Rubio y serio, completamente afeitado, completamente, dice: yes, oh! yes, yes, a las dactilógrafas cínicas que inquieren como tumbas, sus designios trascendentales...
Está sentado en su azul gabinete azul, azul de trabajo; —... azul!...—
—¿A cuánto asciende, en dólares, el sol sumado a la luna y las estrellas?... tal piensa, tal piensa aquel oscuro, fabuloso, ilimitado mercader de lo infinito, tal piensa haciendo sonar en sus bolsillos las monedas orinecidas de los viejos astros muertos... y sonrie!
YANQUILANDIA
(En “Los Gemidos”, 1922)
PABLO DE ROKHA