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INDAGATORIA POÉTICA:
DAMSI FIGUEROA

por Marta Contreras
en Revista Trilce Nº 8, Concepción, abril de 2002.

- Qué escribes? ¿Qué lees?
Escribo las indicaciones de un plano para construir un reloj-de-sol inmaterial lejos del musgo y la anaconda,
pero deseo llegar a escribir, algún día, poemas que expresen un equilibrio armónico entre luz y ritmo.

- ¿Por qué escribes?
No lo sé con exactitud. Un día escribo para no morir. Al día siguiente no escribo, pero sueño con el poema.
Un tercer día sucede cualquier cosa. Cuando quiero contestarme esta pregunta, me hago otra: ¿quién sería yo si no escribiera?, y acabo pensando cosas extrañas, como que escribo porque la poesía me llama a besarle los pies y yo la escucho.
Escribo.

¿Para quién escribes?
........... No escribo para nadie
.......... aunque intente escapar y evite sacarte al baile
.......... tus malabares y piruetas siempre exigen un aplauso cerrado
.......... es decir, una palabra.

..................................................... (Autoreconocimiento 1993)

Ahora escribo para quienes aprenden a amar a los humanos, a la tierra, a los animales, al viento, a la poesía.

-¿Qué lees?
Cuando entraba a la Universidad leía a Lao Tsé, el Eclesiastés, a Francis Bacon, Sobre la naturaleza de los seres y Las purificaciones de Empédocles. Tuve que bailar cueca sobre mis libros y rescatar de mis lecturas obligatorias algunas teorías sobre el verso y el ritmo. Hoy leo de Gastón Bichelard sus ensayos sobre la creación poética basadas en la sicología ascencional, El aire y los sueños, ensayos sobre la imaginación y el movimiento. El origen musical de los animales símbolos en la mitología y la escultura antiguas de Marius Schneider me cuenta como los antiguos humanos conocieron la música a través de la observación e identificación con la naturaleza, en un muy profundo intento de codificar los principios universales de la creación mediante sonidos, movimientos, mandálas astrológicos y cantos. Leo poemas de Alejandra Pizarnik, Javier Bello, Carlos Piera. Lectura que hago de los poemas que me
regalan mis amigos es, sin duda, mi lectura más profunda y feliz. Leo con insistencia un gran cartel que está ubicado en la entrada a un pueblo que comienzo a visitar con frecuencia: "Coronel comuna saludable. No al maltrato infantil".

Participar de la vida estudiantil universitaria implica cosas tan desagradables como tener que usar los baños
públicos. Ya no quisiera leer más en esas paredes. Busco ansiosa libros que teoricen sobre la gnosis del arte, la creación poética y sus experiencias inmanentes. Hoy leí en las hojas de los liquidámbar la historia de todos los otoños...

SIN TlTULO

.......... Tres toros blancos o cuatro o cinco toros blancos corrían por tu sueño
Y yo supe que soñabas porque golpeabas mi mejilla con arena buscando cardos florecidos
Y yo supe que mi mejilla ya no era mía, sino en tu sueño, una pradera amarilla que llegaba hasta el Mar
.......... (Cuando viene en alas de miedo, en grillos, en olas de música inexistente
El poema se transforma en una guerra
Más verdades mueren sin palabras y nacen versos afilados, malditos)

.......... Perdí el rostro
Nunca más la expresión del dolor cabra en su máscara vacía
Escojo espigas maduras y las ato, y con ellas cubro el hueco
Y con ellas construyo una escalera interminable para emerger del sueño
Para detener el gesto homicida de tu mano arrancando cardos por la noche

.......... (Nuevamente un poema sin máscara y sin manto
.......... Un poema atrapado en un cuerpo frío
.......... Una vida nueva sería cubrirse con un río.)

CAUÑICÚ

......... Transformada en la velocidad de la nieve cuando traspasa las heridas de la tierra
En la poeta que soñamos, sin asma ni estigma

Yo soy del aire
Del aire verde y alzado
Yo estoy más lejos de la sangre que del sol

......... Transformada en pasto verde de ladera o manto de mallín
En liquen vivo y reluciente
.......... y en su escarcha
en agua y en serpiente
..........
.......... Transformada en el alma de un caballo para amar la flor perdida de la grieta

Yo soy del aire
yo estoy más lejos de la sangre que del sol.

EL ÁRBOL DE LA VIDA

La sangre no se derrama hija mía
La abundancia de palabras
Los frutos del estigma
maduros
Los adoquines mojados
y el galope
Todos ellos
devorados
hacen eterna a la lluvia.

SIN TíTULO

Logré anticipar el otoño
Ningún mar se abrió, pero el otoño estuvo
hasta debajo de las aguas
y yo me torturaba huyendo de mi creación
y yo me torturaba buscándome entre las hojas

Este libro es mi casa
cuando se abren sus puertas salen por sus ventanas las ventanas las lenguas del viento
y porque el viento llama al viento
y se oyen entre sí las palabras
acuden una a una a la lágrima sagrada del poema.

SIN TíTULO

Ahí está el niño silencio
Arrodillado a tus pies
Alejandra, iqué vas hacer con el niño en silencio?
Para él ya no hay misterio, ni causa, ni voz
Para la que la sangre fluya y se quede abrasada
En el hueco

Y se seque.

SIN TíTULO

Alguien espera en la soledad del muelle
Transparencia
Esencia
Anguilas luminosas

Alguien olvida el canto de la isla
Con las manos atadas a la cintura
Alguien espera un nombre y una casa

Negro
Arrebol
Anguilas Luminosa

 

Los halagos más importantes que ha recibido Damsi Figueroa vienen de sus pares. El propio Gonzalo Rojas la incluyó en una antología recién publicada en Madrid, donde Damsi comparte espacio con Gabriela Mistral. Es segunda vez que a esta oriunda de Talcahuano la incluyen en una antología publicada en el extranjero. En el ambiente literario dicen que es la mejor poeta chilena bajo los 30 años, y ella, orgullosa, responde: "Siempre he tomado mi trabajo poético como lo más importante. Así tenía que suceder luego de trabajar mucho y tan serio". Sus principales influencias vienen de la filosofía y la fenmenología, y de la lectura apasionada de poetas como Hölderlin y las chilenas Alejandra Ziebrecht y Estela Díaz Varín. Egresada de pedagogía en español de la Universidad de Concepción, también colabora en proyectos audiovisuales. En 2002, ganó la beca de creación del Consejo Nacional del Libro, y el mes pasado publicó su segundo libro, Cartografía del éter.