Proyecto Patrimonio - 2011 | index | Gladys Mendía | Augusto Rodríguez | Autores |





 

 



Muestra Poética

IV Festival Internacional de Poesía Joven
“Ileana Espinel Cedeño” 2011

Por Augusto Rodríguez

 

.. .. .. .. .. . .. ..  

El IV Festival Internacional de Poesía Joven “Ileana Espinel Cedeño” 2011 se realizó en Guayaquil, Ecuador, los días 15, 16, 17 y 18 de noviembre del presente año. Este Festival nació para homenajear y recordar el legado poético de la gran poeta guayaquileña Ileana Espinel Cedeño y a la vez para reunir a los principales poetas jóvenes de Hispanoamérica. Los poetas convocados para esta cuarta edición vinieron de Venezuela, España, Argentina, Perú, México, Ecuador... muchos de ellos leyeron sus obras por primera vez en Guayaquil. Este festival es un espacio único e irrepetible para escuchar a las voces que están emergiendo a lo largo y ancho de nuestra lengua española.

 

* * *

 

JUAN SECAIRA VELÁSTEGUI (Quito, 1971)

Cabaret G.

El placer como un insecto rojo
corretea travieso
escotes, respuestas, cocaína
doblegarse al juego, hacer concesiones ante la luz latiendo
vencerse como un gusano
convertirse, caer

rozar al insecto un momento
piel
rictus del espanto.

 

 

MARIALUZ ALBUJA BAYAS (Quito, 1972)  

Dijiste que te irías
que no ibas a buscarme
entre las tumbas del colegio
que no ibas a rodear mi cuello
con tus flores funerarias

que no ibas a quemar mis libros
que no ibas a romper mi poesía
que no ibas a violarme en el silencio
               que he logrado construir lejos de ti
que no beberías
la sangre que corrió por mis piernas
cuando por primera vez
perdimos el camino a casa.

Dijiste que me ibas a olvidar.
Me lo juraste sin palabras.

Ahora tengo miedo de volver
              y descubrir que acaso
sea cierto.

 

 

XAVIER OQUENDO TRONCOSO (Ambato, 1972) 

Antes de la caza

A mi padre

Quiero encontrar el lugar
donde ubicarme.
Entro en la vecindad
de voces que me dicen:
                          ve a buscarte lejos,
                                   en los andenes de las penas,
                          ve a ponerte en fila con los astros;
                                   deja el poema un rato,
                                    y reconoce los olmos.
                                   Piensa que ya estorbas y no sirves,
                                               que de grande uno se trastoca
                                                           y se consume.

Mamá ya no prepara bien las cenas,
no hay comida hasta después del día.

Ve a buscar el círculo vicioso
que pueda hacerte hombre
en el insomnio de los días.

                        Vete y no vuelvas
                                   hasta después de la caza.

 

 

GLADYS MENDÍA (Maracay, Venezuela, 1975)

Nosotros las pieles

es que tenemos las pieles mezcladas            es que las recordamos todas al mismo quejido y tartamudeamos     repetimos y nos cansa         500 años nos empujan y somos 500 voces en bocas oídos y ojos de todas las flores        escribimos sobre el naufragio      sin prólogo foto ni solapa mientras el sistema imprime señales de reglamento                       sin lengua vamos ardiendo y nos quejamos por otras cosas                                     algunos encuentros       algunos retrasos            algunos aciertos              nosotros las pieles

 

PABLO MÉNDEZ (Madrid, España, 1975)  

Final frío

La certeza de Dios no existe,
como no existe la certeza
de ser feliz, o de haber sido
amado por alguien.

He aquí el drama del hombre:
vivir, sin saber, esperando
la fría incógnita de un final.


MARÍA EUGENIA LÓPEZ (La Plata, Argentina, 1977)

Annie Chapman

Arrepiéntete, pues de lo contrario iré a ti cuanto antes.
Apocalipsis 2, 16

Dark Annie teje al crochet. Hace carpetitas de hilo y mantas de verano. Se mira los ojos azules y los dientes en el espejito. En realidad es un vidrio opaco, pero sus dientes brillan.

