Elicura Chihuailaf

 
 

 

Elicura Chihuailaf en Cuba
Los sueños viven en cada uno de nosotros

 

En Chile existe una gran tendencia a olvidar lo que somos y qué es lo que nos mueve. Le tememos al silencio, que nos habla de otras cosas que se apartan de lo material. Cuando cumplimos nuestra jornada, no podemos negarnos y evitar oír el diálogo de nuestro espíritu y de nuestro corazón hablando de cosas que son mucho más significativas que tener un televisor más grande o un automóvil tal o cual. Eso lo viví en Cuba. Entender que el ser humano es más que un oficio o una profesión, que es más que la lucha solamente por bienes materiales.


por Manuel Holzapfel Gottschalk
Revista Punto Final

Contesto el teléfono y escucho la voz inconfundible de Elicura Chihuailaf, que parece emerger desde la profundidad de algún sueño, soñado en un amanecer azul. "Ya podemos continuar nuestra conversación", me habla su voz con una urgencia que me recuerda el repentino vuelo de una perdiz, que huye y deja tras de sí el viento y el suave oleaje del trigal.

... Nos encontramos en el cruce de dos calles, donde la luz anochecía y el hastío de la muchedumbre era como un río inmóvil. Elicura habla de Cuba y del pueblo mapuche, dos torrentes cuyas aguas se entremezclan una y otra vez en su pausada voz. Yo lo escucho en silencio, para que otros también oigan la palabra de su corazón.

... "He tenido nuevamente la oportunidad de estar en Cuba, en el mes de marzo. Había visitado anteriormente ese país en 1994, invitado como jurado del premio Casa de Las Américas. Entonces tuve una visión, que alguien podría juzgar como sesgada por el hecho de ser invitado oficial. Sin embargo, en esa ocasión, pudimos elegir los lugares donde ir y recorrer escuelas, universidades e industrias en La Habana y otros lugares de Cuba. También tuvimos el privilegio de compartir una comida con el Comandante Fidel Castro, sin duda, uno de los grandes líderes de la historia universal.

... Conversó personalmente con cada uno de nosotros y a mí me preguntó directamente sobre la situación de las represas en el Alto BíoBío, la presencia de las forestales en nuestro territorio y sus efectos para nuestra vida y el ecosistema. Me encontré frente a un estadista que está al tanto de lo que acontece en el mundo, especialmente en América. Su cordialidad y sabiduría me recordaron mucho la forma de actuar de mi abuelo y de mi padre, que fueron personas poseedoras del don de la Palabra. Hombres con un gran dominio de los temas que abordaban, pero siempre dispuestos a escuchar para conocer aquello que desconocen. Fidel nos acogió sin la soberbia de aquellos que imponen su saber, a través de la anulación del interlocutor. Recuerdo esa experiencia, de la cual nunca había hablado públicamente, como un gran privilegio.

... Esta vez mi visita fue más informal. Fui a ver a mi hija, que ha tenido la oportunidad de continuar sus estudios de Medicina Veterinaria junto a muchos otros jóvenes mapuches y chilenos, que han sido recibidos en forma solidaria y generosa por ese país, para que estudien diversas carreras profesionales. Me parece necesario resaltar que la mayoría de estas muchachas y muchachos no podrían haber accedido en Chile a estudios de ese nivel, y menos en forma absolutamente gratuita. Transcurrieron nueve años y mi visión de la luminosa Cuba en este viaje no cambió respecto de mi perspectiva inicial. Tuve esta vez encuentros con amigos y amigas vinculados al ámbito de la cultura -poetas y académicos-, también lecturas en la Universidad Agraria de La Habana y en la Escuela Latinoamericana de Medicina. Se trata de una nación en la cual existe un esfuerzo serio y real de construcción de una sociedad que tiende a humanizar al ser humano. Hay en ello, por lo mismo, matices, discusiones, diversas opiniones.

... En Chile existe una gran tendencia a olvidar lo que somos y qué es lo que nos mueve. Le tememos al silencio, que nos habla de otras cosas que se apartan de lo material. Cuando cumplimos nuestra jornada, no podemos negarnos y evitar oír el diálogo de nuestro espíritu y de nuestro corazón hablando de cosas que son mucho más significativas que tener un televisor más grande o un automóvil tal o cual. Eso lo viví en Cuba. Entender que el ser humano es más que un oficio o una profesión, que es más que la lucha solamente por bienes materiales. En Cuba se da la preocupación por el ser humano como un ser integral que toma la globalidad de su existencia. Eso me recordó mucho el pensamiento de nuestra gente, que nos habla de la totalidad sin exclusión, la integridad sin fragmentación de la vida, de todo lo viviente. Pude ver cómo fluye y se expresa la solidaridad en lo cotidiano y de manera natural. En las escuelas y universidades, los mejores estudiantes se esmeran por enseñar a sus compañeros que tienen más dificultades. Esa manera de ver y vivir la vida es muy distinta a la que se da en un sistema de libre mercado, donde prima el individualismo, el egoísmo y la competencia.

... En Temuco, por ejemplo, hubo una disputa entre profesores y alumnos, porque las muchachas y muchachos hicieron un paro para conseguir que los créditos, que les permiten estudiar, no sigan disminuyendo. Cuando converso con los estudiantes, y me hablan de sus problemas, me pregunto si esta es una democracia. Ellos luchan por algo que se supone que todos debieran tener y que en países como Cuba, que son acusados de dictadura, tienen no solo educación gratuita, también la salud. Creo entonces que es necesario discutir sobre el concepto de democracia. ¿Qué es la democracia? ¿Es votar cada cierto tiempo o es tener participación real? Cuando se llega a un extremo en que profesores y alumnos se agreden, como ocurrió en Temuco, yo me pregunto qué sentido de solidaridad tienen esos maestros. Acceden a un pequeño poder y se sienten representantes del poder del Estado. ¿Piensan acaso que serán mejor calificados si resguardan con mayor celo ese poder?

