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Julio Carrasco

Por Ernesto González Barnert

 

Julio Carrasco (1969, Santiago) es una voz que con cada uno de sus libros ha ido dando cuenta, cada vez sí con mayor brillo, precisión, belleza, de una manera de ser y estar –de entenderse- en el mundo, es decir, dar con un sentido articulado de consciencia. Y lo hace a sabiendas de la fragilidad de estas aguas, versátil, con soltura inteligente, no grave (no tonto grave como tantos) y claro. Así su mundo es también nuestro mundo, nuestro respirar y nos dejamos ir a la velocidad de la vuelta de sus páginas. Nos observamos ir y venir con placer, leemos lo que necesitamos leer, contrarrestamos el proceso de entontamiento ciudadano... la chatura y uniformamiento mental de nuestros próximos. En fin, Julio Carrasco es un excelente poeta que no se olvida que escribir es también hacerlo con ternura, desde la cotidianidad, como un niño solitario y sensible, que entiende que sólo con la poesía logramos cierto tipo de emociones complejas, nos referimos a hechos que no se pueden describir en otro lenguaje.

- ¿Cómo es tu inicio literario, a qué se debe, lecturas que rondaban en tu cabeza, quienes fueron parte de esos primeros acercamientos tuyos a la poesía?
- Mis primeros acercamientos a la poesía fueron experiencias de vida: la irrupción de una patrulla de militares en mi casa en 1974, mi primer viaje en avión que fue también mi partida de Chile, un paseo por una playa abandonada en Holanda en 1976, y algunas otras situaciones que hicieron pasar por pequeñas crisis a mi visión de mundo. Sentí el impulso de traducir las sensaciones aparejadas a esos acontecimientos en otra cosa, pero no supe cómo. Más tarde, cuando creí enamorarme de unas vecinas esbocé mis primeros versos y encontré una salida, un método.

- ¿Qué es hoy para ti la poesía?
- Una manera de ordenar las palabras de manera que permitan comunicar ideas complejas.

- ¿Para quién escribes?
- Para letrasS5, que es donde me dijiste que publicarás esta entrevista.

- Cuando escribes necesitas algo a tu alrededor. Alguna cosa, haces algo, etc?
- Preferiría que fuera frente a un computador para después no tener que transcribirlo, pero de no ser así, tomo notas en hojas sueltas o lo que tenga a mano, o de lo contrario memorizo las ideas claves que pienso desarrollar más tarde.

- ¿cómo es tu proceso escritural?, ¿cómo trabajas hasta concretar un poema?
- Comienzo a escribir partiendo a veces de una frase, a veces de una idea, a veces de un sentimiento, a veces de un recuerdo. Lo más importante es no mentir, y esto es válido para todas las ocupaciones humanas, creo que Epicteto lo dice más claramente aunque antes que él lo dijeron muchos otros y otras. Sobre todo en poesía, porque al escribir una novela puedes inventar personajes y darle caracteres, qué sé yo, disfrazarte un poco, pero en poesía el personaje siempre es uno mismo y se  nota demasiado si mientes o tratas de hacerte el inteligente. Fíjate en los poetas que se ponen a escribir novelas, como Zambra, Bolaño o Houellebecq, todos ellos dejan un rastro de sangre en cada página. En realidad no he leído la prosa de Bolaño pero supongo que cabe en el ejemplo (lo hice de acuerdo al mismo procedimiento que se sigue al completar la tabla periódica con elementos que no se conocen todavía). Etc.

-¿Es necesario que el escritor sea un hombre comprometido?
- Hay muchas formas de comprometerse con muchas cosas diferentes, pero cuando se habla del compromiso en el arte, generalmente se habla del discurso de izquierda, cosa que a mí me parece bien siempre y cuando el artista esté de acuerdo y no haya nadie detrás ejerciendo presión en un sentido u otro. Lo mismo vale para el discurso de derecha, sólo que entonces no se llama “arte comprometido” sino “arte vendido”. Todo esto es muy gracioso. En la prehistoria del cristianismo ser cristiano era realmente cool, pero llegó el momento en que se puso de moda y se convirtió en requisito para acceder a los cargos públicos, por tanto proliferaron los artistas cristianos. Lo mismo vale para todos los credos, gobiernos y épocas. Habría que preguntarse qué requisitos debe cumplir un artista en este país y esta década para ser “comprometido”. Yo creo que no debería aspirar a becas ni premios literarios, a no ser que se tratase de un artista cínico, como yo (con el permiso de los artistas).