 

HAROLD ALVA (Piura, Perú, 1978)  

El hombre observa la sórdida cadencia de su oficio
La velocidad del aire que llega desde el malecón
Y lame las ventanas de los edificios
Las puertas como un adjetivo siniestro
La niebla que ataca como un samurái
Con su cerbatana de miedo
Y se pregunta si la noche
Tiene algo que ver con su ictericia
O acaso la nostalgia
Es la única palabra que sostiene
El argumento de su día
Entonces retorna los ojos al vacío:
Salta en parapente hacia la sima
Tensa los músculos de sus brazos
Y se deja caer
Siente
            La generosidad
                                     Del abismo
Y ya no se pregunta
Si la noche
Tiene algo que ver con la caída.

 

 

MARIO Z. PUGLISI  (Guadalajara, Jalisco 1980)

La máquina

Hoy decidí levantarme tarde
ya que los tristes ruidos hayan pasado
 ya que hayan dejado amores de lado
y el andar acompasado
sea entrar a un mar accidentado.

…ya es la una y media y fumo un cigarrillo
bebo alcohol en vasos amarillos
los veo subir y bajar apresurados
los veo mascar angustias y escupir pecados
los veo insultarse dedicarse al canto
y por eso decidí seguir aquí
. .. .. .. .acostado

…en la terminal nerviosa de mi cama
coloco unos cristales de colores,
refracto así la luz de tu mirada
haciendo de tu luz unas canciones
haciendo de la piel que te acompaña telarañas
donde envuelvo mi risa fina en fina calma.
                                
…el papel periódico me asusta
y el ruido que le sigue a los camiones,
sigo sin moverme de mi sitio
de este mar de piel hecho trincheras,
siguen acercándose a escondidas
sigo solo y sigo aquí acostado.

…hoy decidí cerrar muy bien los labios
hasta que los tristes latidos se hayan ido
hasta que los mismos mimos mimen mi regazo
y el andar sudando frío
sea entrar a los sitios bajo el lago.
He tenido algunos pocos trozos
de lo mucho que se dice de mi vida.
He tenido poco de casi todo aquí en mi vida.
Punto

 

 

ADOLFO SANTISTEVAN LÓPEZ (Guayaquil, 1986)  

ABUELA

Mi abuela murió mientras acariciaba su desgastado cuerpo bajo las sábanas. Recuerdo cuando con insistencia pedía el calor de mi cuerpo. Las décadas no disminuían su placer ni a intensidad de sus orgasmos. Su vientre sólo se movía con libertad cuando sentía las nuevas caricias. Con ella tuve varios nombres, pero nunca el de mi abuelo.En su ceguera me llenó de rostros y nombres que tomaban la culpa y me absolvían del placer que sentía en cada encuentro.Ya no respira, no se agita, no reclama mi presencia. Me detengo, me despido.

No guardaré secretos con los muertos.

 

 

LUCERO LLANOS ORELLANA (Guayaquil, 1990)

Reflejo

Arrancaré el reflejo concupiscente
que apolilló la pata de mi cama
y al gusano que terminó por podrir
la manzana de la discordia.

Recogeré la oreja que se le cayó al esquizofrénico,
que no por serlo dejó de ser Van Gogh;
y la utilizaré para  escuchar la Novena Sinfonía,
que no por sordo dejó de componer Beethoven.

Ataré mi cordura a una viga y la enterraré en el ojo ajeno
para encontrarla con mayor facilidad.
Destrozaré la imagen pálida
que me devuelve el espejo esta mañana.


 

 

 

Proyecto Patrimonio— Año 2011 
A Página Principal
| A Archivo Gladys Mendía | A Archivo Augusto Rodríguez | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Muestra poética
IV Festival Internacional de Poesía Joven
“Ileana Espinel Cedeño” 2011.
Por Augusto Rodríguez.