Proyecto Patrimonio - 2004 | index | Max González Sáez | Autores |


ALGUNOS ALCANCES DE LOS PROCESOS MIGRATORIOS EN
AMÉRICA LATINA EN EL S. XIX Y XX.
UNA MIRADA DESDE EL CONTEXTO DE LOS ESTUDIOS POSTCOLONIALES

Por Max González Sáez


INTRODUCCIÓN

Creo que una de las principales fallas en la extensa literatura sobre economía,
ciencia política e historia del imperialismo radica en que se presta muy poca atención
al papel de la cultura para mantener un imperio
Edward Said

Este trabajo sobre procesos migratorios en América Latina en el S. XIX y XX, tiene por objeto hacer una revisión analítica que permita relacionar las constantes y progresivas migraciones europeas hacia América, con lo que en la actualidad conocemos con el nombre de globalización, para esto se trabajará con las teorías que desarrollan los estudios postcoloniales con relación a la globalización. Si bien es cierto que no es fácil establecer nexos entre los procesos migratorios con los mecanismos de nuevas colonizaciones que aparecen de manera notoria desde la década del 70 en adelante(1) en toda América Latina, y que ya no se observan inmigrantes europeos, sin oportunidades en sus lugares de origen, lo que impulsaba el desplazamiento a suelos lejanos, lo que se conoce con las categorías de expulsión / atracción (2), con el firme proyecto de colonizar y con ello mejorar su calidad de vida y de la del país que lo acogía. Esa situación no es la que nos ocupará pues sabemos que no ocurre en la actualidad, es más se ha producido lo contrario ahora son los latinoamericanos que se desplazan al viejo continente y a los Estados Unidos, con propósitos muy similares a los colonos europeos de principios del siglo XX, sin embargo la salvedad está dada en que estos "viajeros" no son esperados, ni menos hay políticas de parte de esos gobiernos para sus acogidas quedando en las más absoluta indefensión y catalogados de ilegales viviendo situaciones de persecución por el temor de ser deportados a su país de origen.

No obstante, podemos establecer relaciones de los procesos migratorios con elementos postcoloniales, fundamentalmente en tres dimensiones que aparecen de manera notoria en gran parte de la literatura fundacional, vale decir, esa literatura que habla por sus necesidades epocales (léase Alberdi, Sarmiento, Vicuña Mackenna, Vicente Pérez Rosales, etc.) como asimismo en otra literatura, especie de metatexto, que ha estudiado a la anterior y confirma la presencia lingüística de estas dimensiones:

a.- la civilización/hegemonía: es frecuente encontrar como tópico el concepto de civilización/hegemonía el que es visto como elemento externo superior "la educación que se hace por el ejemplo de una vida más civilizada que la nuestra"(3) La inmigración europea tiene las características de una civilización superior por consiguiente su presencia impactará positivamente a "pueblos que empiezan a crearse"(4) Este tópico atraviesa gran parte de los textos fundacionales que apoyan la llegadas de inmigrantes europeos. Con relación a su vínculo con lo que expone la literatura postcolonial escrita a finales del S. XX, tenemos lo siguiente "el trabajo de colonización es un trabajo de conquista ideológica, esto es borrarle al colonizado su memoria, su historia, para reemplazarlo con una visión del colonizador que le dice al colonizado quien es"(5) Esto implica, una revalorización de lo externo por sobre lo local, de una cultura que es capaz de conseguir el desarrollo y que por lo tanto busca emanciparse de la barbarie dada por la presencia del "hombre natural" La civilización viene anexa con el inmigrante europeo.

