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Jóvenes escritores cubanos: conversación con Jesús Jambrina
............(y una breve muestra de poetas fuera y dentro de la isla)


Por *Javier Campos
(Publicado en Revista ALPHA, N.18, 2002, Revista de Artes, Letras y Filosofia,
Universidad de los Lagos, Osorno-Chile)

 

Fue una sorpresa encontrarme recientemente en un congreso de literatura en la Universidad de Iowa, Estados Unidos, en julio de 2002, frente a frente, con intelectuales, poetas y escritores cubanos jóvenes. Dos residiendo aquí y otros dos que venían directamente de Cuba y luego del congreso se regresaban a su país. Conversé mucho más con el investigador y poeta Jesús Jambrina quien hace dos años vive en Estados Unidos. Jambrina tiene 37 años. Es periodista graduado en la Universidad de la Habana. Entre 1994 y 1998, trabajó en el periódico El Habanero donde fue editor de la página cultural así como del suplemento cultural Tertulia H. Luego pasó a la revista Revolución y Cultura en la cual fungió como jefe de redacción. Como investigador literario Jambrina ha presentado en La Gaceta de Cuba varios textos inéditos del escritor cubano Virgilio Piñera acerca de quien prepara un libro de ensayos. Desde su llegada a Estados Unidos también ha ofrecido charlas y conferencias sobre cultura contemporánea en Cuba y también sobre literatura homoerótica en la isla. Jambrina igualmente ha publicado poesía en diversas revistas, incluida Casa de las Américas, así como en antologías del género. Actualmente es estudiante graduado en la Universidad de Iowa, Estados Unidos.

El lector de esta entrevista, ya sea el joven escritor, el no tan joven, el intelectual o el político, podrá sacar sus propias conclusiones, pero una cosa me pareció muy cierta después de esta conversación: no estamos ante una situación cubana parecida a 1959, ni a los 60, 70 u los 80. Las nuevas generaciones de escritores, intelectuales jóvenes, analizan de otra manera su propio país, especialmente después de la caída del campo socialista y la acelerada globalización del mundo. Ciertamente con una crítica mucho más fuerte, mirando de otra manera la revolución. O como dice Jambrina directamente: "una de las grandes paradojas de la revolución cubana es que prepara a los ciudadanos para vivir en un mundo que no es el que su sistema político promueve".

Finalmente le pedí a Jambrina que hiciera una propia antología personal de poetas cubanos (que en estos momentos están llegando a los cuarenta años). El seleccionó a diez. La breve antología va incluida al final de la entrevista que fue la última pregunta que le hice. Me pareció necesario, luego de hablar sobre el contexto cubano y la inserción de sus jóvenes escritores en la situación que hoy vive la isla, hiciera también una breve antología de poetas que actualmente viven dentro como los que viven fuera de Cuba. La antología pudo ser mucho más extensa, pero por razones de espacio no fue posible agregar más poetas. Sin embargo la apretada selección que hizo Jambrina es una muestra muy representativa de lo que él conversó conmigo en la entrevista. Es decir, como el mismo Jambrina afirma: "yo diría que la gran mayoría de los escritores cubanos de hoy residentes en la isla narran la tragedia existencial del país, unos más directamente, otros de forma más sofisticada, pero todos la representan con sinceridad".

Como epígrafe el lector reparará que he puesto un poema del mismo entrevistado. Poema que le escuché en una lectura que hicimos juntos en la Universidad de Iowa en julio de 2002. El poema de Jambrina se debe leer también como parte de la antología incluida al final de la entrevista.


También a ellos le debemos la muerte,
a sus largos cantos y desgarramientos,
a sus amores y sueños;
también a ellos que pretendieron
endulzar los temores
y noche a noche encendieron la bujía.
A ellos, vampiros, asesinos, voyeuristas espirituales,
Premios y Galardones, poetas.

("Poética", Jesús Jambrina)

 

-¿Cuál fue tu motivo para no regresar a Cuba?
Yo me quedé en Estados Unidos porque para dejarme venir a la conferencia a la cual estaba invitado en el 2000 -por la "Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA)- se me exigió renunciar a mi puesto en la revista "Revolución y Cultura" donde trabajaba. La dirección de dicha publicación en una maniobra al estilo de los años 70 me prohibió viajar, yo me quejé a las autoridades correspondientes en el Ministerio de Cultura y éstas, inicialmente, apoyaron la decisión de la jefatura de la publicación e incluso manipularon durante un tiempo mi solicitud de visa avalada por la Asociación Hermanos Saíz (AHS) a la cual yo pertenecía. También hice saber a los organizadores de LASA 2000, quienes financiaban mi viaje y necesitaban una respuesta en fecha límite, que estaba imposibilitado de salir del país. Afortunadamente, no sin esfuerzos personales y de otros amigos, todo se aclaró y pude participar en el evento al que había sido invitado en Estados Unidos. Fue durante el evento que supe acerca de la posibilidad de solicitar a la Universidad de Iowa lo cual hice en tiempo record, fui aceptado y comencé en el programa en el otoño de ese mismo año. Como vez, fueron muchas las razones que influyeron en que tomara la decisión de permanecer en este país.

