Por paradójico que parezca, para lograr un acercamiento a la obra de Martín Gubbins es necesario sacudirse de la impresión que produce tal o cual poema, dar tres pasos hacia atrás y levantar la vista para apreciar la obra en su conjunto. En esta posición panorámica, poco a poco se comienzan a delinear un sinnúmero de lazos que conectan una gran trama que se ha ido tejiendo con minuciosidad por más de una década. En ella, la palabra se erige como el monumento central de una pregunta que persiste y persiste latente en la médula de todo un proyecto poético. En torno a las diferentes ligaduras del entramado, y como si no bastara una, se edifican múltiples respuestas, cada una de las cuales se levanta como un poemario, como una lectura, como una instalación, como una performance.
Motivado por una fértil curiosidad, liberado de los prejuicios que padecen aquellos que se han dedicado a la Literatura la vida entera, y en contacto con otros artistas que comparten intereses similares, Gubbins escoge cada una de las hebras que habrán de componer su poética para acercarse al misterio de la palabra. Como un verdadero laboratorio, los primeros impulsos poéticos son ensayos colmados de incertidumbre, resultados de ejercicios a ratos sencillos, a ratos complejos, que apuestan por aplicar sobre el lenguaje, de los más diversos modos posibles, los diferentes procedimientos poético-experimentales. En este sentido, la obra Álbum (2005) es un perfecto catálogo en el que los procedimientos son expuestos, y donde se evidencia una pulsión abarcadora. Si bien se trata de una obra en la que el contenido aún forma parte de algunos de los poemas, de forma inevitable este comienza a ser desplazado mientras que la palabra, en cuanto a su materialidad, adquiere relieve.
A partir de este reconocimiento inicial, los procedimientos experimentales comienzan a trenzarse, formando nudos que a ratos los vuelven indistinguibles unos de otros. Cada patrón que resalta en el lienzo es un procedimiento que se materializa en uno de los poemarios del artista. Por lo que cada obra es, a su vez, un tejido. Escalas (2011) es un ejemplo palpable de ello: poemas dispuestos en pequeñas columnas en los que se enlazan espacios en blanco y letras-fonemas desprendidos de una palabra nuclear. La aplicación persistente de las técnicas experimentales permite que estas vayan adquiriendo profundidad, de modo que, entre las complejas figuras de la trama, la palabra desprevenida va revelando nuevas aristas. El lenguaje se muestra en medio de una ejecución poética a través de la cual los procedimientos experimentales están actuando: tensionando su lugar dentro de la poesía, desdibujando los límites de su forma y su sonido, despojándolo de su impulso natural por decir algo, haciendo surgir cuestionamientos en torno a las nociones establecidas que de él se desprenden, desautomatizando los modos de lectura y escritura. Se trata, precisamente, del abandono de la atención hacia el resultado de la obra para dar paso a la exaltación de los procesos. Comprender los modos de hacer es, a su vez, comprender la obra misma.
Como cualquier artista que hace uso de su materia prima, así también Gubbins hila y deshila la palabra de diversos modos, y con ello logra traerla de vuelta al lugar del que la tradición contenidística la había despojado. Se trata de un recordatorio permanente al espectador de que el lenguaje posee, en primer lugar, una realidad espacial y física que puede ser percibida a través de los sentidos, y que esta no tiene por qué ser fija, sino que es susceptible de someterse a la acción del poeta. Es así como las grafías y las ondas acústicas son sometidas al actuar de los procedimientos experimentales con el fin de acentuar su condición formal y sonora.
T X T tomadas de Alfabeto (2017).
