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"CONSTRUCCIÓN DE UNA CONCIENCIA DIFERENCIADA
SEÑALES DEL PENSAMIENTO CRÍTICO LATINOAMERICANO"

Por Max González Sáez

 

"La primera condición para escribir con libertad es, indudablemente, la defensa de "la fantasía poética", de "la imaginación libre" y del habla cotidiana (en cuanto expresión de "la vida múltiple y complicada de la época"(1). Inicio este trabajo con esta cita de Pedro Henríquez Ureña, que bien podría haber sido un epígrafe, pero en este afán de confrontar y confrontarnos, vemos que tiene mayor ímpetu el hecho que dialogue directamente con la reflexión de este texto. Confrontaremos el mapa conceptual y etnográfico del que conquista y desconstruye a América. España de la cotrarreforma con su barbarie y conservadurismo(2) con su imperio territorial y económico,(3) y después Europa con su afán de recolonizar por vías contradictorias, como era el llamado "buen salvaje", junto a la nominación más racista y pérfida que se hizo acerca de los indios de América. Frente a un pensamiento que construye, que se hace en diversas manifestaciones, hasta en las más cotidianas; pero no quita que sea crítico, riguroso en su constitución sobre todo porque tiene que hacer frente, además de la imposición europea, a otra adversidad colonizadora, claro en periodos distintos, sin embargo con metodologías similares. La liberal independentista, que con la bandera del progreso y la civilización asesinó a miles de indígenas acusados paradójicamente como bárbaros. Es lo que observa Carlos Fuentes, cuando dice "Culturalmente, la América española independiente le dio la espalda tanto a su herencia india como a la negra, juzgando a ambas como algo bárbaro"(4).

Ahora bien, en está construcción de un pensamiento crítico, desde acá, con la mixtura dialéctica que conlleva adoptar algunas ideas europeas, posibilita por consiguiente en esta confrontación, dar cuenta que América Latina también posee ideas propias. Por esto mismo que el pensamiento crítico lleva a identificarnos a través de la historia, porque lo que tenemos de identidad se ha venido haciendo desde las culturas indias, desde ese entonces se plasma una idea contestataria que se confronta con esa verdad inventada por el que vino de lejos a conquistar. Lo crístico del pensamiento latinoamericano reside entonces, en estar en un permanente hacerse, oponiéndose por tanto a esa idea de que lo latinoamericano fuera una esencia, algo dado, fijo, permanente(5). Eduardo Galeano, refiriéndose a una época posterior, la segunda mitad del Siglo XX, y a la labor de los escritores en América Latina "estamos obligados a utilizar todos los medios de expresión posibles. Con imaginación y astucia, siempre es posible ir abriendo fisuras en los muros de la ciudadela que nos condena a la incomunicación"(6).

Lo que dice Galeano lo podemos extrapolar a cualquier periodo de la historia del pensamiento crítico en América Latina, la utilización de transmisión de la cultura oral, de registros plásticos, de escrituras, confirman la diversidad de medios de expresión que se utilizan en esta construcción del pensamiento latinoamericano.

La construcción de una conciencia diferenciada, es la producción de ideas que se confrontan a una historia oficial, a una historia que fue vista y escrita con los ojos y las ideas del español que llegó desde la conquista en adelante, y que no hizo otra cosa que relegar a la marginalidad más grotesca la cultura del indio. Sin embargo esa imperialización de España en América, la fricción que emerge, de una cultura dominante y una dominada, podríamos decir, que se trata de los signos iniciales del pensamiento crítico, el cual se vincula más con lo híbrido del mundo indígena, que con lo hegemónico del invasor. Lo podemos observar en una de las manifestaciones de los toltecas, cuya lengua era el náhuatl (como la de los aztecas), quienes tuvieron un sacerdote y poeta, a quien se atribuye la concepción de una doctrina teológica sobre un dios supremo, concebido como un principio dual, a la vez masculino y femenino, capaz de engendrar y concebir todo lo que existe(7). Estimamos que precisamente, en esos acontecimientos encontramos el origen de un pensamiento latinoamericano, pues recoge grados de influencia europeos, pero más énfasis, en este reconstruirse frecuentemente, hallamos la dualidad, en definitiva el mestizaje. Desde ahí confrontaremos, con algunas señales en este trabajo, primero la visión española, la europea, para relacionarla, luego con la actitud de la que se ha independizado.


