Sergio Badilla

 
 

 


ALGUNOS POEMAS TRANSREALES DE SERGIO BADILLA

LOBOS DEL ÁRTICO

No puedo palpar tu piel ahora ..... tu cuerpo desnudo
para volver a deshonrar la tarde inoportuna
En el confín del mundo donde se enclaustra la apatía en Kocksgatan
el lastimero aullido de los lobos del jardín zoológico
......... quebranta la quietud de la anochecida.
.. Somos seres asediados por la finitud y el cautiverio
lobos perseguidos en la abundancia de la ficción extraña.
Con las primeras sombras de la noche
...... los grajos se desbandan en la ventolera que precede a la tormenta
y el vagabundo anhela a la moza taciturna que se impregna de amor
en un lecho apresurado.
En esta alborada me he lamentado de tu ausencia
......... no hubo rocío porque nunca se completó el alba.
Bebo de manera pertinaz y compulsiva
............. una y otra copa de vodka seguidamente y apuro la laringe
pues las ánimas consternan el sueño de los falaces con sus intimaciones
mientras se entibian las nalgas de Teresa en la vaguedad del crepúsculo.
El semblante es de hechicero con todos los brebajes
con la urgencia de las pócimas amargas en la boca
e imploro en afonía escuchando los aullidos de los lobos del zoo
............................. a la muchacha bella que se embebe de idolatría
en un albergue inaplazable y correrá después
...................... presurosa en busca de un tren hacia Uppsala.
Si tú pudieras combinar de nuevo aquellos venenos corrosivos
divina Teresa
cuando los grajos se desbandan en la ventisca
................................. rindiéndote a mis pies como eterna enamorada


BLACK HOLE

He vuelto al lugar de la batalla, a sus pájaros que aprendieron a replegar sus alas con una ceja sorprendida en la Vintergatan, o quizás pensando en la precisión de una hoja de afeitar para mejorar la impavidez del rostro impune - A quién maté si no a mí mismo tantas veces en el Artico. A quién estrangulé si no a mi escasa progenie en mi calamitoso arrojo. Regreso ahora cuando la sangre del malo fluye con vehemencia de sus propias llagas, Cuando se adormecen los tobillos bronceados del indemne, en el tiempo en que arriba el cabrío con sus pezuñas sucias con ganas de follar como lo hacen los animales bruscos, las huestes que invaden memorias y confines, las sabandijas repentinas que no tienen costumbres -placer que muere de inanición por la idea de muerte súbita- como insospechado también es el impedimento de la muerte. Contusiones que me afectan la dermis al salir trastabillando del lecho - borracho - después de varios vasos de gin tonic con angustia de haber yacido exhausto en el tálamo de alguna moza que sólo espera unas monedas duras y no mi piel erguida debajo de un músculo.mestizo ¿Quién me puso camino a la gloria en Carampangue con este uniforme de agresivo?. Ahora sólo escucho rumores de inmolados, perversidades de tardes enteras tras las ninfas que nunca aparecieron en mi nuevo docimiclio, memorias del que regresa con el cuerpo magullado, fantamas que asolan mi mente con ruido de fiestas públicas en lugares destinados a la privacidad de la mente en mi barrio de La Reina. Quizás me equivoque y siga siendo una anémona perversa saturada de cicatrices, un pólipo incandescente que urge de mujer que lo vicie, que lo trastorne, con su pubis pelambrero a las dos de la madrugada, el coño austero ante la arremrtida senil del extraño. ¿Qué es alta traición para mis amigos felones?, ¿Dónde quedó el emblema y el escudo de mis combatientes antes de perder la batalla en Hornstull?. Siente que sólo quedan unas viejas catacumbas con muertos despavoridos expuestas a la intemperie en un museo contemporáneo, quizás el Historiska Museet o The British Museum donde irán los turistas con catálogos y divisas. Yo solicito a las autoridades entonces que se erija un monumento a los desterrados de una concatenación maliciosa de sueños malévolos e interminables, a los que macularon su alma con el exceso de libaciones y salutaciones de ilotas y malvados en el Bar la Serena. Pero, ¡Qué pena!, todo está dicho, todo está diccionado con pulcritud y pompa en palabras complejas para que nadie se entere, para que nadie sospeche que he llegado a esta tierra que siempre consideré mía. Todo es una realidad que no tiene contornos, ni excedencias, ni locura. He regresado al sitio de la degollina, a sus aves coloridas de plumas y penachos que han asimilado la manera de menguar su vanidad, ¿Cómo se olvida el pasado en Ahumada con Huérfanos? ¿Cómo se frunce el hoyo del culo con el miedo de la agonía?, como un black hole que implosiona en el universo con la sordera del vacío interminable y pronto se siente la dimensión de lo inacabable. He vuelto al lugar de la batalla para quedarme, a sus corrosivos parajes, a sus golems, a sus nefastas putas, a la laboriosidad de sus heroicas hormigas y sus demenciales osos hormigueros.