Esta serie fue presentada en la muestra Partidura textil (2018) en tres lienzos de 7.5 mts. de largo x 0.90 mts. de ancho (ampliar)
La poesía experimental mantiene la atención sobre una materialidad que, en general, es obviada. El modo a través del cual lo logra responde al hecho de que es imposible que la vista pase de largo sobre aquello que se encuentra bajo una estricta tensión. Es allí donde, por el contrario, surge el interés alimentado por la extrañeza. Martín Gubbins —como quien tensa una hebra— expone, en sus diversas obras, modos de tensionar la palabra, ante lo cual no cabe la indiferencia. El impulso del poeta responde a su deseo por exponer al lenguaje en su estado más puro y primitivo, un estado previo a la pesada carga del significado. Para ello lo sitúa en escenarios en los que se le niega la capacidad de decir, en los que solo le es posible mostrarse para ser contemplado. Es lo que ocurre en Alfabeto (2017), obra en la que, mediante la repetición excesiva de las grafías, se satura la vista hasta el hartazgo de modo que las letras allí contenidas pierden su autonomía y se escabullen entre las formas para permitir la configuración de un gran tejido en el que se enlazan, de caóticos modos, los blancos y los negros del papel. En esta composición visual la percepción sensorial adquiere absoluta preponderancia, por lo que el lector tradicional muta a espectador y, con ello, completa el ciclo de la obra. La creación de estados sensitivos a través del uso de los procedimientos experimentales no se limita, en la obra de Gubbins, al ámbito visual. Parte importante de la trama poética sobre la que se ha ido desarrollando su proyecto, se relaciona con piezas de carácter sonoro —Basement Readings (2003), Sonidos de escritorio (2008), Feedback (2014), por mencionar solo algunas. En ellas es frecuente la creación de espacios auditivos en los que, los sonidos, despojados de significado y agrupados en curiosos patrones, se revelan sin otra pretensión que la de ser oídos. Algo similar ocurre en aquellos poemas en los que la letra adquiere una dimensión plástica. Allí se borra el límite entre lo que aún puede reconocerse como grafía y aquello que solo se limita a un gesto escritural sin forma concreta. Muchos de los poemas en los que prima el procedimiento de la deformación se encuentran en la obra Tic Tac T (2012). En ellos se apuesta por retomar la práctica basada en la mera contemplación.
La red que conforma la poética de Gubbins se nutre de hilos que no le son propios, provenientes de otras tramas. A partir de ellos es que el poeta establece otro modo de mantener la naturaleza del lenguaje en vilo, mediante la acción de privarle de decir algo nuevo. Con ello se evidencia que es inútil siquiera intentar aquello en una sociedad en la que se cree que está todo dicho, donde «al artista le resulta casi imposible escribir una palabra (o producir una imagen o ejecutar un ademán) que no le traiga recuerdo de algo» (Sontag VIII); sin embargo, como señala Ulises Carrión, «Las palabras en un nuevo libro pueden ser las propias palabras del autor o las palabras de algún otro» (23). El discurso puede estar gastado, pero en el modo de utilizarlo radica el genio del poeta. Fuentes del derecho (2010) es un poemario en el que se componen las obras a partir del procedimiento de la apropiación. El poeta hace suyas las fórmulas legales que, tras su repetición incesante, logran demostrar que se trata de estructuras vacías.
Poner en evidencia la imperfección del lenguaje implica también su desestabilización. Gubbins mutila la perfección de los sonetos de Góngora para crear, con apenas un retazo de ellos, sus propios Sonetos (2016). Estos poemas, conformados por versos incompletos, carentes de contenido, repetitivos en su estructura y rima, se transforman en un mantra que traslada al espectador a un espacio ritual. Este espacio no ha sido solo mental, sino que se ha recreado en las diferentes propuestas performáticas que el autor ha hecho de la obra en un trabajo conjunto con algunas compañías de danza.
El poeta logra, nuevamente, arrancar a la palabra de su estado de comodidad y, con ello, hacer su materialidad visible, al someterla a diversos grados de incertidumbre. Ya sea por ponerla en manos del azar o debido a la simple acción de permutar un elemento por otro, el procedimiento de la combinatoria logra que el lenguaje se vea obligado a manifestarse desde lo imprevisible, dejando las estructuras fijas y logrando una apertura de la obra hacia infinitos modos de decir, incluso carentes de lógica.
Las líneas que dan vida a Cuaderno de composición (2014) se entretejen con los espacios vacíos de las más diversas formas, al mismo tiempo que constituyen un soporte para que, sobre ellas, todo sea dicho. Con cada página disminuyen las líneas y aumentan los espacios hasta terminar en una ausencia total.
