Proyecto Patrimonio - 2006 | index | Raúl Zurita | Autores |

 

ANTEPARAISO


de Raúl Zurita

 


EDITORES ASOCIADOS
Santiago de Chile 1982

 

 

 

 

 

oye Zurita -me dijo- sácate de
la cabeza esos malos pensamientos

 


 

 

LAS UTOPIAS

 

 

ZURITA

 

 

Como en un sueño, cuando todo estaba perdido
Zurita me dijo que iba a amainar
porque en lo más profundo de la noche
había visto una estrella. Entonces
acurrucado contra el fondo de tablas del bote
me pareció que la luz nuevamente
iluminaba mis apagados ojos.
Eso bastó. Sentí que el sopor me invadía:

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE I

No eran esos los chilenos destinos que
lloraron alejándose toda la playa se
iba haciendo una pura llaga en sus ojos



No eran esas playas que encontraron sino más bien el clarear
del cielo frente a sus ojos ...albo ...como si no fuera de ellos
en todo Chile espejeando las abiertas llagas que lavaban

 

i. Empapado de lágrimas arrojó sus vestimentas al agua

ii. Desnudo lo hubieran visto acurrucarse hecho un ovillo
... sobre sí ...tembloroso ... con las manos cubriéndose el
...purular de sus heridas

iii. Como un espíritu ...lo hubieran ustedes visto cómo se
...abrazó a sí mismo ... lívido ... gimiente ... mientras se le
...iba esfumando el color del cielo en sus ojos

 

Porque no eran esas las playas que encontraron sino el volcarse
de todas las llagas sobre ellos... blancas... dolidas... sobre sí
cayéndoles como una bendición que les fijara en sus pupilas

 

iv. Porque hasta lo que nunca fue renació alborando por
... esas playas

v. Ese era el resplandor de sus propias llagas abiertas en
... la costa

vi. Ese era el relumbrar de todas las playas que recién allí
... le saludaron la lavada visión de sus ojos

 

Porque no eran esas las costas que encontraron sino sus propias
llagas extendiéndose hasta ser la playa donde todo Chile comenzó
a arrojar sus vestimentas al agua radiantes esplendorosos
lavando frente a otros los bastardos destinos que lloraron

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE II

 

Miren las playas de Chile
Hasta el polvo se ilumina
en esos parajes de fiesta

 

i. Las playas de Chile son una fiesta en sus ojos


ii. Por eso hasta el polvo que los cubría se hacía luz
... en sus miradas benditos lavándose las mortajas


iii. Por eso la patria resplandecía levantándose desde el
... polvo como una irradiada en las playas de sus ojos
... relucientes para que hasta los sepultos puedan ver
... la costa en que se festejaron cantando esos dichosos

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE III

 

Veánlas mecidas bajo el viento:
Chile entero resurgía como una
línea de pasto en el horizonte

 

i. Chile entero resurgía como una línea de pasto por
... el horizonte


ii. Por eso las playas parecían mecerse como espigas
... frente a ellos... lejanas... esparciéndose en el aire


iii. En que ni sus sueños supieron del resurgir de toda
... la patria donde nosotros somos apenas una línea de
... pasto meciéndose en el horizonte ... como espejismos
... ante Usted ... por estos aires besando la costa que
... Chile entero esparció iluminada bajo el viento

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE IV

 

Celestes clavaron esos cielos:
Usted era apenas el horizonte
en las playas de este calvario

 

i. Las playas de Chile fueron horizontes y calvarios:
... desnudo Usted mismo se iba haciendo un cielo sobre esas
... costas de nadie


ii. Por eso las cruces también se llamaron playas de Chile:
... remando esos botes se acercaron a ellas pero sin dejar
... estelas en el agua sino sólo el cielo que soñaron
... celeste ... constelándose sobre esas miserias


iii. Por eso ni los pensamientos sombrearon las cruces de este
... calvario donde es Usted el cielo de Chile desplegándose
... sobre esas miserias ... inmenso ... constelado ... en toda
... la patria clavándoles un celeste de horizonte en los ojos

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE V

 