b.- modernización: El mismo Alberdi sentencia "Estos países necesitan más de ingenieros, de geólogos y naturistas, que de abogados y teólogos. Su mejora se hará con caminos, con pozos artesianos, con inmigraciones" (6) Luego Vicente Pérez Rosales, en su rol de coordinar la inmigración en el sur de Chile, expone "... toda nación que tenga desiertos que poblar, industrias que introducir, amor al trabajo que crear, mendigos a quienes mantener, inválidos a quienes premiar, criminales a quienes reformar" " la colonización es lo único que puede alcanzar entre nosotros el grado de perfección humana apetecible, i bien considerada, es el primero i más seguro paso que puede darse en obsequio de la inmigración"(7) La modernización es lo que primero podemos establecer como una forma de colonización propuesta desde dentro, con absoluta conciencia de que es imposible modernizarse sin la participación extranjera, con esto creemos que podemos estar en presencia de los primeros síntomas que hoy se viven en Latinoamérica con respecto a la imposibilidad de modernizarse si no es con mercados abiertos y observando la modernización europea y de los Estados Unidos, con esto además se establece la precariedad de una cultura identitaria pues se le ve como imposibilitada para encabezar procesos modernizadores. " ...a todo extranjero de origen europeo o de los Estados Unidos, agricultor, minero o capaz de ejercer un oficio, comercio o industria, que siendo menor de cincuenta años; acreditando su moralidad y aptitudes, llegare a la república por conductos de las agencias de Inmigración para colocarse en los trabajos e industrias existentes en el país o que se propusiere implantar(8) América Latina necesitaba producir la réplica de las naciones modernizadas, aunque algunos como Alberdi pensaban que los habitantes de Latinoamérica eran europeos nacidos en estas tierras, sin duda que en la práctica eso está muy lejos de ser cierto, pues a pesar de los afirmado por el autor argentino no eran estos "europeos" los capaces de producir la modernización, muy por el contrario la impedían.

" es necesario la cooperación del elemento extranjero, que al procurar enriquecerse, enriquece al país donde se asila" (9).

c.- producción cultural: la producción cultural, debemos ubicarla en un contexto distinto, me refiero desvinculada de la categoría de hegemonía a raíz de la marcada diversidad que se halla en sus textos, sin embargo no se puede omitir su relación con el proyecto modernizador, por una parte nos enfrentamos a obras con un fuerte contenido testimonial acerca de su condición de inmigrantes, de hombres y mujeres en tierra inhóspitas y extrañas las que son diseñadas magistralmente por los autores, cito algunas: Memorias de un Emigrante, La Bandolera Inglesa, El Machuchito y Allá en la Patagonia, entre muchas otras.

La producción cultural, más específicamente la producción literaria, tiene como se indicó antes un carácter de registro absolutamente diverso y disperso pues se construía en zonas en muchas casos distantes una de otras, eso hace que no pueda ser observada como hegemónica. En tanto su aporte lo podemos apreciar en la calidad del registro que estas literaturas producían y que es muy posible sean el origen de la literatura testimonio que tan abundantemente se produjo en la década de los 80 en casi toda Latinoamérica(10) En este aspecto podemos señalar que la producción cultural, a pesar de su característica occidentalizada, fue muy influida por el contexto geográfico en donde se hizo, lo que alienta a entender la mixtura entre una identidad europea y la historia de vida que le entregaba la localidad que los acogía. Por esto mismo esta producción literaria viene, posiblemente de manera inconsciente, a poner signos de resistencia a la todopoderosa y deseada influencia de la inmigración europea por parte de los gobiernos locales.

 

ALGUNOS ASPECTOS SOBRE POSTCOLONIALISMO

Si bien, he hablado de la colonización, una colonización programada desde Latinoamérica y que se pragmatizó durante el S. XIX y hasta bien entrado el S. XX, contó con todos los elementos de hacer, de América una más de las expresiones culturales, económicas y políticas de Europa primero y luego de los Estados Unidos, sin embargo no se tuvo conciencia que además se estaba occidentalizando el continente, que se estaba omitiendo en gran medida la identidad y más encima se deseaba colocar por sobre ella una distinta que nos llevara a la modernización, a la hegemonía de un continente por sobre otro. Por esto mismo que la sociedad decimonónica oficial comprendía que poblar es gobernar y al poblar con la colonización europea se transformaba en desarrollo. Desde esa perspectiva, este trabajo reflexiona haciendo un paralelo entre esa colonización, que no hace otra cosa que ver al otro como capacitado para darnos las herramientas para sacarnos la barbarie del cuerpo, pues el recurso humano existente, se le vio incapaz para producir la modernización.

Frente a ese cuadro nos interesa poner los conceptos de los estudios postcoloniales, si bien es cierto éstos están marcados por la producción de hegemonías y paradigmas únicos dados a fines del S. XX, expuestos y expandidos por el imperialismo norteamericano. No obstante muchas de sus categorías ya emergen con los procesos de inmigración-colonización de los períodos históricos antes mencionados.

