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Santa Rosa 57
(Muestra de poesía)

 

A Don Gustavo Ortiz, por el cariño, la paciencia, la mano abierta para con estos poetas, cada viernes.
Y a Francisco Castro, por el empuje cuando todos flaqueamos por concluir un librito, por el viaje final que decidió emprender de la mano de su princesa a Isla de Pascua.. A ellos, este pedazo de nuestro corazón.

"Tantos somos como cabezas hay"

Santa Rosa 57 es un taller de poesía sin cabeza, de poetas que finalmente deciden dedicarse con lo mejor de sí y lo peor de sí a "esto" y que a veces a la gente le puede gustar más, menos, nada o muchísimo. Poetas, algunos, que viven para escribir poesía, para ser poeta. Poetas, todos, que durante más de tres años seguidos, cada viernes, se juntan un par de horas para escribir poesía y ponen sus vidas, sus mundos e intereses en un segundo plano, subordinados a la "Poesía" con mayúsculas. Consciente de todo lo desacertado, equívoco, honesto, ambicioso e inquietante de esta temeraria afirmación. Y de no ser ni únicos ni los últimos en tal línea de trabajo. Para mí - como a muchos si lo piensan bien- las fusiones son más de personas que de músicas. Y hemos sido fieles -dentro de lo posible- en custodiar la buena escritura más allá de la música personal que cada uno este afinando, pero sin descuidar el principio: "La literatura, como es la precariedad misma, no debe engañar" (Lihn). En fin, un grupo -como muchos otros- que no le faltado mano templada en el pulir y afinar, respetando la propia línea de cada uno. Porque muchos al mejorar un poema pueden terminar cargándolo. Y, claro, espero que nuestra búsqueda y lucha cotidiana, este fervor, no fácil en estos tiempos para con los poetas, signifique algo para ustedes y en el futuro. Sabiendo que esto último es de una ingenuidad terrible. Sin perjuicio de lo anterior uno debe tener claro también que la Poesía es un oficio solitario y que "lo normal es leer" como diría Gil de Biedma. Bueno y siempre es algo más... no pretendo pasarme de listo y parecer definitivo. Lo que sí, digo a boca de jarro, es que soy plenamente consciente de que muchos de esta muestra poética no ha hecho otra cosa en su vida que medirse con los maestros, con humildad y trabajo. Y de que es una antología del lector - guardando las diferencias- como se lo propuso Gabriel Zaid. Donde espero dar cuenta de un mínimo grupo de poetas que aproximen al lector a una poética verdadera, es decir, resistente al tiempo siguiendo a Antonio Colinas. Por supuesto, mis preferencias no son imperativas, sino explícitas. Y que, en ningún caso, pretende hacer un trabajo exhaustivo, imperante, totalizador. Simplemente una muestra breve de nuestra labor.

Ernesto González Barnert

 

 

Juan Pablo Pereira G.
(1978, Santiago)


isla de francia, índico, 1681

Han bajado por comida y bebida, hombres iguales
a otros hombres, desperdicios de tiempo y de hambre
desde un lanchón exhausto,
vomitado a la orilla de esta roca de mierda.
La playa horrenda, tórrida, las ansias de motín
pero nada, sólo sed
en medio del infierno de agua
y pez seco inalcanzables. Buscan con palos y vasijas
algo rapiñable en esta isla gastada
y que maldice, todo el tiempo a todos.
Será el próximo eriazo, pronto va a tomar su sitio.
Muy pronto traerán de vuelta a Europa
un poco de oro y rabia. Pero ahora sólo están a punto
de agarrar el desayuno. Ya lo vieron.

Y el último dodo
espera su muerte, de pie.

 


[al final descubrimos...]

al final descubrimos que se abren de piernas
la vida y la muerte, las niñas y las viejas
tú mismo quizá cuántas veces
penetrado de vergüenza,
ultrajado por el vino que te cae en la panza
y te ríes como un idiota cada vez que pasa eso.
Como una doncella al caerse del caballo
si no fuera porque la comparación, por motivos obvios
no viene al caso.

 


Atrás

No volverás de tu pizarra a reescribirme.
Quizá sea mejor vencer de nuevo a este escobón, que me surge sobre rayas
para no seguir hiriendo; convocar pliegues, sesgos de la sopa
para niños, para el paso deslucido
de sus caras sobre el charco.
Pero no mencionarás a las sardinas desplomadas sobre el piso,
a las cucharas oxidadas sobre el catre, al desastre en mi alacena.
Mi alacena ya no existe. Nadie volverá desde su celda
a cincelarte. Nadie puede renunciar, ni conciliar
ni barrenar, pues todos los milímetros que el verbo quiere hender
son gratuitos. Tú no
pero sorbes sin embargo. Albaceazgo de las llamas
sobre el túnel, no se detiene en contra tuyo
la piedad del que se asfixia.
Palabra que temerte sigue siendo un juego
de mediados de verano
con la ropa en sus hilachas, en el polvo, en la escalera:
aún es recordable

cómo se medían uno a uno los curiosos habitantes de esta casa,
la oquedad, el personaje deseable de tu ahora
polvo y basural, barrial de turno
comprendido en la habitación que proseguiste
hasta el turno de tus primos, tus hermanos que no vuelven
a arremolinarse en esta situación de locutores,
plantas venenosas; tu rasguño
en yodo y que se prende con dulzor, no con dulzura
y se propone como voz definitiva
a tu presunta infancia.

 

Este arte no está hecho para hablar.
Este arte esgrime y daña
pule, alumbra un poco cada cuarto
de hora o siglo

pero no está hecho para hablar.
Calza
tan poco contigo.
Este arte fenicio

que vivimos a destiempo, fuera de esas barcas
abierto a destruir, fingir
caerse al mar como una carga en contrabando

o el nido frío de un par de albatros muertos.
Este arte fue marcado, amor, en greda para resta

y división de esclavas bellas, cabras
y un montón de trigo.
Se fue contigo a lo que eras,
a montar caballos
o esos hombres que te dieron algo menos que hijos,
clavándote en los muros de sus madres

y olvidándolas.
Este arte arruina el pardo, el rojo
y el ojal en que te cuelgas para no irte al infierno
o sólo al fondo.

 


[nadie llora...]

Nadie llora con los ojos cerrados
porque el dolor no es oscuro.
El amor es oscuro
y tampoco suena.

 

 


Ángel Valdebenito Verdugo

(1978, Freire)

Patria

Patria mía dilecta y bien montada,
yo soy ese utilero que durmió en tus pastos,
ardiente el corazón.

Uno que usó tu uniforme en paz
y lo devolvió a las bodegas como si nada.
En todo caso verás dilecta patria mía que no he sido
de esos otros, yo no he sido un cero a la izquierda,
un malhablado vendedor de tus terrenos.