-¿Entonces, no te consideras propiamente un exiliado cubano en Estados Unidos?
Yo no me considero propiamente un exiliado puesto que mis razones básicas para vivir fuera no fueron las políticas. Tengo desacuerdos con el gobierno cubano, pero frente a la imposibilidad cívica y la desconfianza hacia la diferencia ideológica, en Cuba aprendemos a proyectar dichos desacuerdos y a convertirlos en gestos más o menos simulados lo cual es todo un modo de vida en el que las personas se apoyan unas a otras secretamente. Es una articulación sociocultural compleja que enseña a vivir dentro del discurso hegemónico, imbricado con él, pero sólo nominalmente, sin tomarlo al pie de la letra y evadiéndolo cada vez que se puede. Yo me considero un emigrante cubano como otro cualquiera, con toda la carga económica y política que ello conlleva y también con las muchas ventajas que ello trae, especialmente en el campo de la educación. En el mundo de hoy tener educación es un privilegio y los cubanos llegamos a cualquier parte del mundo con ese tema adelantado lo cual nos permite integrarnos rápidamente en cualquier país. Una de las grandes paradojas de la revolución cubana es que prepara a los ciudadanos para vivir en un mundo que no es el que su sistema político promueve. No sé cómo se va a resolver eso, en todo caso yo soy uno más de los muchos que le está sacando ventajas a dicha contradicción.

-¿Cómo es la relación que puedes tener tú, que ha decidido dejar la isla con aquellos dos cubanos que vienen de Cuba a hablar de literatura, poesía? Me refiero a los que conocí en la Universidad de Iowa ahora en julio: Roberto Zurbano, vicepresidente de la Union Nacional de Escritores y Artista de Cuba (UNEAC), y el poeta Juan Carlos Valls. ¿No se produce un cortocircuito entre Uds., es decir que pueda existir dos formas (o a lo mejor no hay conflictos) de ver Cuba en estos momentos?
Mis relaciones con Zurbano y Valls son excelentes pues los conocía desde Cuba y tenía relativo contacto con ellos. No sé si te comenté que después que me gradué de periodismo en la Universidad de La habana, en 1994, trabajé en un periódico que se llama El habanero a través del cual viajaba con frecuencia a Guines, el pueblo de donde es Valls mientras que a Zurbano lo conocía porque él era el presidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en la provincia de la Habana. En el año 1998 pasé a trabajar a la revista Revolución y Cultura, pero seguí en comunicación con ellos, especialmente con Zurbano quien entonces ya era el vice presidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC. En general, hasta ahora, no he tenido mayores dificultades con los antiguos conocidos que he visto en los últimos dos años y medios, aunque siempre te encuentras con personas que no te tratan igual por haber decidido vivir fuera de Cuba, y particularmente en Estados Unidos. Personas temerosas casi siempre que porque aspiran a ocupar u ocupan posiciones de poder dentro del sistema institucional prefieren cortar la comunicación con alguien que vive fuera. Pero la verdad es que no las culpo. Mi tesis en la escuela de periodismo fue acerca de la simulación en la vida nacional y haciéndola aprendí que bajo determinadas circunstancias la simulación es un mecanismo psico-social de defensa tan válido como cualquier otro, entonces a este tipo de personas hay que entenderlas como parte de un contexto específico donde se penalizan ciertas posiciones sociales, luego dichas actitudes no deben ser culpadas a priori. Yo las perdono.