Por lo tanto la perspectiva que seguirá este trabajo con relación a los estudios postcoloniales que tienen un nexo con las colonizaciones emprendidas más de un siglo atrás. Se pueden observar en lo siguiente:

Los estudios postcoloniales, dan cuenta de la expansión colonizadora que realizan los países centrales hacia los tercer mundistas, lo hacen claro, desde una toma de postura que impulsa la resistencia a esa políticas expansionistas que pretenden en definitiva, terminar con las culturas locales, imponiendo una cultura del centro sobre las periferias.(11).

Se crea una industria cultural que nace conjuntamente con la expansión del imperio y atraviesa las redes antes impermeables de las culturas locales, pasa a través de las fronteras políticas desconociendo los estados/nación. Además que implanta una relación entre emisor y receptor, es decir se constituye como el único referente cultural en los diversos países de Latinoamérica. "Ahora el capitalismo global promueve un nuevo proceso de "destrucción creativa", propiciando las bases para la configuración de una polis novedosa de unidad territorial y poblacional más amplia y de carácter supranacional: los estados - región"(12).

Ahora bien como anotara Edward Said, se establece un constructo no sólo de poder sobre las colonias, sino que además es la construcción de una identidad en esas colonias, hasta el punto que la visión del colonizador se hace visión en el colonizado(13), por tanto no hay ni la más mínima fractura, lo que ocurre es una asimilación perfecta de una cultura por otra, y que a la vez le impone una identidad a través de las definiciones que ha hecho de ella. Si reflexionamos hondamente sobre esto, latinoamericana, preocupada de la diversidad y problemáticas sociales, próximamente será impulsada a perder la memoria y se le instalará una historia redactada con grafía central, se perpetuará por consiguiente, la invención occidental de Latinoamérica(14).

En tanto en el plano exclusivamente cultural, la colonización apunta a una homogenización de la cultura paralela con la pérdida de enraizamiento en los propios valores e identidad nacional, la "estandarización" y uniformación de muchas pautas culturales en la que se ha denominado la cultura de los Mac Donal´s, al tiempo que se refuerzan las identidades locales y supranacionales. En resumen lo que se instala de manera absolutamente visible es una sola forma de pensar, que admite reformas, adaptaciones, matices, pero que sólo es una, y lo que produce es una uniformación de la producción y el consumo. Por tanto se produce y consume un artefacto cultural colonizado que rápido se ramifica en diversos puntos de la sociedad.

Ante esto, emerge el concepto de resistencia, en el sentido de que toda la cultura no puede ser expresada por un discurso único, homogéneo, como lo pretendió el racionalismo cartesiano y como lo pretende la nueva colonización. Cada espacio es productor (y legitimador) de su propio discurso, válido para sí, en la medida en que se sostiene en los "juegos del lenguaje" legitimados por la comunidad. Al mismo tiempo, la construcción discursiva implica un metadiscurso permanente, una fragmentación del relato en microrrelatos que se "vuelven sobre sí", en un movimiento que busca su legitimación. Como ocurre con las periferias, con las literaturas no colonizadas por el mercado(15). En ese aspecto es interesante también, buscar la complicidad en lo postmoderno, complicidad de resistencia, complicidad de oposición debido que refuerza la idea de una cultura diversa, pero sin embargo no polemiza con ese único discurso, es más no lo asocia a un proceso de colonización/dominio. En ese aspecto, nuevamente las expresiones identitarias aparecen con pocas posibilidades de reposeer el campo de acción que le ha sido arrancado. La producción cultural aparece en el mundo postmoderno como otro producto que debe fraccionarse y compartir con otros fragmentos, cuando lo cierto es que no existen otros fragmentos y si los hay son fragmentos que pertenecerían al campo del colonizado, es decir a lo anulado/borrado.

Por esta razón que la resistencia de la producción cultural debe darse desde la cultura misma, y de los significados de contestación que elabora esa cultura. Por tal motivo que entre sus afanes se encuentra precisamente una reinvención del yo, un yo que ahora busca ser recuperado en su tradición. Ese yo que nos interesa de Spivak, el que se relaciona con el subalterno y que plantea que la conciencia es recuperable, pero no es recuperable como algo positivo, sino como diferencia, como negatividad, es decir yo soy lo que soy, porque no soy como ustedes (16). En ese aspecto, la producción cultural en su proceso de reinscripción se define por no ser como un producto colonizado, es la negatividad el resistirse a la dominación lo que definitivamente nos entrega las claves para comprender mejor esta oposición.

