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HOLA RODRIGO... Tanto Tiempo que no te Veía
EL FABLANTE LIRICO (Un Servidor)

Teresa Calderón
Publicado en P
rimera documentación (Santiago, Chile) 26 de diciembre de 1993


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EL FABLANTE LÍRICO (Un Servidor)

«Corriendo el riesgo de ser descalificado bajo el vago cargo del individualismo, de que para mí el mundo termine muy poco más allá de mi/ piel y/ rogando se me perdone el probable egocentrismo autista y mi compulsión a/ decir la verdad sólo la verdad nada más que la verdad y, en la medida de lo/ posible algo más que la verdad —lo cual es considerablemente distinto/que toda la verdad— (...)», aparece como la propuesta poética de Rodrigo Lira. Y más aún, es la gran apuesta que Lira le hace a la poesía y a la vida. Una situación en que la vida y la poesía se confunden en el mismo camino, aunque: «Advierto/ que no soy un sicótico/ me dicen «loco» pero los que me dicen «loco»/ otros a su vez les dicen «loco»/ tal como se dice «flaco»/ —a veces me dicen «flaco»/ y un flaco re'flaco me dice «gordo». De ahí que un factor iluminante de la poesía «Lírica» (de Lira) sea la relativización del enfoque y la percepción, tomando como punto de apoyo la realidad del contexto vital que le permite abrirse al volcán que agita y sacude al poeta para traducir esos contenidos en palabra escrita, en ese objeto que lo contiene en plenitud y le entrega el equilibrio que le dará la razón y el sentido a un nuevo día para la vida. Una vida que si novela: «barroco contemporánea sería/ y complicada coreografía de oraciones gramaticales». Una vida que si sueño, sería: «gemido de segismundo en verso o en prosa». «Y si cinematográfica película,/ ¿cuáles las sinfonías, los conciertos, las canciones/ para la banda sonora, y qué imágenes/ y cuáles secuencias para alimentar el rollo/ adentro de la cámara —en el revelador— en la moviola/ sobre la pantalla de la sala de estreno?».

EN CUALQUIER CASO, OS IMPLORO:
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . PERDONADME

Cuando la Lira de Rodrigo se volvía más tonante e incisiva, era en situaciones en que focalizaba tonos y semitonos, fusas, semifusas y difusas hacia los hermanos de raza: los demás poetas, con quienes establecía el diálogo preferentemente a través de lo que habían escrito.

Destemplado, triste, ácido, solitario, desencantado, furioso, iracundo ancestral, satírico y muerto de la risa, logró sus mejores momentos cuando las emprendió contra textos famosos escritos por los famosos de la escena poética chilensis. Mucho más que humor: burla desatada, consiguiendo el mayor efecto de exactitud verbal, resolución perfecta en esas imágenes donde respira a sus anchas la profundidad de la percepción.

Pero hay dos ideas necesarias de desarrollar, para ser fieles a la escritura de Lira. Una se relaciona con la intención de los textos y otra con el efecto del producto.

Como lo primero es lo primero, urge la aclaración de que cuando el poeta cruza el diálogo con cada uno de los textos que motivan su ejercicio poético, aún cuando subyace una sátira feroz, no es posible desentenderse ni desatender a sus propias palabras: «El Autor pide al Lector diScurpas por la molestia (Su Propinaes Mi suerdo»: o bien cuando señala, cuando expresa a manera de autocrítica: «este es un chiste a la manera de los de la violentada y dispersada promoción poética nacional de los años 60 (cortito)». O bien cuando implora: «Perdonádme» y es un verdadero grito amaneciendo a la superficie con todo el dolor y la potencia del desencanto que lo gestó en las honduras: «El caso es que me cojea el alma». Y además, «la mencionada ansiedad está siempre al borde de transformarse en angustia en Angst, para los pedantes y los cultos en espera existencial que no es pera ni manzana ni sidra ni chicha ni limoná (...) de manera que hay que cercar a la ansiedad o litizarla (?) con ANSIOLITICOS de los cuales no menciono marcas: ningún laboratorio me pagará un peso ni me hará descuentos» (...).