-¿Sigues el diálogo con gente en Cuba o aquello se cortó para siempre?
Por mi parte, he seguido el mismo diálogo con los amigos y no creo que mi lugar de residencia cambie mucho las cosas en ese sentido, especialmente en el mundo contemporáneo donde la comunicación y el movimiento de personas, incluso desde Cuba, es mucho más fluido que hace 10 o 20 años. No sé si sabes que en Estados Unidos es ya muy normal la visita de escritores y artistas cubanos lo cual permite que la distancia entre ambos países sea muy relativa. Para ponerte el ejemplo sólo de Iowa City, desde hace 2 años y medio que es el tiempo que llevo aquí, no han dejado de pasar por la ciudad poetas y escritores residentes en Cuba: en Octubre del 2001 se realizó un evento sobre la cultura en la isla al cual asistieron, entre otros, Antón Arrufat, Premio Nacional de Literatura, Maggie Mateo, profesora universitaria, Reina María Rodríguez, tal vez la poeta más premiada de la literatura cubana contemporánea, Pedro de Jesús López, uno de los escritores jóvenes más transgresores dentro de su generación. Igualmente, asistieron intelectuales cubanos residentes fuera como Román de la Campa, Rafael Rojas y Ruth Behar, entre otros. El poeta Norge Espinosa, a quien te mencioné hace un rato, pasó 8 meses en el International Writing Program (IWP) y después como escritor en residencia auspiciado por la Universidad de Iowa, en Agosto de 2002, estará llegando al mismo programa Antonio José Ponte, otro de los jóvenes escritores, sin contar las presentaciones musicales de Cubanísmo o el Buenavista Social Club. Es decir que la comunicaciones entre Estados Unidos y Cuba son mucho más fluidas y, bueno, eso hace que los emigrantes no nos sintamos absolutamente desconectados de nuestra matria para decirlo con la palabra que usa Rolando Sánchez Mejías, otro poeta cubano, pero residente en Barcelona.

-¿Por qué crees tú que puede quedarse aún en Cuba el escritor, por ejemplo, Pedro Juan Gutiérrez (con novelas como "El rey de la Habana", "Trilogía sucia de la Habana", "Anclado en tierra de nadie:, "Animal tropical") cuando el mundo narrado de él muestra una Habana casi en ruinas, parecida a una ciudad medieval arrasada por la pobreza, el sexo casi animal, el hambre y otras lacras? ¿Por qué no lo publican en Cuba, pero sí en España?
Yo no podría responderte por Pedro Juan Gutiérrez, cada cual tiene sus razones tanto para quedarse como para irse y esas razones pueden ser tan diversas como los seres humanos mismos. No creo que este autor sea el único que cuenta el paisaje de la crisis, yo diría que la gran mayoría de los escritores cubanos de hoy residentes en la isla narran la tragedia existencial del país, unos más directamente, otros de forma más sofisticada, pero todos la representan con sinceridad. Pedro Juan tuvo la suerte de encontrar un editor en el momento justo que, además, lo descubrió como autor literario incluso para las editoriales cubanas puesto que él era conocido como periodista de la revista Bohemia, pero su trabajo de ficción y su poesía se conocían poco, yo diría que nada para el gran público. Tengo entendido que en Cuba, luego de su éxito internacional, se le publicó un libro de cuentos, pero todavía no sus novelas ¿por qué? No lo sé, como te dije, mucha de la literatura que se publica hoy en el país refiere los problemas de la crisis, quizá, eso sí, no tan crudamente como lo hace Pedro Juan, al menos en sus dos primeras novelas. Como sabes, él practica lo que se ha dado en llamar "realismo sucio" y como Zoe Valdés, tiene descripciones consideradas espurias y soeces y no creo que ni las editoriales ni las instituciones culturales estén preparadas todavía para permitir ciertas crudezas literarias, aunque algunas revistas se han atrevido a publicar textos altamente transgresores. Mi opinión es que cada vez más la censura ideológica en sí tiene menos espacio, pero todavía resurge en la defensa de la moral ciudadana, las tradiciones culturales y la historia del país, aspectos todos que en tiempos de crisis son, precisamente, los más cuestionados.

