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El primer atentado que ahoga el espíritu poético de Leonor

(Prólogo del libro DIABULUS IN MUSICA de la poeta Leonor Dinamarca)

Por Mauricio Torres Paredes

 

La tremenda solución que se promete por las religiones oficiales, ha imposibilitado que la oscuridad sea un lugar, un espacio, un segundo en las olvidadas mentes de los individuos, todo hecho indignante e impropio se ha comparado con las señales estigmatizadas del supuesto mal. Pero como me dijo un poeta hace algún tiempo, en el génesis bíblico, no es el hermano Abel quien proyecta la historia, ni la humanidad, sino es el marcado, el que sufre y escapa de la voz de Dios. Es Caín el oscuro, quien sostiene la raza a la que pertenecemos todos nosotros. Y no solo nos hemos dado cuenta de que no existen los dioses y Dios, sino también marcianos y extraterrestres, la piel sobreviviente de Caín y su aullido desgarrado y delirante en la planicie del desierto, construyeron la oportunidad de que nosotros, sus hijos, imitásemos sus bramidos, recreándolos con la música.

No es fácil escribir desde la oscuridad, entender como el dolor se impulsa descarado y sin la menor intención de detenerse, no es fácil escribir en la oscuridad y menos desde la pretensión revelada de lo tenebroso, en esos momentos no existe el silencio, existe la impaciencia, el repudio, el aborrecimiento de tener la virtud de escuchar los lamentos y transformarlos en cadencia. Este es el primer atentado que ahoga el espíritu poético de Leonor.

Es de esas mismas tinieblas de donde la poesía de Leonor Dinamarca, fluye insurrecta, sublevada. "Su corazón es un laúd colgado, no bien lo tocan, resuena"(1) como hoja de papel que se arruga, que se marca, como se marca el delicioso cuerpo de un adolescente. Bella la sonoridad de su poética, de osada indecencia, caracterizada por la pérdida de la luz:

"Invocando maldiciones perdidas/…pronunciando el latín/ como lengua prohibida…/ Ahora comprendo tus pasos/ la luz de la luna sobre tus ojos/ y tu maligna sonrisa".

¡Entorpecedor!

El nuevo libro de nuestra poeta, titulado DIABOLUS IN MUSICA es un poemario que subyace en el oscuro temor al otro, al que participa de nuestra vida, que comparte realidades tradicionalmente oblicuas y que existe en el adorno poco probable de la virtud. Las máscaras de las cuales todos tenemos la oportunidad de hacer uso, se amoldan a la sintonía espiritual que fluye de nuestra alma, pero sin embargo, estamos claro que aquellos que utilizan caretas sosegadas, son por los cuales la maldad se enraíza violenta y cruelmente.

La poeta Leonor Dinamarca nos quiere ocupar de testigos de su incólume música poética y no es el Diabulus incestuoso quien se proclama en sus letras y versos, más bien, la imagen modernamente paganizada de la música incidental, de una leyenda carente de antagonista. Si no existe la luz tampoco las tinieblas y como solución a esos mega relatos, es el amor y el desamor quién asume el control de las palabras en crisis, como el individuo asume el asesinato de la imagen y la semejanza.

"El músico/ tiene el bien y el mal/ en sus ojos./ Cierto día los dioses/ quisieron arrebatarle/ la mirada,/ pero no sabían/ que él era un brujo/ capaz de ver/ el destino/ sin necesidad de sus ojos."

El músico indolente, capas de arrebatar las palabras y los versos y las metáforas a la poeta, atrevida imagen ruin de las soledades, de los perdidos en el desierto, que tiene el descaro de aun reír. Esto hace que Leonor Dinamarca se ate y se desate el corazón, de un oxidado alambre de púas, que obstaculiza la sangre necesaria para escupir en agonía.

Su poesía es un réquiem de la muerte, en su primer libro METAFORAS NEGRAS y en su segundo MAEROR DEMENS se sumerge el verso en la oscuridad del dolor, pero es en DIABOLUS IN MUSICA donde soluciona el descaro de la mortalidad del amor, como ella misma dice "Sin la mínima piedad por los deseos".

"Saquen esta soledad tan exquisita./ Mi evasión constante en cada pueblo./ Mi nefasta forma de entregarme./ Mi virginidad perdida en otro tiempo./ Arranquen de mí/ este calvario."

En síntesis, Leonor Dinamarca, poeta singular y alcanzada en este ejemplo de sencillez profana y divina que se titula DIABOLUS IN MUSICA compendio de papel, tinta, maquinas y lograda poesía, nos simplifica la adornada realidad desde su profundo decir.

"El pacto era simple/ Cómo acercar a un caído/ y volverle al rebaño/ Cómo acercar a un demonio/ y recordarle su nombre y sus manos/ El pacto era simple/ La consumación/ Hombre y mujer/ perdidos/ buscando la paz y el encanto/ Un demonio buscando la música."

Como planteaba Lao Tse desde el hemisferio de lo perpetuo "Todo el mundo toma el bien por el bien, y por eso conocen qué es el mal." La oportunidad de lograr dar cuenta de la existencia de la total realidad, sea cual sea y pese al costo que se pague, es esencia genética y espiritual de la poesía y es precisamente la búsqueda que realiza nuestra autora. No todo puede ser bellaza y virtud, como lo explica Dante "No hay mayor dolor que recordar los tiempos felices desde la miseria."

 

NOTAS

(1) Prefacio de Pierre-Jean de Béranger. La caída de la casa Usher de Edgar Alan Poe.En



 

 

 

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