Tú y yo
compartimos esta fascinación por las escenas campestres
que aplaudimos con algarabía;
orgullo de pertenecer al kilómetro 15, al 100
o al 727.

Antes merodeaba los sembrados en dirección a otras barracas,
vivir sentado, si pudiera vivir sentado;
he ahí el gran proyecto de un hombre,
pero esa suerte de artificio ya no es mi parte de tierra,
mi lugar en esta casa.
Recuerda el sueño reclutón de aplanar casuchas,
en vano esperarías de mi cuerpo un gesto más que este voltearse solo,
a un grito, a un solo grito de distancia de la realidad.

 

Casa

Quieto,
con un ojo en las polleras de mi abuela
esperando ella decida qué se come.

 


Gesto de ahora: mi pie golpeando el suelo en monótono ritmo.

La estúpida inversión de capital antes de morir
perturba mi sueño.
En la hora de poner cara a las consecuencias,
rozo los temas con perfección;
mi idiotez, la naturaleza indómita de mis proyectos
son escasa ayuda y a saber,
no he vendido hoy ni en muchos días
más que lo necesario para estar a flote.

Apilo revistas coloridas en mi mesón de trabajo.
Saco y limpio la loza nueva
con el mismo escrúpulo que resguardo
la paz de la casa.
Respondo frases con merodeos
hasta que amaine.
Yo seré el mismo que antaño encandilado
desperdigaba su menguada luz ante cualquiera
vendiéndole a tíos y vecinos
la especulación de la nada como su gran dote,
mas, tu ceguera y mi escasez
no han podido derrotarme.

La sequedad chillona de tus ideas
no alcanza para alimentarme a diario
y no podrías, como yo,
ver los avatares de un viaje irreal
en que un par de ancianos
se acomoda tosiendo en una hamaca.

Escribo números con el vigor
de quien empieza a despilfarrar su vida antes de tiempo
y se detiene dudoso a festejar decenios y efemérides.

Una cifra monta a la otra
hasta que férreas figuritas calcen
como pilares de un galpón metálico azotado por la lluvia
o el gesto con que asomo al comedor imaginando
la serena respiración de un ave en el mar muerto.

 


Glosa a mi Finiquito de Trabajo

Salí conforme.
Renuevo en mis facciones los tics del entusiasmo,
ya lo ven.
Lejos de mí el ladrido de los quiltros.
Un honor faenable en las mejores manos,
las cercanas.

Viejas andanzas de mi pellejo.
Tuvo que cerrarse todo un día cualquiera,
de esa cálida tarde recuerdo
las vueltas y un sinfín de aturdimientos calle abajo.
Me miran,
les rabia mi parsimonia,
que se pierde en digresiones o se excede
los tiempos de la espera que le han dado.

Estuve
mermado en mis agallas por un tiempo,
limpio nunca de intenciones,
más bien dicho un pálido abridor de mañanas,
deberes nunca extremos, pero a veces
anchos en su forma de calar mis articulaciones,
en fin.

Mis vanos empellones a la suerte
o la comprensión.

Por demás les cuento estoy tranquilo,
firme, bien considerado y no,
no los extraño en lo más mínimo.

 

Recta

Santiago ha abierto una explanada frente a mí,
bordeada por un montón reluciente
de arbustos irregulares donde el viento
acumula su carroña.

En este eriazo de asfalto sin obstáculos
presumo de mi rectitud.
Porción de entendimiento y avance,
mi pan y sobra.
Armazón de este equipaje que en un fogoso
alarde de resistencia se rebota contra un poste
o lo que pesa mi lengua cuando pregono
noticias que hablan sobre mi orgullo.
Y es todo esto:
mi pie bombeando el acelerador por la pista desierta
y el prójimo
una fogata mal apagada en la esquina anterior.

 


Fáctica primera

Ha llevado el carrito
no sabe si para atrás o para adelante.
A ratos quisiera negar la pertinencia
de aquel fulgor del que tanto hablan.

Y luego le arriman con promesas de tanta cosa.

Pudiera en el fin y el comenzar de un tramo
presentir cierto desajuste,
pero un llamado a su espalda lo corrige
y prefiere seguir,
llenar la cama con sus flujos y sus hijos.

Le dicen sus parientes que está bien.
Esa turba de aduladores lo martillea de vez en cuando.
"Somos una familia unida,
cuando estuviste mal te ayudamos."

Y así recobra las anchas puertas de la casa materna
para hablar un poco.
No puede mermar el barullo con que arremeten sus sobrinos,
hijos de los que alguna vez lo llamaron inútil.

"Refréscate, hombre.
Sírvete algo aquí con tus hermanos."

 

 

Gabriel Ortiz L.
(1973, Santiago)

Casi no tengo poemas malos
Y no tengo poemas buenos
Eso es perturbador
a la hora de tomar decisiones
De ir aquí y ahora
Casi no tengo rigor y
a veces ni siquiera convicción
Carezco de lo más elemental
en lo que se refiere a arte
La necesidad
Desafino a diario diría
si escribiera todos los días
si no leyera todos los días
El origami del lenguaje me supera a cada intento
en cada conspicuo dobles
que se efectúa inconsciente
Comprensión de lectura desviada
Ideas desestructuradas al hilvanar
Como que las gueas que quiero escribir
quedan en una fuking caja de difícil acceso
Esto es permisivo si tuviera un fin
Una competitividad mínima
en lo se refiere al acertar
Una visión de una imagen clara
Pero en el hacer todo se nubla y luego se tumba
El no lograrlo
La envidia de los que son mejores
porque lo superas en la cantidad de fracasos.

 


Ahí es donde empezó todo
Tener miedo de morir por no creer en nada
La edad de la renuncia
A la mitad de algo seguro
Entre lo que no fuiste y lo que podrías ser
En el pescuezo todo
Y ya no sabes hasta cuando
Hasta miras los parlantes de un equipo de sonido
a ver si suenan
Hasta empiezas a mover los labios cuando lees en silencio
Y a veces hasta murmuras las palabras
O te distraes con el vaso de vino vacío
Y ya no escribes porque se te olvido para qué
Pero sigues tu vida dibujándola en un comics
En una serie de cuadros que alimentas
por engorda.

 

A un gato mañanero que no lo quise lo suficiente

Se fue el Poroto
Lo encontraron los vecinos
en medio de un asado que hacíamos con mis viejos
Los escuchamos murmurar de algo podrido
Oídos sordos casi éramos
Pero en el fondo de cada uno
no nos atrevimos buscar a nuestro muerto
Pensamos que aparecería o que no
Mejor que no
Para no verle muerto
Sino que en su ley
de puto macho felino sin castrar
Herido de muerte a cada rato
Curado
Y vuelto a herir
O que muriera lejos por último
Para que con la sensación de que todavía ronda
Aquí está le dijeron a mi vieja un día después
Del asado
Estaba partido me dijo ella
Tenía un tajo en todo su vientre
Lo encontraron mal
Qué más mal que estar muerto
le dije yo
a modo de consuelo.

