
Esa noche en el puerto de Valparaíso los
problemas, las culpas, lo oscuro, lo injusto, lo
indeseable, lo patético, lo horroroso, lo envenenado
se posesionaba de todo mi ser como la
desesperanza más honda de Howard Philipps. El
reloj marcaba las 4 00 de la madrugada y la muerte entraba en mi habitación, la soga, el disparo, el
suicidio con todas sus letras...
Muere poeta porteño en extrañas circunstancias etc etc... entonces sonó el teléfono... era el amigo
Rienzi
—Buenas noches Rienzi, son las 4 de la madrugada— contesté
—Hola faúndez —me dijo Rienzi, tranquilamente— te
llamo para que me digas a qué vinimos a este
mundo o sea quiero que me respondas a que
viniste tú a este mundo...
—...
—¿Lo sabes?

Los dedos de Rienzi respondiendo aquellas preguntas
desde la guitarra
En la primera sesión de grabación del disco
“Canciones de Melipeuco” le pregunté a Rienzi si
el puerto estaba muy peligroso para caminar de
noche, como decían, incansablemente en las
noticias.
—No para nada —dijo Rienzi— usted debe caminar a lo
Vivaldi y listo
—Como es eso
—A lo Vivaldi, como se camina en el cerro
Entonces entendí que no me hablaba del gran
compositor ni de andar con un piano o un violín al
hombro por las calles el puerto sino adoptara ese caminar seguro y medio esquinado de los porteños,
de esa manera se darían cuenta que era uno de
los suyos.
Al salir de su casa puse en mis fonos “Las cuatro
estaciones” de Antonio Vivaldi y caminé mirando
las nubes.

Antonio Vivaldi compositor, violinista, empresario,
profesor y sacerdote .
Vivaldi de la esquina
Al llegar a casa sano y salvo seguí registrando Los
nombres secretos del puerto que aún recordaba
después de doce años de ausencia.
*
Fotografía de @jaime_jaimotta
El loco Freddy
El Loco Freddy en su juventud asistió a
Woodstock, en el año 1969 y allá consumió
tanta droga en esos tres días que se volvió
loco, se fundió su cerebro, le dieron pisco con
whisky, tomó muchos ácidos etc. Cuando
volvió a Chile compró una batería.
Soltero toda su vida, hasta el día de hoy, sin
hijos. Su madre al morir le dejó una casa en
plena Avenida. Los drogos del barrio, cabros
buenos que quieren puro trabajar, dicen de
ellos sus madres, generalmente visitan al
Loco Freddy para estar bajo su techo
consumiendo lo de su preferencia sin
preocuparse de la aparición de la policía. Solo
debían de soportar que de pronto El loco
Freddy se levantara de la silla y comenzara a
tocar batería sin ton ni son. A destiempo.
Desafinado. Un tarrero. En verdad cuando
comenzaba a tocar su batería daba ganas de
darle un disparo en la cabeza.
Los niños del barrio se asustaban al verlo
venir a lo lejos porque creían que lo apodaban
El loco Freddy por Freddy Krugger pero no,
no es por eso, es por otra cosa, les
explicamos.
Con los años este hombre vendió la batería
de a piezas para comprarse más licor.

En mi reciente visita al puerto lo encontré vivo,
caminando lentamente por la avenida, lentitud
imagino causada por las pastillas que les da el
Psiquiátrico, no daña a nadie, y en las noches
frías se para en el marco de la puerta de su
casa a fumar. Adentro de esa casa no hay
muebles, solo su cama y una cocina. Desde ahí pide dinero (unas moneditas, dice) a los
que pasan y les recuerda a quién se detenga
a conversar un ratito de que estuvo en
Woodstock el año 1969 y que vió en vivo a
Hendrix, Santana, Janis Joplin.
Un día le pregunté quién le había pagado el
pasaje.
—Mi mamita— dijo
No tiene nada para comprobar que estuvo en
Woddstock el año 1969 pero los viejos del
barrio dicen que así fue, y nosotros hasta el
día de hoy creímos que, claro, así tiene que
haber sido y nuestros hijos también lo
deberán de creer de esta manera hasta el fin
de los tiempos.

