Proyecto Patrimonio - 2006 | index | Óscar Barrientos | Autores |



 

ACERCA DE ÍCARO CALIPSO

Oscar Barrientos Bradasic.


No pocas veces la poesía sirve para repensar significados o para enhebrar esa cadena de verdades que la realidad suele hipotecar. La existencia de un joven poeta y su naciente producción puede interpretarse con una señal, como un aserto. Las palabras continúan diciendo algo, sacudiendo la atmósfera de la ciudad en ruinas.

Ícaro Calipso (Ediciones Guardián de la Memoria, 2002) de Alexis Zamora Cortez es un conjunto de poemas que alberga una naturaleza reveladora. Se trata de un libro donde coexisten diversas voces, provenientes tanto del arcano clásico como de los ecos vanguardistas, todos amalgamados por la tentativa de violentar los límites del lenguaje.

No es gratuito que la portada de este libro sea Mujer desnuda ante el espejo de Goya. En realidad hay un por un lado un mundo especular, una fascinación ante los espejos del poema y su capacidad para deformar o perfeccionar la realidad y por otra parte, flota en sus líneas, de manera especial en la parte final del libro, muchas de las obsesiones del gran pintor español.

En este caso el poeta habla de sistemas solares y de anagramas del hombre, todo ello a través de una escritura en permanente tensión. Tanto la levedad como el halo desencajado de la noche conviven para dejar en su lugar "el espacio del silencio".

El poeta se inserta en los paisajes interiores, pero también proyecta sus propios temperamentos en una naturaleza elemental. Así se refiere a un sector del litoral chileno.

"Mar de Horcón
que alguna vez borraste mis huellas de tu arena enmudecida
cuando inocente caminaba mirando las estrellas
tu murmullo de ola consoló mi herida
y tu cruz del sur me guiñó el ojo
alumbrando mi tenue y oscura dirección a la deriva"

En el sector del libro denominado la nebulosa del gestar, el poeta ingresará en los territorios de la poesía conceptual. Se trata de imágenes articuladas sobre la base de la instantaneidad, un espacio que se amplia en el infinito, quizás apelando a la sugerente idea de que los momentos se reiteran en una caja de resonancia infinita.

El viento me hizo mirar el suelo
y lo celeste se perdió en un parpadeo

al abrir los ojos existían otros mundos:

el de la roca y la arena,
el santuario de la gaviota
y el de la mosca azul

De ahí que el Ícaro calipso, ese ser preternatural que gravita en los versos, adopte en su curiosa versatilidad disfraces tan sugestivos como irónicos: un hombre que sube, un insecto planetario, un crustáceo, una medusa, todos repartidos en la fragmentariedad de una poesía capaz de comunicar trazados precisos.

Creo que Ícaro Calipso de Alexis Zamora es una mirada a un caleidoscopio y de manera especial, el aporte de un poeta que trabaja el verso desde una mirada profundamente original, es decir, con origen.

 

 

Proyecto Patrimonio— Año 2006 
A Página Principal
| A Archivo Óscar Barrientos Bradasic | A Archivo de Autores |

www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez S.
e-mail: osol301@yahoo.es
Acerca de "Ícaro Calipso"
Por Óscar Barrientos Bradasic