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Mario Meléndez
Poemas de Partitura para aves de mal agüero

(RIL Editores, 2023)


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“En la escritura de Mario Meléndez la libertad imaginativa es tan poderosa que nos desliza sin descanso del puro juego al ramalazo iluminador, de la asociación libérrima que nos divierte a la punzada del dolor, de la inocente cotidianidad a lo macabro, bordeando siempre lo surreal pero con un ancla firme en el mundo concreto. Atravesada por el humor y la ironía, su poesía, que se alimenta de obsesiones, de poetas amados, de una evidente pasión por las palabras, nos otorga a cada paso una belleza extraña y una forma única de conocimiento”.

(Piedad Bonnett. Poeta y narradora colombiana. Premio Reina Sofía 2024).

 

 



Los rebaños tienen pena por los pastos secos
Los pastos secos balan por los rebaños
que no tienen dónde ir

 

 

Louis Armstrong, Neil Armstrong, dos héroes de USA 
Trompetas que vencieron la fuerza de gravedad 

El jazz es una brújula para aquellos astronautas 
          que vuelven a casa 
Una frase repatriada en los archivos del Times

Alguien olvidó mis anteojos en la luna  
Eso dijo Thelonious a su sicoanalista 

Y aquel viejo contrabajo flotando en el espacio 
como una lágrima del Misisipi envuelta para regalo 
sudor de negros en la frente de un cometa 
saliva de ángeles en el ombligo de Dios

Un minuto de silencio por el compañero Gagarin 
Un minuto de silencio también por mí 
dice la muerte sentada en la batería 
Estas baquetas se las robé a un demonio llamado 
          Cozy Cole

Debemos lavar los pies a las hormigas 
no pueden andar así adentro de la nave
La NASA es estricta en esto (Neil Armstrong
Otra frase desempolvada del Times)

O esa foto de Louis en Los Campos Elíseos     
El niño que aparece de espaldas se asemeja a Rimbaud
Las ranas cantan mejor que usted, le dice
son más afinadas a la hora de hacer el falsete

Un balde de agua fría para Louis 
que ahí mismo improvisa una ráfaga de grillos 
          malhumorados

Sería un mimo perfecto, le recomienda Marceau
su rostro evoca ciertas nubes que amenazan desangrarse

El jazz es una brújula para aquellos eternautas
          que vuelven a casa 
Eso dijo Thelonious a su sicoanalista 

Pero el silencio es una fosa clandestina 
que amontona epitafios en el vacío
(Miles Davis. Otra frase estrangulada en los archivos 
          del Times)




Un tenor venido a menos

Qué fue de aquel canario que se estrellaba contra 
          los vidrios 
-tres en punto de la tarde-
como un “viento divino” en el humo de Pearl Harbor
Aquella ave que gemía como un jazz entrecortado
entre el alpiste rancio y un agua moribunda
           que ni las moscas se atreverían 
Un tenor venido a menos, reconoció Lady Swan
mientras pintaba unas brevas afrodisiacas 
arrebatadas en el jardín de las delicias 
Se lo llevó la hija del mayordomo 
Lo sueltan en un garaje para que siga en lo suyo
-tres en punto de la tarde-
como un fantasma desmalezando la oscuridad
Un día nos enteraremos que ha dejado este mundo
Honor y gloria a sus cicatrices, a sus plumas 
          malhumoradas
a su canto atrincherado en los oídos de la muerte
Honor y gloria, repetí 
y brindamos con un champagne desvanecido 
          más viejo que el canario




Acción de gracias

Día 1

Enterró el cuchillo en el cuerpo de Cristo 
lo cortó con la pericia de un viejo cirujano
y lo dejó sobre la mesa junto al plato 
          de ensaladas
Oremos, dijo, mientras entraba en un éxtasis 
          anterior al deseo
Pero los niños ya habían devorado las orejas 
Los padres se peleaban los intestinos
La abuela mordía un riñón en la cocina
El perro huía con los huesos al cuarto 
          de invitados
Sólo quedó la cabeza girando sobre sí misma 
La muerte los miró con infinita clemencia
limpió el cuchillo en la barba de Cristo
y volvió al cementerio con la cabeza bajo 
          el brazo