Encuentre al Freddy. Festival Woodstock
1969 (USA)
*
Mi amigo campesino y cuidador de ovejas Marcos
Huenchuman de Melipeuco me pidió que le diera
una clase sobre Filosofía Universal abarcando a
sus principales exponentes. Le dí una clase de una
hora que escuchó respetuosamente, en silencio, sin
interrumpir. Al final le dije
Y bueno, después de esta clase magistral, ¿qué
piensas de los filósofos?
Mira guacho —me dijo— yo creo que todos esos
filósofos se están ahogando en un vaso con agua, la vida es más sencilla... agregó después de
zamparse el vaso de vino al seco.

Con Marcos Huenchuman de Melipeuco, aquí, dando
santa sepultura al gato.
El perla
Hijo único de una asesora de hogar de
Putaendo. Se vino a la ciudad junto a su
madre para estudiar Ingeniería en Agronomía
en donde se pudo titular de buena manera. En
el barrio todos nos parecemos a alguien de la
tele y parecerse a alguien de la tele significaba que tendríamos alguna
oportunidad de ser, al menos, tomado en
cuenta. (A excepción de que te parecieras a
kiko de El chavo.) El perla era igualito a
Miguel Bosé.
Con los amigos lo visitábamos en su casa
para dar rienda suelta a las fiestas pues su
madre se iba al campo y volvía cada dos
semanas dejando la pista desocupada para el
baile. (Yo no bailo muy bien, aclaraba por si
una esperaba que la sacara a bailar. No
había mucho problema con eso porque todas
querían bailar con El perla y no conmigo)
Algunas chicas se volvieron locas por él. Una
salió corriendo con sus zapatitos en la mano
una noche, la pude ver corriendo calle abajo
pidiendo ayuda, detrás de ella, El perla
gritando...detente loca!
El Perla después emigró a Santiago y lo
perdimos de vista por mucho tiempo. En su
vida llegó a ocupar altos cargos gerenciales y
logro el éxito comercial, es más, es el único
que se hizo millonario en el barrio cuando
alguien lo comprobó con un cheque entregado
a su persona por el pago de un alojamiento en
una cabaña de playa. El amigo Carlitos
Pacheco por casualidad lo atendió pues
oficiaba de recepcionista, lo reconoció y
recibió un cheque de su mismo puño y letra con una abundante propina agregada dentro
del mismo documento. En esos años andar
emitiendo cheques era ser millonario.
—El cheque no tiene fondos— le dijo a Carlitos
Pacheco, amablemente, la señora de la
ventanilla, el lunes.
Los muchachos del barrio comenzaron a
olvidarse de El perla porque decían que al
convertirse en exitoso económicamente jamás
se apareció por esas viejas calles para
comprarles una cervecita siendo que ellos, yo
incluso, le compramos lo que quiso durante
sus cinco años de carrera pues no trabajaba y
si un día amanecía con ganas de trabajar
después se le pasaba, según su propias
palabras.
El perla sobrevivía con el dinero que le daba
su abnegada madre. Aún así dio alojamiento
gratis a muchos amigos en esos años de
juventud, rebeldía, vagabundeo.
Lo apodamos El perla porque tenía el grave
defecto de fijarse en las novias de sus amigos
y si le dabas la espalda un minuto tu novia ya
estaba con él. Esto le trajo varios problemas
que menos mal nunca terminaron con su
cuerpo tirado bajo una mesa apuñalado por un
celoso.
—No sientas culpa , solo eres un facilitador de
la pulsión de infidelidad en las mujeres, le dijo
el psicólogo.
Cuando entré a su oficina en la Ciudad
Empresarial en Santiago después de no verlo
en 20 años le dije:
Hola perla, como estás.
Sonrío, bondadosamente, tal como Bosé
aparece en su disco Linda.

Te invito a cenar me dijo
No tengo hambre dije
En la cena, con Ostras de entrada, me contó
que se había casado con una mujer que
recibió de su padre una herencia de 1.000.000
millones de pesos... cuando la conoció ella era
la novia de su mejor compañero de oficina, y
bueno, los perlas no cambian, pensé.
Cuando me llevó a su nueva casa mansión su
esposa no estaba pues andaba en New York
en la exposición de la colección primavera
verano de la marca GUCCI.
Ahora lo puedo ver bronceado, en
Huechuraba, Complejo Residencial, Particular,
Privado, dentro de una piscina gigante,
temperada, con cisnes plásticos, palmeras
alrededor, nadando a lo perrito, el mismísimo
perla, con toda la´piscina para él solo, solito.
Cuando me marché en el taxi, pagado por él,
escuché en la radio que este era el invierno
más frío de la década.


