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HOMENAJE DE 14 JÓVENES POETAS A DAVID ROSENMANN-TAUB
Santiago de Chile, domingo 4 de diciembre de 2005. Café Literario Providencia

PROGRAMA


Presentación Homenaje: Adrián Puentes
Lanzamiento Poesiectomía (LOM Ediciones): Naín Nómez

Poetas y su selección de poemas de David Rosenmann-Taub:
1. Martín Gubbins: obertura.
2. Feisal Sukni: selección de poemas (de Cortejo y Epinicio).
3. Andrés Anwandter: LXIII (El Mensajero).
4. Alejandra González: LXIII (El Mensajero).
5. David Preiss: I (País Más Allá).
6. David Bustos: "La Víspera" (Los Despojos del Sol).
7. Felipe Cussen: "Gleba" (El Mensajero).
8. Juan Cristóbal Romero: LVII (Cortejo y Epinicio).
9. Anamaria Briede: XIII (País Más Allá).
10. Felipe Ruiz: I (El Cielo en la Fuente).
11. Méndez & Méndez: "La Dicha" (Cuaderno de Poesía).
12. KurtFolch: "Ficción" (El Mensajero).
13. Gustavo Barrera: "Ficción" (El Mensajero).
14. Rafael Rubio: "Matzebá" (Los Surcos Inundados).

Carlos Cocina: Lectura poemas de David Rosenman-Taub
Cierre del evento: Virginia Sarmiento

 

 

Selección de Poemas de David Rosenmann-Taub

 

LXIII

Cómo me gustaría ser esa oscura ciénaga,
libre de lo de ayer, qué alivio, oscura ciénaga,
dejar correr el tiempo. ¡La más oscura ciénaga!

Cómo me gustaría jamás haber nacido,
libre de lo de ayer, jamás haber nacido,
dejar correr el tiempo, jamás haber nacido.

Cómo me gustaría lograr morirme ahora,
libre de lo de ayer, lograr morirme ahora,
dejar correr el tiempo, lograr morirme ahora.

Como me gustaría rodar por el vacío,
libre de lo de ayer, rodar por el vacio,
dejar correr el tiempo, rodar por el vacío.

Cómo me gustaría ser el cero del polvo,
libre de lo de ayer, ser el cero del polvo,
dejar correr el tiempo, ser el cero del polvo.

Para no cavilarme, para no volver nunca,
Dios mío, yo creyera en Ti para no ser.
Cavílame en tu nada, no me hagas volver nunca.
¡Dios mío, yo creyera para nunca creer!

Cómo me gustaría ser esa oscura ciénaga
........... sola bajo la lluvia,
¡cómo me gustaría ser esa oscura ciénaga
........... sola bajo la lluvia!

Dicen que fue la muerte la causa de la vida,
y la vida - ¿la vida? - la causa de la muerte.
Pero, ahora, mi muerte la causa de mi vida.

Yo qué: furgón deshijo - destello - de la muerte.
¿Me repudias, ovario, por ímprobo deshijo?
Me has arrastrado al éxodo tan candorosamente

que tu candor me duele - ultrajante alarido -,
que tus lianas me duelen - dignas uñas lumbreras -:
cómo me gustaría jamás haber nacido,

Cómo me gustaría ser esa oscura ciénaga,
libre de lo de ayer, qué alivio, oscura ciénaga,
dejar correr el tiempo. ¡La más oscura ciénaga!

Cómo me gustaría rodar por el vacío:
la más oscura ciénaga sola bajo la lluvia.
Cómo me gustaría olvidarte, Dios mío.
Cavílame en tu nada. ¡No me hagas volver nunca!

(El Mensajero. Santiago: LOM Ediciones, 2003)

 

 

I

Madrugada, goznes, azar contra azar,
cornisas, plumones,
diluvios, tijeras,
potrancas.
ejército de algas, incendios,
pezón,
conjeturas,
visos de tocinos,
papá lee,
naipes.
atlas, medidores,
nodrizas de cumbres,
cuna, nogal, cuna,
lacres
opulencias,
hélices,
me ensucio, me duele,
brincos
agridulces,
gárgaras
celestes,
o, j, o, j, ó,
por el cementerio
hace frío, juegan
las arañas,
tiritan los grillos,
madrugada, goznes, azar del azar.

(País más allá. Santiago: LOM Ediciones, 2004)

 

 


La víspera

- ¿Vinieron ellos?
- Si.
- ¿También Él?
- Sí, también.
- ¿Cenaron ellos?
- Sí.
- ¿Y Él,
dime,
y Él
cenó,
dime,
cenó?
- No sé,
no sé.

...................................*
............................... .* ..*

Yo si lo sé, y, también, la cena, que se heló.

(Los despojos del sol, Ananda primera. Buenos Aires: Esteoeste, 1976)

 

 

Gleba

Si macetas con plumas, si mamparas
......con cepos, si coimeros
con viandas, si adalides con nostalgias,
si escrúpulos con ganchos, si desiertos

con ladrones, si tubos con amantes,
si orzuelos con escobas, si celliscas
con abulias, si emblemas con encajes.
si tijeras con belfos, si camisas

con flechas, si sahúmerios con gusanos,
si naipes con gusanos, si trangallos
con gusanos, si horruras con responsos,

si ojivas con sospechas, si letargos
con infrapasadizos, si gusanos
con gusanos, si yo conmigo, solos.

(El Mensajero. Santiago: LOM Ediciones, 2003)

 

 

LVII

La taza de café, la cafetera,
el vapor que mitiga a mi esqueleto,
la obediente sartén, el amuleto
tiznado, la mostaza, la nevera,

el roto lavaplatos, la sopera
pimpante, los melindres del coqueto
jarrón versicolor, el parapeto
de vainilla, azafrán y primavera.