- Cintio Vitier ganó recién el Premio "Juan Rulfo" 2002 en México, ¿qué te une a ti, como generación de escritores jóvenes cubanos, a él, a su poesía, a su actitud política, ideológica?
Me une a Cintio Vitier su pasión poética, su respeto por el acto poético, su dedicación a la literatura, pero me separan de él algunas de sus posturas críticas, cierta concepción maniquea acerca del deber ser, el espíritu y la carne, el bien y el mal, la poesía y la historia. Cintio es defensor de una idea de la
cultura donde sólo tiene completa cabida lo que él considera afirmativo para el sujeto, es un representante cubano de ciertas zonas del discurso hegemónico occidental donde el deber ser implica la anulación de los conflictos de sexo, raza y religión, donde el sujeto sea cual sea su género, raza y fe debe convertirse en hombre o mujer heterosexual y cristiano/a para acceder al paraíso celestial, donde la justicia está limitada a algunos valores dentro de la tradición judeo-cristiana, pero no a otros relacionados con el devenir moderno. Sin embargo, y aquí se nos presenta una de las contradicciones dentro de los procesos culturales, en el contexto de la revolución cubana, el catolicismo le permite a Cintio Vitier mantener una postura crítica hacia las instituciones seculares y a él los jóvenes intelectuales cubanos le debemos cierto cuestionamiento de las consignas revolucionarias, cierta llamada de atención sobre los excesos unanimistas, el respeto idílico por la libertad política y la constante motivación por las circunstancias nacionales. Cintio es un patriota en el sentido martiano de la palabra, mantiene un constante amor por el prójimo donde quiera que este se encuentre, especialmente dentro de Cuba, y estimula la vocación universal, confía en ella como aliada de la inteligencia. Todos estos son valores éticos que son vitales en el mundo global en el que vivimos.

-¿Estiman los poetas, artistas jóvenes como tú, al poeta y ensayista, Roberto Fernández Retamar quien es y ha sido y es una de las figuras más representativa de la cultura cubana desde la revolución ?
Con la poesía de Retamar no siento afinidad particular, aunque sí creo que tiene textos antológicos, especialmente en sus primeros libros: "Nosotros los sobrevivientes/¿A quiénes debemos la sobrevida?/¿Quién se murió por mí en la ergástula?/¿Quién recibió la bala mía,/La para mi, en su corazón?/ Sobre qué muerto estoy yo vivo..." En este poema que cito, por ejemplo, no me interesa el sentido de culpabilidad, la fatalidad de sentirse disminuido frente al hecho revolucionario. Creo que ese tipo de sensibilidad terminó apoyando la idea del intelectual como sujeto pequeñoburgués y por lo tanto prescindible a nivel público en medio del proceso revolucionario. Ahora, como sí aprecio a Retamar es como el gran ensayista que es, creo que es una de las mentes más lúcidas en esa dirección, aunque también debo reconocer que no comparto todos sus puntos de vista. Es un escritor exquisito y su ojo para la poesía es privilegiado. Te confieso que acepté publicar unos poemas en la revista "Casa de las Américas" por la sola idea de que Retamar leyera algunos de mis textos, su aprobación para que se publicaran, sin conocerme, es uno de los mejores estímulos que he recibido.

-¿Hay entre la poesía joven, la escritura cubana actual, alguna temática recurrente?
Desde mediados y finales de los 80 la poesía cubana ha venido girando hacia preocupaciones más personales, es decir, el contenido social que todo texto poético puede tener comenzó a originarse a partir de los conflictos existenciales del creador y desde ahí irradiar hacia el espacio público. La revolución, parafraseando una famosa frase de Reina María Rodríguez, pasó a ser una cuestión personal. Como sabes, la poética revolucionaria exigía que lo individual estuviese subordinado a lo colectivo, el poema debía representar, más o menos fielmente, la voz del pueblo. Sin embargo, cada vez más el sujeto mismo, sus contradicciones privadas han venido ganando terreno en los textos y gracias a ello hoy podemos encontrar una variedad temática bastante amplia en la poesía y la literatura cubana en general. Por ejemplo, ya es normal leer no sólo poemas aislados sino libros completos de sensibilidad homoerótica, autores como Norge Espinosa, Nelsón Simon, José Félix León o Juan Carlos Valls, a quien conociste en el Congreso, publican sus libros sin dificultad alguna y aunque sí deben enfrentar todavía a nivel individual los prejuicios heterosexistas ya estos últimos no están institucionalizados por decreto como lo estuvieron hace 30 años . También son mucho más abiertas las referencias a los temas raciales, los códigos expresivos han variado en este sentido y son representadas las problamáticas en esa dirección. Estoy pensando en los textos de Ismael González Castañer o Rito Ramón Aroche, aunque ellos trabajan sobre la base de una fuerte teorización post-estructuralista y no sé si sus textos son verdaderamente comprensibles más allá de las élites intelectuales. Pero en todo caso son temáticas que están ahí. Debo aclarar que estas son opiniones que estoy ensayando a partir de mi propia experiencia como lector y no debes tomarlas categóricamente; estoy seguro que un estudio más sistemático podría darte más elementos sobre esto que te digo y descubriría otros también.

