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Carlos Cardani

Por Ernesto González Barnert

 

Carlos Cardani Parra: (1985, Santiago de Chile) es Estudiante de bibliotecología y documentación de la Universidad Tecnológica Metropolitana del Estado de Chile. Ha participado en antologías de poesía joven de su país, con poemas de su libro Raso. Participó hasta hace poco del taller de poesía "Santa Rosa 57" y prepara la publicación del mencionado libro. Ahora bien, quiero referirme a ese libro. O salten esta parte y vayan a la entrevista y a su poesía. Pero para mí (contra el deseo del propio entrevistado) es inaplazable escribir del libro en sí.

Cardani con "Raso" la mató, en buena. Pocos han escrito a la edad de este poeta un libro tan maduro y obligatorio de leer. Es una tontera que la ufología crítica (donde muchos cocineros de poesía hacen escuela) lo mezclen abusivamente con lo que ha hecho Bruno Vidal. La verdad es que solo comparten un dial pero no la misma estación. Y tampoco esto es una realidad que excluya otras. De Carlos y Bruno por lo menos no. Con esa aclaración personal me basta. Ahora voy a lo que quiero realmente hablar: Raso.

Raso es un libro de una fuerza expresiva, de una claridad y belleza contundentes. Es un libro duro y honesto, inmejorable, con carácter. Urgente y necesario. No total eso sí. Y por eso mismo lleva la posibilidad de fracasar dentro de sí (todo buen libro debe correr extrañamente ese riesgo). Por que a pesar de ser un libro verdadero, adecuado a la realidad, a su vivencia poética -si lo prefieres así lector-, no significa en ningún caso la última palabra a lo que trata, aunque aspire durante todo el libro a tenerla sobre el Servicio Militar Obligatorio. Y ahí su mayor riesgo, la apuesta, el fracaso. Y también, ilógicamente, la victoria. La derrota de no ser un libro total, de calzarle muy bien a todos los que profesan un discurso liberal y civil, tolerante pero también mezquino, útil según satisfaga sus propios intereses, etc. Sin duda esta cercanía le resta fuerza trascendente al libro, profundidad a la cuestión que subyace de fondo, a la encrucijada final en la que un joven hombre se encuentra ante palabras como Patria, Familia, Ejército, Guerra, Latinoamérica, Muerte, etc. Y escribe. Y nos da una versión de sangre en los pilares que sostienen esta práctica militar.

 

- ¿Cómo llegaste a la poesía?
- Por motivos bastantes estúpidos, desde un concurso de cuentos para una candidatura a reina en el colegio, pasando por ver al poco tiempo después, al reverso de una entrada para un concierto la promoción de talleres de literatura en Balmaceda 1215, donde empecé y me quedé por un buen tiempo.

- ¿Qué ha significado para ti la Poesía?
-
La poesía para mí ha sido como una especie de matrimonio a la fuerza, con alguien que no conocía. Después, con el tiempo, en el convivir con ella todos los días, se le conoce, llega a gustar hasta, incluso, al punto de enamorarse.

- ¿Para quién escribes?
-
Ahora, para nadie. No tengo un público para el cual trabajar ni quiero tenerlo.

- ¿Cuándo escribes necesitas algo a tu alrededor, alguna cosa, haces algo en particular, etc?
-
Necesito un tema. No suelo escribir poemas huachos. Suelen ir hilados por un hilo conductor, que a fin de cuentas termina siendo el título de un poemario.

- ¿Cómo es tu proceso escritural? ¿Cómo trabajas hasta concretar un poema?
-
Corrijo sobre la marcha, por eso me demoro demasiado en hacer un texto. A veces salen solos y no me doy cuenta, pero otros son un verdadero parto. Además, el resto de la pega no la hago yo, sino quienes están conmigo en talleres.

- ¿Qué poetas, escritores, artistas o experiencias han marcado tu cocina literaria y también la propia vida?
-
Poe, por sobre todas la cosas, no como influencia, sino que el tipo me creó un verdadero gusto por leer, cosa que es bastante importante a la hora de escribir. De influencias no sé, por lo menos no directas ni tan marcadas, creo yo. Aunque otros pueden decir lo contrario.

