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Prólogo a Memorias In Santas.

Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política*

Por Carmen Ollé

 

No es fácil establecer una correspondencia automática entre la vida interna de los poetas y escritores -hombres y mujeres- y los conflictos sociales. La poesía no refleja de manera inmediata, cual cámara fotográfica o documental, el momento histórico, sino que lo procesa. El poeta polaco Adam Zagajewski (Ucrania 1945), sensible al Holocausto, considera que la poesía da forma a la vida interior pero también tiene que velar por la historia: "los momentos de lucidez son históricos, pero se viven en la cotidianeidad, en la vida normal, con un ojo abierto a la historia".(1)

En este sentido, los efectos del conflicto armado interno que vivió nuestro país durante los años ochenta y principios de los noventa se perciben en la poesía escrita por mujeres peruanas a través de diversas formas, en algunos casos cruda y explícita; en otros, de forma velada y misteriosa, pues nada funciona de acuerdo a una teoría mecanicista, que parece echaran en falta algunos críticos cuando demandan una literatura de la violencia.

Más que una mera imitación de la realidad -como pensaba Aristóteles-, la poesía reconstruye una imagen de dicha realidad de manera original; para ello la percepción de los acontecimientos pasa por varios filtros, semejante a un rayo refracto que brota de una realidad perniciosa que se expresa en emociones intraducibles o en imágenes enigmáticas, la mayoría de las veces a través de una simbología que nos recuerda la experiencia poética del expresionismo alemán en la primera mitad del siglo pasado, especialmente a Georg Trakl, cuya corta vida y breve pero intensa, atormentada poesía nos hablan premonitoriamente de desgracias por venir, como las dos guerras mundiales. Mostrando un paisaje melancólico y decadente, temas como el incesto e imágenes de podredumbre (muros de lepra, uvas purpúreas, el grito de los cuervos), la simbología personal de Trakl expresa con fuerza inusitada la debacle de una época en apariencia rica y culta.

No solo es imposible imitar la realidad, ya que ésta es cambiante, sino que -como señala el filósofo Nelson Goodman- no existe un "ojo natural inocente". De ahí que parezca una discusión inútil echarle la culpa a los artistas peruanos por su supuesta indiferencia o mutismo ante los hechos de violencia que, según el Informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación(2), arrojaron la cifra de casi 70 mil muertos, además de violaciones a mujeres de origen campesino y efectos psicológicos irreversibles en la población peruana.

La poesía que se publica en este volumen responde a una antigua pregunta que sigue vigente, formulada por el filósofo alemán Adorno después de la Segunda Guerra Mundial: ¿Es posible escribir poesía después de Auschwitz? ¿Es posible escribir poesía durante y después de un conflicto armado como el de hace veinte años en el Perú? La poesía, el arte no cesan, los/las poetas y los escritores seguirán inspirándose en la realidad, sea ésta reflejo del mal; el mal no como lo entendía Bataille desde su concepción romántico-transgresora, sino desde la idea de crímenes políticos y éticos.

Algunos de los poemas en el presente libro datan de la época del conflicto armado, otros salieron a la luz años después del cese de la guerra. Los sentimientos ante el peligro y el miedo en los poemas están asociados con la noche y la soledad, aunque también con el peligro y la incertidumbre: un tajo, una cuchillada, parecen hundirse en la piel.

Por momentos, más o menos explícita, la poesía también se refiere al futuro, uno imposible, el tiempo en los relojes se ha roto o es arena pura. La metáfora es una figura literaria que elude la descripción directa para darle un vuelco interior a la representación de la realidad objetiva, las palabras se cargan de nuevos significados y revelan una realidad más sutil. Alcohol, ciénagas, decadencia, mármoles íntimos, estas palabras se combinan y asocian de manera original para impresionar al lector en un poema sobre los que van a la guerra. Los niños, dónde están, se pregunta una de las poetas antologadas, han sido sacrificados, la patria los prefiere muertos, dice.

A veces basta un diente de plata en una sonrisa de mujer humilde y trabajadora, como único recuerdo del esposo, para revivir el dolor que sigue latente en medio de la pobreza. Y otra vez la metáfora, la imagen del mar como hierba mala, puertas sin aldaba para ingresar en un mundo delirante del que no hay retorno. Cómo encajar la rutina diaria en una conflagración, los pensamientos se vuelven obsesivos; las compulsiones, secretas; la vigilia parece una pesadilla. Las imágenes hablan más que las balas en el universo poético.