-¿Qué piensas de la poesía y escritura de la diáspora, es decir, cómo se va a resolver el problema de integrar esa producción ¿Se la publica en Cuba, digamos en los medios más oficiales o de más circulación?
Por una parte creo que esa poesía representa una línea de fuerza que gravita sobre la escrita en Cuba en la medida en que incorpora un conjunto de experiencias distintas y por otra todavía no puede decirse que reciba en las editoriales cubanas la importancia que merece en relación a su público natural que sería el habitante de la isla. En mi opinión, en esta dirección se abren también una serie de posibilidades para el estudio. Debo aclarar que cada vez más autores del exilio y la diáspora en general encuentran espacio en las instituciones culturales cubanas, pero ese es un camino que sólo está empezando y creo que en el futuro dinamizará la actividad poética y la cultura cubana en general.

-¿Crees tú que hay ahora (o habrá) una fuga más intensa de intelectuales, escritores cubanos?
Desde finales de los ochenta, cuando la vanguardia artística, especialmente los pintores, comenzaron a ser autorizados para salir de gira por el exterior, pasar temporadas completas e incluso residir fuera, se ha hecho muy común que algunos intelectuales se establezcan en otros países, al principio sucedió con México y España, pero ahora puedes encontrarte artistas y escritores cubanos en decenas de países, excepto Estados Unidos, viviendo con el famoso Permiso de Residencia en el Exterior (PRE), algo que también pueden hacer los ciudadanos normales que consigan un permiso de trabajo fuera o simplemente tengan quien los financie. Bajo este Permiso, siempre que estas personas no se afilien con organizaciones desafectas a la revolución o simplemente no critiquen demasiado la política cubana, se puede ir a la isla a visitar a la familia y se conserva la nacionalidad sin problemas, es decir, los derechos universales de la ciudadanía sólo son respetados si se aceptan las reglas del control estatal, si en algún momento haces algún tipo de declaración o cometes algún devaneo ideológico, entonces te castigan no dejándote entrar al país por el tiempo que ellos decidan. ¿Tiene esto algún sentido? No me parece, pero ellos dicen que sí y saben que la gran mayoría debe aceptar este pacto si quiere regresar a Cuba algún día. No es justo.

-¿Qué ha sido para ti vivir en EE.UU, en las "entrañas del monstruo?
Para mi vivir aquí está siendo una experiencia de aprendizaje en la medida en que puedo comparar entre lo que se nos ha dicho sobre Estados Unidos en Cuba, lo que uno mismo ha leído por su cuenta, más el testimonio de familiares y amigos que han vivido en este país por más de 50 años. Todo eso me brinda un arsenal de referencias que sólo yo puedo articular en mi cabeza. Básicamente siento que está surgiendo un hombre nuevo, alguien que estaba encubado en mi pero que no había tenido la oportunidad de expandirse plenamente. No es que yo no me haya sentido libre en Cuba ni mucho menos, si oficialmente fui considerado "no confiable", como me dijeron en la dirección de la revista donde trabajaba, fue precisamente porque traté de ser lo más consecuente posible con lo que yo creía y expresar algunas opiniones. Cuando digo que surge un hombre nuevo, me refiero a que en este país he tenido la oportunidad de dedicarme por completo a lo que me interesa y vivir de eso honestamente, saber que mis opiniones políticas no van costarme un viaje al extranjero o un puesto en la Universidad. Suma a eso que hasta puedo ser más solidario económicamente con mi familia y mis amistades en Cuba lo cual me hace sentir particularmente bien pues sé que mi ayuda resuelve problemas concretos a personas concretas que además son de mi afecto inmediato.

-¿Entonces te consideras privilegiado vivir en El Primer Mundo?
Sí claro, sé que todo esto es un privilegio por haber caído en un país del primer mundo y precisamente por ello me doy cuenta de cuán absurdas son algunas de las concepciones económicas cubanas así como las medidas norteamericanas contra el libre comercio con la isla o la prohibición a viajar a Cuba a los ciudadanos norteamericanos. No estoy seguro de que el gobierno cubano ni el de los Estados Unidos tengan voluntad política real para servir a las relaciones normales entre ambos países y en el medio estamos nosotros, los ciudadanos comunes, los norteamericanos porque no pueden ir a Cuba legalmente y los cubanos porque no podemos salir y entrar libremente a nuestro país sin pasar por los miles de controles visibles e invisibles que se nos pone cuando queremos hacerlo. La realidad objetiva es que unos y otros, los norteamericanos y los cubanos, somos rehenes de las políticas de ambos gobiernos. Viviendo aquí me he dado cuenta de esos "detalles" que no los habría sabido de no haberme convertido en un emigrante.