 

IV

Tanto sacarle punta a este lápiz
Tanto repuesto
Tantas horas
Para que por fin
en algún lugar de una puta avenida
los tipos de siempre
descubran o no un buen poema.

 

 


Guido Arroyo G.
(1986, Valdivia)

A Roberto Bolaño.


Me había prometido
no llegar a adular a un poeta como para comprar
su fotografía y pegarla en la pared,
pero irremediablemente tengo la tuya en mi cocina
y cuando cocino arroz la miro absurdamente
pidiendo que me des ingenio para hacerlo
de distintas maneras,
así enamoraste a Lucía, te acuerdas…
.. .. .. .. .. .. .. .. .. .. . . (desde donde estés)
De tus tardes por Madrid pensando en el suicidio,
porque el sueño nunca fue México o Europa
la meta era reírse echado en el suelo o llegar a la escena
del crimen sin sentir ese pavor
aquel que asciende por mi cuerpo cuando imagino
cualquier cuento tuyo,
y como todos me hubiese gustado que alguna tarde
me comentaras aquellas anécdotas
que repletan tu obra
y entre ron e infusión de manzanilla
me hubieras convencido
con dos frases
de que no eras un amiguista para criticar a tus "pares"
y que don Nica es el mayor poeta vivo
de la lengua española
o que Huidobro se pierde entre tanto
tralalí o tralalú
y para colmo tú estarías más borracho que yo
y aún así me hubieras convencido también,
de jugar al fut haciendo más autogoles
que goles
porque tus palabras me hubieran ayudado
a perder el estúpido miedo que siento
cuando me encuentro al borde del abismo
caminando ilusoriamente con mis pies descalzos
sobre vidrio molido en una callejuela de Juárez
(el infierno existente bajo la tierra)
pero los desiertos de Sonora quedan lejos,
aunque crea ser a veces
un pinche Garciita Madero,
que aventura y prefigura su dulce y cruel destino
de perder un hígado antes de tiempo
sabes de sobra que ahora ese es el sueño
de todos nosotros
reírnos sin vergüenza frente al espejo,
emborracharnos sin alcohol
atender bares oscuros
pero nuestra pasta es otra y eso
tú también lo sabes,
.. .. .. .. lo que quizá no sepas y que seguramente
no te interesaría,
es que por cincuenta mangos de mierda
vendí mi discman a un usurero en Buenos Aires
para poder comprar tu agobiante testamento
y celebré bebiendo unas cervezas en tu nombre
y luego me fui a la librería Crime de Lavalle
y robé tu entreparéntesis que leí alucinado durante el regreso
mientras un padre y un niño
se soltaban la manos
y una pareja de distintos colores
se toqueteaban en el bus
y la cordillera era más blanca
y un pájaro como los de Issa o de los Trouvers
vencía la nevada, y por breves momentos
llegué a sentirme
como aquel tipo que abría por primera vez
las hojas de Detectives Salvajes
aunque esa sensación dure tan poco
como un día - cigarro fumado al borde
de una ventana de hospital a la espera
de la nueva vida
(que bifurca los caminos).
Por eso espero seguir releyendo acurrucado
bajo una mesa
las sobras del sweet prince, aunque nunca pudiste
convencerme de nada,
porque nunca podría haberte encontrado
en Paris o en Madrid o en Blandes o en Tijbur,
o en el horrible Santiago de Chili
y aunque te hubiese encontrado los hechos
serían las mismos;
Yo podría ser uno de los cinco poetas
con los que asaltarías el banco
y terminaríamos en cana,
tú riendo, yo tiritando.


 

Wrinkle

¿
Quién podría
necesitar el Arte

si es ......................... .. .. .. .. .. .. ... .. ... . posible
ARRUGAR
una............... ... .. ......... .. .. .. .. .. ... hoja.. .. .. .. ... .. ..
en blanco .................. .. .. .. .. .. .. ... .
y ...... ... .. ........ .. .. .luego...... ... .. .. .. . como si nada

E . X . T . E . N . D . E . R . L . A
..................... .. .. .. ..................... .. .. .. .. .... .. .sobre el aire
y redactar ..................... .. .. .. .. .. .. .
con..... tinta ..............negra
sobre..................... .. .. .. . ella
:
Naturaleza
muerta
?

 

 

Carlos Cardani
(1985, Santiago)


Sin voces

Sé que mi comandante piensa
Cada uno podría ser un revolucionario
Que con tan solo una voz subordinada subversiva
Cientos de fusiles estarían admirando su cabeza
Como decenas de corvos un cariñito en la garganta

Pero también sabe que nos tiene demasiado ocupados
Como para hacerlo.. .. .. así
Ninguno de nosotros presta atención a todos los gritos de guerra
Que nos parten los oídos
Mientras comemos.. .. .. dormimos.. .. .. o disparamos

 

INSTRUCCIÓN DE TIRO

Atrás queda el polígono de tiro
De él .. .. .. un fusil por cada hombre

Reventándonos los pulmones por las glorias del ejército
Con pie sereno marchamos .. .. .. firmes
Perfectos.. .. .. solo para nosotros
Esto es cielo y arena.. .. .. nada más

Diez carriles de pista atlética
En cada uno un blanco como meta
Eso es todo el polígono de tiro

Arma y cuerpo al suelo
Blanco .. .. .. mira.. .. .. ojo en una sola línea
Todo esto mientras se oye la voz de mando
Soldado esos círculos no son su objetivo
Imagine que eso es un peruano
Que se acaba de violar a su mamá

Piense en eso y en nada más.

 


Francisco Castro
(1971, Santiago)

Mil novecientos ochenta
La última pelea de la noche
yo y mi viejo viendo a Martín Vargas caer
como un sillón sin brazos en medio de la nada
cuento esto por que estoy triste y aún no salgo de casa
aún no me despido de mis amigos
del departamento en el que en un momento fui extraño
aún no cruzo la frontera porque para eso se necesita valentía
y yo lo único que tengo es frío
frío por dejarme partir y descongelarme.

Y no se trata de huir
de querer cambiar las cosas porque ya estoy muy viejo para eso
lo que pasa es que nunca he sido parte de esto
de este casco antiguo que se hunde por sí solo
se muerde por los codos
Santiago
esa inocencia prestada que no convence a nadie
ese asco que te encadena hasta en los fierros de la micro
por Dios que siento que este olor a oxido envejece
como una patá en la guata que trabaja de manera silenciosa,
pueril
por eso nicagando me entierro
por eso no soy gusano.

 


80s

A Gonzalo C.