No todo es expresión de una voz lírica monologante en esta antología. La voz del otro/a se deja escuchar, la palabra de la mujer campesina nos habla con la voz de sus adentros para denunciar la violencia sexual, método del enemigo en la guerra para someter a las mujeres, para despojarlas de su dignidad. Es la otra cara de la poesía, la que dialoga con las lideresas populares asesinadas, con las guerrilleras muertas en combate o con los íconos de la cultura popular. Entonces escuchamos música del recuerdo, a Leonardo Favio, y la poeta reinventa la historia a través de la fusión de palabras: "Baviolada es el oxímoron, la contradicción perfecta: dos en uno: mujer violada y balada romántica, y la canción de Favio "Hoy la vi..." se transforma en odio, en asco, en basura.

Incluso el arte paradigmático de Ayacucho, el retablo, está presente en un poema para narrar el odio. En este trozo de madera de naturaleza religiosa una historia dentro de otra historia cobra vida, es una historia de horror, todo crimen lo es; otra mujer, víctima de la violencia sexual, implora y evoca la muerte de su amado esposo, asesinado. Canta y danza para nosotros, también ella está muerta, la hicieron volar en pedazos.

Los textos poéticos no se están quietos, viajan por todo el país, se internan entre montañas, llegan a lugares olvidados por el Estado peruano, a los escenarios de los enfrentamientos entre el ejército y Sendero luminoso. Cuando no, deambulan temerosos por la universidad, la cual ha sido intervenida por uno y otro bando y ya no es un referente cultural sino el sitio donde el peligro es inminente. Es lo mismo, dentro o afuera, la locura nos llama. Tanto en el terreno de lo íntimo como en el mundo exterior, el mal se ha instalado.

La enfermedad es el mal dentro del cuerpo, un cuerpo que ya no vive, no grita, no ama, encerrado en un hospital, el seno cercenado, mientras en la calle se escuchan balazos. En un contexto como ese hasta la poesía se vuelve pestilencia. La enfermedad y el mal; el deseo y la muerte; obsesionados entre sí. Y en medio del peligro, la noche nos atrae.

Sin embargo, la violencia también engendra, también es madre para las poetas. Madre Violencia no puede detenerse, escribe anhelante; en cambio, la música de una flauta "leve y fina" nos llena de paz, de sosiego.

Soledad, no solo la del ser abandonado a su destino aciago, sino soledad física, soledad entre matorrales, aunque de ahí también emana salvador el olor dulce de una retama que nace del tapial para redimirnos; es decir, siempre hay un resquicio, una vía por la que ingrese paz y sosiego. No todo está perdido entre tanta soledad y muerte. Si morbidez y miseria quedan registradas y pareciera no haber señales de salvación, una flor amarilla puede limpiar la suerte, es el vaticinio de las poetas al final de esta antología, que surge como el testimonio literario de una época oscura y sangrienta.

 

NOTAS

(1) "Adan Zagajewski/Poeta" en El País, sábado 19 de noviembre de 2005, p. 38
(2) Informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación está disponible en www.cverdad.org.pe


* Compiladores: Roxana Crisólogo y Miguel Ildefonso. Editorial: Programa Democracia y Transformación Global, DEMUS y Flora Tristán. Lima: 2007.

 

 

- CUATRO POEMAS -


Gloria Mendoza Borda

Mucho tiempo después querido Mao Zedong

Rita Puma no aparece en muchos documentos como la máxima figura femenina de la Sublevación del 23, todo por falta de investigación y estudio, los cargos contra ella son muy claros. Fue acusada de ser agitadora, propagandista, organizadora de los campesinos de Moho, sobre todo de ser una revolucionaria y haberse enfrentado valientemente…
(Julio Mendoza Díaz)

Hace tiempo que abrigo el ideal de sobrepasar las nubes
y heme aquí subiendo las montañas Ching-Kang.