-¿Qué importancia sigue teniendo (o no tiene ninguna ya) para las generaciones como la tuya, para los jóvenes escritores y artistas cubanos, la figura y el legado del "Che Guevara"? Pienso en su conducta revolucionaria de los 60's, que aun la revolución levanta como un símbolo intocable, y por otro lado aquel legado quizás utópico de sus escritos como el "socialismo y el hombre nuevo".
Yo no sabría decirte exactamente cuál es el significado que pueda tener la personalidad del "Che" para los escritores jóvenes cubanos, mi percepción general es que a diferencia de ser como él, como se nos hacía repetir a todos durante la escuela primaria, la mayoría de los intelectuales jóvenes cubanos han escogido ser como ellos mismo y no como el "Che" o cualquiera de los líderes históricos de la revolución. Hay un verso famoso de Norge Espinosa (que incluyo en la antología al final de esta entrevista) que dice: "Yo no necesito la gloria de estos mártires". En general creo que ha sido una característica de las nuevas generaciones marcar una raya entre esas figuras heroicas y ellas mismas lo cual, en mi opinión, es saludable. Al "Che" se le recuerda, entre otras cosas relativas a la cultura, como el hombre que culpó a los intelectuales cubanos de no ser suficientemente revolucionarios, demostrando así su desconocimiento de la tradición literaria del país donde figuraban no ya escritores y artistas honestos y partidarios de la revolución, sino autores comprometidos con el socialismo y comunismo probablemente mucho antes de que al propio "Che" le pasaran por la cabeza esas ideas. También se le recuerda por haber censurado al embajador de Cuba en Argelia a principios de los sesentas por tener en su biblioteca personal un libro de Virgilio Piñera, ejemplar que extrajo del librero y lo lanzó contra la pared exclamando: "Y este maricón qué hace aquí". Creo que ambas anécdotas son sintomáticas de cómo pensaba el "Che" Guevara de los intelectuales cubanos de su época. En lo particular, veo al "Che" como parte de un momento histórico altamente contradictorio que todavía estamos asimilando (ojalá que) críticamente; encuentro en sus trabajos escritos el testimonio de un poseso político, de un hombre deseoso lo mismo de amor que de violencia (justa si es que la violencia puede ser justa, lo cual personalmente no creo). Es decir que, en cierto sentido, el fantasma del "Che" recorre la historia y desde ella se mueve en la escritura como una realidad que podemos disimular, pero no evitar. Yo por mi parte he preferido exorcizarlo en ese verso que no se si recuerdas de la lectura que hicimos juntos en la Universidad de Iowa (julio 2002): "un niño se enamora en silencio de la foto del Che".

-Alguna izquierda nostálgica no sólo de América Latina sino de otras partes del mundo, aún defienden a Cuba como si fuera 1959 o los 60, los 70. ¿Cuál es para ti alguna apropiada manera de solidarizar con Cuba en este Tercer Milenio donde no existe ya ningún campo socialista y donde la globalización es lo dominante?
La ayuda a Cuba pasa por una reconstrucción responsable de la historia de la revolución desde el punto de vista de sus contradicciones de lo contrario se corre el riesgo de cometer los mismos errores nuevamente. Hay que pensar en qué está pasando con los prejuicios raciales, con los prejuicios sexuales, los desniveles entre las ciudades y el campo lo cual ha generado un flujo migratorio interno creando serias diferencias sociales. El principio de la salud y la educación gratuita sin dudas es algo importante que ninguna mente racional puede negar, pero no es el único principio que los seres humanos necesitan para vivir una vida plena. No pueden seguir mencionándose sólo los aspectos positivos del sistema cubano sin referirse a los negativos que también existen. Es tiempo de que la izquierda asuma con responsabilidad esa realidad. En la Universidad de La Habana estudié con algunos militantes de izquierda de varios países latinoamericanos, varios de ellos enviados por sus propios partidos, y en general teníamos consenso en cuanto a la necesidad de renovar la mirada hacia Cuba si se quería ayudar a la sobrevivencia de los proyectos de la izquierda en el continente. Luego esa izquierda todavía disciplinada por las viejas concepciones deben hacer filas con las demandas de la multitud, como diría Toni Negri, y no continuar anclada en posiciones verticalistas que respetan más la jerarquía tradicionalista que las necesidades objetivas de aquellos que dicen representar.

