Diego Lazarte

 
 

 

 

Diego Lazarte
La Clavícula de Salomón


Ganador de los Juegos Florales 2003 de Poesía Universidad Nacional Mayor
de San Marcos. Lima, Perú


I. BOKAS


CURILIOS

Esperando eternamente
en este vestíbulo
palabras enceguecidas
que no gozan del fuego ni el Leteo


En este nido
he de abrirme el pecho
bañando mis palabras
he de resucitarlas

La flauta susurrando en el bosque
las ninfas salen de las palabras
atrapadas por los sátiros

Por las noches
la liebre tritura palabras
nos sigue esperando

al despertar
los silfos me acarician las barbas
una salamandra sobre la página
me despierta

FORNEUS

Subiendo desesperado esta pendiente
mis pies tocando mi cabeza
fieras palabras me impiden el retorno
devorando condenados y adjetivos
la onza se acerca sigilosamente
guiándome por este valle
la antorcha me ha sido entregada

amo los incontables módulos que escapan de mis dedos
los cuerpos quedan vacíos
y las palabras flotan sobre el mármol
seducirlos será nuestro arte

entre estos arbustos
cerca de un arroyo
esperando palabras de un sólo cuerno
disfruto del concierto gatuno del silencio
el dolor será una bestia domestica
huiré sobre palabras y de palabras
el bello manto de la muerte sobre una de ellas
sólo quedará el amor entre los locos
que dejaron el tiempo y sus cuerpos
que fueron los únicos en saludarnos
porque fuimos nosotros mismos

 

II. VIRTUDES DESTERRADAS


ASTARTÉ


Si supieras cuánto placer existe en la yema de un dedo

el placer es una huella dactilar
que nos cubre como borbotón de ácaros rosa
insaciables se esconden entre legumbres
y gavetas del hipotálamo
a 37 grados centígrados
la época de apareamiento
reproducción reproducción reproducción
el ADN se muerde la cola y se mira en el espejo
el hipotálamo explota cual vaina madura
y caen ferozmente sobre algún lomo
que subordinan
enredados en los vellos de los amantes
se escurren por la asimétrica espalda del tiempo

al bode de una costilla
los tifones arrastrando ácaros y palabras
danzan enceguecidos
hacia un ombligo que estremece
Semiramis y el silencio emergen desnudos
contemplan sus sexos y te sonríen
con la lengua chismosa del helio
que nos lame hasta la planta del pie

el placer: la orquídea que no cabe en la oreja de esta noche


ALOUQUA

Sumergido por los brazos del cemento
Te puedo ver completamente
Sin cataratas ni neblina
El cloro de la sangre me ha abierto las pupilas

La muerte lanza semillas furiosa
Y pasa su yerma lengua sobre la página
Mandrágoras y Borametz brotando entre la arena ardiente

Las arpías devorando sus yemas
Polinizan el dolor
Poco a poco la selva extenderá sus garras
Los tallos elevándose hasta la tierra
Adornan nuestros jardines

Una manada de lobos despedazándolas
Se sacian de tinta
empezarán a luchar por un garrote espinoso
Que seré yo
Pronto volveremos a la tierra
Y arrastraremos nuestros despojos
Para colgarlos sobre lápices

EWAH

Mi rostro de cangrejo ermitaño
Ha salido en busca de nuevas conchas
Hurgando entre arrecifes y fosas comunes
He hallado este cuerpo inútil
Que huye de las moscas
Mientras arrastro mi cabeza por el pasaje del infiernillo

Mi oficio nebulante permite exiliarme con las arañas
Axilas de las criptas y el grito desesperadamente cotidiano
Son mis dominios
Los cuarteles
Viejos con gabán y de ademanes parsimoniosos
Alzan una breve sonrisa y me acarician la cabeza

La barahúnda de lápidas y el fragor de las amapolas
Claman el retorno
Es aquí donde me pierdo y desfilo con las estatuas
Así aprendo a robar el vino y el lenguaje
De los labios de mis compañeras (aunque no sepa besar)
Pero sí deslizarme por el breve caligrama del cuerpo
Donde me columpio jalando de la patilla a la j

En nombre de las lunas y las vides corpóreas
Golpeo tu rostro citadino que también es el mío
El mismo pájaro de hollín que anida en nuestros rostros

Todos tenemos la misma expresión dibujada con un dedo

Palomas revoloteando en nuestras cabezas cagan alegremente
Esto te da la impresión de que podemos llorar


