Pero es sin duda en el campo de la escritura donde —en Chile— más nitidamente comienza a perfilarse una reflexión en torno a la mujer y sobre la problemática de la diferenciación sexual; sobre las condicionantes de habla (censura, mimetismo, dependecia, enmascaramientos) que asujetan la relación mujer/escritura a un marco sociomasculino de autoridad y represión, y sobre las circunstancias de emergencia de una nueva textualidad femenina como registro simbólico-literario de sexualación de la marca del género.
Es dentro de este contexto, si bien naciente ya significativo en cuanto a los múltiples tensionamientos críticos que opera dentro de la trama histórica de los discursos de la literatura y de sus instituciones, que Diamela Eltit y Carmen Berenguer inscriben su proyecto; la primera desde la narrativa, y la segunda desde la poesía, pero sin que estas catalogaciones de géneros tengan más sentido que el de funcionar como simples formatos-convenciones expuestos a ser deformados y transformados por el cruce de operaciones paródicas y citacionales de apropiaciones y desmontajes estilísticos y retóricos.
Ambas escritoras descentran el modelo lineal de una subjetividad a polo fijo (la de un "yo" que —aunque fuese femenino— se predica bajo el modo de la univocidad) para convertir el texto en el proceso oscilatorio y diseminante de una conciencia reversible y multifluyente que se expresa bajo la forma de un "collage" de hablas fronterizas. Ambas construcciones de obras se abren desde las experiencias destotalizadoras del quiebre y de la escisión, a una textualidad fragmentaria a registro múltiple y descompuesto en una pluralidad de lenguas y voces que acoplan y desacoplan sus memorias y narraciones: indígenas, populares, argóticas, sacras, folclóricas, cultas, etc.
Ambas también desde la conciencia del despojo corporal y sintático se lanzan a la reconquista de una oralidad femenina-materna que vuelve a pulsionalizar las cadenas enunciativas, y conecta el texto con el límite somático y erógeno de las primeras articulaciones verbales.
Esta travesía de una lengua memorizadora de la dominación y de la conquista y portadora a la vez del proyecto insurreccional de eregirse mestiza y descolonizada (en el sentido tanto histórico como sexual), lleva la práctica del texto de Diamela Eltit y de Carmen Berenguer a operar como explosivo símbolo, delictual y preciosista a la vez, de dislocamiento del corpus literario institucionalizado y de la identidad social dominante que modula este corpus.
Imagen superior:
Portada del catálogo Women, Art and the Periphery. An Exhibition of Thirteen Chilean Artists, presentado en The Floating Gallery at Woman in Focus, Vancouver, desde el 11 de noviembre al 19 de diciembre de 1987.
Los retratos en la portada corresponden a las artistas participantes en la muestra, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Nury González, Carmen Berenguer, Diamela Eltit, Julia Toro, Helen Hughes, Paulina Aguilar, Roser Bru, Luz Donoso, Lotty Rosenfeld, Julia San Martín, Gracia Barrios, Paz Errázuriz y Virginia Errázuriz.
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Diamela Eltit y Carmen Berenguer en Mujer, Arte y Periferia
The Floating Curatorial Gallery at Women in Focus, 1987
[Catálogo]