Lo que pasa es que la poesía chilena es algo así como un pueblo chico. La poesía chilena es Vicuña. Ni siquiera eso, la poesía chilena es Villa Seca, es La Polvada, es El Calvario, es Mortandad. La poesía chilena es un infierno grande. La poesía chilena es un infierno grande lleno de pobres diablos. Dios proteja a esos pobres diablos. Pero no. En este pueblo chico, los pobres diablos se dan la mano, se miran a los ojos, se saludan con la cara llena de risa. Después se descueran. La poesía chilena huele a azufre. Todos se odian. Todos intrigan. Se sacan los ojos. Lo digo porque lo he visto: la poesía chilena es un pueblo chico y un infierno grande. La poesía chilena es un infierno grande lleno de pobres diablos. Tal como acá: trescientos pelagatos viviendo en un pueblucho, odian a muerte a los trescientos cincuenta y dos pelagatos que viven en el pueblucho vecino al otro lado del río. Y ni siquiera al otro lado del río. A veces estos pueblos son una sola calle que cambia de nombre. Pero la gente se odia y se pela. Ahora que hay pasta base
y pistolas, hasta se balean. Si hay una pichanga, primero se hacen cagar en la cancha, después se sacan la cresta afuera. Y son hasta parientes. Son iguales. Son todos negros y fieros. Porque si eres rubio es peor: más te odian ¿por qué? Por rubio. No, no por rubio; por no ser negro y fiero. Y no le mires la mujer a nadie, porque estás condenado. El que esté libre de pecado que lance la primera piedra. Lapidación. Lapidación total. Acá todos están libres de pecado, excepto el vecino. ¿Cuál vecino? Cualquiera de los trescientos un vecinos restantes. Porque nadie se salva: los poetas mapuches son todos unos borrachos. El difunto era muy buena persona, muy comprometido, pero robaba; lo queríamos mucho, pero se aseguraba con los fondos. Están los que prestan el culo para ganar premios; son la mayoría de los que ganan los premios, se la comen atravesada a los jurados. Es el horror. The horror, the horror. Y están los cuicos de mierda, toda una manga de hijos de papá; con toda esa plata cualquiera la hace. Y para qué hablar de los lumpen, la mayoría son lumpen, hijos de lampen, hijos de hijos de lumpen. A esos como que los respetan, porque no hay que discriminar. Pero igual son pencas: creen que porque le ponen garabatos a los poemas la llevan. ¡Chuto que la llevan! Y esos comunistas de mierda, huevones retrógrados, terroristas, ahora sacan plata de Venezuela, porque ya no se la pueden robar al partido. El partido, nido de ratas, hipócritas de mierda. Están cagados, todos están cagados, para ser poeta hay que estar cagado. Incluso los amanerados esos que hacen clases en la Universidad están cagados. Hay unos que todavía usan «empero», «asaz», «cabe a». Y citan a los clásicos. O a hueones que nadie conoce, ellos no más. Fruncidos. Y esos que tienen editoriales independientes ¿qué se creen esos imbéciles? Publican a sus puros amigos ¡publican puras mierdas! Y esos santiaguinos, y esos provincianos ¿¡pop art?! alarismo trasnochado!? Que se vayan a lavar la zorra. Y para qué vamos a hablar de las maracas feministas: resentidas, ninfómanas, frígidas. No, y todos escriben mal. Son todos pencas. Y palos porque bogas y palos porque no bogas. Esa es la vanguardia. ¿La vanguardia? La retaguardia. Trincheras en medio de la guerrilla de premios, becas y publicaciones. Recitales soporíferos. Talleres ¿talleres? ¡Semilleros de cesantes! Es el campo de batalla. ¡Qué va a ser el campo de batalla! Es el campo del chisme, del sapeo, del cahuín de esquina. ¿Escaramuzas? ¿Tácticas? ¿Estrategia? Chaqueteo, aportillamiento, envidia. Sí, es cierto, a veces hay uno que otro castañazo. Un balazo por ahí. Un amague de pelea. Pero hasta ahí no más llegamos. El resto es chimuchina. Porque la poesía chilena es un pueblo chico. La poesía chilena es Vicuña. Ni siquiera eso, la poesía chilena es Quebrada Seca, la poesía chilena es Chigualoco, la poesía chilena es Pueblo Hundido, la poesía chilena es Peor es na. La poesía chilena es un infierno grande. La poesía chilena es un infierno grande lleno de pobres diablos. Dios bendiga a esos pobres diablos. Pero no.
2
El poeta del futuro, hoy
Yo hablo de poetas reales, de poetas de verdad.
Estoy hablando de poetas genéticamente modificados para desafiar las leyes de la naturaleza, para transgredirlas, romperlas y llevarlas a su siguiente nivel. Estoy hablando de poetas de siete toneladas, con coeficientes intelectuales no menores a tres mil, poetas sin poemas, poetas telepáticos, telekinéticos, pirokinéticos; poetas productos de la radiación, poetas mutantes.
Estoy hablando de poetas poseídos por fuerzas desconocidas. Poetas más allá del bien y del mal. Poetas más allá del más allá del bien y del mal. Poetas sacerdotes de la verdadera religión. Poetas financiados y avalados por Satanás. Poetas que desafían a Satanás. Poetas a los que Satanás admira. Poetas del tipo que Satanás sería si fuese poeta.
Hablo de poetas reales, de poetas de verdad.
Poetas indescriptibles. Poetas intraducibles. Poetas indescifrables. Poetas cuasi auto similares. Poetas fractálicos. Poetas del tamaño de una partícula subatómica. Poetas cuánticos. Poetas que se deslizan graciosamente en el caos. Poetas que son el caos.