Angustia para cercar con ansiolíticos y con poesía

«POETAS CON-SAGRADOS»

Mirando la poesía de Rodrigo Lira, y habiendo aclarado el punto de la intención, derivamos en el efecto. Ocurre que en este juego-sátira, donde el guiño burlón tiene tanta fuerza como el sentido lúdico que atraviesa a el «Proyecto de Obras Completas», libro que agradecemos en su recopilación al nunca ponderado como se merece, el pertinaz poeta Eduardo Llanos, se observa la alteración esencial que padecen «ad aeternum» los poemas originales.

Que sea para bien o para mal de la poesía, no es caso cuestionar aquí, pero la cierta solemnidad, la seriedad, la certeza con que se constituyeron los textos base, propiciadores de la reflexión o disquisición de Lira, nunca volverán a ser leídos de la misma manera en que fueron leídos sin los textos de Lira. Ejemplos al canto. Opongamos al «Arte Poética» de Huidobro, el «Ars Poetique» de Lira donde ya el título es anunciación:


«Qué el verso sea como una ganzúa
Para entrar a robar de noche
Al diccionario a la luz
De una linterna
. . . . . sorda como
Tapia
. . . . . Muro de los Lamentos
Lamidos
. . . . . Paredes de Oído!
. . . . . cae un Rocket pasa un Mirage
. . . . . los ventanales quedaron temblando

Estamos en el siglo de las neuras y las siglas
. . . . . . . . . . . . . . . . . . y las siglas
son los nervios, son los nervios
El vigor verdadero reside en el bolsillo
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . es la chequera
El músculo se vende en paquetes por Correos
la ambición
. . . . . . . . . .no descansa la poesía
. . . . . . . . . .está c
. . . . .. . . . . . . . . . ol
. . . . .. . . . . . . . .. . . . g
. . . . .. . . . . . .. . . .. . . . an
. . . . .. . . . . . .. . . .. . . . . . do

en la dirección de Bibliotecas Archivos y Museos en Artículos de lujo, de primera necesidad,

Oh, poetas! No cantéis

a las rosas, oh, dejadlas madurar y hacedlas mermelada de mosqueta en el poema».

Revisando los dos textos de «A modo de explicación» de Lira con «Apocalipsis Doméstico» de Gonzalo Millán. Fragmento del «Uno: Cantinela Musitada»: «Ya no queda nada: se cortó la leche, se apagó la llama, se quemó el asado, se acabó la vela, despertó la guagua, se durmió la mina, se murió la abuela, lloró una muchacha».

Y parafraseando a Parra, dice Lira:


«Y llegó
(...)
. . . . . . . . . . don Nicanor
y se instaló con su
montaña rusa; pero
hasta donde llegan
los datos del autor,
nadie ha sido atendido aún
por hemorragias nasales y/o
bucales en las postas o
policlínicos fiscales o
particulares por
haberse encaramado o
haberla intentado escalar»,
(...)


Y de los breves e intensos poemas que llegan de Oriente, nos dice Lira:


«epiglama plimelo
«El dinelo: ¿Eh la lecong pencha de la viltú?» o
«La pelchevelanchia: ¿tlae we na fol tuna» (como dishe el 1 ching a cada lato)?

El ploblema
de la ploblecha
paleshe no tenel aleglo:
pelo, kaleshieng do de molal...
no ha de faltal
. . . . . . lo matelial»


Revisando el libro, encontramos también a Gonzalo Rojas, Merino, Ruiz, Polhammer, Cameron y Zurita, entre otros,


«el superpoeta zurita se pasea
como un cristo bizantino por las calles de santiago
con el habla (mordiéndose la lengua)
casi perdida
. . . . . .erguido
el superpoeta es objeto, o tal vez víctima,
. . . . . .por dos veces
de sendos artículos en la dominical columna
del padre valente (...)
Se yergue a mayor altura que el cristo
de elquí de parra, el zuper poeta surita
(...)
Se pajea/se quema y se tajea/las mejillas. Se deja
. . . .. . . . .. ./ barba. (...)»