- ¿Qué poetas, escritores, artistas, o experiencias han marcado tu cocina literaria y también la propia vida?
- Demasiados autores como para hacer una lista. Pero creo que una cosa que me debe haber marcado es que nací a los 8 meses por cesárea y tuve acceso a la leche materna sólo durante dos semanas. Era el apogeo de la revolución feminista, la píldora anticonceptiva llevaba poco tiempo en las farmacias y la sociedad (la hippie marxista al menos) no le daba mucho boleto a la lactancia. Tal vez eso me generó un desequilibrio que trato de compensar entre otras cosas, con literatura.

- ¿Qué me puedes decir de la poesía  chilena actual?, ¿Qué autores destacas?
- A Oscar Hahn, qué grande. Hace poco escribí el siguiente verso: “como un cirujano buscaba en mi infancia la raíz de las idealizaciones amorosas”; y a los pocos días me di cuenta de su parecido con “Como un aerolito cruzó mi mente el rostro de Muriel mi amante muerta”. Cada verso en Hahn es una unidad autosuficiente que necesita de un entorno para justificarse, yo nunca dejo de sorprenderme al ver cómo estas células interactúan para dar sentido al poema. Es impresionante. También quisiera destacar a Hernán Miranda: citando ese poema suyo donde dice que todo encaja con todo, quisiera que mi elogio de su poesía encajara con la calidad de esta, pero tendría que llenar varios párrafos.

- ¿Cuál es tu relación con los poetas de tu promoción?
- Admiro mucho a la mayoría de mis compañeros de generación, todos han escogido caminos diferentes y han desarrollado sus propios superpoderes. Se podría decir que han crecido practicando diferentes estilos de artes marciales. Un abrazo para todos ellos.

- ¿Háblanos un poco del trabajo de Casagrande?
- Tuve una suerte tremenda de conocer a Cristobal Bianchi porque me presentó al negro Prieto y los tres juntos hemos hecho cosas increíbles. Nos han rechazado 15 veces en el FONDART pero nunca hemos dejado de realizar nuestros proyectos. Cuando lo pienso me viene a la memoria esa escena de Titanic, en que los músicos deciden ponerse a tocar mientras el barco se hunde. Al comenzar a inclinarse el suelo, sintiendo que el final está cerca uno dice: “fue un placer tocar con ustedes esta noche”. Lo mismo digo yo a Bianchi y Prieto, a Pili, Natalia, Master Vargas y los que nos han acompañado todo el tiempo. No hay nostalgia en esto, siento una gran curiosidad por lo que viene a continuación.

- ¿Qué opinión te merecen los talleres literarios?
- Con Adán Méndez estamos preparando uno sobre lecturas paraliterarias. Es un término que inventamos para referirnos a lecturas que están en el borde del canon, que a veces son (fueron) metidas de pata, excentricidades, o sencillamente obras mal valoradas. Es impresionante la cantidad de buena literatura que queda eclipsada por los bestsellers de turno entre los que se cuentan prestigiosos narradores contemporáneos (de turno). Informaciones a los teléfonos: 09 2146028, 07 4999898.

- ¿De tu obra si tuviese que elegir un poema o fragmento, cuál?
- Creo que elegiría Bala Perdida, de mi primer libro.

- ¿Qué libros no has podido nunca terminar de leer?
- Uno sobre el tiempo, escrito por un científico que se demoraba muchas páginas en explicar nimiedades. Más encima estaba en inglés. Traté de leerme El Capital cuando adolescente. Y ese semanario del MIR que se llamaba “El Rebelde”, era una tortura que le hizo más bien a Pinochet que a la causa del pueblo. ¡Cuántas neuronas no mandé al cadalso tratando de descifrar esas páginas mimeografiadas, convencido de que me harían más revolucionario!

- ¿Cuál es para ti el gran libro olvidado de la poesía chilena?
- Groggy de Héctor Figueroa, pero va a salir pronto del olvido bajo el alero de Tácitas. Un abrazo para el chico Figueroa desde esta página web.

- ¿Cuál fue el último libro de poesía chilena que leíste?
- “Se dicen palabras al oído”, de Soledad Fariña. Lo tengo hace dos semanas; es un diálogo con la poesía escrita por mujeres.