OSCURIDAD EN LA FLORESTA

Nos atrapó esa obscuridad
.............................. impenetrable en la floresta
difundiendo la inmundicia de la noche en nuestras tristes siluetas
...................................cuando ya se había ido la familia
y no quedaba ya ninguna botella de vino que descorchar llegada la madrugada.
................. Se nos vino la deshora
.........................................la negrura
cuando aún hablábamos en el huerto y así de pronto se desprendieron las sombras como si hubiese emigrado la muerte de las tinieblas
................................. antes de llegar al cobertizo
y los cuerpos comenzaron a proyectar sus siluetas
................................................. sus sombras equívocas
las deformaciones que deja la escasa luz y la espera en el ramaje
La arboleda adquiría un aspecto
demencial y se perdía verdaderamente la sensación de lógica
........................................ de continuidad
............. de adyacencia coherente ........ en la suciedad de la noche.
Admito que todo era imperfecto al mismo tiempo que se aplanaba el raciocinio para no sentir temor de aquello que se mostraba irreal en la inferencia
..................................... ilusorio en la continuidad del pensamiento.
¿Qué permanecerá de mí después de todo en esta espesura que embota mi
.................................... razonamiento con su espejismo negro ahí mismo cuando siento la negrez de mi circunstancia y aún sigo despierto en la negrura después de perder la pertinencia y entre
............. la noche oscura y un cobertizo fosco que se priva de la legitimidad de las formas estoy yo como Sergio vanidoso?
Entre propiedad del sentido y yo
existe una inmensa cavidad de ceguera con la presteza de la vista atolondrada.
Nos atrapó esa obscuridad
............................... impenetrable en la floresta
y reconozco que no hay nada inseparable de uno mismo incluso en el más absoluto dominio de la fecundidad del juicio
............en nuestra sensatez verídica ante una certeza imaginada.
¿Qué permanecerá de mí después de todo
en la dilatación del cálculo?
Los años han pasado y han dejado cicatrices que se palpan en la vigilia y en la construida ambigüedad
y así el cobertizo
traslúcido para el sentido ciego
es inexpugnable ...... impenetrable ..... hermético
lleno de negrura inabordable
............. de negrez desmesurada
de negritud negra en mi mente.
Allí mismo en la certitud no hay nadie
.............................. en esa oscuridad no hay nadie sólo la opacidad que nos detiene en la
representación incólume de nadie.
Nos apresó ese súbito obscurecimiento
ocluido en la espesura
contaminándonos con la asquerosidad de la noche
...................... en nuestros lúgubres contornos
cuando ya se había marchado la sangre
................................. y no quedaba ya ninguna botella de vino que descorchar esa madrugada.


