Si la poesía tuviera un doble ese doble sería la mística. Ambas aspiran a la anulación del yo para transformarse en algo que es un medio y no un fin. Ambas entienden que el lenguaje es la zona que delimita la experiencia entre lo expresable y lo que no. Ambas saben que se trata de algo mucho más grande de lo cual uno es una parte mínima, una conexión, un puntito más. En ese sentido, gran parte de la gran poesía latinoamericana puede leerse como una forma de mística que va desde cierto tipo de oración en Mistral como un monólogo interior o asumir que si Dios es todo, el universo es ese todo y desde el Big Bang hasta los agujeros negros que nos devorarán son también Dios como lo entiende Ernesto Cardenal en Cántico cósmico o incluso el panteísmo neobarroco de Marosa di Giorgio como la conciencia del ser de los conceptos que es lo que mira Hugo Mujica a través de la noche de la humanidad.
De algún modo, estamos hablando de un secreto, del propio secreto que es el lenguaje y que en proyectos como estos nos recuerda que hay una realidad a la cual solo se llega saliendo de las palabras, convirtiéndolas en algo que las transforme en otra cosa, ya sea que se fusionen con el ruido de las olas del mar o en el silencio de los desiertos. La idea de fondo es volver a habitarnos, pero sabiendo que hay mundos dentro de este y otros dentro de esos otros. Es lo que nos muestran los mitos y su secularización que es la literatura. Esa es su potencia radical: hacernos otros a nosotros mismos y hacer de este mundo un otro mundo. En este punto es que mística, poesía y ciencia se vuelven a encontrar porque, en definitiva, se trata de volver a vivir de otra forma: nuevos modos de existencia en un universo que se nos agranda con cada descubrimiento de la cosmología, pero que a la vez nos parece que está indefectiblemente unido a lo más pequeño que también somos.
Ignacio Muñoz Cristi
Un libro en esta perspectiva es el propio mensaje. Lo que allí dice es lo que está siendo. Cada palabra es lo contrario de la palabra hablando de la palabra y en esa paradoja es que la poesía no es otra cosa que la civilización hablándose a sí misma. Una suerte de teología negativa, pero en literatura. Una literatura negativa que nos ilumina sin dogma ni verdades sino que anula la distancia entre el autor y el lector, entre el anverso y el reverso, entre el sí mismo y el otro, pues de lo que se trata es que cada uno de nosotros somos también el universo ocurriendo. El Big Bang no es un evento del pasado sino que la expansión sigue sucediendo entonces tiempo y espacio se convierten en otro pero que es el mismo.
Es de lo que se trata el poema “El doble” de Donde los ángeles temen pisar. Odisea poético-espiritual de Ignacio Muñoz Cristi. Comienza así: “Dentro de ti hay un otro/ que no conoces./ Ciertas noches sin saberlo/ desde sus ojos/ observas en sueños/ y lo notas porque no te reconoces/ en esa forma de mirar ni de sentir” y termina con la siguiente enseñanza: “búscale en tus sueños/ en tus más locas fantasías/ búscale en el silencio y la quietud./ Luz obscura somos dos, siempre dos.”
Como decía, la mística no es solo la fusión con Dios sino la fusión con todas las cosas de entre las cuales ese “oro” es también Dios. El libro de Ignacio es ese otro en donde él piensa, siente, reflexiona, comparte sus viajes terráqueos como celestes, solo o acompañado por otros viajeros que se encuentran en el rito alrededor del fuego cósmico que son las miradas en una noche como esta. Desde el prefacio con las palabras que soñaron con Humberto Maturana hasta las de él mismo al final donde reivindica al poeta como un héroe de una épica cotidiana contra sí mismo en que tanto la victoria como la derrota son siempre una victoria porque no se trata de ganar sino de darse ganar para la próxima batalla que es el día a día, el poema a poema tal como inicia el libro con “En el comienzo fue la poesía” pues la búsqueda por la primera palabra es lo que entendemos como mito, ya sea el de la Gran Diosa o la Ñuke Mapu, y desde allí es que podemos darnos la palabra como hermanos.
“Escrito sobre el agua” tiene que ver con esta misma hermandad, la comunidad de los destellos y el asombro que halla en la figura del haikú su más transparente oscuridad: “Veo en mi gran sombra/ incompleto sin ella/ no soy lo que soy” o en “El retorno de Quetzalcóatl” donde esos otros otros son también los otros yo que vuelven al origen ritual donde todos éramos todo, agua y piedra, cuerpo y cielo, flor y canto. “Misterios arquetípicos de la carne y el espíritu” insiste en esa complementariedad de lo otro y lo uno y en esa fusión generosa, gozosa, luminosa siempre se trata de uno más como una nueva persona gramatical que habla a través del “sagrado hermafrodita recién destilado” que es siempre el poema.
“Por los obscuros laberintos de la montaña sagrada” recorre el mundo que es siempre la parte del cerebro que no conocemos y cada lugar es también un tiempo común como dice el poema “Alfa y omega”: “Caminar en lo desconocido/ dejándose transformar” para como resume otro poema más adelante: “Re-politizar la espiritualidad y re-espiritualizar la política” que es, finalmente, el momento en que la obra se encuentra a sí misma siendo otra y siendo más ella tal como el encuentro del alma y el cuerpo, el propio retorno de la aventura que es esta Odisea poético-espiritual de Ignacio Muñoz Cristi, “un hombre como todos/ un hombre como ninguno”.
Las obras radicales tienen la característica común de hacernos entrar a algo desconocido y salir de allí siendo los desconocidos nosotros mismos. Algo ha cambiado porque entendimos que hay cosas que no cambian. Eso pasa con este libro que no tiene ISBN y que en su cadena de producción es un regalo en sí mismo “a la vieja usanza rokhiana”. Hacer a la poesía hablar en otra lengua que no sea la propia es también un regalo y un gesto de amor. Donde los ángeles temen pisar es una de esas rarezas que no podemos sino celebrar en el propio rito que es estar aquí y ahora.
Biblioteca Nicomedes Guzmán
Santiago, 6 de junio, 2025
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com El doble del doble.
(sobre «Donde los ángeles temen pisar». Odisea poético-espiritual de Ignacio Muñoz Cristi).
Por Héctor Hernández Montecinos.