III. CORO DE TEMPESTADES


VEPAR


Uroboros rodeando esta página

Mis ojos zarpan en búsquedas
Para seguirme debes abandonar tu cuerpo de rémora
En este viaje
Hemos dejado Lesmos
Las sirenas nos han llamado desde bordes y farallones
Mi tripulación amarrada a mi lengua
Escapa nuevamente

Cruzando las columnas de Hércules
Hemos navegado durante meses
En este mar extraño
Mis palabras hambrientas empiezan a devorarse
Y se amotinan
La tormenta llega furiosa y me coge por el cuello
Arrasando brazos y velas
Quedo extraviado en hojas negras que se abisman

Al despertar
Arena sobre el rostro
Mi cuerpo encallado
Divisa árboles y valles
Los sobrevivientes se abrazan y celebran
Alrededor de una gran fogata
La isla tiembla
Y sus corazones se entierran en las arenas rápidamente

La isla se levanta
Y los lanza de su caparazón
Saciando su apetito
El abismo abre sus fauces y traga esta página

FOCALOR

Los serafines cruxando sus lanzas ardientes
Protegen las puertas de la página

Ángeles agusanando la desvencijada mascara celestial
La oscuridad suelta los cordones por un momento
Y se los hereda pro domo sua
Parias seamos las arcaicas polillas
Devoradoras de este vario azul
Que veo pelándose junto con nosotros

El fuego ha tocado la trompeta
Semyaza ha dado la orden
Un enjambre de saetas vuela hacia las nubes

Plumas y palabras zambulléndose
Las avispas rodeando la colmena
Disfrutan del siniestro
Arponeando luciérnagas indefensas
De cielo en cielo en busca del verbo
Esto lo obliga a aniquilarnos
Los rayos solares alargan sus tentáculos
Colisionando contra la turba

Marea roja/ palabras flotantes

En la tatuada espalda de un bucanero farallón
Un albatros desesperado se entrega al hormigueante abrazo del coral
Exhausto


PAZUZU

En este recinto
Has de olernos con tus branquias oscuras
Nuestros brazos son algas verdeazuladas
Llamándote
Tus ojos despertando en ciclones han de seguirnos
General del abismo
La vanguardia flameando sus banderas azules
Galopa furiosa hacia la costa
Esta página ha intentado contener la tempestad
Y ha sido arrastrada junto con nosotros

El rostro nebuloso ha sido liberado
Su grito truena dirigiendo el ataque

En un viejo balcón
El que nos condena con el lápiz
Yace con el rostro vuelto hacia sus espaldas
Mis lágrimas eran un acopio
De judíos por incinerar

El redoble del campanario dilata la muerte
Nada evitará que llegues a la Catedral
Las arañas morirán en sus telas
La ciudad se llenará de patíbulos
Construidos con cartas
El condenado será siempre el mismo
El azar alzará su cabeza en una canasta
Y será aplastado por dos palmas
Que enceguecen al sol

Pronto y por las exequias
Los gallinazos excretarán lluvia y granizo
Lima en una ciénaga pestilente
Picada por pulgas y sierpes
Bosteza y se estira anquilosa
Una Fátima nocturna se aparece ante ella
Y la viste de oro
Lima es seducida
Y suda suda sudamos
Los lamentos del pez no cesan
Al llenar la profecía sus pulmones


VODNIK

En sus espaldas
Gigantes sostienen mi ombligo
Hundidos en una fosa
Aullando en las tinieblas
(sueñan que aquel se levanta y les quita el peso)

siguen las palabras
siguen severas arpías diezmando cabezas
ellas recuerdan que de la olvidada gemela
sólo queda arena negra
ajuar sobre las playas

la tierra mordiendo las sienes de Hécate
el cuerpo de la nueva amante opacando su rostro
la furibunda noche ha congelado sus cuerpos
el mar sangrante
da la espalda y abandona la vida
la lengua efervescente azota
en las lenguas congeladas
las palabras sufren por sus culpas

toda escapatoria es inútil
mi mano escribiendo estas palabras
y yo atrapado en el hielo

sin embargo
reuniendo poco a poco sus restos
ayudada por las tenazas del cangrejo
lo seguirá intentando

en la orilla la venganza
limada por las olas
en la orilla y algunas ocasiones
su aplastante iris es la red
que ahoga a la traidora
en la fosa de su propio reflejo