Lugar de integridades: mi albedrío...
Oh dichosa cocina: cuando muera
y mi tiempo - sin tiempo - vibre y crezca,

en ronroneo fiel todo lo mío
claro retorne a tu silvestre estera
y tu vapor - sin fin - lo desvanezca.

(Cortejo y Epinicio. Santiago: LOM Ediciones, 2002)

 

 

XIII

El grato paragüero: mi tren, y las tarjetas:
boletos de mi tren: qué de estaciones:
el espacio ladrón se disipó;
en mis cuencas del nicho la humedad
ha agolpado sus lágrimas;
contaré las tarjetas: me falta una rosada:
mi tarjeta, yo quiero
mi tarjeta: ¿por qué tiemblan los muebles?,
mamá, ¿me besarás, si me voy a acostar?:
buenas noches, mamá: grandes, tus brazos;
¿por qué tiemblan los muebles?, ¿y esa mano violácea
que por el tragaluz
asoma?,
¿y ese pincel de zuecos, mamá, ese estiramiento?,
y esa mano hurga encima del diván, hurga encima
del mármol de la cómoda,
encima del espejo:
pulida, enmarañada, en el rincón,
se parece a la casa donde duerme la abuela;
¿no te arreglas,
mamá?: ¿debo marcharme
solo?:
¿será viaje o sorpresa?;
mamá, ¿sabes?, se ha ido
la mano,
¿tú,
mamá, permitirás que salga
a conquistar veredas?,
¿te enojarás?: me enrisco quietecito;
pero no llores, no: mira, ven pronto a verme,
sin traerme magnolias, como a la abuela; tráeme
las tarjetas: rezuman
dentro del paragüero;
y entrégame tu beso, aunque sea de lejos;
entrégame tus brazos, aunque sea de lejos,
calígine, dichoso,
estrecho tu ternura,
y no llores, no llores: estoy bien abrigado.

(País más allá. Santiago: LOM Ediciones. 2004)

 

 

I

El corazón de Jesusa dejó de latir.
- Papá - gritó -, mi corazón no está -.
La sombra de las clavellinas se mecía en una distancia
............................................................ un poco envolvente.
- Mi corazón - dijo -, mi corazón
no esta.

Demasiado garfiada en dos palancas
acechas la ceniza.
- Mi corazón - gritó.
La sombra de las clavellinas.
Tres
y dos,
y dos para tres.
- Mi corazón no estaba - dijo.
O no dijo.
O lo dijo.
¿Talud? ¿Mi corazón?

Las montañas tienen la morada en otro reino.
Yo tengo mi morada
aquí.
¿Repetiré la sombra?
¿Me ceñiré, venciéndome?

El gallo matinal cantó dos veces.
Mi corazón
aún
latía.

¿Y tú, instante de sombra,
qué mano en mis manos
avasallas?
¿Quién, quién mi pedestal?

(El cielo en la fuente. La mañana eterna. Santiago: LOM Ediciones, 2004)

 

 

La dicha

Preparo la cena
Hago surgir los espejos.
Corro al jardín y corto marejadas
para ti, que no vendrás.

¡Que entre la brisa del jardín
a la alcoba! Perfumo los sillares y las alfombras
para ti, que no vendrás.

Huelo a jardín recién llovido,
a nísperos recién abiertos.
Sé que no vendrás.
Y sonrío

(Cuaderno de poesía. Santiago: Taller Edición 99. 1962)

 

 

Ficción

El duelo de la luz: la luz del sueño:
el sueño de la luz: la luz del duelo
- luz de la luz del sueño, luz del ritmo-:
la bondad del reflejo (aciago círculo),
el ritmo de la luz -duelo del duelo-.

............Duelo del aire: sueño,
¿sobre la luz, bajo la luz, me cruzas,
.............sueño del aire: duelo?

....Rasa reconditez, ¿cruzas el aire?
El duelo: el aire: el duelo: el duelo. ¿El aire?
............Luz del duelo
......del sueño: hábil oruga:
loma del sueño: persuasor que atrae
............himen espádice:

........duelo del aire: sueño,
¿bajo la luz, sobre la luz, me cruzas.
.......sueño del aire: duelo?

¿La luz del duelo: el sueño de la luz?
............Duelo: sueño del aire:
sueño del sueño de la luz, ¿me cruzas?
La luz del sueño: el duelo de la luz:
............peregrinando, nadie.

(El Mensajero. Santiago: LOM Ediciones, 2003)

 

 

Matzebá

La serpiente llamea, desafía
la claraboya, enróscase, me silba,
porque viví la vida, no mi vida.

El terror me dibuja, se empecina
en mis pómulos, fija mis encías,
porque viví la vida, no mi vida.

Porque viví la vida, no mi vida,
mi calavera más y más ceniza
me pide, y me acaricia las rodillas.

Y la risa me arrastra hacia la Risa,
me rompe las arterias -¡dicha lívida!-,
me blanquea, me tuerce, me desmiga,
porque vivo la vida, no mi vida

Ven, serpiente. Terror, ven. Calavera,
ven. Risa, ven... Que ya, libre, camina
la sombra por mi cuerpo, y su madeja
lentamente me envuelve y me eterniza.

(Los surcos inundados. Santiago: Cruz del Sur. 1951)

 

 

 

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Homenaje de 14 jóvenes poetas a David Rosenmann-Taub.
Santiago de Chile, domingo 4 de diciembre de 2005.