Otro rasgo característico de la poética de Lira es el encantamiento que el lenguaje le produce. Una suerte de hechizo en que cae al trance por las posibilidades fónicas y sintácticas que le permiten llevar a su máxima expresión el sentido lúdico, tan claro en su escritura. Las palabras van llamando más palabras, las recoge, las da vuelta y piruetea con ellas hasta el delirio. Son textos que se escriben, escribiéndose y el primer verso dará las claves del desarrollo de la idea:

«Después, bailaba, al medio del círculo conga conga que siga la milonga terminó/ el kurz eins del Goethe -sie gut, ich sehr gut/ Mechona del pedagógico ojipintada entonces dancing in the ring eo eo/ que siga el hueveo semana premechona-/ yo bailaba en medio conga conga con parsimonia -sin zafarme como en las fondas-/ o miraba tomando una cola el bailoteo/ Está tomando créditos de fundamentos sicosociobiológicos y filosoficales/ de la educaciónica/ Estará estudiando geografía, la geografea, en el campus oriente de la ucé,/ seguirá yendo a misa, la pata peluda (...)»

... CON RESPECTO A MIS TEXTOS

y manuscritos, no sé si se podrá hacer algo. Durante mucho tiempo les tuve cariño y les atribuí importancia. Ahora las cosas han cambiado, pero de todas maneras sentiría que se destruyeran así no más...»

dice Lira en un fragmento de la carta que dejó a sus padres y a todos nosotros que nos hemos entusiasmado con su poesía y que lo conocimos vivito y coleando.

OYE, RODRIGO, QUE ONDA:

(...)
Pero sí tengo que dejar constancia
que espero que, pase lo que pase
aún en la eventualidad de que me pusiera a
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ./ escribir en serio
. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . .o en serie
nunca nadie me consagre
de modo que se debiese ayunar en forma
. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . / voluntaria
para asimilar adecuadamente mis producciones
y espero también que ningún amigo incauto
poco entendido en los menesteres y quehaceres
. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . / del mester literárico/
pueda anda considerándome como alguna especi / de
Promesa de las Letras Chilenas
espero solamente que me escuchen de vez
. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . / en cuando
mientras tenga algo que decir -no ocurre
. . . . . . . . . . . . . . . .. . .. . . . .. . / siempre-
espero que de repente
le echen una ojeada
a algún papel impreso, mimeografiado,
. . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . / dactilografiado
. ..fotocopiado o manuscrito
. . . . . . . porque tengo
. . . . . . .. . . . . que
escribir, . . . .de vez en cuando»


¡Que así sea!

Teresa Calderón . . . . . . . . . . . . . .


 


 

 

 

 

I

LA LETRA CON SANGRE ENTRA

Marcelo Novoa

re
cuerdo Lira tu
cuerda rota


cómo qué perdonad esta pelada si te enmudeció??? llamémosle decapitulación a tan inciertas escenas del capítulo anterior, lo mismo que novela que no ve la seria(1) colisión de realidad & ficción —con posible t.e.c. abierto u/o cerrado según— Quentonces nada face el Hurbano, demasiado Humano ni bracea ni aserrucha el piso, se deja arrastrar i trapear el escenario O hasta dar frenteyperfil contra el lente paparazzi cruel 0. I no por nada se rebela b/n o color, pues la suya verba pulento alquimista dar se las quizo, quizás sin revelar jamás la sin razón motivo o causal de andarle clausurando persianas a la luz del entendimiento (valga aquí el paréntesis) que ni atleta-super lector veloz se corriera tales laberintos, hiendo de pajar en pajar sin la mano sosegar; así no hay cuerpo que resista tanto tonto tintero derramado —ni llorar + sangre + sudor + semen— que no hubo atajo más llano ni perezoso para quien ya cortaba las huinchas los metros las medidas de la Moda Maldita: amén quel soplo divino avinagró su destino: qué cómo ádivino tárde mál nunca chóreza onífladura chíspazo fue/era/sería morirse de poesía...........