AL ABANDONAR A MIS HIJOS PRIMOGENITOS

Y alguien me dijo que la volvería a ver algún día, la nieve se escindía en sus pequeñas formaciones y era como si fuera invierno permanente y sólo tuviera miedo del universo al abandonar tímidamente la misma morada de mis hijos primogénitos. Había salido del útero de mi madre, emergido del agua sin palabras ni gritos, escapado de la caja del tormento con los ojos cegados y después todo sería recuerdos y pánico. Había nacido original y precedente de la matriz materna, de la clausura útera y precisa. Había manado inusitado y referente del plasma familiar, y detrás de eso, sólo se perpetuaba la infinidad del cosmos y su entereza. Al principio todo fue el caos porque no había humanidad, ni semejantes, las rocas ígneas corrían transubstanciadas en lava y los metales tenían una escasa consistencia, una mezquina reciedumbre que imponía autonomía al raciocinio. Al principio todo fue el caos, porque ahora era Jumala definitivamente y debía ocuparme de mí mismo: divino y torvo, divino e impecable. Estaba allí para fundar cofradías y elementos, entidades y castas para que los descendientes me aceptaran en las esquinas y en los valles y sería hermoso y sería venerable y agraciado y sería reverendo y hermoso para parecerme a mí mismo en cada relámpago que el ojo percibiera de la luz ulterior a las tinieblas y así sucedería con cada resplandor y cada brillo. Me haría espléndido y fascinante y así me mantendría respetable y hermoso. Y así ocurriría cada alborada después de una angustiada noche al concebirme interminable. Era Jumala conformado en mi naturaleza, con esta esencia completa que va desde mis pies hasta el testuz, desde mis extremidades humanas hasta los genitales frágiles, con un sexo que cuelga con certeza entre los muslos. Así como deidad quebradiza con esta substancia inmutable ante la simple alteración de lo ordinario articulaba la carne en sus propios estatutos, como tejido bello, como tegumento precioso, tan notable y digno a partir de la persistencia de los genes en su carnalidad, en la epidermis o en la excrecencia frente al cosmos, epitelio bello, en una analogía perpetua del infinito sometido a la mente, a la parva inmensidad del juicio. Aún siendo omnipotencia, en el origen de lo inseparable, en la indivisibilidad de las partículas fue el desorden y el caos. No intenté erigir santuarios para amparar la descendencia. Los ámbitos eran minúsculos y la virtud del fruto se aventuraba al celo durante la largueza de las noches lunares, mientras las sombras permitían que los cuerpos se aparearan sin tiempo. En el principio de lo íntimo, en la pureza de los fragmentos fue el desorden y el caos. La duración contituía el riesgo de ser deidad abominable, de ser Jumala inseguro y retraído, de ser parte de la circunstancia contínua e incesante, al atributo grosero que permanece inalterable. Un hombre apacible me aseguró que Dios no tiene tiempo y me sentí conforme, y allí perdí mi reverencía y mi belleza, dejado a la intemperie con mis afectos: Me individualizaba, me definía, indefectiblemente en la permanencia eterna. Alguien me dijo entonces, que la volvería a ver algún día. La tormenta se alejaba en sus insuficientes hileras y era como si fuera tiempo persistente de frío y entonces sentí desaliento y fuí indigno en los sacrificios pertinaces que otros pedían por mí, en la matriz intacta donde cayó mi virtuoso semen al buscar la herencia y más tarde al marcharme indeciso del mismo techo donde dormía mi descendencia primera. Una criatura semejante me siguió los pasos, fatigado yo así de Jumala, de pesadumbre y desconsuelo, de fama y gloria, una absurda condena contra mi íntimo temple en el que otros reconstituían mis causalidades como monolitos esperpénticos, megalitos de piedra con el cincel y el buril de un esclavo o un picapedrero insensible en medio de mis templos piadosos, cualquiera diseñaba allí su apto paganismo, su idolatría bestial, su maña bárbara para reemplazarme por otro ícono o semejanza. Entre las piedras surgía repentino un obelisco mórbido como monumento artificioso. El desamor estaba allí y la tormenta se alejaba en extendidas columnas de aire y era como si fuera tiempo tenaz de crudeza y cundiera el desaliento entre los más fieles al marcharme indeciso del mismo techo donde dormía, plácidamente, mi descendencia primera. ¿Qué le queda ahora a mi lanza cuando ya que he cazado hasta derramar mis fuerzas en el bosque y los pájaros trinan en las altas copas de los pinos cuando las nubes pasan raudas camino del sur?. Una lagartiga se esconde en la hojarasca y confunde su cuerpo yerto con las raíces de una vieja haya, inmóvil, exánime y yo soy apenas una humilde omnipotencia, Jumala errante que ha abandonado el mismo techo donde dormían, apaciblemente, mis hijos primogénitos, aquella mañana al terminar el caos.