... Pude constatar que en Cuba la participación —en el acuerdo y en el desacuerdo— es habitual, porque hay un pueblo organizado. Entonces, insisto: ¿no es la participación lo esencial en una democracia? Sin embargo, muchos lo niegan porque no existen elecciones dicen, al menos del tipo de votaciones que hay en Chile y otros países. Me parece que la palabra en Chile es como un camino de tierra polvoriento, que ha sido tan transitado, que aquellas flores del pensamiento que están a orillas de esa palabra, ya no se sabe qué es lo que son. Solo se reconocen formas, pero no sus aromas, sus colores, sus texturas. En ese sentido, hay un aspecto que hay que conversar y paradójicamente es acerca de la Palabra. Cuando se dice que el pueblo mapuche somos un pueblo que no está dispuesto al diálogo, primero es necesario precisar qué entendemos por diálogo. Porque si es solamente aceptar lo que plantea quien tiene más poder, entonces no existe diálogo.

... Cuando se afirma que los mapuches transgreden la legalidad, yo digo ¡cuidado! hagamos memoria de la legitimidad. Porque si comparamos esta legalidad instalada y las peticiones de nuestro pueblo (que apela a la legitimidad), estas son muy mesuradas respecto de lo que verdaderamente ocurrió en nuestro territorio. El diálogo dependerá de la voluntad que tenga el estado de asumirlo de ese modo y no como una imposición, como lo ha hecho hasta ahora.

... La posición del Estado chileno respecto de Cuba es parecida. Nadie parece reparar en la tremenda injusticia que significa que una potencia como Estados Unidos se crea con el derecho de negar las posibilidades de todo tipo al pueblo de Cuba. ¿Eso no merece condena para el gobierno chileno? Yo no comparto la pena de muerte, pero Cuba, como cualquier otro país del mundo, tiene su propia legalidad que se ha ido legitimando, entre otros hechos, por los argumentos surgidos de la enorme violencia que -desde hace tanto tiempo- el Estado estadounidense ha ejercido en su contra. Y las autoridades chilenas -y, sobre todo, la derecha chilena- que tanto les gusta hablar respeto a la legalidad, debieran comprenderlo. También olvidan que no hace demasiado tiempo el presidente Lagos tuvo que discernir sobre la aplicación de la pena de muerte, castigo que -como se sabe- el Estado estadounidense utiliza en forma permanente. Sin embargo, a la potencia nadie la condena.

... Me parece que Chile no tiene ningún fundamento para condenar la actuación de la justicia en otros países. Y si alguien dice que los tiene, ¿cuál o cuáles son esos fundamentos? En los últimos juicios realizados en Angol, contra nuestra gente, contra nuestras autoridades, demuestran un retroceso tremendo. Cuando en un juicio, que se supone se sostiene en la Palabra, hay testigos que se presentan con el rostro cubierto, con la voz distorsionada, porque ellos mismos y el propio sistema los quiere ocultar, entonces de qué tipo de palabra estamos hablando. ¿Qué valor puede tener la palabra en esas circunstancias, si estamos frente a un acto verdaderamente horroroso?

... Creo que aquí hay un contexto que es muy complejo y por lo tanto, si se opina respecto de los últimos hechos en Cuba, esa opinión no puede darse de una manera tan lineal. Estamos frente a una potencia que actúa de manera violenta y sin contrapeso. Hoy, los muertos fueron los iraquíes, antes fueron muchos otros pueblos inocentes. ¿Mañana serán nuestras hermanas, nuestros hermanos cubanos?, es la pregunta que todos nos hacemos.

... Vivimos un momento muy dramático de la humanidad, pero creo que eso mismo hace que los Sueños comiencen a ganar su sonoridad en el espíritu de cada ser humano. Porque los Sueños viven en cada uno de nosotros, incluso en aquellos que transitan la vida preocupados de tener éxito en el libre mercado. Todos en algún momento somos cuestionados por nuestra interioridad, porque las necesidades no se completan con tener más de lo que se debe poseer. Todos luchamos por tener lo básico, lo necesario, y me parece que la paradoja es que la violencia e irracionalidad desatada por el imperio va a depurar los Sueños que habitan en cada uno de nosotros, en cada una de nuestras culturas, en cada uno de nuestros pueblos. Sueños que saben que deben transformarse en una realidad.


Nota

Elicura Chihuailaf : Poeta mapuche, y académico universitario, profundamente identificado con la historia y destino de su pueblo. Secretario General de la Agrupación de Oralitores Indígenas de América. Ha publicado los libros de poesía: El invierno y su imagen, 1977; En el país de la memoria, 1988; El invierno, su imagen y otros poemas Azules, 1991; De Sueños Azules y Contrasueños, 1996; Todos los cantos, Antología, prólogo y versión en mapuzugun de poemas de Pablo Neruda, 1996; La Palabra: Sueño y Flor de América. Adelanto de una muestra de Oralitura Indígena de América, 1997; Recado Confidencial a los Chilenos, 1999.

Algunos de sus poemas han sido traducidos a varios idiomas, entre ellos al italiano, alemán, francés, inglés, holandés, sueco, croata, húngaro y neerlandés. Es integrante del directorio de la Corporación NorAlinea, de defensa de los derechos humanos.

 

 

 

 
 

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