I
¿Qué fue lo último que escribí o pensé?
ya ni me acuerdo
creo que fue sobre los 80
ese acertijo que desmembró nuestras vidas
y que no fueron más que semillas pal arado
esperando un grito de patrón de fundo
pero ahí estábamos
como becerros que se mueven por el viento
auscultándonos
esperando que la teta se dé por vencida
y que nos largue
a jugar
que no hacía hambre
mucho menos frío.


II
En ese tiempo todavía éramos 6
como cierta epopeya que cuenta los días para su final
no éramos felices pero éramos 6 en total
un número par
todo era sencillo
es raro
nunca sé muy bien qué escribir sobre este trozo que queda
podría decir que fue de lo más duro
pero no se escucha así
podría decir que puse mi horma y mi vida en aquel hombre
pero tampoco es lo justo
ni para él ni para mi
fuimos violentados como familia
y no fueron los milicos, ni Dios, ni el destierro
son los 80 hermano mío los que todavía te recuerdan
como un hombre que se aferraba a la alegría
pero que sabía ser maricón cuando había que ser maricón
(como todo hermano grande)
un hombre que apostaba por tener un lugar en este cuento
el ticket
lo guardamos los cinco que quedan.


III
De los 80 me quedan:
un desvarío y muchas sobras
una herida en falso y virutilla gruesa
un país perro
una llamada de teléfono porque no teníamos teléfono
una dirección particular
una casilla
un código postal
(de niño siempre soñé con tener código postal)
una obra gruesa de difuntos y flores
una cara de asalto que ni te explico
un espejo que muta de vez en cuando mi cara
una prestobarba oxidada
un bicho encerrado en un frasco
como pidiendo perdón.


IV
31 de diciembre de 1989
finaliza la tronadura de una hinchada triste y olvidadiza
el cierre de una vocal muda
una época de cactus
por que eso es lo que fuimos
cactus que se erguían como para no caerse
animales que se esconden en la manada
y que hasta hoy no encuentran su condena.

 

Prerrogativa de muerte

I
Necesito fuerzas para mover los dedos
que me ayudes
a enfilar sin tanta modorra y fascinación
por que no quiero que después digan,
que era bueno, trabajador
tres últimos respiros
los de verdad
uno para ti
mi familia
los míos :
los de ayer
esos que se bancaron la derrota
de este tipo que nace y desciende
como equipo de segunda
el descanso obrero que encandila hasta las moscas.


II
Necesito fuerzas para rehacerme
clavar la lija
pala por pala
casi muerto
como cuando era chico
y me arrancaba con los tarros
para ser un blanco fácil
y me quedo
por respeto a los cantaros
al décimo quinto verso:
no serán las animas de este cuerpo
las que sobrevivan
los rezos, las dudas
destruirían cualquier esbozo de cimiento.

Un bicho en el parque me enseña a caminar.

III
Por que ahora necesito
vendré por más
a los potreros
donde se urde el quintal para el pan
el fervor de la siembra
la ciega quietud que entrega el bronce.


IV
Una cuadrilla se opone a la salida del sol
y el arado descubre como si fuera memoria
las lonjas que dejaron mis dedos sobre la piedra
el retrato intimista de un tipo que cuelga en la muralla.

 

 


Ernesto González Barnert

(1978, Temuco)

El tallador de crucifijos

Talla mal al Cristo,
el dolor como si fuera el suyo,
los ojos como si le vieran misericorde
a cada sacado.

Y falla.

Falla cada golpe con que exacerba las llagas
como si no tuviera suficiente ya.

Falla al recordar con odio en sus oídos las risotadas
con que le hicieron subir a la colina.

Falla si los clavos que cruzan sus rodillas no son también los clavos
que atraviesan a todos los arrodillados que no son escuchados
esta noche. No pueden esperar más.
Esos que rezan con miedo, desesperación
a la orilla de una cama o en una sala de clases y apenas juntan las palabras;
esos que un pasillo de hospital o templo
cierran los ojos y te piden con su propia vida a cambio
y no son escuchados.

Talla mal al Cristo y lo sabe.

Como sabe que quien trabaja en la madera de los hombres,
su arte,
no dice basta. Orden.
Impune canta: <<no a la usura>>, <<Yo no busco tocarle las bolas al becerro de oro>>.
Y su familia muerde el pan exiguo.

Talla mal al Cristo
si hace que las espinas corten;
las uñas no estén sucias de tierra y arena
sangre y tinta;
Porque ya no es un juego.
Porque la iglesia a esta hora es una cueva de ladrones.
Porque soy un hombre que no ha perdonado
y lo que sale de mis manos
no sirve para vivir
en temor de Dios
o en amor al prójimo.

 

Zurita

Chile entero Zurita
Chile entero loco, cada rincón de nuestro Chile entero y huevón,
el gran vertedero de la poesía chilena.
Estiércol para que crezca la flor de la poesía castellana escrita en Chile.
Las borrascosas crestas de mierda plástica y mineral
para que crezca una puta y patética flor de mierda
llamada poesía chilena.
Flor salvaje que apenas se levanta por sobre el chiquero.
Flor maricona que pisan la carroña de siempre
si estorba, si hay algo que afanar.

Chile entero la cloaca, el hedor de la cloaca, la cólera de la cloaca.
Nuestra mala leche entera purita.
Nuestra mala leche entera vaciada
en el tarro nido para las visitas, en el tarro que meses después se cambia porque se nota usado
y pasa a ser nuestro tambor de guerra
o el macetero en navidad camuflado con papel de regalo
para una rama de pino.

Chile entero la cloaca, el hedor de la cloaca, la cólera de la cloaca.
en cada cinta tricolor que las tijeras de las autoridades cortan;
cada botella de champagne que nuestros mercaderas estrellan
entre risas, contra la nave Prats;
cada flor pisoteada donde después nuestra pequeña iglesia
oficia.

Chile entero sus versos al tacho de la basura, Chile entero sus bolsas de supermercados
devolviéndolas con semillas de flores ajadas a la basura.
Chile entero el canto de lo que sus bolsas de basura quieren callar
apilándose unas sobre otras.
No degradables.

Zurita:

Nuestra palabra arrancados pétalos
hasta decir no me quiere.

Cada flor deshojada
nuestra caricia inútil a la Patria.

 

Tras leer la respuesta del fondo de creación literaria
por segundo año consecutivo
encuentro otra razón para encerrarme en la pieza hasta dar con Kafka
pero desde adentro ahora.

Comenzar por descascarar este blanco invierno con la lengua,
joder alimaña.

 


Tal vez todo esto es un preámbulo inútil
antes de cruzarme de brazos
y dejar que estos murmullos, algo de algo, los aprestos que dejó
la búsqueda de oro de otra época
se pudran de una vez.

Piedras entre piedras.
Horror vacui.

Mil pedazos sobre la locura, el silencio, la sequía.

Sin duda, la belleza encontró en mi su luna.
Pero lo hizo tarde.

