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Joven promesa literaria de Temuco presenta su primer libro:

“Persistencia del Alba” o reflexiones de una Araucanía hermosa y violenta

Por Damaris Molina

 

Rodolfo Hlousek nació en Chillán en 1977 y estudió en un liceo de hombres en que a pesar de estar cercado de la  rudeza masculina su sensibilidad nunca se vio minada. Fue desde este establecimiento en que  comenzó a  leer y a interesarse por la poesía ¿tal vez porque la presencia de Gonzalo Rojas o Nicanor Parra pesa tanto que no pudo evitar sus influencias? Quizás, pero lo cierto es que poco a poco se fue relacionando con algunos de los máximos exponentes de la literatura y la poesía en Chile, llegando al momento, en que después de un retroceso geográfico que le llevó a radicarse definitivamente a la Araucanía, presenta una producción literaria que le ha costado más de siete años terminar.

- ¿Cuándo decidiste optar por la literatura como tu medio de expresión por excelencia?
- Hace unos años atrás, estudié Castellano en la Universidad del Bío-Bío porque creía que acercándome primero a la teoría podía aprender a ser un buen escritor. En aquel establecimiento, luego de un tiempo, la carrera no logró satisfacer mi ímpetu literario, al contrario sentía que lo hundía entre tanto academicismo y fue entonces que tuve la fortuna de conocer a don Sergio Hernández, un destacado literato que ha trabajado en la Academia Chilena de la Lengua, y que también es reconocido por ser el primero en hacer una tesis seria acerca de la poesía de Nicanor Parra en 1954. Con él me sentí muy identificado, muy motivado porque  hablaba de autores como Mallarmé, Baudelaire, Rimbau entre otros, que fueron gravitantes  para mi generación. Sin embargo, mi cercanía con este señor, no evitó que me saliera de la Universidad luego de soportar el primer semestre decidiendo posteriormente estudiar Periodismo en Temuco pues  me gusta mucho más el ejercicio dinámico de la literatura en vez de su teoría académica. 

- Supongo que no dejaste la teoría totalmente de lado...
- No, aún ahora reviso autores importantes sobre teoría puesto que creo firmemente que el escritor debe formarse por todas las líneas posibles. Debe ser un tipo de amplia mirada. Y bien, luego de mi salida abrupta de aquella universidad, comencé a formar parte de un taller que desarrollaba Héctor Ponce de la Fuente quien hoy día está a cargo del taller de teatro de la Universidad de Chile. El es doctor de Literatura y actualmente está haciendo un doctorado en Semiótica. Pues bien, formé parte de su taller porque encontraba que la literatura joven, la cual se practicaba allí, era más arriesgada y de cierto modo quería acercarme más a ese punto, quería lograr algo más frontal, más directo en sus decires. Posteriormente formé parte del grupo literario “Ñuble” que tiene actualmente 42 años, que es el más antiguo de la zona central y quizás también del sur de chile.

Rodolfo es alto y delgado. Los huesos que sobresalen de su  rostro revelan el costo de atreverse a escribir en serio. Pero a él más le importa la letra y con su atuendo de líder de banda Punk sigue adelante y conversa de sus influencias y gustos. La vestimenta que porta revela que no me he equivocado, tiene la actitud de un rockero.
 
- ¿De qué forma te inspiras para escribir?
- Desde adolescente que escribía escuchando música, escuchaba Bauhaus, The Clash, Los Ramones, The Cure y exponentes latinoamericanos como Los Prisioneros, y otras bandas como los Electrodomésticos y Upa!.

- ¿Hay alguna relación entre la música punk o rock que escuchas y lo que escribes?
- Si, hay un cruce entre lo musical y lo literario. En mi caso la literatura es una amalgama de varias cosas como un octaedro, porque por un lado está la narrativa trasandina con un Cortázar un Borges, por otro lado está la literatura y la lírica principalmente chilena, con un Nicanor Parra un Gonzalo rojas, y otros escritores como Gonzalo Millán y la literatura sobre todo de los 80’ y en la línea musical, están los grupos contestatarios de The Clash, Sex Pistols y sobre todo los Beatles. Pero mi libro, al menos su comienzo, no es tan contestaria tampoco, porque de hecho empiezo en mi primera parte de forma bastante bucólica, pastoril. Hablo sobre la tranquilidad del sur, la flora la fauna, la geografía del Sur de Chile, etcétera. Hablo también de las diferencias entre la zona del Bío-Bío hacia el sur y la comparo con la zona del norte lugar en que no se nota tanto la presencia mapuche como acá, aunque  no obstante igual hay cruces culturales que se notan en procesiones importantes como la de San Sebastián del 20 de enero.

- Pero algo sucede en la segunda parte de tu libro...
- Efectivamente tengo un cruce después, en el relato en que comienzo a hablar de mi generación a la que yo califico como  “desacreditada” y “desconcertada” donde la alegría no llegó y ahí sí me identifico con las bandas, ahí como que enchufo con la letra y ahí suena mas rockero, más contestataria. Cuando me tocó presentar el libro en Santiago dije que no era casual que el libro desde sus primeras páginas  fuera muy delicado y que después se pusiera  duro y es por que la violencia de esta zona, ambiente del que me nutro y contamino, se ha ido manifestando de a poco. Tenemos el caso de el asesinato de Matías Catrileo, o el caso de Alex Lemún. Y es más, puesto que el mismo paisaje de la Araucanía es violento. Es terrible ver mientras viajas que al lado del camino, los campos que una vez estuvieron cubiertos por árboles nativos, hoy están sembrados de Pinos y Eucaliptus. No sé que le vamos a decir a las  nuevas generaciones cuando empiecen a tomar conciencia de lo que hemos permitido que nos y les rodee.

- ¿Qué tanto te afecta lo que sucede a tu alrededor?
- En mi poesía trato de ser consciente de donde estoy parado y esa conciencia trato de hacerla útil en todo momento. Leo el diario, observo a la gente que me rodea, pongo toda mi atención en la naturaleza humana y en la geografía que está presente cuando camino. Y vuelvo al tema de que la violencia en este sector del país ya no es solamente implícita o subliminal como acostumbrábamos a vivirla, ahora se ha hecho explícita  en la muerte de varias personas, entonces se plantea  la pregunta de cuál es nuestra posición frente a eso, acaso ¿debemos mantenernos en esa ficción que nos han tratado de hacer creer de que vivimos en un país económicamente desarrollado casi como una potencia mundial en Latinoamérica? O ¿debemos sacarnos la venda y comenzar a comprender y hacer?.

Primeras incursiones literarias

- ¿Es éste tu primer libro?
- Este es mi primer libro, pero bajo una rótula editorial, porque ya había publicado anteriormente otros escritos  pero autogestionando mis propias publicaciones, mediante fotocopias o repartido a mano. Eran métodos de difusión precarios pero que funcionaban.

- ¿Sientes que has cerrado un ciclo en tu incipiente producción literaria?
- Es importante la producción de un libro en cuanto a tener un producto tangible en la mano, pero no creo que el arte se cierre ahí, creo que la experiencia artística debe continuar por otros procesos tanto colectivos como individuales. Hay que recordar que el mejor poeta norteamericano Walt Whitman, si no fuera porque se tuvo que morir, hubiese seguido editando su libro año tras año.

 

 

 

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“Persistencia del Alba” o reflexiones de una Araucanía hermosa y violenta.
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