IV. ÁNGELES CAÍDOS

ASDERET

Caen
Lunas y lunares
Caen en la noche de tu ombligo


UVAL

La sierpe anidando en el ombligo
Acude al llamado de la piel
Engulléndote por la nuca
He de cumplir el contrato
Mis ojos cascabeles
Ahuyentan pequeñas palabras
Y siguen su rastro
Tu lengua despertando en nuestro ombligo
Percibe su olor
Y repta presurosa
Entre ánimas y pesadillas
Desgarrándose el vientre
Desértica y trashumante
Has de hallarla
Subiendo por sus piernas
Cuidadosamente
Osarás seguir a través de su ombligo
Acechando otra sierpe

Mis huevos incubando en tu sueño
Despertaran antes del año
Y digerirán tus entrañas

Miles de cascabeles
Rompen la cáscara
Y devoran eternamente a dos almas
Que se muerden

RABDOS

OH luna
Nos acechas entre arbustos insomnes
El cuarto menguante de mi vergüenza huye
Tal vez llegue el momento
Y verdaderamente pueda huir de telarañas
Huiré clandestino en la argéntea barca del lenguaje
Por sombras de su cara oculta
Por afluentes inseguros de ese rostro en rotación
Que exhala su aliento de argamasa en mi ventana

Sin brazos de Carón un manos para escribir
Me dejo arrastrar por la pútida corriente
El osario ya no flota
Ni las palabras gozan de oxígeno
No hay mas que una sombra anacoreta
Y la catarata que nunca llega

Mientras espero el juicio
Y el latrocinio de las rocas

Embriones de mi pléyade
Se perfilan en la oscuridad
(sus frentes contra las mía)
beso sus mejillas

en arrebato tierno de patriarca
las cojo con el hocico
a la manera de los caimanes
hasta que brinquen de nuestras lenguas
y de allí a la laguna nocturna

vieja soñadora del mármol
nuestros hijos nadarán a tu mansión
las algas serán otras vez abundantes
los sélenitas náufragos quedarán ingravidos como estas palabras
seré devorado en las profundidades
otras palabras se reunirán y formaran otro astro
el tiempo habrá varado
ahora descanso y evito con la cola tábanos y estrellas fugaces

PÉNEME

Tengo una legión de palabras incontenibles
Palabras flotantes como cadáveres del Estigia

Elijo palabras como juzgando cadáveres
Por pecado por sexo por edad
Mi cabeza crepitando en la oscuridad
Las palabras esperan su turno
Y son lanzadas a las páginas

Sin rostros ni sombra
Caminan extraviadas en las cartas de mármol

Atormentadas por una mano que fulmina
El olvido humeando de sus lenguas
Nos fueron entregadas
Cuando pensabas que en la muerte
Las palabras pierden sus cuerpos sabios
Y no abandonan sus recintos
En busca del Leteo

Guadaña Búho furtivo
En tus garras llevas cadáveres
Para devorarlos en la vena de mi frente

TAMIEL

Las palabras se acercan con la marea
Pues siento su rumor de caracolas en los pulmones
Mi cabeza es un calamar gigante varado en cuerpo extraño
Desde allí emergen tentáculos pensativos
Que atrapan sirénides y cangrejos nocturnos
Escondidos bajo los astros

Aprendí a fingir imitando las estrellas de mar
Impostor de las arenas
Mi cuerpo es la arena que esparces en tu ombligo
(la fricción de los ombligos hace posible el lenguaje y la materia)
amo la arena más que a los cangrejos que salen de tus ojos
amo esa tez desierta y los mares perdidos en los pómulos

impostor de la sombra pálida
tu aridez me ha recuperado los tentáculos
buscan sangre en cavernas submarinas
la sed me ha olvidado los músculos y mi esqueleto toma el sol
junto a tu desnudez amarilla
por eso estrujo la luna malvasia y derramo sus jugos marmóreos
sobre nuestra estatua cincelada por el viento
(por sola luna)

el hedor de la muerte se desliza por mares y ciudades
como una mantarraya que nos cubre inevitablemente
como a esos cuerpos que me traen las olas
para construir mis castillos
alguna vez te encontré verdeazulada entre los arrecifes
y arrastrándote hacia la orilla me quede a vivir en tus entrañas

Somos la arena que cae de las tibias sábanas por la mañana

 

V. PRINCIPADO

 

DUMA

La muerte es una bata desnuda
Dormitando debajo de nuestra cama

Ella mide tu sombra
con la misma marmoteada mano
que acarició los cuerpos


BELFEGOR

Los libros: arcas innumerables a medio consumir
Por un momento pierden el equilibrio
Y se rascan las espaldas