Y dejarse arrastrar por el viento como señal de fuerza
es un error.

Tal vez todo esto es un preámbulo innecesario antes de recoger
un montón de pedazos que ya están ahí.
Picotas melladas. Polvo. Harneros.
Ruinas de un imperio tan ambicioso como romántico.
Donde nunca haremos lo suficiente.

<<Hoy "avanzar" o "salir" se vuelven términos inútiles>>

Erinias o Euménides todos nuestros ecos.

 

(Cfr. Bernardo Soares)

Quién de mí, mutilado, se apoya
en el lápiz.
Personaje menor que se atreve a ignorar la realidad
viviendo otra
de "fragmentos, fragmentos, fragmentos".

Lagunas -según- ; fangales a propósito.
Pero siempre a nuestra señora del silencio.

.. .. .. Quién de mí, triza
y dilata su verdadera vida a un despropósito en lija y bruto.
Embiste como soporta. Tara como esboza.
Quién de mí pone su corazón
en un balde roto;

da contra la imagen la palabra seca.
Da contra la palabra seca un viento
que terminará por volcar el balde,

el amor y odio oprimidos: mi flor de invernadero.

Flor que si tuviera una trémula hora más
ocuparía toda una biblioteca.

Quién de mí, de nosotros, rompe la punta del lápiz,
apoyándose
y llega al corazón de los aficionados:
A pedazos. A pedazos solitarios
de tenedor de libros.

 

 

Enrique Winter S.
(1982, Santiago)

ESTA CASSETTE TOCA SU VIDA

Luego de cinco órdenes de arresto
mi mamá invita a mi papá a la casa,
se pone linda, le cocina rico.
con tres borgoñas y solos
mi papá me confiesa lo que eso indica: que lo ha hecho bien,
que las piernas que abre se mantienen abiertas.
Lo dice porque le conté del viernes:
cinco años sin verla y me tomó de la mano.
Esta cassette toca su vida
vida que rozo apenas
si con el dedo rebobino.
Mi papá y yo seguimos solos.

 

ANDRÉS, LOS PECES CAMBIAN DE NOMBRE CUANDO LOS PESCAN

He comenzado a valorar la prudencia burguesa
cuando alojo en la casa de mi novia
con los carretes del vecino, la radio a máximo volumen,
las peleas, la tele que no apagan,
sobre todo las risas que se oyen al frente.
En mi casa materna hay silencio,
no venden leche ni matraca el gas.
Me reí mucho cuando un ex compañero de colegio
interrumpió mi baile para decir que siempre quiso
darle a mi ex. En otro sitio habría
que pegarle. Los más pobres se ofenden
si no ofrezco los puños. Si no los llamo juran ley del hielo.
Como éste es facho, brindaría si al fin le confesara:
todos los resentidos que conozco
se enamoran
de la primera cuica que los pesca.

 

POLACA

De un pasado dudosamente noble
como todo pasado noble. Modzelewska por padre,
Wyrzykowska por madre. Es huérfana y de quince años,
mil novecientos treinta y nueve:
busca pega en la industria textil intervenida.
El patrón frisa los cuarenta, arrancan
juntos a Viena por los rusos. Cae presa de celos, los de Müller
quien la acusa a los nazis para casarlo con su hermana.
Son más de tres los meses. La liberan los gringos, camina días a Salzburgo
y en la plaza tras una alarma ve correr a su jefe. ?¡Papá!, llora.
Se casan a escondidas para que nunca la bese en la boca.
Niñera del hermano, duerme en la pieza de servicio
tal como en Chile. Donde trajo a Goethe
y un par de pilchas, para hacer del barquito de pesca
uno con capitán y marineros.
Un hijo. Viuda. Gatos. Perros. Pájaros
que huelen como ella o viceversa.
No está ni ahí con ver a sus nietos, le reclama mi padre.
Toco el timbre y no suena, grito y no responde,
seis perros gordos y furiosos ladran sobre la reja.

 


TWINE

Compra un disco compacto por la mujer desnuda que sale en la portada.
Un pecho oculto por el precio, su hombro detrás del precio antiguo.
Con sus uñas los raspa, descubriendo ese cuerpo blanco
como quien quita con espacio de semanas las prendas de su primera novia
ajando un poco ésa o esta cajita de cartón. Se aparece completa,
del pecho al hombro observa las estrías causadas por sus dedos.

 

9 P.M.

Como un bonsái
sigo hermosa en sus ojos,
pero pequeña.

 

 

Jonathan Sepúlveda Quezada
(1984, Santiago)


Fin de semana

a Luis Soto

Y aquí estamos
otra vez
en la plaza
como colillas de cigarros
recién lanzadas.

*

Debí pensarlo dos veces, ajustar las manecillas
arrastrar piedras de costado, quieto
insólito de tanto escuchar tu sermón
pero me cantaba el tremor de tus palabras
que eclosionaban una y otra vez en luz
.. ............... .... .. .. .. apenas gustosa su tibieza.
Sólo tres días y mis venas las pondré sobre la cruz
para que las repares
y te darás cuenta, que aún soy tu chiquillo
tu tesoro, tu misma
postrada a tus setenta y tantos años
esperando no sé qué cosas
y ahora te da por llorar a saltitos
por contarme las mismas historias
en que pusiste tu fe.

*

Quiero deshacer las horas
contar hacia atrás los segundos
mientras espero tu muerte.
No saber que decir ahora
que ni tus santos, ni mis trabajos pueden
devolvernos esa vida
impregnada de frío
que llamabas hogar.


*

Me gusta verme en los dibujos
de mi hermano menor.

Mi cuerpo delineado a tientas
colores graves, tres puntos
como un triangulo equilátero
apunta a la mitad de una esfera:
Mi retrato.

Ya es el octavo que recibo
por debajo de la puerta
mientras él sale a esconderse
creyendo no ser descubierto.

Yo amontono los dibujos
sobre unas revistas viejas.

 

 


Antonio Lumasyan

( 1949, Hualañé)

IMÁGENES

Estoy en mi escuela
observando la sala donde aprendí a leer
Veo a mi profesor pasearse con el silabario en su mano
los niños repiten
pa - to.. .. .. pe - rro

Pasan los relegados cabizbajos
el cabinero mira hacia la ventana
Los relegados repiten

Pa - co .. .. .. pe - rro

Suena la campana.. .el profesor se detiene
los niños corren hacia el patio
abre la ventana
los relegados lo saludan
él repite

Pa - to .. .. .. pe - rro

 

INRI

Qué dolor
miro al costado
y me duelen todas las lanzas
incluso los pinchos de las aceitunas

No me tocan
también me duele

Hay sangre .. .hago silencio
lágrimas
no existo
me estoy quemando

Podría alzar la cruz y convertirla en pájaro
al monte en lago
ahogar a los torturadores
transformar al centurión en cordero y derretir los clavos

Perdóname
a veces no entiendo lo que hago

 


Andrés Florit

(1985, Santiago)


II.
Pasan los días, el tiempo,
los momentos: nada regresa.
Crees saberlo,
y sin embargo sigues esperando
que algo suceda,
que alguien revierta tu destino.
No huyas más; nadie vendrá.
Deja que tu soledad te estremezca,
y vive intensamente:
la muerte no espera.