-  ¿Qué libro estás leyendo ahora?
-  “Agua perra”, el libro de crónicas de Leonardo Sanhueza. Hace meses que lo tenía sobre la mesa del computador sin abrirlo, al contestar esta pregunta decidí ponerme al día. Un abrazo para él.

- ¿Cómo ves hoy por hoy, la industria editorial?, ¿Cómo autor qué soluciones le darías a este problema?
- El gran problema de la industria editorial chilena es el ciudadano medio chileno. Una buena solución sería matarlos a todos o esperar a que el mar se desborde y llegue hasta la cordillera, o provocar una guerra con Argentina y dejarse invadir. Mientras eso no suceda hay que vivir de la mejor manera posible, ayudar al del lado y no quejarse tanto. Un proverbio árabe reza “más vale ponerse zapatillas que intentar alfombrar el mundo”, entonces más vale ponernos zapatillas que intentar alfombrar la industria editorial chilena.

- ¿Qué piensas de los premios literarios?
- No dicen demasiado sobre la calidad de la obra pero algo dicen. Por último, dirán algo sobre el jurado. Hay situaciones muy pintorescas, como el caso de esa persona que fue presidente de la SECH (no recuerdo su nombre) y que ganó un concurso literario imponiéndose incluso a un par de candidatos al premio nacional de literatura; una vez leí algo suyo y era tan espantoso que resultaba cómico. En fin, participar en los concursos sirve para ordenar el trabajo que uno está haciendo e ir dándole forma de libro. Así que adelante con los premios literarios. Y si uno participa y se frustra por no ganar la culpa es de uno mismo.

- ¿Quién te gustaría que recibiera el premio Nacional de Literatura?
- Oscar Hahn por ese soneto maravilloso que es “Gladiolos junto al mar”. Un lujo para Chile.

- ¿Qué te parece este Chile ad portas del Bicentenario?, ¿su política cultural para con la poesía?
- Más vale ponerse zapatillas que intentar alfombrar las políticas culturales.

- ¿Cuáles son los 10 libros que recomiendas leer?
- No puedo responder esa pregunta.

- ¿Qué opinas de las nuevas formas de difusión literaria por Internet como revistas literarias, blogs, páginas sobre literatura? Sobretodo desde tu experiencia como el boss de un blog bastante leído y de múltiples actividades pro literatura?
- A mi juicio los blogs son formatos provisorios que se van para cualquier parte. El blog de Antonia Hernández (http://www.corazondelatex.cl), por ejemplo, es también una revista y un programa radial. Tienes el de Marisol García (http://marisolgarcia.blogspot.com), que es un nodo de información sobre música. Se abre un blog para hablar del proceso de producción de una película, de un viaje, de los primeros meses de una guagua, en fin, por razones muy prácticas. En mi caso el blog me sirvió para encontrar vino dos días antes del lanzamiento de Sumatra, y cosas por el estilo. Además subir algo en el blog te permite descubrir las pifias más rápidamente.

- ¿Qué cosa te quita últimamente el sueño?
- El mate, el café helado, el té negro, el red bull y el gimnasio. Anfetaminas no tomo.

- ¿Qué te escandaliza?
- Que un país cuyo presidente declara no tener ciudadanos homosexuales quiera construir plantas nucleares.

- Me gustaría que a ti mismo te hicieses una pregunta –que nadie más te ha hecho- y te la respondieras
- 26 preguntas es mucho, con eso basta.

- ¿A qué le tienes miedo?
- A experimentar la misma nostalgia de los cineastas de la Nouvelle Vague cuando tenga la edad que tienen ellos ahora. Sus últimas películas son verdaderas lamentaciones sobre la vida que se les fue. Es un sentimiento francés, pero entra en la lista de estereotipos sentimentales entre los que deberemos escoger en algún momento. Prefiero cultivar una curiosidad fría por lo que viene después. Me estoy preparando para eso todos los días.

 

* * *

 

      BALA PERDIDA

de dónde sacas la sopa mamá
      que me das todos los días
      acaso la vas a buscar con un balde
      a un gran embalse
      dime si es verdad que existe ese mar
      de sopa en algún recóndito lugar del mundo
      acaso todas las mamás van a ese mar
      con sus baldes para traer la sopa
      con que alimentar a los niños
      responde mamá
      es por eso que la sopa no acabará nunca
      es un mar peligroso donde ululan los fideos
      gigantes y las papas son como icebergs
      o es un lago de aguas quietas
      o un plato inmenso lleno de sopa.

