PLEGARIA POR 
                EL NUEVO RICO
                De los oportunístas 
                líbralo, Señor,
de los viejos amigos nunca antes vistos
de 
                la exultante jauría de parientes lejanos que como por encanto le 
                irán apareciendo de norte y sur del país (los tíos del primo de 
                un cuñado de su medio hermano).
                De las tenaces 
                señoras de instituciones benéficas 
protégelo
...................www.letras.s5.com ... 
                con tu sangre
de los mil vendedores de automóviles que 
                caerán a su diestra 
y de los diez mil 
                promotores de intangentes
................................... ( esos 
                entes casi sublimes)
que se dejarán caer a su 
                siniestra.
Si en plena borrachera en el boliche de la 
                equina
Tú lo iluminaste de tu gracia y le afirmaste el pulso 
                tembloroso
para que eligiera el cartón preciso.
O si en un 
                arranque de sentimentalismo divino
......................................... 
                -tú también los tienes, Señor-
le mostraste en sueños el 
                número de los números
(y luego le diste la inspiración 
                suficiente para que lo jugara
...................................................................... 
                al revés)
Si fue tu mano sacra la que guió la mano de la 
                guagüita o la patita del minino regalón
para que se posara en 
                ése y no en otro boleto de la Lotería
Si fue por tu santa 
                voluntad, Señor
.................. 
                -casi digo tu infinito sentido del humor-
que el pobre se 
                ganó solito esa porrada de millones
entonces ten misericordia 
                de él.
                Que la torta no se le 
                vuelque sobre su propio rostro.
                Mantén alejados de su 
                casa a los limosneros profesionales
................................. esos que 
                usan la palabra óvolo-
a los sablistas joviales que 
                cercenan sin dolor
y a los perdigüeños de cara lánguida que 
                en interminable
procesión misérrima llegarán de rodillas 
                hasta su casa
rogándole favores de animita 
                milagrera.
                Dale de tu fortaleza, 
                Señor
.......................... 
                (revístelo de la dureza prehistórica de tu cuerpo santo)
para 
                que pueda resistir el tormento
de las toneladas de cartas que 
                abrumarán su espíritu.
Pedidos que irán desde una muñeca de 
                trapo más que sea hasta
una cabañita en la playa 
                prescrita por el médico
.............................. -pasando por 
                cosas tan inverosímiles
como un traje de viuda, una rueda de 
                triciclo fletero
o pasajes para traer de vuelta al amante 
                vagabundo
extraviado en los bares de puerto
de algún 
                lejano país helado-.
                No se le vaya a 
                obnubilar la razón en complejos de Santa Claus
Adviértele, 
                Señor, que él no es ningún Rey Midas
......................................... 
                (que ni papá Rockefeller lo fue).
                Guíalo siempre por el 
                camino de la austeridad y la prudencia.
                Líbralo de la 
                tentación del cheque en blanco
de las propinas 
                exuberantes
de la arrogancia torpe de no preguntar por los 
                precios
Tantéale el desprendimiento de su mano 
                abierta
-que su derecha sepa siempre lo que da su mano 
                izquierda-
Los pobres, tú también lo fuiste, Señor
suelen 
                ser demasiado munificientes.
                Aconséjale que se lo 
                tome con calma
que se vaya despacito por las piedras.
Que 
                no vaya a cambiar muy de sopetón la rayuela por el golf
los 
                causeos de patitas por el caviar
los incomparables boleros de 
                amor de Lucho Barrios
por música que sólo lo hace imaginar 
                catedrales de aire y no le trae a la memoria ningún nombre de 
                mujer.
                Que está bien, que es 
                comprensible que cambie su modo de andar
que cambie de 
                loción, de marca de cigarrillos
de raza de perro.www.letras.s5.com
..... Incluso que cambie la raya de su 
                peinado
si le parece que le sienta mejor.
Pero palmotéale 
                el hombro amistosamente, Señor
y dile que no sea 
                desconsiderado
que no sea patevaca:
que no vaya a cambiar 
                a la mujercita nublada de suspiros
que lo amó a pan y cebolla 
                (al menos no muy luego).
                Muéstrale que las 
                rubias platinadas son fatales
que las mulatas de fuego llevan 
                el diablo en el cuerpo
y que el noventa por ciento de las 
                pelirrojas no lo son.
                Que una danza del 
                vientre no vale la caída de un imperio.
                Que el auto que de 
                todas maneras se va a comprar
no lo atiborre tanto de adornos 
                y calcomanías
Que la casa nueva no sea muy grande
en donde 
                en las noches no pueda hallar una ventana con luna
y correr 
                el riego de extraviar su propia sombra.
                Procúrale amigos 
                nuevos para que pueda usar su correo electrónico
..........( sin que por ello se olvide del 
                cabro Felo, del maestro Froilán y de la flaca Nancy).
Pero 
                antes instrúyelo en el arte del buen anfitrión.
.................................... Dale 
                roce social.
Enséñale a pronunciar correctamente anglicismos 
                y galicismos (hall - champagne - champignon - etc. ).
Lo va a 
                necesitar.
                Consíguele un volumen 
                del Manual de Carreño.
Alecciónalo en los puntos más 
                elementales
..... (tampoco se 
                trata de volverlo un petimetre, claro).
En la manera de usar 
                expeditamente los cubiertos por ejemplo
(tú sabes, Señor, que 
                él sólo usaba la cuchara grande y, a veces, algún domingo, 
                tenedor y cuchillo).
                Y por sobre todo, por 
                lo que más quieras
que no comience a vestirse como un turista 
                norteamericano
de farra en el carnaval de Río.
                Que no ostente 
                demasiado la hilacha, Señor.
                Ilústralo sobre que 
                el glorioso banderín del Colo
no va muy bien junto a un Matta 
                o un Lira
........................ 
                -así más no sean reproducciones-
y que el busto de Chopin o 
                de Mozart -aunque remanidos ambos-
dan mucho mejor tono sobre 
                el piano que su vieja imagen
de la Virgencita del Carmen 
                moldeada en yeso.
                Exímelo, en lo 
                posible, de tales papelones, Señor
Los ricos de cuna -Tú lo 
                sabes- pueden llegar a ser muy crueles.
                Y si por obra del 
                diablo, estafas, despilfarro
malos negocios, socios 
                inecrupulosos, etc. etc.
la torta se le volviera sal y 
                agua
.......................................paja 
                en el viento
migajas de un pan frío en sus bolsillos 
                rotos
que lo tomado lo comido y lo bailado no se lo quite 
                nadie.
Que ningún hijo de mala leche se atreva a venir
a 
                quitárselo. Eso sí que no, Señor.
                Mas si ocurriese lo 
                contrario.
Si por milagro lograse aumentar y consolidar su 
                fortuna.
............... Si de 
                millonario pasase a multimillonario.
Si se transformara en 
                ese algo pálido y liso
que se conoce como "un rico"
y en 
                calidad de tal exhalara su último suspiro
olvida entonces la 
                hiperbólica sentencia
del camello y el ojo de la 
                aguja
................................ y porque 
                la culpa no fue toda de él
déjalo entrar al Reino de los 
                Cielos.
                Cual un viejo portero 
                de circo
.......... todo corazón 
                ante un niño con cara de bueno
haz la vista gorda, Señor, y 
                dale la pasada a tu Santo Reino
Así más no sea por debajo de 
                la carpa.
                ............................................................. 
                Amén.