II

NO, NO Y NO

— autodesacramental con tres velocidades —

i. Lira NO es poeta parriano, antipoeta pop ni lihninista. Muy por el contrario: barrococó, neobarroco o barroco postmoderno es lo que es. Y es en Quevedo, Cervantes o Góngora —por ir a las fuentes— donde mejor se halla. Pues allí donde cobró análogo dinamismo tal afán versificador. Examinemos el uso/abuso que da las grandes máquinas retóricas, a saber: Inventio, como vemos en «Angustioso caso de soltería», «4 tres cientos sesenta y cincos y u n 366 de Onces» y «Ela elle ella she lei ale» que se leen como poemas-poemas (dado que así es como el mismo autor los catalogara). Dispositio, donde caben todas sus artes poéticas parafraseantes de Huidobro, Lihn, Cameron y Zurita, además de sus citas-epígrafes, verdaderos bricollages de lugares comunes que se nos aparecen como el rasgo estilístico más representativo de su escritura. Elocutio o la reinserción —nunca reivindicación— del poetastro como figurín para recortar y armar casa de putas con la Tradición, aderezándolo todo con los mayores insultos/bromas/pesadeces. Interesa aquí sus lúdico-lúcidas reflexiones sobre la escena poética de los 70, la poesía joven y las múltiples fracturas de contextos, circuitos y lecturas. Pronuntiato, que desenrolla su culebrera retórica con mayores alcances, de allí su histerismo gráfico, ese manierismo fonético a ultranza. Revisen: «Epiglamaholiengtaleh» o «Topología del pobre topo» y su exasperante «Nil Novi (STP)». Razones por las cuales, Parra o Lihn ni siquiera intuyeron la densidad y el «peso» de la propuesta de Lira, aunque se mantengan en su cercanía más o menos peligrosa, o bien una trabajosa distancia, respectivamente.

ii. Lira No fue poeta de obra sinó de gextualidad extrema. «La Poesía está mal hecha». (p.49) no abre nuevos rumbos, es broche de oro ensangrentado para una época. «... a no ser que ser un poeta/sea ser un payaso/o sea ser un espectro...» (p. 61) Parodia de la parodia, remedo burlesco y/o doliente del poeta como mago o alquimista. «...o presto, prestamente, poemas/o proyectos de poemas o fragmentos de poemas...» (p. 88) Sombra chinesca contra los húmedos muros de los lamentos en esta Babel s. XX. «La poesía no es para cualquiera...» (p.111) Por eso su poemática gestualidad debía iluminar bajo las alfombras de los Parnases de otrora. «-pero no con poesías, pero no con escritura...» (p.125) Lira desescribe nuestra Historia Literaria. Y para eso escribe, ya que no debiera escribirse una sola línea más de la Tradición. Lo hace —simple manotón, pirueta acrobática, movimiento final— sin saber sabiéndolo, ocultando el resentimiento, aflorando el desacato, resultando tan ¿poco? trágico.


iii. Lira no será mártir —víctima del Sistema— nuevo ícono para la Capilla ardiente de nuestra poesía (Gómez Rojas, Teófilo Cid, Rojas Jiménez, De Rokha padre e hijo, Armando Rubio). Su obstinación por la muerte como tema y variación, lo sitúa junto al silencio/negación de J.L. Martínez, la embriaguez utópica de Jorge Teillier y el enmascaramiento descarado de Enrique Lihn. Situación inmejorable de vigía postrero, último hombre en el relevo, cabeza parlante de turco dando por finalizada la función.

1993
Marcelo Novoa

 

 

 

 

Imagen superior: Rodrigo Lira ingresando al Departamento de Castellano del Campus Macul de la
Universidad de Chile, a fines de la década de 1970
fuente: memoriachilena.gob.cl

 

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HOLA RODRIGO... Tanto Tiempo que no te Veía.
EL FABLANTE LIRICO (Un Servidor).
Teresa Calderón. Marcelo Novoa.
Publicado en Primera documentación.
(Santiago, Chile) 26 de diciembre de 1993