La puesta en escena de la colonización, permite la aparición de producción cultural que de acuerdo al canon son expresiones bastardas porque no se inscriben en los catálogos que redacta el que coloniza, resistiéndose a toda política cultural que emane desde el imperio y a las expresiones "poliarquicas" de los gobiernos de turno. Señalamos entonces, que además es una oposición a la instalación del nuevo imperio, al capital despatriado, como lo llaman Hardt y Negri en Imperio(17). Esta atmósfera rodea fuertemente el contexto social, y sin duda deja ver la crisis que aparece en la sociedad, de ahí que las producciones culturales presenten fuertes influencias, hemos visto que aparece un producto textual que sí se vincula y sufre la influencia directa del imperialismo. Ese producto convive en la nueva colonización, es más da cuenta de manera acertada de las políticas para hacerse un producto más del mercado que sólo le toca entretener. Puesto que la colonización, que no sólo afecta a la generalidad de las actividades económicas, tiene, también un fuerte reflejo en el sector de las industrias culturales y de la comunicación. Grandes grupos transnacionales se constituyen en dominadores de la oferta y la comercialización de buena parte de las mercancías culturales, y más específicamente de la las creaciones en los países latinoamericanos, mientras la dinámica empresarial que se ha instaurado en los últimos años convierte a estas últimas en origen y destino de amplios movimientos de capital.

Por otra parte, se da una constante producción cultural que está signada por las categorías de periferia, signada por los elementos de resistencia y oposición, debido que atenta contra las gramáticas hegemónicas de la colonización, y da cuenta efectivamente de fragmentos, de discursos que son, enmascaradamente, prohibidos de circular. De este modo podemos entender que a la expansión del capital, no sólo grupos sociales o políticos están en una constante oposición, sino que también lo hacen los trabajos culturales que se inclinan más por rescatar las pequeñas verdades, o de mirar a la sociedad con toda su cantidad de fragmentos, de sus partes, y con ello registrar la profunda y multiplicadora diversidad existente en todas sus capas sociales.

Ahora bien la producción cultural busca además reterritorializar el mapa de la memoria, el que lingüísticamente ha sido reemplazado por textos de consumo masivo, en definitiva la producción cultural construye su propia anatomía, gracias a la tensión que entrega la permanente resistencia.

Esta resistencia se desarrolla contra ese proceso de colonización que promueve un sistema de dominio aunque distinto al de la sociedad del S. XIX y parte del XX; pues este estaba vinculado al control de tierras, civilización y al posicionamiento dentro de un nuevo sistema modernizador. En cuanto a la conflictividad, algunos autores han acentuado no sólo el desplazamiento de la cuestión de las clases del modelo anterior, hacia la emergente problemática de la exclusión, que hace a una novedosa diferenciación de la forma en que se elabora el conflicto entre los que se encuentran "dentro" con relación a los que quedan "afuera". Así como también en la denominada sociedad de servicios algunos autores hacen referencia a la amplificación del "riesgo", donde el avance de la racionalidad técnica instrumental genera nuevos problemas y amenazas sobre aspectos ambientales, nucleares y de coordinación. La dicotomía que se plantea es dentro o afuera. Dentro por tanto es lo que asume sin reparos la influencia devastadora de los signos de la colonización. Afuera por consiguiente se encuentra lo que se opone, es decir la manifestación cultural que se niega a entrar en la dinámica de la industria cultural por considerarla impositiva y ausente de las identidades locales, y que afecta además de manera directa a los estados nación.

Este es el constructo teórico sobre postcolonialismo, el cual nos permitirá hacer una revisión y análisis de estas tres dimensiones, que de acuerdo a esta investigación, encontramos fuertes relaciones.