Dejarse seducir por la gravedad
Sería amar la oscuridad del abismo
Y las bofetadas del fuego
Que te recuestan en la caída

Mis palabras escondidas en esta página
Han entrado a tu fortaleza
Caballo de Troya

Las letras como fichas dominó
Se abrazan por la cintura
Ninguna de ellas posee un rostro
Tan torpes cargan el mismo vestido
Gozan del lenguaje del fuego
Blandiendo sus espadas

Das un paso adelante e… iniciamos la pira
Sería muy fácil/ no habría sufrimiento
Para que encallar en la caldera entonces
Si no se cuecen nuestras culpas

Palabras tomando la ciudad
Arrastran a los caídos
Elevan sus banderas
Como vellos erizados en la piel

Quizá el diablo nos sopló al oído

BAO QU

el alma enrosca su cuerpo y cae
damos la vuelta y volvemos al mundo
en el mar las espadas nos indican el camino
el lenguaje más ardiente es nuestro manto
llegando a la terraza
empapa nuestros ojos y la página
el código irradiando una luz azul
el verbo se hizo labios
volviéndose en carnes
su tez nebulosa cubriendo mis espaldas
sube esperando volver a la vida
arrastrando su piel sobre otras huellas
rumora silente su maldición
se sujeta a nuestros talones
una palabra fantasmagórica
el primer escalón
pisamos
En la torre de la Victoria


EBLIS

Huyendo de página en página
He de recuperar mi cuerpo
Descansando en catacumbas
Saldré por las noches
Atrapando polillas y palabras cerca de mis bocas
Pronto he de devorarte
Mis pedazos regados por el mundo
Imanando el odio que me acerca cada vez más
Mis ojos burbujean descortinadamente
La espera tiende las alas
Y la aprisiono entre mis mandíbulas
Mis pies emergiendo de los bordes
Retardan el viaje
Escabulléndome de escritorios
Me acerco furtivo a otra página
Mordiéndola por el cuello
Dando zarpasos certeros
Hasta absorberla
Dominando a sus habitantes
Algún día iniciaré una rebelión contra el hombre
Mi enemigo natural es la salamandra
Si intentas cazarme:
Habito con ustedes y tejo telarañas
Pero al verme quedaré inmóvil
Esconderé las patas
Cerraré los ojos
Y esperaré que tu mano me roce
Te daré un piquete y escribirás sobre mi piel


ARIOCH

Elegida en la destrucción
Palabra
No voltees a verme y aléjate del mundo

Nativo de la noche
Mi cuerpo es una fosa de brea
Miles de cabezas emergen
Exigen y gritan desesperadas
Su deuda sangrienta
El aullido devorando mis sesos
Me obliga a detenerme
El enjambre enloqueciendo
Golpeo mi rostro con los puños
He caído de rodillas
La naturaleza me aturde
El ruido es insoportable
He cogido dos troncos y los he clavado en mis oídos
Pero no es suficiente
Los condenados decorando mi cuerpo
Yacen colgados en capullos blancos y negros
Devorados en sus propios fluidos
Mis ojos reflejan la oscuridad
Las arpías nacen de mis parpados
Y me hieren la espalda
El lamento incendiando mis oídos
Me harta/ me enfurece
Desgarrando los cielos
Destruyendo sus pilares
En mi lengua los ángeles caen como granizo
Poseo una sonrisa humana
Mis palabras transformándose en demonios alados
Prenden fuego a las ciudades
En los cielos sólo quedarán enjambres de moscas
Devorarán a las aves y causarán pestes
Las estrellas serán capturadas por arañas
La luna mostrará su verdadero rostro
De su mejilla brotarán gases y millones de gusanos
Otras estrellas caerán enfermas
Los mares escupirán mantarrayas y sangre
La tierra lamerá sus heridas
Brotándole pústulas y volcanes
Las sombras arderán bajo sí mismas
Los sueños serán lacerados y lanzados en piras
Las ideas te crecerán como espinas y te cubrirán
Al llorar nacerán sanguijuelas que te besaran los ojos

Ataré tu cuello al amanecer
Y te veré alejarte poco a poco
Hasta el mediodía

Sentada en el fin de los tiempos
Eternamente palabra
Te recuestas y me olvidas

abismoderecuerdos@hotmail.com

 


 

 

 
 

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