Proyecto Patrimonio - 2008 | index | Patricio Serey | Felipe Moncada Mijic | Autores |

 


 

UNA ALERTA CONTRA LA IMPOSTURA
El libro "De profesión Ahogado" de Patricio Serey

Felipe Moncada Mijic
14 de julio 2008


 

De profesión ahogado se titula el segundo libro de Patricio Serey, publicado bajo el sello Casa de Barro. Al leer este extraño título, como primera reacción me surge una pregunta algo espontánea y básica: ¿cuál será esta profesión y quién el ahogado?, claro, para resolver esto hay que hundirse en la lectura, lo que en la mayoría de los textos resulta fluido por lo prosaico del estilo, aunque no necesariamente se cuenten historias.

Este libro, publicado en mayo del presente año, explora el doble-afilado discurso meta-poético, pero sobretodo explora en la ética del poeta (si es que puede haber alguna), pues como lo señala el epígrafe del libro, citando al portugués Pessoa: el poeta es un fingidor, un vecino cualquiera que debe mentir para instalar su proyecto de poética, su discurso que lo haga brillar sobre el resto de la manada. En estos textos Serey pone en cuestión no tan solo el lenguaje, si no también la actitud del escritor, dice el autor en el poema que da título al libro:

Quien  habla mucho del dolor
                        No hace más que abusar de esta palabra
                        Valerse del adjetivo doler para eludir
                        al hada del encanto final y seguir pateando la perra
                        Quien habla mucho del dolor, no sabe en realidad
                        el dolor que siente
                        y se encarniza en la lucha que cree imperfecta
                        perdida desde ya y sin derecho a reconquista
                        Pero el que es de profesión ahogado
                        termina dando unos manotazos perfectos en la nada
                        para que nada escuche, para que nadie atienda
                        los insultos lanzados al ojo
                        Pues donde pone el ojo, interpone su dolor
                        mas allá de la carne, de ese dolor canino y moral.

Se sufre entonces por profesión, por que la impostura de sufrir traería consigo una supuesta altura moral. El autor del libro reflexiona en la impostura del sufrimiento como tema recurrente y no como una negación de este sentimiento, lo pone bajo su lente, como sobre un ejemplar más de la galería de las muletillas literarias, Patricio nos comenta en el poema Tema de mi Próximo Sufrimiento:

Talvez podríamos jugar un rato a que envejecemos con la
[orfandad de un gato eunuco
a que sorteamos en una especie de malabarismo
el tema de nuestro próximo sufrimiento
Crecen en mi barba las canas, aunque es mentira
concilio y olvido aquel alboroto industrial que originó,
[con un matamoscas
la matanza de nuestras luciérnagas
y nos ahogamos en nuestra propia saliva...

Pero ahogarse en saliva, o en un vaso de agua, corresponde también a una cierta tradición nacional, y no tan solo del escritor. Se podrían recordar como ejemplo de aquello, algunos versos de Carlos Pezoa Véliz, quien fuera quizás el primer poeta chileno propiamente tal, en el sentido de usar la jerga popular en un lenguaje formal literario, nos dice Pezoa Véliz: ¡Tanta pena, tanta! Su llanto salobre / secaba una vieja de andrajoso ajuar; / iba un mercachifle y un ratero pobre / y una lamparilla que hacía llorar.// La vida... Sus penas. ¡Chocheces de antaño! / Se sufre, se sufre. ¿Por qué? ¡Porque sí! / Se sufre, se sufre... Y así pasa un año... / y otro año... ¡Qué diablo! la vida es así... Es de El Pintor Pereza, escrito hace más de cien años y donde aparecen junto al pintor; mercachifles y rateros, y aunque sus penas sean chocheces de antaño, se sufre, se sufre, porque sí. Patricio Serey se conecta de alguna manera con este tipo de registro donde se ironiza la modorra del artista (incluyéndose el propio autor), y lo hace, si no en un lenguaje popular, tomando la frescura y la gracia del habla proletaria, sea campesina o poblacional, pues ahí está el laboratorio del ingenio, el idioma utilizado por necesidad expresiva y no convencional, como ejemplo cito a Serey en el poema Ante Esta Nada que lo es Todo Para Nosotros:

Valga el hombre desamparado con su cachaña de hijo huacho
con su vocación de mártir (con tanto dios - hijo & espíritu)
Con su ritmo de coñac -pero sin coñac-
al que nos aferramos los aprendices de maldito
Desencanto apócrifo manoseado por nocturnas lecturas
ángeles calamitosos que regurgitan la verborrea de su pequeño mundo
que es la nada misma y la cosa ninguna, pura labia.

Curioso, la afinidad con Pezoa Véliz en el hecho de incorporar al idioma la jerga de la tribu, pero sin que esto signifique necesariamente volverse un militante de la antipoesía. Pues no se trata de escribir con el diccionario de coa en la mano, ni avanzar a chuchadas, ni fingirse payador, la jerga es un aliño más de la cocina literaria que la mano del poeta sabe agregarlo en el momento justo.