Poetas agujeros negros de una densidad que absorbe vorazmente hasta el último fotón. Poetas como supenovas con chorros de materia radiante proyectándose hasta el final del universo. Poetas universos. Poetas multiversos. Poetas infinitos, poetas larvas germinando donde las paralelas se juntan. Poetas con versos no menores al tamaño de una nube cósmica tentacular. Poetas con versos no mayores a un muón.
Hablo de poetas reales, de poetas de verdad.
Estoy hablando de mega poetas constituidos de varios poetas que se funden y nos hablan con millones de bocas. Poetas gigantes compuestos de varios gigantes aún más gigantes que emergen de sus miembros y sus orificios gigantes. Una megalópolis de poetas gigantes en un solo ser amorfo que va creando el tiempo y el espacio con sus latidos.
Poetas hechos de información. Poetas haciendo poemas a partir de codones y aminoácidos. Poetas que encienden visiones entre las chispas de dendritas y axones. Poetas que se alimentan exclusivamente de luz y aire. Poetas que se alimentan exclusivamente de oscuridad y vacío. Poetas que habitan en el fuego. Poetas abisales. Poetas tectónicos.
Hablo de poetas reales, de poetas de verdad.
Poetas ocultos en la sarna del mendigo. Poetas entre los pliegues de la iguana. Poetas en los ácaros que flotan en la luz. Poetas cuya lectura produce cáncer. Poetas que no necesitan milagros para demostrar que son poetas. Poetas que de todas formas curan el cáncer. Poetas que son el cáncer, el cáncer del universo, de los multiversos, del infinito hacia adentro y hacia afuera.
No estoy hablando de poetas del pasado. Hablo de poetas reales, de poetas de verdad.
Buda, Jesucristo, Zoroastro: Trogloditas, cavernícolas.
Homero, Dante, Shakespeare: Neardentales, cromañones.
Rabelais, Quevedo, Cervantes: Homos erectus, ergasters.
Hörderlin, Novalis, Blake: Rudolfensis, Habilis.
Shopenhauer, Nietzsche, Foucault: Parantropos, austrolopitecos.
Rimbaud, Baudelaire, Lautremont: Ardipitecos, Sahelantropos.
Whitman, Pessoa, Vallejo: Bonobos, chimpancés.
Joyce, Faulkner, Nabokov: gorilas, orangutanes.
Vicente Huidobro, Pablo de Rokha, Violeta Parra: lemures, titís.
Crumb, Miyazaki, Ward: prosimios.
Einstein, Plank, Tesla dinosaurios.
Nicanor Parra: monómero abiogenético.
No hablo de los poetas del pasado. Estoy hablando de poetas reales, de poetas de verdad.
Estoy hablando del poeta del futuro, hoy.
3
Todo es culpa de los monstruos
Todo es culpa de la concepción romanticista del genio. Todo es culpa de Víctor Hugo. Todo es culpa de Rimbaud. Todo es culpa de Whitman, de Blake, de Dylan Thomas. Todo es culpa de los monstruos: de Neruda, de Huidobro, de la Mistral. Todo es culpa de Parra, el maestro Rochi. De de Rokha no. También fracasó. ¿Valió la pena, de Rokha, valió la pena? En el infierno de los de Rokha, en el infierno privado de los de Rokha con los sesos desparramados sobre el triste papel mural de su triste casa de viudo, quizás Pablo de Rokha me esté diciendo sí; en ese rincón oscuro, lleno de lágrimas negras, lleno de bilis negra, lleno de detritus negro, ahí, detrás de ese escritorio, con el teléfono sonando para siempre, con su hija mordiéndose los labios al otro lado de línea, con la colt eternamente en la mano, con el hilo de humo suspendido en el aire, saliendo del cañón, del feroz cañón, el coordinador de la angustia del universo, el hombre que inventó el matrimonio, el jefe del clan pirata de los de Rokha, quizás, quizás esté diciendo sí, valió la pena. Porque en el fondo ¿qué otra cosa se puede hacer? ¿Ser un triste oficinista? ¿Un empleado público? ¿Un profesor cesante? ¿Un borracho de cantina? ¿Un empresario viajero? ¿Un académico? ¿Un gerente de marketing? ¿Un jefe de zona? ¡Júzgalos a todos por sus espíritus! No son nada si no son poetas. No son nada si no son arte. No son nada si no han sido tocados por el rayo. No son nada sin el crujir de la semilla. No son nada sin el fuego. No son nada sin el soplo. Yo podría haber sido cualquier otra cosa, dice de Rokha babeando sangre; yo podría haber sido incluso un potentado; igualmente sediento y hambriento; yo podría haber tenido oro, ser ocioso y brutal; yo podría haber tenido mi manada de lobos feroces; pero de nada hubiese servido si no hubiese buscado alimentar la hoguera con la que iluminé el mundo. Entonces todo es culpa de ellos. De los monstruos. Yo quería tocar con mis dedos, la luz. Yo quería tocar con mi boca, la zona muda. Yo quería tocar con mi espíritu, el fulgor del vacío. Yo quería ser un monstruo. Y pensé que. Y creí que. Y sentí que. Pero no.

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Cristián Geisse Navarro (1977).
Escritor, Licenciado en Letras, Magíster en Literatura Hispánica, Diplomado en Fomento de la Lectura y Literatura Infantil y Juvenil y Diplomado en Narrativa de no Ficción. Ha sido becario de la Fundación Neruda y del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. En poesía ha publicado Los hijos suicidas de Gabriela Mistral, Los nortes que hay en el Norte, Tres Poemas y Thus Spoke Robert Sapolsky: poemas de Pedro Araniva Parián.