LA OTRA VISIÓN

Lo primero que debemos anotar es la visión que tuvieron los españoles cuando hallaron una tierra distinta, más próspera en minerales, vegetales y otros recursos naturales que los existentes en la Europa del S. XV. "Al conquistador se le desborda el mundo y hay quienes comienzan a ver hombres con cola, orejones, patagones, monstruos increíbles que pueden situarse como parte de la tradición mítica que llevará también en Europa a los libros de caballería, pero que en América se comienza a vivir de otras maneras: sobre una realidad sobre la cual se afirma con la prueba irrefutable del "yo lo vi" de las cartas de relación. Son los escritos de autores que de pronto necesitan convertirse en tales por la fuerza de lo vivido, pero que al hacerlo se les desborda el lenguaje: la voz río ya no basta cuando se enfrenta al Orinoco o al Amazonas, y la lluvia no acaba por cubrir el aguacero de la Tierra de Gracia. Es entonces el discurso de la otredad del mundo donde va naciendo la conciencia de América en niveles diferentes de lectura, porque mientras se nos insiste en confirmar la imagen europea de las Indias Occidentales, la pluma va describiendo con aliento de Mundo Nuevo"(8).

Esta visión inicial, que de acuerdo a lo que expone Ana Pizarro, ya se ve que está siendo contaminada y teñida con la realidad viva que era América y que se exponía sin velo alguno, ante la mirada del español; pero no debemos quedarnos sólo en ese aspecto que señala la profesora Pizarro, pues el español más bien, a pesar de la influencia natural que sufrieran sus relatos descriptivos, puso el acento en la barbarie que dijo encontrar. Por consiguiente la fotografía que se hace a través de la escritura sobre América, es una foto mal tomada, puesto que clikea con una conciencia a miles de kilómetros de distancia.

Otro aspecto significativo, de esta mirada desde afuera hacia América, es que se vislumbra ya, que América no puede ser comprendida, sino desde América misma; en esa dirección es que ahora reflexionamos, que en un principio fue bastante periférica, pero que ahora se cuenta con una abundante bibliografía que no es estática, que discute y se equivoca también, pero que entrega señales para el constructo de un pensamiento desde aquí.


La visión primera española sobre América no puede ser tomada a la ligera, puesto que influye posteriormente a descripciones aún más crueles por parte de los europeos de la ilustración racionalista del S. XVIII, que discutían sobre las supuestamente adversas condiciones físicas, biológicas y antropológicas del Nuevo Mundo. Ahí encontramos al abate holandés Cornelius De Pauw, quien con un fuerte espíritu racista, dice de América:

"En América la naturaleza ha degenerado enteramente en los elementos, las plantas, animales y los hombres [...] Llanuras anegadas con aguas muertas [...], plantas venenosas [...], aire malsano [...] Todos los propios de aquel país son más pequeños, más deformes, más débiles, más cobardes y más estúpidos que los del antiguo mundo [...] Los hombre apenas se diferencian de las bestias [...] Son brutos y débiles [...] y todavía son más imperfectas sus almas [...] No saben hacer reflexiones ni ordenar sus ideas [...] Su voluntad es insensible a los estímulos del amor y de toda otra pasión [...] La embriaguez, la mentira y la sodomía eran comunes [...] Vivian sin leyes [...] Las pocas artes que conocían eran muy groseras [...] En todo el Nuevo Mundo no había más que dos ciudades, Cuxco y México [...], y estas dos no eran más que dos miserables aldeas [...]"(9).

La descripción, bien se aleja de la idea de "buen salvaje y la del "estado natural" que propuso Rousseau. Ahora se insistía en un estado sólo salvaje, "En el nuevo continente predomina el frío, el aire malsano; las especies animales son especies degeneradas"(10). Todo confirma una visión "violenta" que se elabora con los documentos de crónicas y relaciones dejados por los españoles en su mirada inicial.

En concreto, la influencia de esas descripciones, si bien realizadas por europeos, también marcan decididamente en quienes contaminados por las ideas del liberalismo y de progreso, han alcanzado ya ha independizarse de los españoles. Estos grupos sociales de principios del S. IXX, utilizan las mismas gramáticas del poder para nombrar y acabar con los indios, a nuestro modo de ver, y en un sentido de construcción de una historia de la cultura, con ellos nace el travestismo, es decir, travestismo en el sentido de querer ser lo que no son. Son mestizos y no europeos. En este afán de europeizar con la independencia a América, se observa la reproducción de la mirada inicial del español sobre los indios, que tiene que ver con la eliminación de éstos. Carlos Bunge, escritor argentino, en su libro Nuestra América (no gurda ninguna relación con Nuestra América de José Martí), bendijo al alcoholismo, la viruela y la tuberculosis por haber diezmado a los indios y negros de la Américas(11).