Más adelante en el texto Influencias de Tonito Salvaje, Serey vuelve a la carga, esta vez contra la impostura de quienes buscan una catarsis personal como fundamento de la poesía, y que gritan con una performance de ebriedad farandulera, como si de esa manera la poesía en si, pudiera tener su manito de gato, o al menos servir de cortina de humo del verdadero valor del texto, dice el poeta:

Con el decoro de un chacal amaestrado
trona su cabeza de pelotón orgiástico

Arriba de la pelota, mapamundi ebrio de
tanto río grosero
                                   Fastuosa libélula en vuelo rasante

la muerte, la muerte, la muerte

Los piojos de Lautréamont piden perdón
por incontinencia sanguínea...

Y continúa más adelante:

... y unas ganas de gritar
                        la letra con tonito salvaje
en la que todo suicida
escabulle su sino
(en el canto y no por el canto
                        huyen los cobardes)
Los porfiados siguen tangueando 
                        sobre piedras incandescentes
matapiojos rotan sus cabezas
por una cabeza pierden la mano
                                   que lava otra mano
                                               y las dos el ano  
                                                           Será un placer
                                                           eso de perder? 
A lo Pilatos    
Yo me las lavo, como es menester.

La poesía de Serey se puede emparentar también con la escritura de Enrique Linh, y más que en lo estilístico formal, creo que la similitud está en el plano ético, en la continua revisión del discurso, ejercicio que no condena la contradicción, pues aquí el poeta no aspira a ser la voz de las bocas muertas, ni de las cordilleras, ni de la verdad o algo que se le parezca, es un mortal hecho de contradicciones que escarba en el lenguaje, no para encontrar una luz colgando de los precipicios, pero sí para encontrar entre los escombros algo que echar al fuego, algo que pueda servir de brasero para los días de invierno, cito a Serey:

La gracia consiste en dar cuerda al ocio
Bracear contra la corriente
                                   para enfriar pecho
                                                            y otras vísceras
Hacer  de lo real un mosaico
o Patafísica de jardín botánico para solucionar lo imposible
Un dolor más rojo (carmesí) el espanto
la fuga de íconos con terno color caca, cacofonías
Tremendo grito en la nuca de un sordo
que no quiere oír
ó simplemente burbujear en los escombros del lenguaje
para quemar el paladar ortodoxo
Cachurear finalmente en la palabra hasta des-hacerse
[entre el silencio y la bullanga...

Es una poesía hecha a escala humana, desacralizada, que si bien nace de la pequeña urbanidad que es el San Felipe actual, se podrían reconocer muchos pueblos gemelos que arrastran su reciente pasado rural, re-fundados en la violencia de una rápida colonización por el imperio del mercado, con su pobreza puesta donde no se vea, sus poblaciones clonadas a cuestas, supermercados, multitiendas y sus deudores bien-vestidos que aunque conectados a la aldea global aún huelen a leña y a cilantro. Ese mundo, llamado lugar fandango por el autor, hierve de lenguaje con un crujir de papas fritas, música tropical y cervecerías para temporeros, desde allí -demuestra Serey- es posible establecer un hablante, sin la necesidad de falsear el registro o la experiencia.

En cuanto al libro como formato, De profesión Ahogado es la mitad anticipada de una obra mayor, que contempla un texto hermano llamado El Cadáver Exquisito de los Muertos de Amor, pronto a publicarse por la misma editorial.

Patricio Serey forma parte del comité editorial de la revista La Piedra de la Locura y ha dirigido el suplemento cultural Planeta Martes del diario El Observador de Aconcagua. Su primer libro “Con la Razón que me da el Ser Vivo”, obtuvo el primer lugar del concurso Cuadernos de Literatura de Aconcagua realizado en el año 2002.

La invitación es a conectarse con estos lugares fandangos, que de tan próximos y reales, sugiere que la poesía está mucho más cerca de lo que se cree y da un poco de pavor pensar que uno no esté atento para darse cuenta.

 

 

 

SELECCIÓN DE POEMAS

 

SOMOS LEGIONES

Los que le trabajamos al martirio
Aunque gratuita, formalmente
nos mantenemos a una distancia concreta de la palabra muerte
y de la palabra amor
Montamos guardia día y noche para no ser sorprendidos
enamorando a cualquier niña que temerosamente nos domestique 
                                                                       /el corazón

Con la esencia, ese olor difícil de embotellar o reproducir
hasta el delirio
(Imaginemos millones de manos y corazones sonrientes 
como legiones perfectamente adiestradas por la unión
que hace y deshace la fuerza, confundiéndose en una masa
asfixiada por su propia hormona)

Pero hay quienes aparcan en cualquier esquina para menear el muslo
pues se sabe lo fácil que es transfigurar unas cuantas almas sensibles
llevarlas hasta el séptimo cielo y dejarlas caer sorpresivamente
como manzanas repletas de orugas.

