En las mismas columnas de esta sección nos tocó mencionar a Jorge Teillier al referirnos al volumen de cuentos premiados en el Concurso CRAV, en el que fue honrado con un premio de estímulo por su breve relato Las persianas. Pero Jorge Teillier es, sobre todo, poeta, aunque trabaje en un género privativo de la prosa. Mezcla de ensueño y de realidad. Las Persianas tiene esa atmósfera velada y melancólica que sólo un poeta puede conseguir. En la Colección "El Viento en la Llama", Teillier ha publicado su cuarto libro de poemas: "Poemas del País de Nunca Jamás", al que anteceden "Para Ángeles y Gorriones" (1956); "El Cielo cae con las Hojas" (1958) y "El Árbol de la Memoria" (1961). Teillier, en su última obra, está demostrando, una vez más, ser un poeta de evocaciones, de recuerdos personales de la infancia y, al mismo tiempo, un certero trazador de la vida rural sureña y de esas escenas características que acontecen en los pueblos perdidos de provincia:
"Te reconoces / en ese niño que esta mañana de escarcha / sale a comprar pan / y saluda al lechero /cuyo silbato /despierta las calles" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (Imagen)
"Ves un arado roto / y una trilladora cuyo esqueleto / permite un último relumbre del sol." . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (A un niño en un árbol)
"El borracho del pueblo/ dormido en una zanja/ el tren expreso pasará / sin detenerse en la estación/ y la banda del regimiento/ ensayará infinitamente/ la marcha que toca hace veinte años en la plaza." . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (Fin del Mundo)
Escritos con sencillez, los versos del joven poeta poseen un estilo directo y un tono menor que los hacen de fácil comprensión; lo mismo puede decirse de las imágenes:
"El día del fin del mundo/ será limpio y ordenado/ como el cuaderno / del mejor alumno del curso" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . (Fin del Mundo)
Como puede verse, la elaboración poética de esta imagen es mínima, peculiaridad que puede hacerse extensible al común de los poemas, sin que ello menoscabe su valor, el que estriba principalmente en que nadie puede sentirse extraño a las evocaciones del poeta, simples y, al mismo tiempo, universales.
El leit-motiv que se repite en los Poemas del País de Nunca Jamás es la realidad de la niñez y la adolescencia perdidas. Por algo Teillier rinde homenaje, en Los dominios perdidos, a Alain-Fournier, el joven novelista francés muerto en la Primera Guerra, y que dejó esa joya Le Grand Meaulnes, libro que es, el mismo, un homenaje lleno de ternura al adolescente que vive su edad en el ensueño y la fantasía. Teillier nos habla con cariño de ese País de Nunca Jamás que todos hemos querido alguna vez visitar, "donde se reúnen muchachas y ancianos que lo perdonan todo."
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Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Jorge Teillier, "Poemas del País de nunca jamás"
Colección "El Viento en la Llama", Santiago, 1963
Por Carlos Morand
Publicado en Revista "Mensaje", N°131, agosto de 1964
