Cambio de canal, ruido. Cambio de canal, ruido. Apago la tele, ruido. La mente en blanco durante un breve instante. La mente en blanco dura tres patadas. Ya no es posible una mente en blanco. ¿A qué color asociamos el silencio, al blanco, al negro, al azul? Aquí es estática constante. Un ruido constante.
En Zapping, Carlos nos habla de un reyno y de una fundación, pero ¿de qué y con qué palabras e imágenes? Hay, en sus palabras, un diorama, es decir, una representación de una escena, de lo que sucede. Está ahí y nos lo muestran como una realidad, y, citándolo, “lo demás queda a la vista de quien mire”. ¿Qué es lo demás? ¿Es tan fácil mirar?

Carlos Aguilar Islas
Zapping es un libro que es un conjunto en sí y que bien podría ser un solo gran poema. Hay cambios rítmicos de poema a poema como también los hay dentro de un mismo poema. Si fuera el libro un solo gran poema, se podría decir que tendría características similares en su forma y fondo a la que tienen algunos poemas por sí solos en el libro.
Voy leyendo el poemario y me preguntó: ¿a qué canal estoy asistiendo? Entre las voces, las interpelaciones, las imágenes y algo que nos habla de una fundación que no fue en siete días.
“restar la mirada cansada de palabras y escenarios
moverla hacia cada uno de los relatos olvidados”
Me hacen pensar estos versos que el mensaje está ahí, no como parte de un titular de noticias morbosas ni comentarios vacíos sobre hechos no importantes, sino que está ahí, hay que mover los ojos del punto fijo. La imagen no es siempre lo primero que vemos, porque, en palabras del poeta, “caen días y noches, solo mueren crónicas que nadie escribe pero sí que se pueden leer”.
Pero, y de nuevo en palabras del poeta “nos hace mal la lucidez
somos piezas bonitas o feas o siluetas de papel de lo que hicieron con nosotros”
Hay una palabra que el poeta reitera: el diorama. Un diorama es una representación en miniatura tridimensional de una escena, de un momento, de un suceso. Como las representaciones de batallas de los museos, donde siempre se contará “una historia”, no “la historia”, sino “una”. Otra cosa que me llama la atención es que pareciera que hay más de una voz poética hablante a lo largo del libro, como distintos canales. Y me da la idea que una es la voz del poeta y otra es la voz externa, esa que es impuesta, esa que nos hace decir, que muchas veces nos obliga a decir y hablar de una forma que no es la nuestra, no cómo realmente hablaríamos y diríamos en nosotros mismos.
Con eso cito a Alejandra Pizarnik: "Hablo como en mí se habla. No mi voz obstinada en parecer una voz humana, sino la otra que atestigua que no he cesado de morar en el bosque".
Hay, entonces, estímulos y elementos externos que nos alejan de nuestra propia hablar interna, si es que eso realmente existe así en un estado puro.
Como al hacer Zapping, en ese acto, la acción precedente al “scroll” de “reels”, también configuro en distintos momentos o imágenes esta presentación. Continuo con otra imagen: “policías a caballo juegan polo”: Yo veo la imagen de un paco a caballo con la luma repartiendo golpes, pero si la tele dice que están jugando polo, bueno, así será la verdad, a fin de cuentas.
El concepto de Zapping nos lleva a la idea de la televisión. Eso me recordó a un pasaje de “La Resistencia”, un ensayo del año 2000 de Ernesto Sábato en el que dice:
“¿Cómo hace el ser humano para soportar el aumento de decibeles en que vive? Las experiencias con animales han demostrado que el alto volumen les daña la memoria primero, luego los enloquece y finalmente los mata. Debo de ser como ellos porque hace tiempo que ando por la calle con tapones para los oídos.”
Ruido de zapping escribe Carlos, me lo imaginé e inmediatamente interpelado por el libro imaginé. Imaginé “muchas voces, ruidos, palabras al aire, velocidad” y se podría asemejar ese ruido de zapping, si lo imaginamos, al ruido de la ciudad despierta, a las 6 de la tarde, en una calle del centro, con toda la gente saliendo de las oficinas, por ejemplo. Como el ruido de una colmena, pero artificial.
Para ir cerrando, me gustaría comentar que en los poemas hay una voz directa, sin embargo, también hay imágenes y símbolos que hay que imaginar y descifrar, como por ejemplo “cae un palo sobre el pájaro que vuela y sigue ausente la cuadra” o “Se intenta despertar y cae un mazazo, entre lo rojo y lo negro apaga al pájaro que vuela con la lengua”. En estos versos veo tradiciones literarias amontonadas para a fin de cuentas hablar de lo que nos convoca al hablar de poesía: el lenguaje.
Los poemas tienen imágenes y escenas, movimientos que van hacia un lado planificado. Veo en este libro un trayecto, un punto de partida, una hora de comienzo del programa, y un punto de llegada, una hora del cierre de transmisiones. Aunque la llegada pareciera oscura, un apagón. Un gran apagón para mirar a nuestro alrededor, cuando es eso, quizás, lo que nos falta. Y vuelvo a las preguntas enunciadas en un principio, en base a uno de tus versos: y “lo demás queda a la vista de quien mire”. ¿Qué es lo demás? ¿Es tan fácil mirar?

Presentación realizada el 21 de noviembre de 2025, en la Biblioteca Pública Dr Matías Yuraszeck, Puerto Montt, instancia en la que también estuvo presentando la poeta Javiera León Francino.