El ferviente deseo de ocultar el pasado, con el propósito de traer inmigrantes blancos europeos a América Latina, no hizo más que perpetuar la imagen de los indios como asesinos y ladrones "Gobernar es poblar", escribió el periodista y educador argentino Juan Bautista Alberdi. Lo que presume que antes de poblar era más necesario despoblar, en otros términos, acabar con la cultura y los indios(12). Aquí nos encontramos con otro elemento que atraviesa diversas discusiones, y que el pensamiento crítico latinoamericano, cuestiona profundamente, me refiero a la barbarie. Tanto los discursos, como los posteriores acontecimientos de masacres a los indios, no constituyeron la más clara y explícita barbarie, por los que enunciaban una posición civilizadora? América Latina entonces se sume, con esa posición, en producir la trizadura. ¿De dónde provenía entonces la barbarie? Es la pregunta que Fuentes se hace, y que nos la hacemos ahora cuando reflexionamos sobre señales identitarias y críticas en el desarrollo del pensamiento latinoamericano.

No hay duda que lo que se ve en las ideas de los independizados, es la reproducción de la odiosidad que tuvo desde siempre el europeo para con las culturas originarias de América, claro está salvo algunas significativas excepciones. Pero como hablamos de reproducción de métodos, se hace necesario volver sobre el comienzo. José Luis Romero, en su libro: Latinoamérica: las ciudades y las ideas, deja de manifiesto la intención expansionista de España:

"Hasta fines del siglo XV, las poblaciones aborígenes americanas habían desarrollado su propia cultura y constituían un mundo autónomo. Pero a partir de la llegada de los europeos el mundo aborigen se tornó dominado en su conjunto y empezó para América una nueva era, cuyo primer signo fue la formación de nuevas sociedades integradas por los invasores y los dominados, por europeos y aborígenes [...] Fue la sociedad europea la que condicionó la invasión, la que imprimió sus caracteres a los protagonistas [...] El mundo americano y sus sociedades nativas vieron llegar a los invasores sin entender qué sucedía, porque su llegada y su comportamiento no tenían lógica dentro del proceso americano: era una fuerza que llegaba de afuera y operaba según su propia ley"(13).

En consecuencia ese mundo autónomo, del que habla Romero, que existía antes de la llegada del invasor, lo hicieron desaparecer, y sobre él se instalaron los problemas que traía Europa, sobre todo sus luchas por el poder, su codicia, su hegemonía en lo económico y religioso. El impulso renacentista europeo desaparece en la conquista, mas bien lo que se encuentra es su profunda decadencia, las ideas medievales surgen con fuerza, se siente la presencia de la contrarreforma en el proceso evangelizador, cuya práctica no estuvo exenta de crueldad y barbarismo. Ese fue el contexto en que se produjo, lo que algunos llaman ignorantemente "el choque de dos culturas".

El motor renacentista es frenado a partir de 1559 de manera violenta, es el año en que aparece el Índice del inquisidor general Fernando de Valdés, iniciando un cambio radical en la vida religiosa de España:

"Las prohibiciones cobraban fuerza con las hogueras prendidas en Valladolid y en Sevilla, lo que va propiciando el ambiente misoneísta que dominará la mayor parte del S. XVII [...] Este era el resultado del triunfo de la inquisición, que va a ejercer un dominio nefasto para el pensamiento, la filosofía y la ciencia, durante todo el siglo XVII y gran parte del XVIII. De momento, lo que prevalece es el imperio escolástico, con sus inevitables secuelas de odio hacia el Humanismo y el desarrollo científico"(14).

