Genoma luminoso
Niñez de tierra, de gota y de frío.
Instrumento de purificación.
Para desmontar el habla,
vejez e inicio.
Concebir la higiene
cual utopía derrumbada
millones de habitantes detallan los ritmos de sus mermas.
Ante el grito lo desearon.
En la estación de ferrocarriles,
globos oculares se estrellaban como huevos,
cuando dieron, al fin, con mi paradero.
En un barrio llamado Flota Centauro,
del poder popular
me hallaron saltando rieles.
Anunciaba tormentas eléctricas.
Presagiaba noticias como quien come pan.
Ellos proceden, siempre proceden
a desabrigar mi celada por televisión
y tocar en su cenáculo mi figura.
Puesto que las aves no lloran gas
ni pimienta, tras mi paso
se crean rezos.
Retorno del mesías en femenino.
Y en las calles,
estudiantes en marcha:
derrocar al imperialismo,
mientras sus densidades
cubren
cada
cavidad mía
día y noche.
Abro mis manos como pistilos,
libero la atmósfera del químico.
Como luna estabilizo climas.
Camino con un lucero en mi frente.
Fui encerrada en un laboratorio.
Diseccionarme fue una opción.
Padre está orgulloso que sea considerada,
mientras vende retazos de mi ropa.
Me conecto
con la herencia humana
cual Eva mitocondrial.
De cuerpos celestes,
los huesos se vuelven polvo estelar.
Estado elevado,
patíbulo del consejo mundial.
Por memoria colectiva,
mi sangre busca convertirse en aerosol.
Escondieron criaturas como yo,
por entramados afectivos
conscientes de riesgos.
De torres a peñascos hay seres extrasensoriales,
videntes exiliados de la plutocracia.
Si los dones existen,
sería preferible congelar el arma de las esperanzas,
para cuando el planeta entero, a punto sea de caducar.
La luz no es tan rápida
Si el sol explotara,
nos daríamos cuenta en ocho minutos y medio,
menos tiempo que hacer insight.
La Vía Láctea tiene cien mil millones de estrellas
y en un pedazo de una,
está el astro coronado en deidad.
Nuestro sol es una estrella corriente.
Más de la mitad de las estrellas tiene un planeta,
apenas el suburbio cósmico es nuestra galaxia.
Osa Polar recorrió el ártico
con una lata de leche condensada en su lengua.
No emite declaraciones al respecto.
(Des)conexión interespecie.
El astro ha descendido del cénit,
avizoramos el límite aparente de los árboles.
Sabias enhebran sinapsis,
conexiones cerebrales hacia ramas de roble,
memoria que traspasa la corteza
y conduce a una soledad
que no es tan solo humana.
El vínculo en agencia integra la armonía.
Espacios de tiempos se despliegan como un lienzo:
las personas perdieron su condición de edad,
repiten modulaciones similares en distintos nichos.
Llamamos pasado o futuro
a la maqueta del recuerdo
corrompido.