La esencia del objeto no desaparece al fragmentarse
(CCLa Moneda, 2016). Pablo Picasso.
Con este verso abro la presentación sobre EKFRASIS, de Sebastián Alvarado Fuentes. Él también abre su poemario con este verso y dudo que sea al azar. La verdad, creo que nada del libro es al azar. Preguntas. Me gusta cuando un verso, poema o conjunto de poemas me evoca preguntas. Porque las preguntas generan pensamiento, pensamos con el lenguaje y el poema a su vez lo tensiona y lleva a sus límites. Es una circularidad que, al menos yo, espero en la poesía. Pensamiento y emocionalidad, racionalidad e irracionalidad, juntas, como siempre han estado ya que es uno neciamente quien intenta separarlas.

Sebastián Alvarado Fuentes
En este libro, el poeta reescribe películas y obras con los poemas. Cada poema tiene como título el nombre de la obra. Así está construido el libro, como una experiencia fenomenológica del poeta con las obras, donde lo que queda es el poema.
La esencia del objeto no desaparece al fragmentarse
¿Será acaso que somos fragmentos de momentos, recuerdos y emociones asociadas a ellos? ¿Puede ser nuestra experiencia en esta realidad contada como un montón de cuadros que, fragmentados entre sí, puedan aún contar una parte esencial de nosotros?
Cada fragmento tiene la esencia y cada fragmento dialoga y se pregunta. Vemos aquí un conjunto que busca una relación entre la forma y el contenido, como hemos visto en otras obras del poeta.
Me voy a referir a la impresión de algunos poemas. Con el que abre el libro dice:
(no, no es otra dimensión es la nuestra
pero vista de cerca)
Y lo dice entre paréntesis. Yo te reescribo y te digo:
no, no es una invitación a ver las películas y las obras como una reseña,
es la obra, pero vista de cerca.
El poeta reescribe la experiencia con los versos. Por eso, quizás, no leemos una referencia explícita política, social o histórica cuando en el segundo poema leemos el título “Machuca (2004)” Andres Wood. No, no están las palabras que siempre asociamos a esa parte de nuestra historia. Acá leemos:
¿cómo te llamas?
no te escucho
¿cómo te llamas?
no te entiendo
¿dónde estás?
Aquí las preguntas abren más imágenes que una afirmación.
No he visto todas las películas ni obras aquí mencionadas, quizás con suerte la mitad. Y como lector, ¿qué genera eso en mí? Creo que es inevitable un efecto. Si te gusta, resuena o conmueve el poema y no has visto la película, quizás quieras verla. Si has visto la película, buscarás una imagen que te haga sentido. Si has visto la película y te gustó, habrá un componente emocional mediante. Y así. Sin embargo, el libro puede ser disfrutado en su conjunto, en sus imágenes y en su composición si conocer ni haber visto ninguna de las obras que dan los títulos a los poemas.
“las cosas cambiarán, pero hay cosas que el mundo hoy día no puede ver”
de GABRIELA MISTRAL (GAM, 2019). Andrés Kalawski
¿Cómo el poeta traduce una obra visual o audiovisual a un poema? ¿cuánto de ello, sino todo, es una experiencia personal de la observación, resonancia y apreciación?
Hay un ritmo en el libro. Las obras aludidas son distintas entre sí, en múltiples factores, pero en el libro hay un ritmo, un patrón común. Uno de los elementos que lo marca es algo que ya he mencionado: la pregunta. El poemario se compone de muchas preguntas, aparecen 62 en total a lo largo del libro. Más allá del contenido de ellas, me fijo en la entonación, en la pausa, en el silencio posterior, en todo lo que aporta la interrogación al ritmo de un libro que nos entrega preguntas e imágenes. Y es que una experiencia fenomenológica no puede consistir en certezas ni verdades. El poeta mira, siente, piensa y construye.
ZÉRO DE CONDUITE (1933). Jean Vigo.
que la revolución sea
marchar hacia la infancia
que la infancia sea
una permanente revolución
…
ya no pueden decirnos qué hacer
nosotros tenemos el secreto:
la vida solo tiene sentido
cuando jugamos a ser infinitos
Lo que les decía: con esos versos, quiero ver la película que no he visto. Porque el poema me toca.
MIA AIONIOTITA KAI MIA MERA (1998). Theodoros Angelopoulus.
el horizonte es la niebla
en la que se adentra un niño
¿dónde está la frontera?
¿qué es una frontera?
veo unas siluetas
Y aquí, en este ejercicio, ¿dónde está la frontera? ¿Dónde está la película y dónde el poema? ¿Dónde termina la experiencia subjetiva del autor con la película y comienza la escritura del poema?
Y, para terminar, no podía faltar. Cuando supe de este libro, tiempo antes de su publicación, pensé “no puede faltar Tarkovski en un libro de Sebastián”. Gracias a él vi Stalker y aún lo agradezco.
NOSTALGHIA (1982). Andréi Tarkovski.
debes arrodillarte frente a las velas
¿podemos conocernos los unos a los otros?
¿podemos borrar la frontera?
Poesía en imagen son los planos de Tarkosvski. Y qué buena pregunta en el poema: “¿podemos borrar la frontera?”. Pareciera que Tarkovski sí lo hace. Alvarado te arroja una imagen para dialogar hacia un dispositivo audiovisual, Tarkovski desde la imagen audiovisual, escribe al poema.
STALKER (1979). Andréi Tarkovski.
¿por qué vas a ese lugar?
necesito que mis palabras tengan algún significado
necesito abandonar el hábito de traducir el miedo
…
acá lo único que persiste es una tensión
entre el alma y la realidad
no todo tiene un sentido
no todo tiene una razón
Yo pienso: ¿cómo ser poeta, ver esta película, y no querer escribir un poema? Es como leer un buen libro de poesía, te dan ganas de mirar el vacío y luego escribir.
¿por qué vas a ese lugar?
necesito que mis palabras tengan algún significado
¿Por qué vamos hacia ese lugar? Quizás nunca encontremos ese sentido, pero a pesar de eso, incluso sabiéndolo, asumiendo una derrota del lenguaje, de igual forma vamos a ese lugar y buscamos, buscamos y buscamos. Gracias, poeta, por buscar.