III.
Te asomas
y arrojas un beso a la oscuridad,
a las queridas siluetas
que se cobijan del hielo,
escuchas la respiración que los
mantiene de este lado,
aferrados a esta orilla incierta,
donde aún pueden colmar el vacío
de sueños

¿Y después?

sólo un sueño vacío que nadie soñará,
manjar de gusanos, ceniza dispersa.


IV.
Es la hora en que no hay
espejos donde fingir,
encerrarte en un ataúd
no te librará.
Ha llegado la noche a rescatarnos
con su ejército de estrellas,
y no está mal perder el tiempo
en juegos inútiles.

La luna me dice que estoy solo,
y que eso puede ser bello,
pero tengo miedo de volver
al sol que nos confunde,
tengo miedo de volver a sonreír
cuando esté perdido,
¡le tengo miedo a la luz,
a la terrible luz!


V.
Bienaventurada
la soledad
que nada
espera,
la soledad
que vive
en silencio
como una
lámpara
olvidada
encendida
por dentro.


VI.
Ahí estás,
como un organillero entre la niebla de la tarde
.. .. .. de un domingo.. .. .. desierto
solo con tu música
recorriendo las calles
donde ya no quedan niños
solo con tu música
de carrusel abandonado
recibiendo a los sueños que llegan
a visitarte
mientras avanzas solitario

hacia ningún lugar.


VII.
Todo lo que te rodea
está dentro de ti;
todo es un juego,
una ilusión, un truco:
la soledad es tu cuna
y tu epitafio
irremediablemente.

 

 

Marcelo Guajardo Thomas
(1977, Santiago)

Fuente burbujeante

El electrificado sendero eriza
la cuerda que tensa el caballo
desde la silenciosa hendidura.
Un sonido que recorre
El carcaj afilado del ave.

 


Valle iluminado

Se ramifica la piedra, en el declive
del vigor descalzo del caminante
En la altura donde el viento
posa una garra y duerme.

 


Curso de Agua

Un rasguño que en la rompiente alcanza
el breve tambor blanco del joven nenúfar. Quieto.
En la orilla tranquila que precede al bosque.

 


Calle de los alfareros

Inclinado. Terco el índice sobre la arcilla.
La estampida que dobla la gruta. Moldeando.
La colmena que arde. La ciénaga. El Enebro.

 


Corona suntuosa

A la brecha que abre el fuego.
.. ... .. .. .. .. .. .. .. .. .. Desciende.
El joven mamífero de colmillos.
Sobre el musgo y alerta
del estruendo de la gruta
que acoge al labriego.

 

 

Leonardo Videla
(1978, San Bernardo)

 

LA ECONOMÍA DEL LOS MUERTOS

UNO NO SIEMPRE TIENE HUMOR PARA EL TRABAJO. Sin duda podría garabatear cosas todo el día, pero el resultado de tal incontinencia pertenece a un mundo que no es éste
-y no quisiera avergonzarme, porque allá arriba va mi nombre.

Además, con la llegada del verano a uno le dan ganas de perder el tiempo. Prolongar el silencio más allá de lo habitual para dar un efecto brillante a la expresión. Pero como todo imperativo, éste se verifica sólo a medias, y es la práctica cotidiana la que nos transforma en maestros
-cuando seamos maestros, me digo en estos días agobiantes de calor,
gobernaremos a nuestro antojo las reglas del tiempo.

No es fácil, sin embargo, decidirse a perderlo. Uno está escindido entre dos aires, y la imagen que conviene es el Árbol. El tronco representa el tiempo firme, jerárquico y habitual sobre el que se mecen las ramas, que representan a su vez el tiempo diferente, obsesivo y omnipresente en su repetición circular.

El tiempo robado.

Que debe ser recuperado.

Pero sólo si el tiempo se recupera con habilidad encontraremos que las dos partes coinciden al final
.. .. ,,,,,,,,,,.. del Verano
y pueden ahora atacar,
secándose las manos, sobre
.. .. ,,,,,,,,,,.. el nuevo compás,
mientras el oído del público percibe
.. .. ,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,.. (y aplaude)
el tiempo fundamental como nunca transgredido.

 

Pero uno no siempre tiene humor para el verano.
Pasará el calor. Avanza más rápido
porque lo que sigue no interesa demasiado,
las estaciones se suceden, cuánto
hemos cambiado pero antes de partir -esos
son tus labios-, regalémonos un sábado
y vamos hasta el mar sin preguntas sobre cómo
esta grabación -de 2 o 3 días antes de viajar- vino a quedar entre el primer concierto y el Tastar de Cordes de los chilenos que conocimos en Milán.

Ésta
es mirando desde lejos
y no soy yo sino el viento
soplando a mi través.

Y ahora que el viento sopla lento
arriba casi al borde puede verse
mi nombre en la cola del cometa.
Cierto. Con la llegada de este tiempo
uno espera varias réplicas y ecos
y a pesar de las buenas intenciones
se pierde el hilo entre todos
-el tuyo es el de abajo- los alientos
en campo abierto, 20
o más volantines diferentes
y colgando de sus colas otros
nombres que debemos derribar.

Repasando esas últimas vacaciones
quisiera pensar que también el ocio
ha tenido recompensa.
Que las urgencias ulteriores no fueron,
como dices, las cuentas atrasadas
que esperaban bajo la puerta
el instante en que regresaríamos sucios
y renovados y con los zapatos llenos de arena.
Más aún: quisiera pensar que ese ocio
era su propia recompensa,
el reverso de un verano donde podríamos bailar
sin, pero a veces también con, gracia
y liviandad.
.. .. ,,,,,,,,,,.. ("no conozco estas canciones", me dijiste,
y yo te dije que no importa, que lo interesante
es hacer creer que crecimos entre ellas,
y aunque no sepamos las letras, simular,
y esperar que pase el disco y comience uno mejor
y ahorrarnos de pasada la moneda del wurlitzer.)
.. .. ,,,,,,,,,,.. Descansando en un bel niente,
sin trabajo y ver cómo, sin embargo,
los ahorros suben mira sin esfuerzo
y nos ponen la pregunta sobre qué
haremos con ellos más tarde , cuando
ya no quede nadie más en este cielo.
.. .. ,,,,,,,,,,.. Mi idea fue esta:
acumular, jubilarnos jóvenes
y ganarle al tiempo, porque suponíamos
que si existía la victoria sobre el tiempo
se debía a la capacidad del arte de frenarlo
y sostenerlo en el aire, pero siempre
.. .. ,,,,,,,,,,.. atentos al hilo en el bobina,
porque si nos descuidamos al final del juego
no obtendremos más que el afilado
latigazo de la cuerda en el vacío.


