Este libro de ensayos del profesor Cristián Montes Capó trata de la influencia de la música en cuatro etapas de la narrativa chilena. Toma como ejemplos la novela Martín Rivas(pdf) de Alberto Blest Gana, obra perteneciente al siglo XIX, y la novela La sangre y la esperanza, (pdf) de Nicomedes Guzmán. Asimismo examina y analiza la presencia de la música en la generación del 60 o de los “novísimos”, como los bautizó José Donoso en un artículo publicado en la revista Ercilla. Centra su estudio en los escritores Poli Délano, Carlos Olivárez y Antonio Skármeta, sin dejar de mencionar la trascendencia y objetivos escriturales del resto de la generación. El último ensayo lo dedica a la obra de postdictadura de Ana María Jiménez y Teresa Izquierdo, presas políticas que escribieron un libro con carácter epistolar: Antes de perder la memoria.
La música, en general, siempre ha estado presente en gran parte de la narrativa latinoamericana. Especialmente en la literatura realista, en donde el cancionero popular de cada país es representativo en los ambientes más variados, tales como en la cotidianidad urbana o los sectores rurales, en donde se escucha preferentemente música mexicana.
Cristián Montes Capó
El tango, el bolero y, en ciertos textos, el jazz, son una constante en la narratología americana. La generación del boom fue pródiga en la representación musical en sus novelas y cuentos. Basta con mencionar Rayuela de Julio Cortázar y la manifestación del jazz. O Mario Vargas Llosa con sus valses peruanos. Lo mismo ocurre con Guillermo Cabrera Infante con el bolero caribeño o el puertorriqueño Luis Rafael Sánchez con su novela La guaracha del Macho Camacho, cuyo fondo sonoro gira alrededor de esa canción.
El profesor Montes asegura que este trabajo es “es una mínima muestra de lo que se puede seguir investigando en torno al tema de las relaciones entre literatura y música”. Entre los ejemplos paradigmáticos cita la literatura de Alejo Carpentier , “debido a que su música es en su narrativa un elemento estructural en el que se sostiene el nivel de significación”. Además, afirma, que esto puede apreciarse en toda su obra narrativa. Basta con consultar las novelas Ecue-yamba, Los pasos perdidos, (pdf) El acoso, Concierto barroco o La consagración de la primavera.
También menciona al grupo literario La Onda, de México, surgido en la década del 60, paralela con la generación de los “novísimos” en Chile, que funcionó con los mismos postulados históricos, sociales y artísticos que la chilena, hermanados por la música del rock, el jazz y el blue. Margo Glantz, escritora que escribió mucho sobre este grupo de narradores jóvenes mexicanos, expresó que “su literatura puede servir como ensayo para aprender a “desleer” un mundo o como ensayo verbal para ordenarlo”. “El juego adolescente”, agrega, “se coagula en una irrealidad y en un lenguaje mimético que devela a fin de cuentas la realidad circundante”.
La música juega un lugar muy importante en los relatos, como una suerte de compañía de los protagonistas de las historias, marcando a fuego un estilo y un lenguaje claramente diferenciable con la de los escritores precedentes. “La música”, nos dice Montes, “articula el discurso literario y confiere intensidad a la trama novelesca”.
El primer capítulo lo dedica a “La importancia de la música en Martín Rivas”, de Alberto Blest Gana. Pero el meticuloso ensayo no se limita solo a este concepto, sino que realiza un pormenorizado estudio tendiente a analizar el alcance y objetividad del autor por retratar y representar una sociedad en un determinado período de tiempo, con todas sus flaquezas y aciertos, centrando el relato en una vívida interpretación de las tradiciones históricas, políticas y religiosas.
La presencia del piano en los hogares de la alta burguesía, fue un elemento esencial para incorporar la música docta en las familias acomodadas. Pero Blest Gana también se preocupa de narrar la influencia de la música en las familias de “medio pelo”, como se designaba peyorativamente a las clases populares, en donde el piano era sustituido por la guitarra y en algunas ocasiones especiales por el arpa, con el fin de interpretar la zamacueca que se transformó en el baile nacional.
En el segundo capítulo examina la novela La sangre y la esperanza de Nicomedes Guzmán. Acá está presente la generación del 38 a la que perteneció el autor, en pleno gobierno de Pedro Aguirre Cerda y el Frente Popular. Novela que es un clamor ante la injusticia social. El conventillo en este relato funciona ”como epicentro de una praxis revolucionaria”. La novela describe con máxima crudeza la existencia del conventillo, la miseria y la segregación social. Montes realiza un acabado estudio de la sociedad de la época. “La importancia de los himnos políticos y su condición de símbolos identitarios es el tema transversal desplegado por varios autores en el libro”, nos aclara el profesor Montes, que permitieron “generar vínculos emocionales al interior de una determinada comunidad”.
El tercer capítulo lo dedica a interpretar y analizar la generación de los “novísimos” o generación del 60, en la narrativa de Poli Délano, Carlos Olivárez y Antonio Skármeta. Muchos autores de este movimiento literario privilegiaron en sus escritos los personajes juveniles, que permearon el ámbito temático, formal y de lenguaje en sus historias. La música fue un elemento primordial en estos escritores. En Poli Délano está presente en muchos cuentos y novelas el tango, en tanto en Carlos Olivárez cumple una función muy relevante el rock de la época. Skármeta incursiona en el jazz y en las canciones populares preferidas por sus personajes. Esta generación de jóvenes escritores crearon una literatura revolucionaria y renovadora, mirando más hacia el futuro que al pasado, con un carácter marcadamente desacralizador. La influencia de la literatura norteamericana, de la Beat generation , encabezada por Jack Kerouac con su novela emblemática En el camino,(pdf) fue primordial en el desarrollo creativo de los integrantes de este movimiento literario.
En el último capítulo, el profesor Cristián Montes lo destina a exponer y resaltar la “importancia del canto y la memoria en el texto Antes de perder la memoria de Ana María Gutiérrez y Teresa Izquierdo, obra que podría catalogarse en el género epistolar. Correspondencia realizada entre dos mujeres presas políticas. La música juega un papel fundamental para superar el dolor y la incertidumbre del encierro. “En tales momentos”, nos dice el autor, “la música enriquecía la experiencia compartida y las aspiraciones colectivas del grupo”.
La función de la música… es un ensayo profundo, analítico, con un pormenorizado estudio de las diversas temáticas y autores tratados, respaldados por una bibliografía amplísima que cobra mayor relevancia con la información oportuna, con los juicios certeros aportados a cada escritor investigado.
Cristián Momtes Capó, con este nuevo libro, reafirma su capacidad investigativa y de análisis de la literatura chilena y latinoamericana. Una obra que las nuevas generaciones de escritores debieran conocer para comprender y valorizar a los que los precedieron.
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“La función de la música en cuatro momentos de la narrativa chilena", de Cristián Montes Capó
Editorial Cuarto Propio, 2024, 179 páginas
Por Ramiro Rivas