En tanto en América se instalan parámetros exógenos para ver la cultura, va rápido dejando atrás lo que constituyeron las manifestaciones de las culturas indias. Hace su aparición una hidalguía incipiente del barroco (concepto bastante polémico debido que en América jamás hubo reforma, no entraron las ideas de Lutero ni de los otros reformistas, por lo tanto es difícil pensar en la existencia del Barroco), sin embargo muchos hablan del barroco americano, es quizá lo mismo que ocurre en la actualidad con el concepto de postmodernidad, cuando en América Latina aún no se concreta la modernidad. El propio Romero, relaciona ciudad barroca y sociedad criolla, una especie de conformación de los nuevos ricos de América, comerciantes y hombres de negocios atraídos por el libre comercio. Son los rasgos iniciáticos en el contexto de la libertad de comercio, que los criollos burgueses dieron una connotación diferente que se asociaba a la libertad e independencia de España. Fueron también, en palabras de Romero los que definitivamente terminaron con los últimos vestigios de la sociedad barroca y cortesana.

Hacia 1730, se ha producido en España y en Europa, la asunción triunfadora de la ciencia, es la época de la ilustración, en donde se da paso a la observación y la experiencia. Feijoo proponía para la medicina, precisamente las mismas palabras "Ya está descubierto el rumbo por donde se debe navegar a las Indias de tan noble Facultad, que es el de la observación y experiencia"(15). En tanto Europa veía con ansiedad la posibilidad de reemplazar a España en explotación de sus dominios. Entre esa discusión en América, se inicia una articulación de las ideas de Europa, de una manera dialéctica, con características propias que se profundizan, por lo mismo que no será posible, revisar la escolástica y su disputa con la ilustración, sino es con las perspectivas propias de América Latina, que sin duda su "filosofía" de la razón, más bien tiene un carácter preformativo, se está haciendo porque responde a los problemas reales que le ocurren al hombre.


EL PENSAMIENTO LATINOAMERICANO SE ESTÁ HACIENDO

"¿Es que soy acaso un partidario de la "indigenización" del castellano? No. Más existe una caso, un caso real en que el hombre de estas regiones, sintiéndose extraño ante el castellano heredado, se ve en la necesidad de tomarle como un elemento primario al que debe modificar, quitar y poner, hasta convertirlo en un instrumento propio [...] ¿Hasta cuando durará la dualidad trágica de lo indio y lo occidental en estos países descendientes del Tahuantinsuyo y de España? ¿Qué profundidad tiene ahora la corriente que los separa? Una angustia creciente oprime a quien desde lo interno del drama contempla el porvenir. Este pueblo empecinado -el indio- que transforma todo lo ajeno antes de incorporarlo a su mundo"(16).

La articulación dialéctica de las ideas del otro, bien lo podemos observar en lo que escribe Arguedas, la transformación de lo ajeno antes de incorporarlo. Esto indica que el pensamiento crítico latinoamericano rompe con dos de los elementos esenciales de la conquista: la discriminación y el desconocimiento del mundo pre hispánico.

De ahí que este mundo pre hispánico siga existiendo hasta hoy en día, y lo hace en los términos que emplea el lenguaje cotidiano, esto hace que no se vea como realidad arqueológica, sino como algo que continúa presente, que es como el pensamiento, se está haciendo así mismo, comprendiéndose y entendiendo el medio del cual se alimenta.

Todas estas apreciaciones alientan a entender que ha comenzado a emerger una América Latina que es capaz de pensarse, de tener una conciencia diferenciada, que le ha permitido en diversas épocas ir desprendiéndose de los innumerables procesos de colonización, y con ello encontrar una independencia más real, ya observamos que la independencia inicial de los españoles, fue una práctica más de represión contra los indios; en ese aspecto podemos decir que no se hizo en toda su dimensión la independencia, no existió por consiguiente una búsqueda de la expresión del ser latinoamericano, y menos aún una comprensión e identificación con nuestra realidad, es decir, sólo hubo una independencia física, pero las ideas de España siguieron dominando.

Cuando decimos confrontar, lo que hacemos es proponer una línea de pensamiento que recoja dialécticamente e imbrique tanto lo que nos vino desde el europeo con el hacer cultural del mundo indígena, la fusión es absolutamente dinámica porque se preocupa de diversas y múltiples expresiones que van conformando una idea de Latinoamérica. Arturo Andrés Roig, dice sobre esto:

"Ese valor se muestra en su plenitud si pensamos que el filosofar es una función de la vida y que la vida humana no es algo dado, sino que algo por hacerse, por parte de quien la va viviendo, y que implica formar de deber ser en relación con la naturaleza eminentemente teleológica de la misma"(17).