Que debe ser reemplazada de inmediato.
Porque sólo si la afinación se hace con rapidez
podremos entrar en el segundo tiempo,
que consiste en una breve panorámica de laúd renacentista con piezas de Johnson y Dowland. Yo no hubiera ido si no hubieras insistido. Sabes lo que pienso de esos encuentros -unas nupcias de las vanidades, un canto de sirenas y compartiéndonos postales declarar, al fondo de las botellas, que "el único país donde me sentía forastero es mi país". Pero tú dijiste que ellos podrían ayudarme a conseguir trabajo, hablaste de "contactos" y cedí, un poco intrigado sobre qué tipo de contactos podrían tener dos laudistas chilenos, uno del norte el otro de no sé, y que por 7 años se han dedicado a una belleza que ni da de comer ni es de valientes.

Aunque sus aires me hicieron dudar sobre la parte del valor.

Sentí que algo creció en mí.

Digamos (para no perder el hilo)
un pueblo cercado por el sol.

El desierto sopla volutas de paja
y hombres secos con guitarra
como en un film sobre mariachis.

.. .. ,,,Bienvenido,
.. .. ,,,,,,,,,,.. le dijeron
bienvenido.

Las arenas, por su parte, acompañan
el sueño de los niños con dedos
de uñas largas golpeando en las ventanas.

.. .. ,,,,Toca algo,
.. .. ,,,,,,,,,,.. le pidieron,
lo que sea.

Y el hombre, que hablaba
otra lengua, comenzó su melodía,
sueño de un sueño de ultramar.

.. .. ,,,,,Pero algo,
.. .. ,,,,,,,,,,.. le exigieron,
eso es nada.

Cierto. Bella nada. Casi
nada excepto
porque lo niños que ellos eran
eventualmente se despiertan y
después de haber pagado las cuentas en su aldea deciden seguir la pista a esa melodía y vuelven a endeudarse con vuelos, hoteles, etc. Luego vinieron largos años de trabajo para arrancar esa melodía de su duermevela y devolverla a sus instrumentos originales. Y ahora, después de hurgar entre testimonios de época y otros tantos manuscritos, podemos escuchar My Lord Willoughby's Welcome home bajo el clima que lo fomentó. Honestamente no hicimos demasiado, me dijeron, porque en este trabajo se resumen las experiencias de muchos que se acercaron al repertorio y dejaron su humilde huella, como en esos túmulos donde cada peregrino conmemora la presencia de las piedras con su propia piedra nueva. Todos, agregaron, nadaron contracorriente de la moda y sus opiniones que quisieron, por ejemplo que el tempo rubato fuera cosa romántica y no un gesto, amplio y anterior, donde podían entenderse el tiempo, sus silencios y sus hiatos.

Y me dijeron que una lengua
muerta les sería muy útil en la biblioteca.
Efectivamente tenían sus contactos:
unas traducciones, un verano
asalariado.

"Necesitamos aires nuevos", me dijeron,
y yo les dije por supuesto, que todos
a esta altura necesitamos renovarnos,
pero que en mi opinión el modo
más barato de renovación consistía
en pasar indemnes cada etapa
y llegando así al final ser restituidos
de golpe en la primera, ahorrando
de pasada otra ficha en otro juego.

Perdona si te defraudé.

He vivido tanto tiempo en un bel niente.

Aunque no puedo negar que la renovación
me sedujo por un instante, con su modo
de vibrar en la garganta al pronunciarse.
Ambos la habíamos esperado.
Varias veces nos habíamos lamentado
de no haber hecho la justa inversión
para jactarnos de ella cuando volviéramos.
Unas postales hubieran sido suficientes.
Un souvenir que debimos adquirir
.. .. ,,,,,,,,,,.. ("son muy caros", me dijiste,
y yo traté de convencerte y te conté cómo
grano a grano forman sus ciudades
sobre el cadáver de sus padres,
y tú alegaste que eso era repugnante.
y suspiré, porque si tuviera unas monedas,
pensé, sería justo esa confusión
la que pagaría con placer.)

De modo que por el momento tendremos que conformarnos con este instrumento como único medio para recuperar el tiempo, aunque está claro que nada puede durar demasiado y tendrá que ceder su lugar a aires más modernos, porque la cinta, regrabada hasta el hartazgo, produce un zumbido constante al rodar, indicando que en cualquier instante todo se puede cortar.

Ésta
es mirando a otra parte
y no soy yo sino un lugar
común por su revés.

Y ahora que el viento ya no sopla
lejos sobre el árbol puede verse
mi nombre enredado entre las ramas.
Cierto. Nada. O casi
nada excepto porque todavía
podríamos correr y levantarlo y
esperar que cambie el viento y
comenzar de nuevo el juego.
Pero para entonces será tarde
y quién sabe si habrá alguien
más a quien bajar del cielo.

¿No lo recuperaremos?, preguntaste.

Me gusta sobre el árbol, insistí.

 


PARA ESTA NAVIDAD

MIS INTENCIONES ERAN DE LO MEJOR, HIJO MÍO, pero debo confesarte
.. .. ,,,,,,,,,,.. que al fondo de esto hay un consejo.
Las últimas noticias, por otra parte, indican que con suerte
.. .. ,,,,,,,,,,.. podrás seguir órdenes muy simples. Y además
.. .. ,,,,,,,,,,.. la tradición se vuelve insoslayable a la hora de firmar un poema al nonato.
Algunos -ya los leerás a su tiempo si es que en tu encantamiento
.. .. ,,,,,,,,,,.. aprendes a leer y todavía subsiste el recuerdo del desencanto de este tiempo-
ya hicieron su monólogo al hijo de pecho y otros, más audaces,
.. .. ,,,,,,,,,,.. se hicieron eco de un vagido que despertaría las semillas
.. .. ,,,,,,,,,,.. -así dice el poema- entre las piedras del desierto.
Nosotros, en cambio, somos más cursis, hijo mío, mucho
.. .. ,,,,,,,,,,.. más cursis que ellos, pero ¿qué se le va a hacer?
Estudiamos para eso, y también para ser sexys
.. .. ,,,,,,,,,,.. y sofisticados pero, como podrás darte cuenta,
esa parte no la aprendimos tan bien.
Vamos al grano, entonces:
.. .. ,,,,,,,,,,.. deja que otros hablen.