Mural, Valparaíso
*
Mientras escribía esto de Los nombres secretos
del puerto un poeta, nacido sapo, parido sapo y,
probablemente morirá sapo, me preguntó:
—A que volviste, para qué?
—Y que te importa?
—Debe haber alguna razón
—Para vengarme— quise decir. pero no lo dije.
*

C. Faúndez a sus 15 años, según mi mamá

C. Faúndez , a los 35 años, según Gonzalo y Toto
*

C.Faúndez, a sus 52 años, según los nazis
Entonces, mientras mirábamos las fotografías,
alguien golpea la puerta. Dice:
—He olvidado algo sobre la mesa
(Pero en la mesa no había nada.)
Antes de marcharse dijo:
Cuidado, el pasado vuelve en cualquier momento
*
Sonó el teléfono, alguien preguntándome sobre los
libros y entrevistas leídas durante mi estancia en el
puerto.:
Leí varias entrevistas (una muy aburrida que
hablaba de los pinos) pero la mejor sin duda,
premio a la mejor del año, es la del joven genio
Ernesto González Barnett a Rodrigo Gonçalves.
Necesaria, magistral y se agradece, a ambos.
Ernesto González Barnett además escribe poesía,
buena poesía y ha sido la única persona que he
visto en mi larga vida bailando en el centro de la
pista, cómodamente, feliz, y con el casco de su
bicicleta puesto sobre la cabeza.

Rodrigo Gonçalves

Ernesto González Barnett, poeta y Genio bajo perfil...

Para lectura en todos las Escuelas, Colegios, Institutos,
Universidades, Dueñas de casa Pinochetistas y Alwinistas
Leyendo en el bus de regreso al sur, a la bella
Melipeuco me enteré de la aparición de este libro.
Bravo!!! He leído los de Palma Salamanca y este lo
conseguiré lo más pronto posible.
Creo que alguna editorial además se debe hacer
cargo de publicar las Cartas que ha escrito
Mauricio en cautiverio, documento histórico
necesario para comprender en toda su amplitud la,
hasta el momento y hasta antes de la aparición de
estos testimonios, Falsa Historia de este país.

Fotografía de @jaime_jaimotta
Ahora los libros leídos durante mi visita en el
puerto. Acá van:
UNLIBRO, UNA LÍNEA

Después de la tormenta, la calma llegará... pero después de Aira?

La mejor prosa de Álvaro está aquí, inquietante.

Si fuese por este libro Fresán podría dejar este mundo tranquilamente.

Escuchar narrar al abuelo sabio, otra vez.

Al terminar de leerlo me invadió la melancolía, tanto,
que tuve que cerrar las cortinas...

Una clase magistral de narración sobre la decadencia
en ciertos “asuntos familiares”.

El mejor experimento literario de Enrique, con clase, lejos.

Miqui Otero hace bailar a las palabras en las hojas,
hasta bailé y eso que no bailo.

Alan Pauls está en otra y se agradece que esté en otra.

A cien kilómetros de distancia de varios, desde la partida, narre
la historia que narre.

Después de leer esta Obra tome la decisión de no dar consejos a
nadie. Nunca más.

Un bello sueño hecho realidad.

Una clase magistral de buen gusto.

Otra clase magistral para saber donde estamos parados.

Vomité en la segunda página. Lo siento.

Al leer a R. tuve ganas de mandar a la mierda a todos quienes me
rodeaban. y con gusto...

Fotografía de @jaime_jaimotta
*
EL COMO SI NADA
Joven de Playa Ancha, cesante, educación
media completa, su apodo fue ganado porque
entraba a las fiestas del barrio sin haber sido
invitado y se lo bebía todo, pedía cigarrillos a
todo el mundo porque él tampoco tenía., se
robaba algunos CDS del dueño/a de casa y al
final de la noche se marchaba tomado de la mano con la chica más linda de la fiesta... y
todo esto... como si ná.
De esas actitudes nació el como si ná... y
quienes lo conocían cargaban fuertemente el
acento en la a, casi con rabia o solo envidia de su descollante desplante en reuniones
sociales, como le dijo el Psicólogo.