Y en cuanto a experiencias de vida, más que a otra cosa, Bruno Vidal, que se me ha vuelto una especie de karma. Esto por la temática que ambos tomamos, digo, lo militar. El tipo toma lo militar desde un punto histórico y político definido, en cambio yo lo tomo desde el uniforme del conscripto, dentro de un regimiento, en base a una experiencia personal. Mala cuea la mía. La voz es la misma, porque así se habla marcialmente, el uniforme es el mismo, aunque el mío no lleva, ni aspira a llevar grados. Por eso es que no falta el que se refiere a Vidal al leerme, y piensan que parte de mi poesía se basa en hacerle cover`s al caballero. Pero eso ya lo tengo casi asumido, es mi gaje en el oficio. Aparte, decir que Raso, el libro en cuestión, llevaba más de la mitad hecho antes de leerlo, es seguir dando manotazos de ahogado.

- ¿Cómo ves la poesía actual chilena? ¿Y en ella a tu generación con respecto a las anteriores?
-
Por sobre todas las cosas variada. Variada en temas, en nichos, en calidad. Por lo mismo para analizarla hay que verla por partes, cosa que no voy hacer, porque para eso hay varios que se llenan la boca con eso.

- ¿De qué forma los talleres de poesía han sido un aporte en tu escritura? ¿Y en especial el Taller de poesía Santa Rosa 57?
-
Fundamentales. Gran parte de mis textos fueron hechos para talleres, más que por las ganas de escribir o cosa parecida. Esto, porque la mayoría de mis amigos aspiraban a la condición de poetas, y el poner mis textos sobre la mesa era la justificación que tenía para ser parte de los lugares (nichos) que ellos hacían o a los que se intentaban colar.

Con lo que respecta a Santa Rosa, es por lejos la mejor instancia de trabajo. Trabajo de calidad en cuanto a los fines que tiene un taller y calidad en cuanto a los textos puestos sobre el mármol.
Pero ahora eso ya no corre. No es que no necesite de talleres ni de la gente que está en ellos, sino que necesito dependencia sobre mis propios textos, que a estas alturas se estaban volviendo en textos comunitarios, o que por lo menos yo no podía reconocer como solo míos.

- ¿De tu obra si tuvieses que elegir un poema o fragmento...cuál?

No nos conocemos
Pero yo pienso en usted
Al apuntar con el fusil
Al desenvainar el corvo.

- ¿Qué libros nunca has podido terminar de leer?
-
Ninguno de Juan Emar, a excepción de Diez, son libros que me superan.

- ¿Si no fueras escritor...qué serías?
-
Lo que soy en mis tiempos libres.

- ¿Qué poeta chileno no volverás a leer jamás?
-
Varios, que no valen la pena mencionar, pero que solitos se van muriendo por lo fome y malos que son (aunque varios son duros de roer, porfiados en extremo, cosa que les admiro).

- ¿Cuál es para ti el gran libro olvidado de la poesía chilena?
-
Esto no es por el poeta, como resultará obvio, porque para eso el viejo, lamentable o favorablemente (según quien lo vea), se le recuerda de manera constante al punto de atosigar. Me refiero a Fulgor y muerte de Joaquín Murieta, de Pablo Neruda. Esto por el mito de Murieta, bandido chileno que se hizo fama en California, cuando esta empezaba a dejar de ser mejicana. Mito casi olvidado o desconocido y que la última vez que se hizo algo sobre él fue en una novela de Isabel Allende, cosa que no lo dignifica ni reivindica en lo absoluto.

- ¿Cuál fue el último libro de poesía chilena que leíste?
-
Casualmente, Poesía de paso, de Enrique Lihn.

- ¿Qué libro estás leyendo ahora?
- Llegaron a mis manos los últimos doce números de la revista Atenea, así que con eso tengo para un rato.

- ¿Qué piensas de los Premios literarios?
-
Nunca he participado para ganar uno, por lo mismo poco tengo que decir de ellos. No porque me parezcan trásfugos (…), ni porque no tenga con qué participar, sino que no me interesan, creo.

- ¿Qué te parece este Chile ad portas del Bicentenario? ¿Su política cultural para con la Poesía?
-
¿Hay políticas culturales con respecto a la poesía? Digo, fuera de los fondos que existen para ella, y que de vez en cuando se recuerden a los viejos cracks, no veo que se hagan grandes cosas para con la poesía, salvo las que hacen los mismos poetas.