.. .. .. ,,,,,,,,,,.. .. ,,,,,,,,,,.. CITO:
.. .. ,,,,.. .. ,,,,,,,,,,.. ,,,,,,.. "¡pero qué lento le crece el cerebro!".
Y yo que no quería saber tu sexo -somos tan cursis, lo digo de nuevo-
.. .. ,,,,,,,,,,.. pero a última hora tuvimos que optar por un conocimiento ilimitado, que nos permitiría
juraron, ahorrarnos unos euros y de paso orientar nuestras inversiones con tu imagen
.. .. ,,,,,,,,,,.. por delante, más real que si fueras un recuerdo y sin ninguna de las desventajas
.. .. ,,,,,,,,,,.. que un recuerdo supondría.
En realidad se preveía desde hace un triple invierno. Como si tu madre trajera púas en la sangre
.. .. ,,,,,,,,,,.. y ahora, para remate, mis antepasados se presentaran de golpe a brindar por tu llegada.
Y se agradecería su presencia -no se los oía hablar desde hace tiempo-
.. .. ,,,,,,,,,,.. si no fuera porque traen todo su arsenal de enfermedades que mis abuelas,
.. .. ,,,,,,,,,,.. santas ellas, prefirieron ignorar.
Algún día, sin embargo, debían emerger a la superficie de un cuerpo. Hoy por ejemplo:
.. .. ,,,,,,,,,,.. por ahora se diría una quemadura sobre tu piel de papel mantequilla.
Todavía no está claro, pero si llegas a nacer nacerás para delatarlos
.. .. ,,,,,,,,,,.. (por esto mis abuelas te habrían hecho Santo).

Y JUSTO CUANDO HABLÁBAMOS DE UNA POÉTICA FILIAL. Bueno, está en veremos.
.. .. ,,,,,,,,,,.. Quizás más tarde, cuando adoptemos.
Y sin embargo mis intenciones eran de lo mejor.
.. .. ,,,,,,,,,,.. Me dije: ahora serás padre.
Y después: deja que tu hijo hable.(ya ves: los consejos, si los doy,
.. .. ,,,,,,,,,,.. no son gratis).
En lo mejor de la cena tú volcarías la sal sobre la mesa. Por todo resarcimiento los comensales
.. .. ,,,,,,,,,,.. -gentiles ellos- te pedirían un resumen de tus encantos.
.. .. ,,,,,,,,,,.. Y yo me habría unido al coro, pero en silencio y sólo por complacencia, para no .. .. ,,,,,,,,,,.. apremiarte;
.. .. ,,,,,,,,,,.. y cuando nadie estuviera viendo sacaría el lápiz y te robaría una a una las ideas.
Pero ahora la ecografía dice que no nos preocupemos porque seguramente
.. .. ,,,,,,,,,,.. callarás. Tu columna crece, es cierto, y en esto nada tengo que envidiarle a los grandes,
pero hay un ustión como de cigarrillo que chamusca por un borde tu cuerpo de celofán;
y todo indica que el encantamiento, para ti, durará mucho más de lo que cualquiera esperaría.
.. .. ,,,,,,,,,,.. Para qué hablar de las ideas. Te harían Santo si esta fuera la Edad Media.


PERO ESTA NO ES LA EDAD MEDIA NI ES ÉSTE EL MOMENTO PARA DEPLORAR QUE NO LO SEA. Es
.. .. ,,,,,,,,,,.. tan sólo el tiempo de tu cuerpo-sin-fundamentos:
primero una franja blanca y luego el vacío; después otra franja blanca, y luego -adivina- más
.. .. ,,,vacío. Desembarcarás en esta orilla envuelto para regalo
.. .. ,,,,,,,,,,.. (dirán: "¡pero qué rápido se hace trizas!").
Las consecuencias -así nos dijo el médico- de los antepasados que te dimos:
.. .... .. ,,,,,,,,,,.. .. ,,,,,,,,,,.. .. ,,,,,,,,,,.. Valencia, 1930.
.. .. ,,,,,,,,,,.. .. .. .. ,,,,,,,,,,.. .. ,,,,,,,,,,.. .. ,,,,,,,,,,.. .. Si llegas a contar recuerda esta fecha.
.. .. ,,,,,,,,,,.. Es la primera foto de familia. Por claras señas se reconoce quien sería tu bisabuelo. .. .. ,,,,,,,,,,.. Frente al Ayuntamiento enarbola la bandera de la Liga contra la Vacunación Excesiva.
Y para ser sinceros: sabíamos de estos pioneros desde antes de esta triple primavera
.. .. ,,,,,,,,,,.. -¿o invierno?, estoy haciendo lo que puedo para recordar ese verso- ,
.. .. ,,,,,,,,,,.. pero si pasamos por el colegio fue justamente para contrarrestar esos fanatismos.
El profesor de Calipedia era un perro, pero al final nuestros compañeros
.. .. ,,,,,,,,,,.. nos ayudaron con los libros y aprobamos cum laudae
-así que no nos culpes si descuidamos la otra parte, aquella donde aprenderíamos a ser
.. .. ,,,,,,,,,,.. parlanchines y brillantes.

PERO NO EXAGEREMOS. No hemos sacrificado más que eso y no creo
.. .. ,,,,,,,,,,.. que vayamos a hacerlo; y aunque hemos decidido tenerte (si estuvieran vivas
.. .. ,,,,,,,,,,.. mis abuelas dirían: "¡son unos santos!") no nos adelantemos con el "te amamos".
Pero te amaremos, no te preocupes de eso, como por lo demás todos lo harán.
Dirán que ahora tienes la palabra
.. .. ,,,,,,,,,,.. -aunque esa verso lo habrán sacado de otra parte-
y después "¡pero qué niño tan especial! "
.. .. ,,,,,,,,,,.. -y no dejarán de tener razón: mientras otros se quejen de dolores de guata,
.. .. ,,,,,,,,,,.. de pesadillas continuadas como teleseries latinoamericanas, tú no tendrás siquiera
.. .. ,,,,,,,,,,.. que pensar una mentira, si es que llegas a pensar. En ese borrascoso día de colegio
.. .. ,,,,,,,,,,.. te relevaremos del esfuerzo con un té tibio sobre las sábanas,
.. .. ,,,,,,.. .. ,,,,,,,,,porque en efecto estarás enfermo.
.. .. ,,,,,.. .. ,,,,,,,,,,.. ,,,,,.. Deja que otros hablen
Tu vida
.. .. ,,,,,,,,,,.. unas vacaciones del lenguaje. Algunos
viajaron harto para encontrar ese descanso, y otros, más elegantes,
.. .. ,,,,,,,,,,.. tomaron cursos de idiomas, tradujeron del inglés al nahuatl. El silencio les iba por .. .. ,,,,,,,,,,.. delante,
.. .. ,,,,,,,,,,.. nos cuentan, guiando sus pasos con más certeza que si fuera una palabra de afecto.
No les hagas caso. Déjalos hablar. Si es que llegas,
tú calladito no más. Quédate dentro
de tu piel de papel de Navidad.

 

 

 

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