“Acorte” camino del Como si ná
EL CARE GLOBO
Educación básica incompleta ambos
cachetes de su cara parecieran estar inflados
con aire a presión. Se pensaba que esa
hinchazón era causada por los globos con una
goma de mascar (o chicle, como le llaman en
los negocios de barrio), pero inflándolos por
dentro. Pero no, nació así. Hasta ahora le
dicen el car'e globo cuando hablan de él.
Nadie recuerda cuál es su nombre verdadero.
Lo último que supe de él es que cumple
condena por asalto. En la cárcel le dicen el
globo no más, le retiraron el car´e de.
Recuerdo que siempre en el barrio andaba
alegre aunque no tenía trabajo, ni comida, ni
novia, ni casa.

Concreto Azul

El cerro según la I.A.
El tuerto farías
Se le quiso dar por conocido en el Sistema
Cultural chileno como Jorge Negro Farías,
mote que le fue asignado sacando el de
tuerto Farías que es como se le conocía en la
bohemia porteña por cantar de día y noche
con sus lentes puestos. Lo escuché muy joven
cuando los viejos del cerro nos llevaban a La
cuadra a tomar cerveza y en donde
levantaban su dedo y pensábamos que ese
dedo alzado en medio del humo significaba
una cerveza pero no ese dedo significa un Cajón o una Jaba de cerveza, o sea 12
cervezas y no una, sin más palabras
necesarias, solo levantar ese dedo a la
Madame de la barra. Al llegar la jaba se ponía
debajo de la mesa y se posaban 4 sobre esta.
Tuve la fortuna de escucharlo varias veces en
Lo pancho y se acercaba a las mesas con
sus guitarristas a entregarnos una estrofa del
desgarrador bolero ( las letras de Radiohead
quedan como alpargata al lado de aquellas)
Nunca le ví con mujer de la mano y el Estado
de Chile o el Sistema cultural Chileno se
demoró un siglo en darle una pensión de
gracia -60 mil pesos- mientras el Sistema
Cultural chileno entregaba a Valparaíso miles
de millones por ser nombrada Capital de la
cultura.
Sigue siendo doloroso ver aquello y Jorge
siendo tuerto esto mismo lo vió más feo aún pero le daba lo mismo porque sabía que el
pueblo porteño lo quería y lo quiere y que
había otros con mucho dinero que no los
quiere nadie y no necesitaba de honores
estatales ni dinero estatal porque el seguiría
bebiendo el mismo vino y alrededor de los
mismos compañeros.
Dió mucho dinero a mucha gente en su
tiempo de esplendor, todos o la gran mayoría
le dieron la espalda después como cualquier
miserable que se precie de tal pero a Jorge tuerto Farías aquello tampoco le importaba.
Seguía cantando con más dolor aún y con su
íntima felicidad: Cantar a los amores
imposibles.

Pareja de porteños enamorados
A veces creía ver al tuerto en alguna esquina
sin lentes y me acercaba y podía ver en ese
ojo tuerto una ranura pequeña, y por esa
ranura asomaba una lágrima, era la lágrima
de todos quienes están destinados al paraíso
y aún así sufren porque los demás no. Un
ángel, un ángel de la noche. Por toda la
eternidad.

Jorge Farías, El Ruiseñor de los Cerros
Porteños
*
UN TRISTE SUEÑO
Soñé que volvía a Melipeuco y la fría niebla
cubría todas las casas, y cuando golpeaba
sus puertas nadie abría, entonces desperté,
corrí la cortina y la niebla cubría el puerto.

Meli bella
A la noche siguiente soñé con Melipeuco otra
vez y entre la misma niebla del sueño de la
noche anterior apareció una mujer que se
acercó para darme un abrazo y susurrar mi
nombre secreto.
Cuando desperté... me puse a a llorar.

Melipeuco, 30 septiembre, 2025. . . . . . . . .