CIVILIZACIÓN/HEGEMONÍA

La utopía agraria y la civilización y el progreso(18), elementos centrales de los procesos de colonización organizados por los gobiernos y por los intelectuales de Latinoamérica del siglo XIX " Estas naciones están llamadas a completar en América la obra comenzada por la revolución; pero no ya por medio de la conquista como lo hizo la España del siglo XV, sino con las poderosas armas del comercio, de la industria y de las ciencias; no con el cañón y el sable, sino con el influjo de las costumbres, con el poder de la civilización, con el predominio de la riqueza, de las ideas, del saber y de la verdad"(19). De esta manera, como precisa la Dra. Norambuena, " Así la inmigración es vista como el mejor medio para la mejora de los hábitos y las costumbres" (20) También aparece otro aspecto con respecto a las políticas de inmigración en nuestro país, se desechaban como culturas, la local primero que todo, pero también la asiática y la negra. Existe una clara discriminación y falta de confianza hacia los recursos humanos existente en América Latina "El vigor la originalidad, la confianza en la educación y el progreso, elementos tan claramente apreciables por ejemplo en un Sarmiento, se contradicen con su aceptación del dominio industrial británico y la resignada esperanza de que la Argentina se transforme en su proveedor agropecuario" En tanto en Chile Andrés Bello con una mayor lucidez manifestaba " ¿Estaremos condenados todavía a repetir servilmente las lecciones de la ciencia europea, sin atrevernos a discutirlas, a ilustrarlas con aplicaciones locales, a darle estampa de nacionalidad?(21) En el contexto del fenómeno de europeización, aparece la reflexión de un Andrés Bello, que ya está entregando signos para elaborar resistencias a ese marcado de expansionismo, resistencias que dialogan perfectamente con los gestos que exponen los discursos postcoloniales al momento de oponerse a la implementación de un solo paradigma, a un modelo único, a un solo imaginario como referente en toda la sociedad.

Se establecen relaciones, se busca traer desde afuera el progreso, se desconfía de las competencias del recurso humano, situaciones que se observan claramente en la época de la nueva colonización, ésta que se dinamiza a fines del sigo XX, el desarrollo y el progreso tecnológico son exclusivamente monopolizados por los países más poderosos, y que los recursos humanos más capacitados se encuentran en esos lugares. Aún persiste la desconfianza de hace más de un siglo, aún son los mismos países los que se ubican en el eje del desarrollo y por su parte Latinoamérica, aún continúa en la misma posición del subdesarrollo.

La hegemonía tiende a unirse a los conceptos de civilización, cuando Sarmiento habla de la clásica dicotomía "civilización o barbarie", lo que estaba haciendo es hoy decir, diversidad o hegemonía, o pérdida de las identidades y sumisión a quien tiene más poder. Por esto mismo que todo el posible progreso que alcance América Latina siempre estará condicionado a la entrega de sus identidades, de sus culturas locales, sus patrimonios, con el objeto de producir una hegemonización, una introducción de una historia por sobre otra, con el firme propósito de que la más débil desaparezca, y con ello "la barbarie". Ahora bien no podemos desechar las palabras de Bello en el sentido de que ¿hasta cuándo haremos progreso con las ciencias de Europa? Ese es el punto, la inmigración si bien llegó para mejorarlo todo prácticamente, porque todo había que mejorarlo de acuerdo a lo que se pensaba la intelectualidad de la época. De ahí que el paso siguiente a la civilización fuera la modernización, característica que observamos en variados aspectos similares a los de la civilización.


MODERNIZACIÓN

"Todo el que no era degollador, carnicero ni salvaje, ni ladrón"(22), esa fue la descripción que se tuvo por consagrada con respecto al hombre "no civilizado", ahora el proceso modernizador tiene mucho que con el poblamiento de los territorios, con "poblar para gobernar" y eso bien los entendían los gobiernos de Chile y de Argentina por citar sólo dos ejemplos, en Argentina se necesitaba poblar ese extenso territorio de la patagonia, en el caso de Chile, la Araucanía "distinguen este proceso el desarrollo de un modelo económico primario-exportador, una política de colonización con inmigrantes europeos, una creciente urbanización, un aumento acelerado de las comunicaciones y medios de transporte, particularmente del ferrocarril y, en forma muy especial, una proliferación de la prensa escrita"(23).

Ya aparecen los tópicos que conlleva la modernización, que aún están vigentes y constituyen factores centrales dentro del marco de la globalización, como es el caso del transporte y los medios de comunicación. La modernización que se inicia con las políticas de inmigración europea mantiene características bastantes similares con respecto al concepto de civilización, estas características se reiteran en el sentido de que los elementos externos son los que producirán los rasgos iniciales del proyecto modernizador, esto también indica que frente a ello nuevamente se busca estar bajo las hegemonías de las naciones que aparecen como modernas a la hora de comparar. Lo nacional, las culturas locales diversas no son vistas para emprender tamaña empresa, es decir la desconfianza de antes no ha caducado, el elemento europeo es quien posibilita una práctica de desarrollo, se ha legitimado en los gobiernos una política de recursos desde afuera por sobre los recursos propios, nacionales. Se observa además que el interés está en desarrollar un modelo económico "primario-exportador", esto son los inicios de un modelo que a perpetuado exclusivamente las materias primas impidiendo efectivamente la modernización. Hoy los estudios postcoloniales reflejan precisamente esta constante, los países del tercer mundo sólo exportan materias primas a bajos precios y compran productos elaborados con esas mismas materias primas a altos precios, se mantiene entonces, el mismo modelo que hace que un país colonice al otro, no a través de territorios, sino que por medio de la economía y la cultura.