-¿Y el bloqueo a Cuba por Estados Unidos?
No lo apoyo. Creo que nadie que piense en las problemas diarios de los cubanos de a pie puede apoyarlo. Otra forma de ayudar a esos cubanos es contribuir al levantamiento del embargo a Cuba por parte del gobierno norteamericano, así como permitir la libertad de viajar de los ciudadanos de este país. Esto es algo que, incluso, aquí en los Estados Unidos, según todas las encuestas, la mayoría de las personas apoyan. Igualmente cada vez más cubanos residentes en Estados Unidos desean que se normalicen las relaciones entre ambos gobiernos y así se facilitan mucho más los contactos y las comunicaciones entre ambos lados. Así mismo, creo yo, habría que exigir al gobierno cubano que flexibilice sus políticas con respecto a los cubanos en el exterior. No sé si sabes que hay comunidades cubanas en más de treinta países del mundo. No se les debe castigar con impuestos astronómicos para poder entrar a su país natal. No se le debe despojar de su ciudadanía ni de los pocos bienes que haya podido dejar en Cuba. Estos son castigos por haber decidido residir fuera del país. Se debe permitir a los familiares cercanos viajar sin problemas a la isla, independientemente de sus posturas ideológicas públicas, permitir que hijos y padres se reúnan sin obstáculos y en fin asumir una actitud civilizada frente a realidad de la emigración que es uno de los rasgos característico de nuestro tiempo.

-¿Finalmente, podrías hacer una pequeña antología personal de poetas jóvenes cubanos seleccionando un poema de cada uno de ellos que para ti representan una forma de contemplar Cuba hoy?
Es una tarea difícil porque, como sabes Cuba -y Chile también- es tierra de poetas. Escogí estos textos porque son algunos de los que recuerdo particularmente, ya sea por sus contenidos como por sus formas. Algunos autores viven actualmente en la isla (Ismael, Juan Carlos, Sigfredo, Ponte, Carlos Augusto, Omar Pérez y Norge), y otros fuera de ella (Rolando, Damaris y García Montiel). Debo aclarar que se quedan sin incluir muchos otros, pero no tengo mi biblioteca a mano y además, según tus indicaciones, debían ser textos relativamente cortos, entonces estos fueron los que pude reunir. Están ubicados según la fecha de nacimiento de los poetas.

 


ANTROPOLÓGICA

Rolando Sánchez Mejías (Holguín, 1959)

la carne de cerdo
te hizo daño
y anuló
el compromiso

no sé
si sabías que
los tsembaga de Nueva Guinea
en sus gestas
matan cerdos
y más cerdos
unas 15 000 libras
que luego distribuyen

ese día
los tsembaga
y los enemigos de los tsembaga
gimen bailan jadean
es decir ciclos
de paz y de guerra
sobre
montañas de cerdos

te contaba eso
para que supieras
cuánta economía
subyace
en el amor

 


EL TRABAJO DE FUNK

Ismael González Castañer (La Habana, 1961)

Mi trabajo se pierde
como el trabajo de Funk,
Christian Funk, de Hamburgo, de Alemania.
Yo no quisiera, como no quiere ya un hombre
que se le caiga un vaso o le digan Llorar/
Llorar, porque ya ha muerto Tan'
- nuestra amiga cordial
e ingenua, no obstante no exenta
de nunas bellezas
Christian Funk, de Hamburgo, produce mensualmente
entre 25-30 esculturas labradas en el más puro
y transparente hielo. Claro que sus obras se derriten
pero como son expuestas en cabarets y en ocasiones
nocturnas por pocas horas, lo único que se pierde
es el trabajo de Funk

- Exacto - dijo Ofeliam-: el dulce trabajo
de la juventud.


TACHADO EN GÉ

Juan Carlos Flores (La Habana, 1962)

Arjuna, en el campo de batalla, antes de entrar en combate, viendo entre los
enemigos a los más próximos sintió miedo y quiso abandonar el campo,
para, retirado en los bosques, junto a los hombres castos, hacer vida de
asceta. Un tiempo después, manifestado Krisna y revelándole la única
misión digna de él, Arjuna, aún viendo entre los enemigos a los más próximos,
volvió con alegría al campo de batalla. Muy escasos cubanos, en
todos estos años, han tenido el valor de intentar lo que intentó ese Arjuna.


LOS GOLPES

Emilio García Montiel (La Habana, 1962)

Hace ya mucho tiempo -ahora es muy difícil precisarlo-
yo descubría el mundo bajo el mismo cristal usado y
transparente con que se ve la gloria.
Nada pretendía y nada sucedió que no estuviera definido
entre el bien o el mal.
Yo imitaba a los héroes con la vieja confianza que da la
mansedumbre, con su oscura prudencia.
No conocía aún la insensatez de las muchachas:
si alguna noche imaginé o entendí algo, fue apenas un rubor.
Yo tenía un pupitre, una voz agradable, una ciudad dispuesta.
Los maestros tocaban mis espaldas y decían: muy bien.
Todo era hermoso: desde el primer ministro hasta la muerte de mi
padre.
Y perfecto, como debían ser los hombres y la Patria.
Pero eso fue hace tiempo -hace ya mucho tiempo- y
ahora me es difícil precisarlo.



