Proyecto Patrimonio - 2022 | index |
Rosamel del Valle | Leonardo Sanhueza | Autores |












Rosamel del Valle vuelve a retratar las luces y sombras de Nueva York
Publican antología del gran poeta y cronista chileno


Por Leonardo Sanhueza
Pu
blicado en Las Últimas Noticias. Lunes 13 de junio de 2022


.. .. .. .. ..

Rosamel del Valle no sólo fue uno de los más grandes poetas chilenos de todos los tiempos, sino también un cronista excelente, ameno y originalísimo. Cultivó esa veta periodística de muy joven, a menudo por la necesidad de complementar sus ingresos que obtenía como obrero linotipista o empleado en Correos, pero pasó un par de décadas antes de que ocurriera su verdadero despliegue. Su vida entera, en realidad, fue la que cambió por completo en 1946, cuando a los 44 años vio que en su deprimente situación laboral y existencial se abría una ventana. Su gran amigo Humberto Díaz-Casanueva, que había asumido un cargo en la recién creada ONU, le tenía un puesto de trabajo en esa organización, como corrector de pruebas en la Oficina de Publicaciones en Nueva York.

El viaje hacia lo desconocido fue tan intempestivo como alegre. Llegó al aeropuerto de Nueva York con sus escasos bártulos y dos cosas colgadas del cuello: una cámara Leica y un letrero que decía "Soy Rosamel del Valle / Poeta / No sé hablar inglés". Poco después ya estaba enviando a Chile la primera de muchísimas crónicas para el diario La Nación acerca de sus andanzas en esa ciudad en que todo era nuevo y asombroso para él, aunque también familiar e imaginario: era su encuentro real con calles que ya estaban en su mente a través de la literatura y el cine.

Justamente esas páginas escritas con la urgencia del hallazgo fabuloso dan cuerpo al libro Tal vez como en todas partes: Nueva York en crónicas, postales y nostalgias, que acaba de publicar La Pollera Ediciones. El volumen, organizado y prologado por Macarena Urzúa, es una antología de una cuarentena de crónicas, ordenada en cuatro secciones temáticas, y se basa en parte en la recopilación realizada en 2002 por Pedro Pablo Zegers y agrega materiales inéditos provenientes del mismo diario La Nación y otros contemporáneos del periódico Crónica de Chillán. En su selección, Urzúa privilegió textos escritos entre 1947 y1950, según explica, para "captar la esencia de la novedad y el asombro (así como también la nostalgia) de los primeros años en la isla de Manhattan".

El libro muestra así cuatro áreas que determinaron los movimientos de Rosamel del Valle en Nueva York: la novedad, los barrios de negros, las rarezas vistas y la posibilidad de decirle adiós a todo eso. No por nada empieza su recorrido por lo más desconocido: Chinatown, donde el poeta espera encontrar sus fantásticos recuerdos del cine mudo, lleno de escabrosos misterios, fumadores de opio y chinos asesinos. Pero nada de eso hay en Chinatown. A cambio, encuentra un universo donde la poesía parece flotar entre velos y lampareros, "vestida de seda, de conchas marinas y de lo que ya no se quiere". Junto a la poesía, aparece el arroz con palitos, las cocinerías donde baila un "dragón al canapé" y una serpiente a la mantequilla, más algún trago sospechoso, todo en un ambiente que le recuerda el Mercado Central de Santiago y su amanecer de bohemios malheridos: "Arroz con palillos. Caldo de cabeza. Poesía y realidad".

En sus crónicas, Rosamel del Valle conserva un apetito de conocer realidades diferentes, descubriendo costumbres hasta entonces lejanas. El segundo capítulo, de hecho, está íntegramente dedicado a sus crónicas sobre Harlem, Brooklyn y lugares aledaños. Uno de sus textos más entrañables es, de hecho, "Una boda negra en Brooklyn", donde el poeta asiste con emoción a un casamiento de negros, en una época de racismo rampante que él, como mestizo latinoamericano, no podía sino tener presente.


Felicidad interrumpida

En los primeros años de Rosamel del Valle en Nueva York hubo felicidad. Allá se enamoró de la canadiense Thérése Dulac, con quien se casó y vivió el resto de su vida. Juntos volvieron a Chile en 1962, cuando el trabajo del poeta en Naciones Unidas se acabó. Sin embargo, para Rosamel del Valle ese fin laboral fue la resurrección de las pesadillas chilenas. El recibimiento en Chile, salvo por algunos jóvenes, no se correspondía con la altura de su obra. Tres años más tarde, en las fiestas patrias de 1965, a los 64 años, se puso a celebrar su propio fin sin miramientos, hasta morir, en su casa de calle José Domingo Cañas, el 22 de septiembre.




 



 

 

Proyecto Patrimonio Año 2022
A Página Principal
| A Archivo Rosamel del Valle | A Archivo Leonardo Sanhueza | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza.
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
Rosamel del Valle vuelve a retratar las luces y sombras de Nueva York
Publican antología del gran poeta y cronista chileno
Por Leonardo Sanhueza
Publicado en Las Últimas Noticias. Lunes 13 de junio de 2022