La modernización, procura precisamente la construcción de una política totalizadora, en donde las diversidades con sus particularidades de identidad se omitan, se marginen de esa totalización del pensamiento y de las sociedades, Occidente mapea lo que debe hacer el colonizado, en un comienzo esto lo podemos observar con la presencia de los inmigrantes europeos que son traídos para producir réplicas de modernización en prácticamente toda Latinoamérica.

PRODUCCIÓN CULTURAL

Quizás sea este uno de los temas más interesantes a raíz de los elementos que se encuentran en sus diversos textos, con esto es necesario precisar que de la producción cultural, nos abocaremos sólo a la producción literaria. Una producción marcada por los signos del registro, de las historias de vidas, por la urgencia que producía escribir al estar en lugares desconocidos y lejanos. También existe una producción literaria que entrega elementos que recogen abiertamente la cultura popular y más específicamente la cultura local, ejemplo de ello es el texto El Maruchito(24), libro en donde su relato va dando cuenta de los sucesos que pasan en un sitio de la patagonia. Por ese mapa de diversidad y con el objeto de no perder la focalización de este trabajo, interesa por tanto dividir en dos textos la producción de temáticas literaria distantes de los inmigrantes -que a nuestro juicio constituyen un importante referente.

a.- los que efectivamente están marcados por la urgencia de registrar
b.- los que recogen aspectos de las identidades locales

En ese contexto, podemos agregar que los procesos de colonización buscan precisamente instalar paradigmas, y no cabe duda que la producción literaria es fuertemente impactada, diremos por consiguiente que es también colonizada, por tanto los textos deben ponerse al servicio de esas prácticas de colonización, deben dar cuenta entre sus páginas de los favores que expone un tipo de modelo, con esa situación restrictiva lo que se escribe es lo que solicitan los mecanismos encargados de hacer respetar la colonización; sin embargo aparecen los textos que se resisten, que se oponen a la pérdida de la identidad, y dan a conocer precisamente lo otro. La clausura.

Con respecto a los textos que están marcados por la urgencia de registrar, tomaremos como referente a Allá en la Patagonia(25), es un trabajo epistolar recopilado 70 años más tarde, que relata la correspondencia entre Ella Hoffman y Mutti, su madre, correspondencia que ocurre entre 1923 a 1930. Es estas cartas se observa la necesidad de contar acerca de la tierra en que se ha llegado a vivir, y se dice que es una tierra inhóspita, marcada por las inclemencias del clima, por la soledad y por las carencias básicas para sobrevivir. Pensamos que es un trabajo que se resiste a la política inmigratoria de la época, los inmigrantes son llevados a la patagonia para colonizar, sin embargo el proyecto oficial omitía las múltiples carencias que llevan soportar estos colonos, en ese aspecto el registro pretende exponer una realidad muy distinta a la que se le había ofrecido.

El otro texto El Maruchito, con características muy distintas al anterior, se confronta con la imposición de una iglesia católica oficial, aquí el mito popular y la religiosidad de la zona patagónica, aparecen revindicando la diversidad de las culturas y con ello de la cultura propia de una localidad determinada. La resistencia está dada precisamente en creer en un "santo" que se aparece más cercano, más de ellos, y no en otros europeos como lo indica la iglesia.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Este trabajo ha querido contribuir a las investigaciones sobre los procesos de inmigración-colonización que se dieron en gran parte de los países en América Latina, la perspectiva ha sido buscar nexos entre esos conceptos, los que emanaron de las autoridades de la época, con los estudios postcoloniales, no nos cabe duda que se trata de un apronte y que las investigaciones próximas podrán ahondar más en el asunto, sin embargo, de acuerdo a mi tema de tesis doctoral, observe estas características que bien pueden ser los orígenes de un estado servil que ve que en Europa primero y luego en Estados Unidos podemos encontrar la civilización, la modernización y ahora el salto a la "sociedad informatizada" También hemos encontrado voces, como la de Andrés Bello que ya visualizaba la profunda distorsión que produciría una situación en donde se omitiera la participación de un pensamiento desde aquí.