 

UN HOMBRE PERPLEJO

Un hombre perplejo deambula por los extramuros de la aldea, se enclaustra con ella en la ausencia del consorte cuando la luna llena se esconde entre las espigadas crestas de los eucaliptus y el guardián de la posada está borracho al llegar la madrugada. Sus mantos tinturados lo hacen más festivo ante los ojos libertinos de la señora en celo. El hombre perplejo con un dolor inescrutable en su talante es un alucinado a quien poco importa el otro cuarto creciente o la mengua de otros astros a la luz de las constelaciones. Sólo le desvela el dominio temporal sobre la amada, el talento lascivo de la hermosa que lo sesga con sus turgentes nalgas. El minucioso ronda con la escarpadura del ojo la proximidad de su predilecta, no ve el fulgor de las estrellas porque el universo está en caos desde hace unas horas, el anochecer se guarece en los terrados de esa misma casa. Ella habla de la niebla insistente que humedece sus carnes decorosas, de los interminables años de lluvia y últimamente llora con sus lágrimas expuestas, y la bruma confunde y las lágrimas desconcietan. El dolor que aflora ante el peregrino que se evade silencioso, ante el menesteroso que no ha tenido nada en la pureza y que lo pierde todo por temor al abandono. Una pena insondable delata su catadura de mendicante hostigado por una multitud de esclarecidos y legítimos No es locuaz a pesar de sus sermones, habla con frases cortas y escudriña detenidamente no obstante la urgencia que le impone el ardor disimulado. Son parábolas escasas en la boca del errante sucio, palabras vehementes del amante subrepticio en la calígine. Un hombre perplejo merodea por los contornos del caserío, ya se aisló con ella durante la marcha del desposado, cuando la luna llena se ocultaba entre las medradas alturas de los eucaliptus y el vigilante del hospedaje estaba ebrio al llegar la amanecida.


CANTO FINAL

Algo le daba miedo a Vallejos en los lugares públicos, en las callejuelas lindantes al Jardín de Luxemburgo, /en el París de los años 20/ acercándose a la zona de los viejos castaños donde la ciudad se llenaba de árboles y parecía oler a la jungla peruana. En el 207 del boulevar Raspail se incrustaba en la soledad de su habitación a esperar que viniera algún amigo / o por último / apareciera una pandilla de fantasmas discriminados como él,
para levantarle el entusiasmo
Al mirar su tumba en el cementerio de Montparnasse / siento en mi ánimo / que la nostalgia le corroía el universo, el alma y los silencios / por ser repetitivos / perdían su validez de confidencia.
En el año 27, con su espíritu infectado de timidez, humillado y nostálgico / el 15 de noviembre / lo internan, malcomido y pobre en la Maison de la Santé de la Charité. Allí queda algunos días en una sala blanquecina con sus ojos negros ahuyentados en el cielo raso. 60 libras peruanas necesita para viajar de Madrid al Callao y no las tiene. Santiago de Chuco reverdece en la vaguedad de su memoria y tal vez llora.
En la tierra donde se destruye España / en una Guerra Civil / se le seca la energía y sabe que ya no podrá seguir viviendo con utopías que se destrozan en su mente. El desvarío diario obliga a la pobreza, aunque sabe desde siempre que su vida acabará en París y de allí saldrá cadavérico
/ apesadumbrado / con los rumores de la humanidad perversa que devasta y se destruye así misma. Georgette no estará allí, ni tampoco sus amigos Gerardo Diego, Juan Larrea o Juan Gris. Será una muerte casi secreta / una ventura que no existe en la totalidad de una victoria.