En este aspecto la Historia de la Ideas viene a dar cuenta del estado híbrido que vive en el interior del pensamiento latinoamericano, donde lo que construye se hace con una polifonía diacrónica incluyente, y no discriminando textos que no estén en el canon occidental de la legitimidad, la carta, la conferencia, el panfleto, la poesía y los relatos, el graffiti y la expresión corporal de la danza y el teatro, de ahí que el choque sea más bien de dos ideas culturales, contrapuestas sobre todo porque desde su inicio aparece una dicotomía entre una verdad absoluta - autoritaria, del español, frente a un total silenciamiento, la del indio. Luego entre centro y paganismo - herejía, para continuar con razón y barbarie. Siempre Europa vio sólo lo que quería ver, anulando decididamente el mundo pre hispánico.

El logocentrismo de España y luego de otros países de Europa, extendió su fuerza hegemónica tanto en el discurso como en lo biológico - antropológico, esa hegemonía no aceptaba lo dialógico, lo que llevó a desconocer al "hombre natural", su cosmovisión cultural de muchas dimensiones. América Latina atraca en ese territorio que se comprende de mejor forma en lo que escribe Ana Pizarro "La pluralidad ha constituido la forma de existencia de nuestra cultura desde el siglo XV por lo menos"(18).

Por esa pluralidad el pensamiento latinoamericano se ha resistido a la dominación de una cultura oficial, desde el Renacimiento, pasando por la Cotrarreforma, por la Ilustración y el Enciclopedismo, hasta nuestros días. Se reconstruye el proceso, lo que nos permite inclusive volver a la misma pregunta que se hace Roberto Fernández Retamar, en Calibán ¿Existen ustedes? Esto comprueba, quizás no sea la palabra más acertada, pero nos sirve para explicitar que el pensamiento crítico latinoamericano triangula y mantiene la energía (a pesar que en la actualidad haya sido relegado sólo al mundo académico) en las relaciones cotidianas que dejan ver una Historia de las Ideas, que desde la semántica la llamaríamos heterogénea.


LA PERSPECTIVA IDENTITARIA / A MODO DE CONCLUSIÓN

Cómo podemos comprender la perspectiva identitaria, lo primero es situarnos contextualmente en las raíces de nuestra cultura, en la transculturación que nos llevará a sumergirnos en esa cultura indígena que no se terminó con la conquista, por el contrario tomó y deslizándose por la historia se va construyendo con piezas de un rompecabezas, que se arma desde el Discurso en Loor de la Poesía, poemas anónimos de una mujer peruana, aparecidos en 1608. El anonimato de esta poesía también señala los rasgos colectivos que toma la perspectiva identitaria, que no excluye en su hacerse la variante de lo cotidiano, en donde aparece el hombre y su medio registrados etnográficamente, no desde afuera.

Perspectiva identitaria es confrontarse con las ideas del otro, de los otros, es diseñar oposición contra las ideas que nombran a América Latina con los epítetos menos ilustrados; es también confrontarse con la pregunta ¿de dónde proviene la barbarie?

Perspectiva identitaria en conclusión, es el pensamiento crítico latinoamericano, el que a través de la Historia de la Ideas se hace carne y huesos.

Por consiguiente este trabajo ha desarrollado una dirección de pensamiento, que ha confrontado a las ideas del europeo, con el propósito de insistir en una reflexión que en muchos casos se omite porque se tiende a concluir que la historia verídica es la que se expone desde Europa, olvidando voluntariamente la tremenda cultura del indio que aún permanece, incluso en esta sociedad de la globalización. Entonces reincidimos, Nuestra América, seguirá haciéndose.

 

 

NOTAS

(1) .- Ver a Roberto Hozven, en Pedro Henríquez Ureña: El Maestro Viajero, en Revista Iberoamericana, pp 294.

(2) .- Ver El Concilio de Trento (1545 - 1563) concluyó precisamente con el término de la reforma y con la consolidación de una idea de la Edad Media.

(3) .- En Promotig Polyarchy: Globalization, US Intervertion and Hegemony, de William I. Robinson, 1996. pp. 12 - 41.

(4) .- En Ideas Políticas y Sociales Americana, Cap XIV, El Espejo Enterrado, de Carlos Fuentes, 1992. pp. 295 - 319.

(5) .- Lo relacionado con que el pensamiento latinoamericano está en un constante hacerse, y su oposición a la idea de que lo latinoamericano fuera una esencia, algo dado, debe mucho a su artículo Situación Actual de una Nueva Conciencia Crítico-Literaria (borrador de una exposición) de Nelson Osorio, y también a sus clases de Pensamiento y Cultura, en l programa de doctorado de la U. de Santiago.