(Mao Zedong)

Mi querido poeta Mao Zedong
en otro tiempo
me vestí como tú
di una lectura
de poesía
en Cuzco
tu verde olivo
se prendió
de mis años
de adolescente
colgué un cuadro con tu rostro
en mi cabecera

mucho tiempo después
querido Mao Zedong
no pensaba escribirte
en esta nueva ficticia
Revolución Cultural

un enjambre de abejas
salidas
de los panales
nos condenaron
nos empapelaron
pero no pudieron juzgarnos
somos la banda de las cuatro
a lo Chiang Ching
las santas de la historia
las amordazadas
en la miel
de los dedos
las aniquiladas
las míticas
las gitanas
desde el fondo del dolor
la poderosa
Chiang Ching
nos sonríe
actriz y política
acompaña nuestra vorágine
internacional/ Premio Nobel/ famosa
no lectora/ fabuladora/ ilustre
con una inspiración a borbotones
lejos de las moscas
cerca de los grillos
que reclaman
un nuevo canto
un invento
un invento
oh sagradas diosas
lejos del origen primitivo

una de las cuatro
toma el nombre de Edith Lagos
nos habla de Dora Oyague
la joven desaparecida
en tiempos de dictadura
la otra tiene el coraje
de hablar en la voz de Micaela
sobre Rosalía de Castro
o su madre actriz
y la otra
es la que lleva el nombre
de Bartolina Sisa
habla del destierro
de la hipocresía
no al descaro
Bartilina Sisa
heroína aymara
si vieras
estas nuevas contiendas

y la otra
y la otra soy yo
miradme
hablo en nombre de Rita Puma
fabulosa revolucionaria andina
me descubro sin temor
mi nombre
es Isadora Tipula Quispe
me cambio de lentes
para que las frutas
de diosas
bajadas
de la memoria
de los pueblos
me pongan la medalla santísima
reflejada
en Sarita Colonia
la marginal
símbolo enigmático
y con un espejo lago
de fondo

importa que se reafirme
el nombre de Edith Lagos
importa que se reafirme
el nombre de Micaela Bastidas
importa que se reafirme
el nombre de Bartolina Sisa
importa que se reafirme
el nombre de Rita Puma
l a s . l e g e n d a r i a s
l a s .l e g e n d a r i a s
l a s. l e g e n d a r i a s
las que cambiaron
la historia de las mujeres
en las montañas
como Tania
las que no claudicaron
las que no hicieron panfleto
de la palabra
como la pasionaria
como Frida Kahlo

compañeros
compañeras
del panal
de mala fe
de buena fe
los recibimos
con un texao florecido
en la mañana azul
no importan
los mensajes que nos envían
la mano derecha osa silenciar
con ojos piadosos
en el clamor de los pobres
de mundo adentro
prendamos el fogón
que la paz de trinchera turquesa
nos aguarda
vamos a cantar
la verdadera victoria
de contar nuevas historias
en la lectura
y en la creación permanente
dejar florecer cien flores*
dejar florecer cien texaos
dejar florecer cien kantutas
brindemos a la mamapacha
la luna con nosotras
la luna
somos cuatro las de la banda
dejemos crecer cien palabras
.. ... . .. . ..terminemos con la fantasía
de cuenta cuentos modernos
que la posmodernidad
abrió puentes en los ríos
de una nueva inteligencia
y una nueva historia se construirá
sin nombres
como lo quería Borges
entonces se borrarán los nombres
entonces se borrarán personalismos
sin repertorio tradicional
sin incendios
estallará el globo
y sus parcelas
pareceremos desflorados
huérfanos
florecidos
en la copa de los árboles
junto a los pájaros

quedará una literatura poderosa
con santas y con santos
sin santas y sin santos
con guayabas y repollos
con lechugas y duraznos
con cerdos y sin cerdos
con uvas y sin uvas.

*MAO

 

 

 

Dalmacia Ruiz Rosas Samohod

Amalia / Foto-poema de Amor Lumpen

(Fragmento)

Madre violencia
tú haces grandes cosas que nosotros no entendemos
y aunque todos oyen tu voz
no pueden detenerte
.... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. En el disco suena una sirena
o es la realidad
quien no tenga una delgada oscura y húmeda espalda no
.... .. .. .. .sabe qué
.... .. .. .. .. .. .. .. .. ..es el Perú
.... .. .. .. -y no ha perdido nada-
he oído tu voz en los edificios a medio construir
he llegado hasta ti santificada por múltiples penurias
y tú le has dado caramelos a mi boca podrida
(Oye creo que a la perra le gusta hornearse -ja -ja me he dado cuenta que
cuando el vecino prende un troncho ella pega la nariz
a la puerta y comienza a rasguñar a gemir)
.... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .... .. .. .. estoy tratando
de introducirlo todo por mis poros
.... .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. .. una flor una pared una reja
el pasado es como creer que efectivamente esta libélula
me está anunciando carta y el futuro
es como la llamada de esta mañana dentro de tres años
.... .. En fin
huelo a sangre y huelo a polvo
(Se apaga la luz: pensar y sentir)
. .. .. .. .. .se oye una melodía tocada por una flauta
. .. .. .. .. .es una música leve y fina
. .. .. .. .. .que habla de hierba de árboles de horizontes
. .. .. .. .. .La música sugestiva de esas reuniones con Srs.
. .. .. .. .. .Perfumados y Sras. Escotadas