EN EL INFIERNO DEL DANTE

En algo descubro su verdadero y difuso registro de artificios, Dante no sospecha que él es un desencantado. "una visión es breve",sin embargo el florentino cree en su mundo conveniente, en un cosmos sospechoso como el del maestro Brunetto Latini, seguidor de Averroes el aristotélico, negador de la inmortalidad del alma, tal vez , con mayor ventaja que Avicena.
Virgilio está pávido antes de ingresar al averno, pero aún así insiste en seguir el curso de la muerte. La pesadilla es el estremecimiento del espanto, los fraudes que discontinúan la mente al quedar circunstancialmente privada de lógica y fundamentos, preñada de símbolos y de atributos perversos.
No obstante Virgilio encamina al Dante más allá del río Leteo, hasta arribar a las sietes murallas del Castillo perpetuo donde permanece Homeros de Quíos, el bardo errante, con su ceguera y con una espada en la mano. Marcus Annaeus Lucan, (Lucano) / sobrino de Séneca / que se suicida joven, porque Nerón lo ordena, Stat magni nominis umbra.(*) Publius Ovidius Naso, cabizbajo en el martirio después de sucumbir en Tomis, en tierra Dacia, condenado al ostracismo en el Mar Negro por César Augusto, por su libertina Ars Amatoria. Quintus Horatius Flaccus, hijo humilde de liberto, fallecido de bondad cuando muere Mecenas, porque siente sin cesar un complejo de inferioridad en su longeva vida y necesita a su benévolo protector. Consumados ellos están despojados de Dios y deben de permanecer perpetuamente en esa eterna fortaleza de siete murallas.
Todos los paganos vagarán por el averno, tal vez incluso yo, mis amigos Pancho Pérez y Fulvio Ciaffaroni, mi hermano Luis y sus inseparables del bar Roma, Paolo y Francesca, mis refractarios Carlos Garat y Humberto López., los librepensadores, excomulgados por el Papa Clemente XII, Euclides por su viaje a Egipto, pero no los pobres, porque el abismo está destinado para fieles, ricos e intelectuales que aspiran al paraíso con prebendas y promesas.
"E caddi come corpo morto cade" consuma Dante y Virgilio la peregrinación por las tinieblas. Pero ¿dónde se esconde Bice di Folco Portinaria? la bella Beatriz a la que la muerte le arrebata su viveza y su lenguaje adolescente y de quien el Dante queda seducido y confuso en la memoria terrena. Beatriz está en el noveno cielo del Paraíso, venturosa en la perpetuidad de su esencia y fausta en la continuidad del sueño

(*) soporta la sombra de un hombre poderoso

 

AGUILAS Y SEÑORÍOS

Cuando cierro mis párpados siento una extraña claridad
en la oscuridad de mis pupilas
El águila está alerta ahora y observa desde la altura
..................................................... para atrapar su presa
en sus garras está la muerte
y sin embargo es hermosa en el desplazamiento en la nitidez del aire:
..................................................... atrapa la víctima
yace /después de un breve forcejeo /
cuan larga es en la suciedad y en la amplitud de la llanura
Sus huesos destruidos las costillas temblorosas
y mis manos sin poder tapar mi cara.
Estoy confuso fuera de una pesebrera que huele a
alfalfa y a excrementos de cabalgaduras
.................................................. con mi arco y un carcaj repleto de flechas
y no hago nada.
La bestiezuela ya no da señales de vida
el ave de presa emprende el vuelo con su rapiña
y una bandada de perdices se exaspera y revolotea en diferentes direcciones.
Unos jóvenes vienen con sus vasallos y sus perdigueros a cazar
corren jubilosos entre los pastizales, mientras los siervos disparan con sus
arcabuces,
Ellos beben vino en abundancia y entre los matorrales follan con sus doncellas.
Vuelvo a cegar mis ojos y concibo ahora con nitidez
en las sombras de mis pestañas
El águila no está presta ahora y no acecha desde las cumbres
.................................. para apresar alguna caza
es el señorío del imperio que merodea, acecha y despoja
y yo sigo desconcertado afuera de un cobertizo que hiede a
mielga y a excretas de caballerías
.................................. con mi arco y una aljaba colmada de saetas
y no hago nada.