(6) .- En Hacer Literatura Consiste en Escribir Libros, de Eduardo Galeano, artículo aparecido en Nueva Sociedad de 1981. pp. 21- 42.

(7) .- En Las Antiguas Culturas Mexicanas, de Walter Krickeberg, 1964. pp. 120 - 135.

(8) .- En Literatura Latinoamericana Como Proceso, introducción de Ana Pizarro, 1985. pp13 - 14.

(9 - 10) .- El Debate del Nuevo Mundo, de Federico Álvarez Arregui. Cita tanto el libro de Cornelius De Pauw, Recherches philosophiques sur les américains ou Mémoires intéressants pour servir á l´histoire de l´espéce humaine, publicado en Berlín en 1768, como el de William Robertson, The History of America, publicado en 1777. pp. 37 - 51.

(11 - 12)- Carlos Fuentes, id. pp. 299 - 300.

(13) .- En Latinoamérica: las ciudades y las idas, de José Luis Romero. 1976. pp21.

(14) .- Ver Historia del Pensamiento Español, de José Luis Abellán. 1996. pp231 - 232.

(15) .- En La España Ilustrada de la segunda mitad del siglo XVIII, de Jean Sarrailh. 1992. pp. 414.

(16) .- En La novela y el problema de la expresión literaria en el Perú, Revista Mar del Sur, ano II, Vol. III, N°9. 1950. pp. 11 - 17.

(17) .- Ver Teoría y Crítica del Pensamiento Latinoamericano, de Arturo Andrés Roig. 1981. pp. 13.

(18) .- En De Ostras y Caníbales, de Ana Pizarro. 1994. pp.16.

 

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA


1.- Hozven, Roberto, "Pedro Henríquez Ureña: El Maestro Viajero", Revista Iberoamericana, N° 42, 1988. pp. 294.

2.- Lindsav: Historia de la Reforma Tomo II. Buenos Aires: Ed La Aurora, 1959.

3.- Robinson, William I., Promoting Polyrchy: Globalization, U.S. Intervention and Hegemony, Cambridge University Press, Cambridge and New York, 1996.

4.- Fuentes, Carlos: El Espejo Enterrado. México: Fondo de Cultura Económica, 1992.

5.- Osorio, Nelson. Situación Actual de una Nueva Conciencia Crítico-Literario (borradores de una exposición 7 documento de trabajo) pp. 1 - 13. 2002.

6.- Galeano, Eduardo, "Hacer Literatura Consiste en Hacer Libros", Revista Nueva Sociedad, N°56/57, 1981. pp. 21-42.

7.- Krickeberg, Walter: Las Antiguas Culturas Mexicanas. México: Fondo de Cultura Económica, 1964.

8.- Pizarro, Ana (coordinadora): La Literatura Latinoamérica como Proceso. Buenos Aires: Centro Editor de América Latina, 1981.

9.- Álvarez Arregui, Federico: "El debate del nuevo mundo". En Ana Pizarro (org.): América Latina: Palabra, literatura e cultura. Vol. 2. Emancipacao do discurso. Sao Paulo: Memorial; Campinas: Editora da UNICAMP, 1994: 37 - 51.

10.- id. Cita N°9.

11.- id cita N°4

12.- id. Citas N° 4 y 11

13.- Romero, José Luis: Latinoamérica: las ciudades y las ideas. México: Siglo XXI Editores, 1976.

14.- Abellán, José Luis: Historia del Pensamiento Español/ de Séneca a nuestros días. Madrid: Espasa, 1996.

15.- Sarrailh, Jean: La España Ilustrada de la segunda mitad del siglo XVIII. México: Fondo de Cultura Económica, 1957.

16.- Arguedas, José María "La novela y el problema de la expresión literaria en el Perú", Revista Mar del Sur, Lima-Perú, año II, Vol. III, N°9, enero-febrero de 1950. pp.11-17.

17.- Roig, Arturo Andrés: Teoría y Crítica del Pensamiento Latinoamericano. México: Fondo de Cultura Económica, 1981.

18.- Pizarro, Ana: De Ostras y Caníbales. Chile: Ed. Universitaria, 1994.


 

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"Construcción de una conciencia diferenciada. Señales del Pensamiento Crítico Latinoamericano"
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