Entre las diversas formas que la palabra adquiere en este intrincado tejido experimental sobre el que se ha pretendido dar luces, permanece un impulso latente que tiende a la borradura, a la no significación. Ya sea por la saturación de la repetición, por lo extremo de la deformación, por lo indescifrable del uso del fragmento, por el sinsentido de la combinatoria o por el absurdo de la apropiación, todos los procedimientos —por sí solos o enlazados con otros— tienden a evidenciar la materialidad desnuda de la palabra desprovista de significado. La poética en su totalidad se mueve en esa dirección y, a través de las diversas obras y poemas, logra configurar modos de no significación mediante la acción de los procedimientos sobre el lenguaje. Con ello queda de manifiesto que existen varios modos de no decir. Esta liberación de la palabra de su vínculo con el contenido, permite que esta sea apreciada en su totalidad, ya que «la poesía no se sitúa en el plano del significado. Más bien renuncia absolutamente a él para rebosar de sentido» (Cirlot, 45). Así, la tensión a la que es sometida la palabra a través del uso de los procedimientos experimentales posibilita que pueda adquirir sentidos propios, más allá de la mera significación.
La poética de Martín Gubbins se ha establecido a partir de una red en la que se enlazan fundamentos claros y líneas consistentes que aportan a la exploración poética gran coherencia. Si bien comenzó a gestarse desde la inexperiencia, rápidamente adquirió rasgos sólidos que se traducen en cada uno de los poemarios, los cuales son propuestas que dialogan con otras creaciones artísticas al mismo tiempo que toman un riesgo interesante. Cada una de las obras es como un salto al vacío donde la posible recepción se transforma en una incógnita, pero que, con los avances del proyecto artístico, se realiza cada vez sobre más certezas. Es así como la creación poética de Gubbins deja ver que el aprendizaje constante que se desprende de las prácticas escriturales y el diálogo permanente con la recepción de la obra, han permitido consolidar las bases reflexivas que, pese a la multiplicidad de formas que adquiere, continúan brindando un sentido íntegro al quehacer del artista. Este es uno de los puntos que hacen de esta poética un conjunto que revela agudeza y genio, pero por sobre todo, estudio y trabajo intenso, lo que se ha traducido en una acogida cada vez mayor tanto en Chile como en el extranjero.
Pese a los cuantiosos intentos, la pregunta por la esencia de la palabra sigue sin ser respondida. Y no lo será, puesto que las exploraciones incesantes en torno a las diferentes dimensiones del lenguaje (y de sus posibilidades) no impiden que algo en su naturaleza se siga escapando de las capacidades de lo inteligible. Aunque cada resultado es apenas parcial, no por ello la búsqueda carece de sentido. El poeta —el más apto de los oficios humanos en cuestiones de la palabra— se regodea y sufre en ese permanente lío que establece con el misterio. Cuando por fin parece haberlo acorralado en la esquina de un verso, el misterio se vuelve a escapar y solo deja tras de sí una estela. Con ello se aviva más el deseo curioso y, como quien se enfrenta ante un difícil problema lógico, sobre una nueva hoja en blanco, lápiz en mano, permanece atento mientras plantea nuevas estrategias. La trama poética sigue trenzándose.
Bibliografía
—Carrasco, Carla (2018) Formas del no decir: procedimientos experimentales para una poética de Martín Gubbins. Santiago: Universidad de Chile. Tesis.
—Carrión, Ulises (2017) El arte nuevo de hacer libros. Buenos Aires: Imprenta Rescate.
—Cirlot, Victoria (1999) "Acerca de la Nada de Farai un ver de Deit Nien de Gulhem de Peiteu." Revista de Filosofía 24/25: Nada, mística y poesía, p. 35-48.
—Sontag, Susan (2016) Estética del silencio . Recuperado de https:// laboratoriodemusicalibre.wordpress. com/2016/10/20/estetica-del-silenciopor-susan-sontag/. (17 de mayo de 2018).