 

 

MORIRE EN SINGAPUR, COMO UN PERRO

Anteayer me encontré un caramelo en el Parque
Forestal. Lo recogí por curioso, en realidad
no me gustan los dulces. Para mi sorpresa, en
el papel en que venía envuelto estaba escrito
mi nombre, y el siguiente mensaje:

            "Morirás en Singapur, como un perro".

 

 

MI PLEGARIA

Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando,
creed que lo recibiréis, y os vendrá.
(San Marcos 11/24)

Enlil, Krishna, Atomo de Hidrógeno
o como te llames
te imploro desde el tercer planeta
a ti, padre de Abraham
que hiciste aparecer el primer arcoiris
y tardas en traernos el último
a ti que nos legaste los huesos de los dinosaurios
para que supiéramos que los borraste de la faz de la tierra
Agradecido por todo lo que me has dado
aprieto la frente contra el suelo
y te ruego
Me faltaron muchas cosas
sabía que era parte del plan y no te molesté
jamás escuchaste de mí queja alguna
si maldije mi suerte un par de veces
fue por un descuido que seguramente tú habías planeado
Ahora quiero que me escuches
y que hagas un pequeño derroche de misericordia
A lo mejor es un honor que no merezco
en ese caso lo entenderé
tú sabes que no te reprocho nada
pero por si está entre mis posibilidades
te suplico
de rodillas y con la frente en el suelo:

quiero que el meteorito caiga sobre mi cabeza

¡Osiris, Odín, Quetzalcoatl
o como te llames!
Te recuerdo que jamás te pedí favor alguno
Si esto se concreta
mi agradecimiento te perseguirá como un lobo
a través del firmamento.

 

 

LOS DETERGENTES LIQUIDOS

          Los detergentes líquidos imitan
          el color y el aroma del zumo de limón
          Más de una vez estuve
          tentado a beberlos siendo niño
          Entre azulejos cubiertos de óxido
          los miraba deslizarse de un recipiente a otro  
       
          La televisión resplandecía
          desde el living a oscuras
          delineando mi propio reflejo
          en esos frascos de plástico

          Un jugo verde intenso
          como la fiebre

          pero un niño no podría saberlo

 


Ella disertaba sobre la inexistencia del amor
hablando de amor, sin embargo, para explicarse

Nadie está libre de morder el polvo (digo ahora), aún sabiendo que lo que nos encerró en el pasado fue la jaula que construimos para otra persona

Se detuvo y dijo: esto es agradable

Pero no te hagas ilusiones (pensé yo adivinando el final de la frase)
Pero el amor no existe (terminó ella, confirmándolo)

Tal vez nosotros tampoco (dije con un hilo de voz, hablando por primera vez desde nuestro primer beso, quince minutos antes)

Podemos fingir que amamos si es para engañarnos a nosotros mismos y pasarlo bien un rato

No, fingir no es amar (dijo ella)
Entonces es lo contrario (dije comenzando a fingir)

Y dijo:
No me vas a confundir, el dolor me dejó insensible (la segunda frase es un invento mío)

Y dije:
El amor te dejó insensible
Es una manera de decirlo (respondió)

Enseguida pensé, recordando el dolor que he provocado:
Cada quien es responsable de lo que siente. Es un pensamiento egoísta, pero hecho de la misma sustancia que los sentimientos de aquellas mujeres a las que herí. También veo ahora que cuando me tocó sufrir lo hice jugando. Las lágrimas los celos todo una comedia. Qué sorpresa, estoy pensando como ella

Casi digo:
Eres demasiado joven para hablar así
(Habría sido un error imperdonable)

Vete ya (dijo después de un beso largo)

Me iré (le dije), pero antes quiero que sepas que eres una gran besadora
(Sus labios se curvaron)

¿Te veré nuevamente? (estaba auto convenciéndome de que la iba a echar de menos)
Quién sabe (mintió ella entrecerrando sus ojos verde claro a través de los cuales puede verse el infierno)

 

 

MI DESPEDIDA

Me fueron a cobrar
Pagué tres lucas en el bar
Son tres lucas que no volverán
Como tú
Tres lucas que pasarán furtivas por las manos de un obrero
     y morirán de inanición en el bolsillo de un banquero
Me asusta el cielo así:    
Tres lucas menos y sin ti.


 

 

 

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Julio Carrasco.
Entrevista de Ernesto González Barnert