. .. .. .. ..... .esta es una fiesta
. .. .. .. ..... .como una ciudad populosa estoy sentada sola
. .. .. .. ..... .la gran señora se ha vuelto como viuda
(si apareciera una mancha blanca sobre su piel
que luciera ligeramente hundida sobre su piel
y esta mancha se extendiera sobre las paredes de su casa
y por la ropa de cama y su ropa y el rostro de su hijo
empezarían a desaparecer partes de su cuerpo
el pelo de su hijo perdería el color
la casa que tanto reparó: añicos
7 días puestos en observación
Usted y familia en un terreno inmundo
. .. .. .. .. .. .... .. ..... .-no sé no lo conozco no veo)

El eunuco jefe de los hombres políticos quiere que me acostumbre
a esto
intermediaria neocolonial semi feudal capitalismo deformado
El eunuco jefe de los hombres armados quiere que me acostumbre
a nuestros enemigos hechos cabeza a los aborrecidos prosperando
Ella ha desvanecido maravillosamente sus inmundicias en sus faldas
Avenidas de agua sobre mi cabeza -yo dije: Muerto soy
Tú que has visto todo mi color quebrántalos debajo de los cielos
-"ya ve hermana ni usted ni yo valemos nada para ellos".

. .. .. .. .. .. .. .. .... .Su maldición
para ellos
tú has visto todas sus maquinaciones
todas sus venganzas todos sus pensamientos contra mí
Su sentarse y su levantarse
. .. .. .. .. .. .. ... .. .. .. ..... .mira
yo soy su canción

 

 


Carolina O. Fernández

Escenario 1

¿Escribirás usté esto?

Atemos los cabos: del desierto brota el aire,
el fuego, un pozo de agua, la calandria
y él

Él
Fue padre y madre de tres niñas,
un buey y una calandria. A las 4 de todas las
madrugadas se desperezaba lentamente,
alzaba los hombros, guardaba un puñado
de hojas de coca en su pequeña bolsa colorida.
Arrojaba la sumisión todos los días,
aprendió a no temer las amenazas.
Había que demoler las viejas palabras
disfrazadas con nuevos ropajes,
había que demoler las falsas virtudes
había que aprender
del viejo y el mar.

Un día, después de apaciguar su
alma con los oscuros ojos de María,
mientras dormían con un equipaje
listo para navegar en el mar de la ciudad,
viejas palabras embistieron con sus armas,
incendiaron la choza, a las tres niñas
al buey y la calandria.

Ella

Me llamo Eulogia. Soy
de Accomarca,
un pueblo hecho cenizas.
¿Me amaron? ¿Preguntas?
Sí, me amaron como a las hojas
verdes, como a mis terneritos
y a los granos que
sembramos.
Yo los amé y los amamanté
con este mi corazón
con esta mi cabeza
y mis pechos. Yo quiero
contarte, quiero que
escuches la verdad de mis
adentros: fue una madrugada
de oscuro invierno; desperté
con los balazos que arrancó
mis ojos, con un gran
dolor allí
allí abajo.
Yo hija de Tránsito y
Eulogio
quiero contarte:

Esa madrugada
me ataron y uno
a uno entró, agujereó

cada vez más mi cuerpo.
Fueron degollados,
desplumados
mis animalitos. Mi
hijo y mi Ruperto
agonizaron en
mis brazos.

Escribirás
¿escucharás usté esto?

 

 


Rosina Valcárcel

Nací En Un País Cuya Historia Fustiga
.. .. .. .. .. (a Timoteo Atoche)

Nací en un país cuya historia fustiga
entre sueños de pólvora y libertad
Cien cerros amontonados de muertos
Andinos, mestizos, amazónicos
Pálidos, afrodescendientes
Los claros ojos indefensos
los bellos cuerpos firmes
aplastados como animales
en las cárceles sin luz

¿Lurigancho y El Frontón?
¿Junio e invierno?
La lúgubre capital escupida
nuestro corazón deshecho
un inmenso río con olor de retamas
cubiertas de sangre y fuego

Un yaraví a lo lejos
dos danzantes de tijeras
una canción popular
piedra y acero
la hoz y el martillo
y esta carta diminuta ardiendo.

 

 

 

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