Sátiras antropológicas
Por José Promis
 
  Revista de Libros de El Mercurio, domingo 6 de enero de 2008
Los cuentos de Marcelo Mellado nos enfrentan   fundamentalmente a voces, voces que cuentan cosas, que discuten acaloradamente,   que opinan, que dan explicaciones o que se justifican. Pertenecen a distintos   individuos, pero todas sitúan a sus dueños como individuos medulares,   característicos de grupos, o "tribus", que confieren identidad en un momento en   que las identidades, a juicio de algunos, están en juego  o en peligro de   extinción. Los cuentos de Ciudadanos de baja intensidad continúan así un   proyecto literario iniciado por Mellado en sus libros anteriores, una especie de   antropología poética de la chilenidad tal como se manifiesta en un rincón   característico del territorio, y observada a través del lenguaje del vituperio,   porque la coprolalia sería la manifestación más auténtica de la médula   sustanciosa de la raza.
o en peligro de   extinción. Los cuentos de Ciudadanos de baja intensidad continúan así un   proyecto literario iniciado por Mellado en sus libros anteriores, una especie de   antropología poética de la chilenidad tal como se manifiesta en un rincón   característico del territorio, y observada a través del lenguaje del vituperio,   porque la coprolalia sería la manifestación más auténtica de la médula   sustanciosa de la raza.
  
Este proyecto le ha otorgado al autor un perfil   inconfundible entre los prosistas actuales. Sus narradores y personajes   constituyen la manifestación quintaesenciada del hablar nacional, del garabato   como forma de enfrentamiento rebelde y desafiante a los demás. En otras   palabras, como instrumento de autoafirmación e identidad. Nada más lejos, por lo   tanto, de los métodos que utiliza Isabel Allende con el mismo propósito que   Mellado en Mi país inventado. Los cuentos de Ciudadanos de baja intensidad   sugieren que es por medio del insulto, del espíritu de protesta y de actitudes   de desconfianza y destructividad como los chilenos se construyen a sí mismos.   Actitud de radical paradoja que nos define. La destrucción comienza con el   espacio inmediato del autor, San Antonio y alrededores: "Este pueblo amalditado   que habito sin expectativas", asegura la voz narrativa del primer relato del   volumen. Pero no sólo ese balneario; todos los mitos territoriales son   desarticulados sin misericordia, como sucede en "Gutemberg Galaxy". En verdad,   nada de lo que cae bajo los ojos escapa de las opiniones patibularias de sus   ácidos narradores. El problema central del libro al que aludía más arriba, es   decir, el de la identidad nacional en un momento de globalización económica es   tajantemente solucionado por la misma voz que nos recibe al abrir el libro: "Es   tan insoportable ser chileno que he pensado seriamente en renunciar a esta   nacionalidad perversa".
El lenguaje carnavalesco de las voces creadas por   Marcelo Mellado ha ido sufriendo un proceso de exasperante intensificación con   cada una de sus nuevas publicaciones, y en Ciudadanos... hay momentos en que   llega casi al paroxismo. Los propósitos desacralizadores del autor adquieren   aquí el rojo color de la sangre. Las palabras destruyen con sarcasmo despiadado   las actitudes, obsesiones e ideales del individuo "chilensis" contemporáneo y se   ríen desenfadadamente de sus códigos comunicativos, entre los cuales, por   supuesto, no escapan los que emplean algunas orientaciones de la crítica   literaria académica: "Hazle al relato, como una manera de recuperar la memoria   personal, dicho así, a lo rimbombante, ahora que están de moda las escrituras   del sujeto".
El carnaval crea transitoriamente una identidad común, cuyo   jolgorio borra las diferencias, las lacras y dolores que dividen a la sociedad.   Pero también es cierto que éstas se insinúan porfiadamente a través de las   máscaras. El lenguaje irreverente y coprolálico de las voces de Mellado nacen   "en un periodo en que predomina el mal" y donde pocas voluntades quieren hacer   el bien. La burla y la sátira se justifican como las únicas actitudes adecuadas   para representar los discursos que materializan este mundo al revés, donde no se   encuentra "nada que se parezca a la felicidad, viejito, sólo perversión   institucionalizada". Marcelo Mellado pareciera insinuar que la mordacidad y   desenfado lingüísticos son la metamorfosis de grandes vacíos y de muchas   preguntas que permanecen todavía sin respuesta en nuestro territorio   "identitario", para usar sus palabras.
Ciudadanos de   baja intensidad
Cuentos de Marcelo Mellado
La Calabaza del Diablo, Santiago,   2007, 157 páginas.