- ¿Qué palabras le dirías a alguien que está comenzando en esto de la poesía, alguien que ha decidido ser poeta?
-
Cantarle esa canción que suele entonarse cuando un sujeto se equivoca ante un tumulto de personas… "hueón, hueón…".

- ¿Cuáles son los 10 libros que recomiendas leer?
-
Me niego a responder esta pregunta, porque suele ser el punto álgido para pasarse a caca en este tipo de entre vistas (aunque por lo que he leído, estas entrevistas en sí son un buen sitio donde hacerlo). Además, alguien que visite esta página sabe perfectamente lo que quiere o no leer.

- ¿Qué te escandaliza?
- Que me hueveen los que no me tienen que hueviar.

- Y por último ¿A que le tienes miedo?
-
A morir sin haber visto a Iron Maiden en vivo.

 


- Del poemario Raso -


Al otro lado de la frontera
Alguien aprende a como matarme
Pienso esto mientras mi teniente
No parar de repetirnos
Es tu lema la paz
Es tu grito libertad

 

Paracaidistas

Los boinas negras dicen
La muerte cae del cielo
Ellos tienen razón
Aquí ni siquiera llueve

 

Sin voces

Sé que mi comandante piensa
Cada uno podría ser un revolucionario
Que con tan solo una voz subordinada subversiva
Cientos de fusiles estarían admirando su cabeza
Como decenas de corvos un cariñito en la garganta

Pero también sabe que nos tiene demasiado ocupados
Como para hacerlo.. .. .. así
Ninguno de nosotros presta atención a todos los gritos de guerra
Que nos parten los oídos
Mientras comemos dormimos o disparamos

 


Yo me mayo Cardani yo me mato te juro que no aguanto más eso pedir permiso de recibir castigo por nada tener la familia lejos cada vez que me pongo al teléfono solo escucho solo digo llanto solo llevamos tres semanas y esto parece un año ¿te imaginas con este uniforme un año?
Yo no puedo
Mañana nos pasan los corvos
Mañana entro a enfermería

 

Cada noche se oye una voz
Entre suspiro y grito gime
Al caer su uniforme
Al tenderse levantarse
Siempre el mismo ritmo
Cada posición en su lugar y con su tiempo
Cada ejercicio lleno de movimientos cortos
Los gritos siempre terminan acaban en su boca
Lo único que cambia
Son quienes se dan los relevos
Entre la pantalla y el retrete

 

Este morro ... este Cristo de la Paz
Ya se acostumbraron a los actos militares
A eso de conjugar el uniforme
Y esa cara de por mi culpa por mi gran culpa
Todo en uno
Escuchando a mi capellán decir cosas
Que en la instrucción teórica ... de tiro de olvidarán
Mientras mis clases musitando ... así como nosotros
Perdonamos a los que nos ofenden

Esta es la primera línea
Solo me dan la espalda mi mayor mi capitán mis tenientes
Es la primera vez que los toco
Es la primera vez que de ellos recibo la paz

 

Abrir la pampa fusil en mano después de empujada la frontera
Es tan solo hacer desangrar a lo que tanto llama patria
Seguir disparando a los cerros
Animal echado que servirá de cena
Nuestra única comida
Una bala norteña directo al estómago
Un corvo altiplánico atascado en la garganta
Merienda de esta guerra
Un Lázaro acunado infinitamente
Entre los brazos del Cristo de la Paz

 

INSTRUCCIÓN DE TIRO

Atrás queda el polígono de tiro
De él ... un fusil por cada hombre

Reventándonos los pulmones por las glorias del ejército
Con pie sereno marchamos ... firmes
Perfectos ... solo para nosotros
Esto es cielo y arena ... nada más

Diez carriles de pista atlética
En cada uno un blanco como meta
Eso es todo el polígono de tiro

Arma y cuerpo al suelo
Blanco ... mira ... ojo en una sola línea
Todo esto mientras se oye la voz de mando
Soldado esos círculos no son su objetivo
Imagine que eso es un peruano
Que se acaba de violar a su mamá

Piense en eso ... y en nada más.

 

 

 

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