La inmigración, ahora en el contexto de la globalización o de las nuevas colonizaciones no ha desaparecido, continúa de manera creciente y notoria, por esto mismo que en la actualidad, o más bien desde los años 90 Chile, más bien el centro de Santiago comenzó a poblarse de ciudadanos extranjeros, especialmente peruanos. En el año 1994 no alcanzaba las 10.000 personas, y hoy son casi 70.000, de los cuales, un 30 por ciento son indocumentados, según las cifras del servicio consular del Perú.

Pero su presencia en Chile, así como en otros flujos migratorios en el mundo, responde al proceso de la globalización económica (26).

La globalización implica liberar los mercados y también el laboral. Es una puerta abierta, una invitación a que los capitales, mercancías y personas transiten. Es difícil pensar que en Latinoamérica, una de las zonas más liberalizadas, sólo transiten mercancías y no personas en busca de trabajo, ellos también son agentes económicos. Se habla de movilidad de personas, de mano de obra calificada, semicalificada, y no calificada.

Las migraciones se han acentuado, pero los países receptores endurecen los mecanismos de recepción, son más selectivos, es decir, se ingresa con mayor facilidad en la medida que se tenga mayor calificación, de lo contrario existen más dificultades para desplazarte y documentarte. Así se va configurando el círculo de la migración en la época de fines del siglo XX. Las políticas de migración son presionadas o inspiradas por el parecer del gran capital. Hay una voluntad de no darle la misma oportunidad al trabajador inmigrante

El fenómeno de la globalización-postcolonización tiene que ver con esta categoría de trabajador migratorio es decir, la persona que se traslada con todo lo que implica el desarrollo humano. Situación que ya experimentaron los primeros inmigrantes europeos que fueron "usados" por los gobiernos locales para posibilitar el desarrollo en la región.

 

NOTAS

1.- Franz Hinkelammert. El nihilismo al desnudo. Los tiempos de la globalización, LOM Ediciones, Santiago de Chile, 2001. pp. 91-100.
2.- Los conceptos de expulsión / atracción, deben mucho a las opiniones vertidas por la Dra. Carmen Norambuena, en sus clases en el Doctorado en Estudios Americanos, de la Universidad de Santiago de Chile.
3.- Juan Bautista Alberdi. Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina. EUDEBA, 1966. pp. 30-75.
4.- ibid. P.30.
5.- Gayatri Chakravorty Spivak, "Can the Subaltern Speak?"; se ha usado la edición de Williams y Chrisman, eds., Colonial Discourse and Post Colonial Theory, pp. 66-111.
6.- Ibid.
7.- Vicente Pérez Rosales. Memoria sobre emigración, inmigración i colonización, Santiago 1854, p.87. Citado en "La Inmigración en el pensamiento de la intelectualidad chilena 1810-1910", de Carmen Norambuena. p.77.
8.- Carmen Norambuena. "Política y legislación inmigratoria en Chile, 1830 - 1930", en Cuadernos de Humanidades N° 10.Universidad de Santiago de Chile. Santiago de Chile, 1990. p.51.
9.- Vicente Pérez Rosales. Recuerdos de pasado. 1814-1860. Editorial Andrés Bello, Santiago de Chile, 1980. p. 474.
10.- Jorge Narváez. La invención de la memoria. Editorial Pehuén, Santiago de Chile, 1988. pp.15-
11.- Máximo González. "Globalización / Nación / Resistencia / Literatura Marginal" Documento de trabajo sin foliar. Santiago, 2002.
12.- Daniel García Delgado "La Redefinición del Estado", Capítulo I, pp. 18-40.
13.- Edward Said, "Chapter Three. Resistance and Opposition" en Culture and Imperilism, pp. 191-281.
14.- Maximiliano Salinas. "Risa y cultura en Chile" Documento de Trabajo. Universidad Arcis, Santiago, 1996. p. 34
15.- Jean - Francois Lyotard, La Condición Postmoderna, Rappot surt le savoir, París, 1978.
16.- Ibid. Cita 5
17.- Hardt y Negri "Capítulo 6", "La dialéctica de la soberanía colonial", y "Capítulo 7", "Síntomas de la Transición", en Imperio, pp. 115-153.
18.- Carmen Norambuena. "La inmigración en el pensamiento de la intelectualidad chilena. 1810-1910", en Contribuciones N° 109. Santiago, 1995.
19.- Marcial González. La Europa y la América. SANTIAGO, 1848. En Carmen Norambuena. "La inmigración en el pensamiento de la intelectualidad chilena. 1810-1910", en Contribuciones N° 109. Santiago, 1995.
20.- Ibid. Cita 18
21.- Andrés Bello. "Discurso sobre el aniversario de la Universidad", citado en América Latina III, de la Independencia a la Segunda Guerra Mundial. Por Gustavo y Helene Beyhaut. Siglo XXI Editores, México 1995. p.118.
22.- Esteban Echeverría. El matadero, Ediciones Colihue, Bs. Aires, 1993. p. 143.23.- Carmen Norambuena. "La Araucanía y el proyecto modernizador de la segunda mitad del siglo XIX ¿éxito o fracaso?, en Modernización, Inmigración y Mundo Indígena (Jorge Pinto, editor) Ediciones Universidad de La Frontera, 1998. p.227.
24.- Elías Chucair. El Maruchito. Editorial de la Patagonia.
25.- María Brunswig de Bamberg. Allá en la Patagonia. La vida de una mujer en una tierra inhóspita. Vegara Editores. Buenos Aires, 1995.
26.- Lilia Núñez. "En busca del sueño perdido" en periódico ATTAC, N°2, Santiago, 2003. p 12.



BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA


Juan Bautista Alberdi. Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina. EUDEBA, 1966.

Beyhaut Gustavo y Helene. América Latina III, de la Independencia a la Segunda Guerra Mundial. Siglo XXI Editores, México 1995.

Brunswig de Bamberg, María. Allá en la Patagonia. La vida de una mujer en una tierra inhóspita. Vergara Editores. Buenos Aires, 1995.

Chucair, Elías. El Maruchito. Editorial de la Patagonia.

Echeverría, Esteban. El matadero, Ediciones Colihue, Bs. Aires, 1993.

Hinkelammert, Franz. El nihilismo al desnudo. Los tiempos de la globalización, LOM Ediciones, Santiago de Chile, 2001.

Michael Hardt y Antonio Negri "Capítulo 6", "La dialéctica de la soberanía colonial", y "Capítulo 7", "Síntomas de la Transición", en Imperio, tr. Alcira Bixio. Buenos Aires. Paidós, 2002.

Jean Francois Lyotard, La Condición Postmoderna, Rappot surt le savoir, París, 1978.

González, Máximo. "Globalización / Nación / Resistencia / Literatura Marginal" Documento de trabajo sin foliar. Santiago, 2002.

García Delgado, Daniel. La redefinición Del Estado. Ed. FLACSO. México, 1992.

Narváez, Jorge. La invención de la memoria. Editorial Pehuén, Santiago de Chile, 1988.

Norambuena, Carmen. "Política y legislación inmigratoria en Chile, 1830 - 1930", en Cuadernos de Humanidades N° 10.Universidad de Santiago de Chile. Santiago de Chile, 1990.

...., "La Inmigración en el pensamiento de la intelectualidad chilena 1810-1910", en Contribuciones N° 109. Santiago, 1995.

...., "La Araucanía y el proyecto modernizador de la segunda mitad del siglo XIX ¿éxito o fracaso?, en Modernización, Inmigración y Mundo Indígena (Jorge Pinto, editor) Ediciones Universidad de La Frontera, 1998. p.227.

Núñez, Lilia. "En busca del sueño perdido" en periódico ATTAC, N°2, Santiago, 2003.

Pérez Rosales, Vicente. Recuerdos de pasado. 1814-1860. Editorial Andrés Bello, Santiago de Chile, 1980.

Spivak Gayatri Chakravorty. "Can the Subaltern Speak?"; se ha usado la edición de Williams y Chrisman, eds., Colonial Discourse and Post Colonial Theory, eds. Patrick Williams y Laura Chrisman. New York. Culumbia University Press, 1994.

Said, Edward "Chapter Three. Resistance and Opposition" en Culture and Imperilism. New York. Knopf, 1993.

Salinas, Maximiliano. "Risa y cultura en Chile" Documento de Trabajo. Universidad Arcis, Santiago, 1996.

 

 


Proyecto Patrimonio— Año 2004 
A Página Principal
| A Archivo Max González Sáez | A Archivo de Autores |

www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez S.
e-mail: osol301@yahoo.es
Max González Saéz: Algunos alcances de los procesos migratorios en América Latina en el Siglo XIX y XX. Una mirada desde el contexto de los estudios postcoloniales.