Poemas de Martín Gubbins
{De Fuentes del Derecho}
VERDAD
(a)
La verdad no es certeza
Puede existir ésta
Y faltar aquélla
Verdad absoluta
Verdad formal
Debemos contentarnos
Con una verdad formal
Así la conformidad
Entre una cosa determinada
Y la idea que de ella hay
Verdad absoluta
Verdad material
Verdades ficticias
Verdad judicial
Debemos contentarnos
Con una verdad formal
La probabilidad
De una verdad efectiva
Verdad material
Verdad estricta
Verdad real
La verdad no es certeza
Acercamiento a lo real
Establecimiento de la verdad
La realidad
Verdad postiza
Verdad material
Verdad efectiva
La búsqueda
Fijación de la verdad
Esclarecimiento de los hechos
La verdad se decide
La verdad se establece
La verdad se declara
La verdad se resuelve
La verdad se falla
La verdad real
Verdad postiza
Verdades históricas
Verdad virtual
Debemos contentarnos
Con una verdad formal
Una ficción ilusoria
Una conformidad
Conformidad de una cosa
Con la idea que de ella hay
Lo meramente formal
Verdad ficticia
Verdad total
(b)
La verdad se decide
Verdad material
La verdad se gana
Verdad formal
La verdad se infringe
Soporta
Obtiene
Desiste
La verdad se transa
Se ajusta
Se pierde
La verdad no transa
La verdad se juega
Se arriesga
Se anuncia
Se lee
Se arrienda
Se timbra
Se cose
La verdad se corchetea
Se pega con engrudo
Con chicle
Con baba
Se corta con los dientes
La verdad no se regala
La verdad es un documento
Que se gana
Y se pierde
Poemas
(c)
La búsqueda
La fijación de la verdad
Es un procedimiento reglado
Un procedimiento
Lógicamente estructurado
Fundado en principios
En máximas de la experiencia
En reglas de la razón
En reglas de prudencia
La búsqueda
La determinación de la verdad
La verdad pura y una
Sin agregados ni adjetivos
La verdad sin mordeduras
La que no depende de juez alguno
La verdad patente del sol
La verdad del día
La verdad de una chimenea
La verdad de una ampolleta
Esa no es la verdad judicial
El juez hace historia
Hace
H i s t o r i o g r a f í a
No es todo lo que puede decirse
Pero lo cierto es que el juez
Es uno que escruta en el pasado
Para saber cómo ocurrieron las cosas
Y por qué
Por qué ocurrieron las cosas
(d)
La verdad son juicios
Juicios de realidad
Sus juicios
Son juicios de existencia
Los juicios
Son decisiones
Todos los juicios son
Como si
Un hecho ocurrió
Un hecho
Un hecho ocurrió
Un hecho
No ocurrió
Juan
Juan ha robado
Juan
Juan no ha robado
Pedro debe
Tanto a José
Pedro nada
Debe a José
Nadie sabe
Nada
Nadie vio
Nada
Nadie oyó
Nada
Nadie sabe
Nadie dijo
Nada
DECLARACIÓN UNIVERSAL
Todos los seres humanos nacen
Dotados como están
De razón y conciencia
Toda persona tiene
No se hará distinción alguna
Todo individuo tiene derecho a
Nadie estará sometido a
Nadie será sometido a
Todos tienen derecho al
Todos los seres humanos son
Derecho a
Todos son
Sin distinción
Todos tienen
Toda persona tiene derecho a
Nadie podrá
Toda persona tiene derecho a
Toda persona
Nadie será
Nadie será objeto de
Toda persona tiene
Ya
Este derecho no podrá ser
A nadie se le
Los hombres y las mujeres
Sólo mediante
La familia es el
Toda persona tiene derecho a
Nadie será
Todo individuo tiene derecho a
Toda persona
Nadie podrá
Toda persona tiene
La voluntad del pueblo
Toda persona es
Toda persona
Toda persona trabaja
Tiene derecho a
Toda persona
Derecho tiene
Toda persona
En el ejercicio de sus derechos
Estos derechos
Tampoco podrán
Toda persona nada
En la presente
Declaración universal
www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez
Solorza. e-mail: letras.s5.com@gmail.com Hilos del entramado poético
Procedimientos experimentales para una poética no referencial
(A propósito de la poesía de Martín Gubbins)
Por Carla Carrasco
Publicado en PESAPALABRA.
Boletín de poesía y crítica, diciembre 2018
