Época, Qué Pasa, Fibra. Fue un periodista bastante reconocido en el medio. Sobre él dice Cristián Bofill lo siguiente: “Su carrera está tan repleta de anécdotas que se ha convertido en el mayor mito del mundillo periodístico chileno de los últimos años, al punto que los recuerdos sobre su personalidad a veces opacan su enorme destreza con las palabras. El problema es que le sobraba talento para mucho más que eso, como se puede apreciar en esta selección de sus textos”. También se incluyen recuerdos de Rafael Gumucio y Roberto Merino.



 

 

 

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LOS LIBROS.
"Miniaturas", de Eugenia Gazmuri; "Casi todo se estrelló contra la vida corriente", de Marcela Muñoz Molina; "Viewmaster", de Gastón Carrasco Aguilar; "Cero glamour", de Markos Quisbert; "Cuentos de Puerto Peregrino", de Óscar Barrientos Bradasic; "Ardido amor", de Rodrigo Maturana; "Los Versos del Sub-teniente o Teoría de la Luz Propia", de Marcelo Reyes Khandia; "Crónicas para perdedores", de Guillermo Hidalgo.
Por Alejandro Lavquén.