 

COMUNA DE PARIS

Una clarinada de alerta con un ritmo estridente suena como cuerno medieval
........................................................... en alguna parte del fragor de la batalla
Thiers escapa de la turba con sus 12.000 soldados derrotados en Prusia
En las trincheras los andrajosos anhelan un brindis / con sus enflaquecidas cataduras /
.......................................................... para celebrar la victoria.
¡Qué victoria! Si tiene la fugacidad de una rayo
Duval, Eudes, Brunel y todos los de Montmartre querían marchar sobre Versalles
(recibo mi primera herida en la Comuna de París)
¿Qué herida!? Si es mi hermano que muere en 1986 lentamente en ese municipio
de peste.
.......... También los anarquistas Louise Michel,
.................. los hermanos Reclus,
...............................y Eugene Varlin que construían sueños
/ el 28 de marzo de 1871/ entre barricadas y descargas.
Bakunin idealiza / al mismo tiempo / una ciudad central que se declare autónoma
en San Petersburgo como si fuera vidente
una comunidad inédita que se funde de abajo hacia arriba
.............................. diría el príncipe Piotr Kropotkin en sus divagaciones
de irreparable insomnio
Los esqueletos del poder se organizan para destripar las utopías
ya no se oye más que el ruido sordo de los adoquines
que caen unos sobre otros en las últimas estampidas.
En las zanjas los harapientos ya no ansían un brindis / con sus macilentas apariencias / ¿Para qué? ¿Para vitorear la ruina?
Un trompetazo de atención con una cadencia discordante retumba como cuerno gótico
................. (en algún sitio) en la quietud de la derrota


LOS ELEGIDOS AGONIZAN

Los elegidos agonizan en la oscuridad de la llanura.los clarines de retirada advierten la pesada marcha de las tropas
Ya no está Alvar García con sus milicias en los arroyos
ni los comuneros Bravo, Maldonado y Padilla fusilados en Villalar
.................................... al alba
........................................... por los soldados del imperio
Épocas de infortunio arriban a Castilla con el viento de invierno
El paraíso se ensombrece y no habrá lugar para tantos piadosos
Un timbal suena con redobles de derrota.
Dicen que los escuadrones escaparon de la turba
.................................... con sus trajes bellos y abotonados hasta el cuello
Los elegidos han sucumbido. en la negrura de la planicie
El Papa conjura con Versalles
.................................... a espaldas del Augsburgo
por eso los lansquenetes del condestable de Borbón
.................................... saquean Roma
sus alabardas rayan los frescos en la Capilla Sixtina
( me imagino que algunos habrán defecado allí dentro)
Al otro lado del Tíber (la hojarasca encubre)
la lascivia de los mercenarios y el padecimiento de las vejadas.
En Castilla y en el reino habrá esbirros para largo tiempo
Con sus espadas abatirán las últimas enseñas moradas de los comuneros
y como trueque elogiarán la inutilidad comerciable de la guerra.
Los menesterosos de Toledo abandonan los altares y los templos
la abstinencia los mata en las riberas del Tajo
Los hidalgos aniquilan la retentiva de las rebeldías que persisten
acrecientan, sus perfumes, sus concubinas, sus tesoros
Los elegidos han sucumbido en la lobreguez de la explanada
una pira devota flagra sus pabellones patriarcales


TABERNA DEL PUERTO
______________________ A Ricardo Bravo

A la ansiada la vi en una taberna del puerto
sumida en nostálgicos espejismos con un grupo de rameras viejas
con algún tripulante filipino
El gentío entraba y salía de los cafetines del Barrio chino
en el retrete después de una esnifada el corazón me brincaba atolondrado
Las reinas de la madrugada bailoteaban en el Yako Bar con instintivos bailarines
y los marinos nórdicos contaban historias náuticas y venéreas
Percibí que ella se evadía apresurada de la muchedumbre hacia la calle
Salí tras de ella /eludiendo las mesas / en la humedad de la hora adusta
Esquivaba la luz de los fanales y miraba hacia atrás como gazapo inquieto
En la calle Cochrane (en un pórtico umbrío) que olía a orines/
aguardó que me acercara
La policía patrullaba la barriada en un furgón cromado
.................................. con mastodontes y osos malcarados
Ella se cogió de mi brazo para simular ser mi acompañante
y el vehículo pasó lentamente junto a nosotros para intimidarnos.
................................... Angélica me agradeció el gesto
y entonces vociferé que era mía
................................ con el rumor del mar a mis espaldas
alojado en un callejón cercano al Chalet picante
................................ en mi borrasca de anfetas y cervezas.
A la deseada la volví a ver después de unos años
................................ en una cantina cerca del muelle
sumergida en melancólicas quimeras con una caterva de putas arruinadas
acompañadas de un marinero chino
..........................................evadiendo la iluminación de las farolas.