 

 

PUNTO DE EQUILIBRIO

No reparo en esta entrega que se abre como colosal
Investidura
Porque no trasciende como los lirios del campo
                                          con su rubor genealógico
Que en la turba o 
                                          en la piedra seca
                                          termina siempre 
                                          rasgándose la vida
Saltando del grumo de
los cerros aconcagüinos
a la maceta fría y clorada

Y que más, si no es eso lo que se busca, en su objeto de
llamar las miradas que corrompen hasta la sal de los ojos
Sofocar ese arrebato, con esa carne de cañón que despilfarra
sus orines sobre la tierra vana
que sin duda la haría florecer a cañonazo limpio
bajo el amparo de su particular visión de futuro

Pero en la maestranza de la belleza 
                                                          aún sudan los operarios
con el rigor revelando sus ímpetus
sus ganas de creer en el camino o sus costados
en la oscuridad del anonimato
en el fugaz resplandor que puede dar hasta el
frotar de unas piedras
Lo podría entender:
un moribundo acusado de subsistir bajo un halo
                                              de extraño placer por la muerte
o un niño que se encoge de hombros 
                                                 tomándole el pulso al destino
Pues, ambos muertos, recorren las calles mirándose de reojo
para no romper el encanto de la vida.

 

 

ESO SÍ

Eso sí,  que alguna frase me haya enfrentado a la realidad
de una completa falta de inspiración
Por decir lo menos, me he sentado al borde del plagi-cómico y absurdo
abasto de imágenes, como lo son éste desierto y el "espejo roto de narciso"
Molduras, una sensación ácida en la boca que me hace salivar
como un perro estúpido
Ciertos aires de suma deficiencia en la memoria
la razón como un mito que logra latir en el ritual de la escritura
como el robo de una palabra a plena luz  del rayo
volátil como los ojos que verán el fulgor más plácido del  mundo

Aquí se prepara un cuerpo
como la vieja maniobra cosmogónica de los pueblos
la costilla del poema y el insuflo de un gas mortal en la sucia nariz
de su texto 
Pero todo  se volverá viejo algún día, la belleza, lo obvio de este verso
la novedad de la muerte, el mito de los espejos
el dolor de la pérdida
los ojos, el pelo, la lengüita que juguetea  en el ombligo
los idos, los venidos, los distraídos
y los retraídos de una realidad que molesta
                                                              como espina en el muslo
Para que decir más,  remolienda al interior de un abismo
Sinónimos e ideas a fines 
horas venidas en vano bajo la sombra de las hadas olímpicas
musas de segunda mano acariciando la pierna del insufrible mosco chichero
Pero respeto me digo, el alcohol es un aliado en los peores momentos de la vida
De la muerte sólo podría traducir mis completos estados de borrachera   
piezas de un rompecabezas lanzadas contra viento
como un texto que se arma y desarma  por su propia voluntad.

 

 

TAMBIEN ESCRIBO

No pienso en mí cuando escribo
De corto o largo aliento
Más bien ahogado
Tampoco pienso en el gusano
Ni en mi vecina tetona
Que se asoma cada vez
Que llego pasado una hora decente
Tampoco pienso en poetas
O escritores
En alguna obra concreta
Soy más bien un tipo “ecléctico”
Me acomodo
Tomo lo que me conviene
(Que puede ser todo lo anterior)
No crean que no tengo opinión
La tengo
Pero la mayor de las veces me la guardo
No se quien soy en realidad
Pero tampoco sé quienes son ustedes
Cuando hablo de ustedes
No se me viene ningún rostro a la mente
Mi mente está generalmente ocupada
En ideas que dan vuelta como un
Montón de calzoncillos en una lavadora
A veces pienso en mis órganos
Si estarán sanos o  necesitan
Un buen aseo, una pasadita de plumero
En el fondo sólo escribo.
Alguien respondió a esta pregunta con un “por que sí”
O por que es la única manera de estar vivo
Buena respuesta para desatar tronaduras o salir del paso
Pero el tema, creo, es más profundo que eso
No ser un pajarito
(y esto no es metáfora es mas bien eufemismo)
O tal vez sí, por lo libre digo
Libre en estos tiempos 
Nadie usa esta palabra sin esbozar una
Sonrisa irónica, o eructar y terminar cagándose
De la risa  
Quizá muy joven para saber por qué
Quizá muy viejo para  cuestionármelo
El tema es que yo también escribo
Cuando puedo y, cuando no, también escribo. 


 


 

Proyecto Patrimonio— Año 2008 
A Página Principal
| A Archivo Patricio Serey | A Archivo Felipe Moncada Mijic | A Archivo de Autores |

www.letras.mysite.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez Solorza
e-mail: letras.s5.com@gmail.com
UNA ALERTA CONTRA LA IMPOSTURA.
El libro "De profesión Ahogado" de Patricio Serey.
Felipe Moncada Mijic.
14 de julio 2008.