Naturaleza muerta

Los que mataron a la cebolla 
volverían a la escena del crimen
para hacer tiro al blanco 
con esas uvas afrodisiacas 

Los agujeros en el jarrón 
no lograrán que las dalias 
se inquieten 
                   ni menos 
que los membrillos cambien 
de aroma 
              al ver cómo agonizan 
las ensaladas

El cadáver de la lechuga 
será exhumado 
a fin de constatar lesiones
Mientras los sesos de las brevas
esparcidos en el techo
presagiaban al último Pollock

Qué bien lucían los tomates 
antes de cortarse las venas




A Pessoa una sola personalidad  

Los gatos no leen a Pessoa 
tiene más vidas que nosotros / dicen 
rasguñando el retrato de Soares 
como si llevara barba postiza
o erizando la cola frente al Libro del desasosiego 

Escribir la biografía de Campos 
es hacerse el harakiri en ayunas / aseguran 
          los heterónimos 7 y 12 
Mejor orinar ciertos versos de Tabaquería 
donde tres ratas fuman hachís 
ocultas en un cofre que semeja el olvido

El abuelo de Caeiro era albino / señalan 
          los heterónimos 10 y 13
Sus rebaños todavía pastan en el vacío 
mientras el paisaje vuelve a casa con la cola 
          entre las piernas 
y bala toda la noche su canción desesperada

¿Qué sería de Ricardo* sin su carta astral? / 
          comentan los heterónimos 15 y 16
una oda de polvo / una flor de ceniza en manos 
          de Ofélia 
un canto de aguas servidas en el río de su aldea

El poeta jamás será un fingidor / remata 
          Sá-Carneiro**
Talvez un heterónimo de la muerte que se aferra 
          a su tabla de náufrago 
o que escribe sus iniciales en el muro de los lamentos
o viaja de polizón en la nave de los locos 

Y no da para más / ni para menos tampoco

A Pessoa
              una sola personalidad

*Ricardo Reis.
**(Lisboa, 1890 — París, 1916), fue un poeta y novelista, uno de los mayores exponentes del Modernismo en Portugal.




La realidad es un cuadro de van Gogh 

Dos cuervos desinflan el aire 
a picotazos

El silencio se corta una oreja 
en mitad de la calle
Un niño la recoge 
y escucha ensimismado 
el río de los muertos 
¿Quién nada en estas aguas? 
pregunta
mientras saca un anzuelo 
de su boca




Sólo ríen por compromiso 

Las hienas sólo ríen por compromiso 
Si piensa que se alegran 
cuando ven la cara de un extraño 
está muy equivocado 
La vida es una farsa 
que debemos representar
dice a la entrada de la jaula 
y ellas lo cumplen al pie de la letra 




Carbono 14 

Carbono 14 es la bestia más vieja
de este recinto
Se desconoce su fecha de nacimiento 
o si tiene lugar de origen 
Sólo sabemos que se alimenta 
de fósiles marinos
y que llora todas las noches 
por un amor de juventud

 

 

 

Mario Meléndez es un poeta chileno nacido en Linares (1971). Entre sus libros figuran: Vuelo subterráneo, El circo de papel, La muerte tiene los días contados, Esperando a Perec, Jardín de escombros y El mago de la soledad. Parte de su obra se ha traducido a diversos idiomas. En 2012 fija su residencia en Italia y al año siguiente recibe la medalla del Presidente de la República Italiana, concedida por la Fondazione Internazionale Don Luigi di Liegro. En 2015 es incluido en la antología El canon abierto. Última poesía en español (Madrid, Visor). En 2017 algunos de sus poemas aparecen traducidos al inglés en la mítica revista Poetry Magazine de Chicago. En 2018 regresa a Chile para asumir como editor general de la Fundación Vicente Huidobro. En 2022, RIL editores publica su obra poética reunida bajo el título Apuntes para una leyenda y la antología Réquiem para frutas suicida. Es considerado una de las voces más originales de la nueva poesía latinoamericana.

 

 

Foto © Marco Ugarte.


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