 


BREVE CURRICULUM

Sergio Badilla Castillo, nació en Valparaíso el 30 de Noviembre de 1947. Su creación nace en Valparaíso y Viña del Mar, en cercana amistad creativa con los poetas, Juan Luis Martínez, Eduardo Embry, Juan Cameron y Renato Cárdenas. Está considerado el poeta chileno con mayor influencia nórdica, fundamentalmente como epígono de los finlandeses, Edith Södergran, Elmer Diktonius, Pentti Saarikoski y de los suecos Gunnar Ekelöf, Tomas Tranströmmer y Lars Gustavsson
Durante su estancia en el extranjero, por razones políticas – 20 años -formó parte del Grupo Taller de Estocolmo, junto a los poetas, Sergio Infante, Carlos Geywitz y Adrían Santini y del Pelican Group International of Arts, con el poeta uruguayo Roberto Mascaró y el artista chileno, Juan Castillo.
Periodista Cultural de Radio Suecia Internacional y del programa Panorama de Sveriges Radio, durante 13 años: y antropólogo de la Universidad de Estocolmo.
Ha sido invitado como lector Al Congreso Mundial de Poetas de Madrid en 1982, al Poettry International de Rotterdam, al Primer Encuentro de Escritores de Lengua Española en Islas Canarias, al Encuentro Mundial de Poetas de Oslo.
En 1989 organiza, en colaboración con la escritora sueca, Sun Axelsson, el Primer Gran Encuentro de Poesía Latinoamericana en Estocolmo, Suecia, donde acuden más de 40 poetas, residentes en toda Europa.
En 1991 fue publicado en la antología sueca, Bevingade Lejon, editada por editorial Bonniers de Estocolmo.
En 1993 participa en el encuentro Poesidagarna, en Malmo en Suecia, junto a los escritores Wole Soyinka, Czeslaw Milosh, entre otros.

El 2000, organiza el recital "generación del 70" en la Universidad La República, en Santiago de Chile.
El año 2002. responde a una invitación del Egipto y da recitales en el Cairo y Hurghada.
El 2003.en febrero fue Invitado a dar un recital a la Universidad de Alicante en España.
Traductor del poeta finés Pentti Saarikoski, del norteamericano, CK. Williams
Ha sido traducido al sueco, inglés y francés.
Ha ganado los premios Hucke y Foro Cultural Republicano, en Chile, Colmena de España, San Martín de Letras de Argentina, y varias veces fue galadornado con la beca del Consejo de Cultura Nacional de Suecia.
Desde 1993. Reside en Santiago de Chile y es profesor de estilos literarios en la Universidad La República.


OBRAS PUBLICADAS


1.Más Abajo de mi Rama. Invandrarförlaget. 1980. Borås. Suecia.
(Cuentos)
2. La Morada del Signo. Ediciones BIKUPA. 1982. Estocolmo. (Poesía)
3. Cantonírico. Ediciones LAR. 1983. Madrid. Poesía)
4. Reverberaciones de Piedras Acuáticas. BIKUPA. 1985. Estocolmo.
(Poesía)
5. Terrenalis. Ediciones BIKUPA. 1989. Estocolmo. (Poesía)
6. Saga Nórdica. Monteverdi Edic. 1996, Santiago de Chile. (Poesía)

 

OBRAS TEATRO

1. Mi hermano Pepe. Santiago 1999
2.- Más allá de la noche. Santiago 2001


OTRAS OBRAS

El Hombre Plural.. Ensayo. En trámite de impresión.
La Nueva Sociedad de Elites. Ensayo. En preparación



 

 

 
 

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