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Centenario del Poeta Raimundo Echeverría

Por José Vargas Badilla
en Revista Acanthus, Año 4 N°40, 1999

 

Este año se cumplieron cien años del natalicio de Raimundo Echeverría y Larrázabal uno de los primeros poetas enamorados del mar chileno. Había nacido en la pintoresca ciudad de San Javier de Loncomilla.
Realizó sus estudios humanísticos en el Liceo de Hombres de Talca, y en la revista de ese establecimiento educacional publicó sus primeros poemas. Años más tarde, siguió estudios de pedagogía en la Universidad deChile.
«Era hijo de un capitán de veleros, dice el escritor Matías Rafide en su magnífica obra "Poetas de la Región del Maule". Y, continúa diciendo: De temperamento exquisito, vivió una breve existencia persiguiendo el amor y el ensueño. Luchó arduamente contra la mediocridad y el conformismo. Su elevado espíritu anduvo por horizontes de mar y de quimeras. Fue en busca de puertos fantásticos donde anclar ilusiones y esperanzas».
De él escribió también el poeta Jerónimo Lagos Lisboa en la "Revista Linares", en junio de 1950: «Saboreaba la súbita miel de los transportes, bebiendo el lento acíbar de las realidades, su verso primero, ilusionado hasta la puerilidad, se tornó pensativo, moroso, avizor. Evidentemente buscó rectificarse, y,circunscribiéndose, amplificó paradógicamente su órbita emotiva. Navegó por los cauces ancestrales de su sangre y descubrió en ella, en su sangre marinera, la pauta de lo que debió ser su fama. Desgraciadamente un poco tarde, cuando la muerte había ya marcado esa órbita con su tangente inapelable".
Un viento soñador aflora en casi todos sus poemas. En ellos Raimundo Echeverría nos habla en sordina del amor, de puertos sombríos, de ciudades azules, de lindas mujeres, de leyendas marinas.
En parte de su hermoso poema "Leyendas del mar", expresa:

"Capitán, padre mío,
capitán de navío, donde están
las ciudades azules
y los pueblos sombríos
y las lindas mujeres
que morían de hastío
esperando tu vuelta
capitán
Padre mío,
dónde están
los ocasos violentos,
las velas que cantaban en manos de los vientos
y el negro de Manila que te iba matar
Las leyendas de Cuba, las leyendas del mar,
capitán, padre mío, dónde están, dónde están
ahora eres un barco
encallado en los pueblos;
te aburres como todas las
naves de los puertos;
quisiera ver tu vela enganchada en el viento ... navegar, navegar;
veinte marineros como veinte recuerdos
que incendian con sus pipas los horizontes negros ...

Tiene la poesía de Raimundo Echeverría la fragancia salobre de los barcos, la inmensa nostalgia de las despedidas. Pero su breve existencia terrenal le impidió la publicación de su obra. Falleció en Santiago el 15 de julio de 1924. Sus hermosos poemas andan dispersos en periódicos, diarios y revistas.