LA HORA VIOLETA

Sigfredo Ariel (Santa Clara, 1962)

No tengo demasiado claro
lo que quiero, a veces
sábado o lunes mercenario
en la hora violeta puedo descifrar
una escritura, una mirada, un signo, más
no veo
demasiado claro nunca.
A veces hay un tronco para uno, un islote
un frasco para embotellarse
como el diablo convertido
en leche brumosa, pesada.
Un montón de pájaros, una hoja sin dibujo
creo ver. Pero no tengo
demasiado cerca lo que veo, encuentro
un agujero frontal, una empalizada rota.
A veces creo ver, a veces puedo
asegurar que he visto.
Pero no es cierto, nunca es
claro
ningún lugar preciso.

 


YO TAMBIÉN, BRUTUS

Carlos Augusto Alfonso (La Habana, 1963)

en arte en política o en deporte
yo puedo apasionarme como cualquiera
recostado a un poste esperar que bajen
esos seres próximos a una grandeza equis
criminales en potencia entrenadores talabarteros o
simples secretarias
cuyas iniciales coinciden
con el amigo personal de un césar
y con una cuchilla de imprevistos ajusticiarlos
como se desenrolla una bobina: con dedicación y
empeño.

 


VIDAS PARALELAS (La Habana, 1993)

Antonio José Ponte (Matanzas, 1964)

Se apaga un municipio para que exista otro.
Ya mi vida está hecha de materia prestada.
Cumplo con luz la vida de algún desconocido.
Digo a oscuras: otro vive la que me falta.

 

LA VICTORIA DE LOS DESOBEDIENTES

Omar Pérez (La Habana, 1964)

En la multitud
Un hombre ha pateado disimuladamente una paloma
Muchas veces antes de recogerla
Hay una sola vida y la envolveremos con escamas
Hay una sola vida y la envolveremos con las palabras de los otros
La palparemos disimuladamente varias veces
Antes de decidir que la queremos.




GENERACIONES

Damaris Calderón (La Habana, 1967)


...los que no se subieron a tiempo
en el tren de sus hijos

G.G. Márquez

Las viejas marionetas crujen.
Pero el polvo
no ha preservado el hilo
que quiso sostenerse sobre todo.
Ellas sobaron lentas constancias,
la procacidad del gesto que ofrecimos.
Ejercieron
su violencia de títeres.
Enmendaron la luz.
En un lazo de esperma
manaron herederos atados a la cuerda
palmoteando
la consabida danza de la especie.
Golpearon
sobre las puertas y nosotros,
desertores del carro de sus padres.

 

POEMA DE SITUACIÓN

Norge Espinosa (Santa Clara, 1971)

Yo no necesito la muerte de los mártires.

No necesito de sus rostros en la ira de la muchedumbre,
no preciso sus voces que golpean en la pancarta,
en los muros, en las redes, en las piezas de domingo.
No me hacen falta sus nombres,
la sangre en que crecieron.
Sus ojos, sus gritos, no son angustias para mí,
no son las furias que hierven en las manos de los otros.

me vale más saber que ellos rieron como yo,
que de mi edad sufrieron como yo ahora sufro:
Desnudo, Gris, Bebido e Insolente.
me vale más saber que somos gemelos de un tiempo
donde quizás sus mujeres lleguen a ser las mías
y podamos confundirnos en lo febril de las puertas.
Me vale más tenerlos como aporte de mis días,
como el almuerzo elemental gracias al que vivo,
y no en lo solemne, no en lo ya perdido,
donde ahora se pasean en un círculo de sombras
apuntalando con sus muertes la historia de un país.

Yo no necesito la gloria de estos mártires.

 


(julio de 2002)
*Javier Campos es académico y escritor chileno residente en EE.UU


 

 


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Javier Campos: Jóvenes escritores cubanos: conversación con Jesús Jambrina
(y una breve muestra de poetas fuera y dentro de la isla).
Por Javier Campos.
Publicado en Revista ALPHA, Nº18, 2002.
Revista de Arte, Letras y Filosofía,
Universidad de los Lagos, Osorno-Chile.