Chile no encontró un solo justo en
sus playas apedreados nadie pudo
lavarse las manos de estas heridas

 

Porque apedreados nadie encontró un solo justo en esas playas
sino las heridas maculadas de la patria ... sombrías... llagadas
como si ellas mismas les cerraran con sus sombras los ojos

 

i. Aferrado a las cuadernas se vio besándose a sí mismo


ii. Nunca nadie escuchó ruego más ardiente que el de sus
... labios estrujándose contra sus brazos


iii. Nunca alguien vio abismos más profundos que las marcas
... de sus propios dientes en los brazos ... convulso ... como
... si quisiera devorarse a sí mismo en esa desesperada

 

Porque apedreado Chile no encontró un solo justo en sus playas
sino las sombras de ellos mismos flotantes sobre el aire... de
muerte ... como si en este mundo no hubiera nadie que los pudiera
revivir ante sus ojos

 

iv. Pero sus heridas podrían ser el justo de las playas de
... Chile

v. Nosotros seríamos entonces la playa que les alzó un justo
... desde sus heridas

vi. Sólo allí todos los habitantes de Chile se habrían hecho
... uno hasta ser ellos el justo que golpearon ... tumefactos
... esperándose en la playa

 

Donde apedreado Chile se vio a sí mismo recibirse como un justo
en sus playas para que nosotros fuésemos allí las piedras que al aire
lanzamos ... enfermos... yacentes... limpiándonos las manos de las
heridas abiertas de mi patria

 

 

 

Yo lo vi soltando los remos:

 

 

 

 

 

 

 

LAS ESPEJEANTES PLAYAS

 

i. Las playas de Chile no fueron más que un apodo
... para las innombradas playas de Chile

ii. Chile entero no fue más que un apodo frente a las
... costas que entonces se llamaron playas innombradas
... de Chile

iii. Bautizados... hasta los sin nombres se hicieron allí
... un santoral sobre estas playas que recién entonces
... pudieron ser las innombradas costas de la patria

 

En que Chile no fue el nombre de las playas de Chile sino sólo
unos apodos mojando esas riberas para que incluso los roqueríos
fueran el bautizo que les llamó playa a nuestros hijos

 

iv. Nuestros hijos fueron entonces un apodo rompiéndose
... entre los roqueríos

v. Bautizados ellos mismos fueron los santorales de
... estas costas

vi. Todos los sin nombre fueron así los amorosos hijos
... de la patria

 

En que los hijos de Chile no fueron los amorosos hijos de Chile
sino un santoral revivido entre los roqueríos para que nombrados
ellos mismos fuesen allí el padre que les clamaron tantos hijos

 

vii. Porque nosotros fuimos el padre que Chile nombró en
... los roqueríos

viii. Chile fue allí el amor por el que clamaban en sus gritos

ix. Entonces Chile entero fue el sueño que apodaron en la
... playa ... aurado... esplendente... por todos estos vientos
... gritándoles la bautizada bendita que soñaron

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE VII

 

Muchos podrían haberlo llamado Utopía
porque sus habitantes viven solamente
de lo que comparten, de los trabajos
en las faenas de la pesca y del trueque.
Ellos habitan en cabañas de tablas a las
orillas del mar y más que con hombres
se relacionan con sus ánimas y santos que
guardan para calmar la furia de las olas.
Nadie habla, pero en esos días en que la
tormenta rompe, el silencio de sus caras
se hace más intenso que el ruido del mar
y no necesitan rezar en voz alta
porque es el universo entero su catedral

 

i. Solitarias... todas las playas de Chile se iban elevando como una
... visión que les bañara las pupilas

ii. En que Chile fue el hijo lanzándonos un adiós desde esas playas y
... nosotros el horizonte que lo despedía... eclipsado... clavándole los
... ojos

iii. Y en que lejanas ya no hubo playas sino la solitaria visión donde
... los muertos lanzaron el adiós que nos clavaba en sus miradas
... renacidos... vivísimos... como corderos bajo el cielo emocionado
... en que la patria llorando volvió a besar a sus hijos

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE VIII

 

Señor, si tú hubieses conocido a mi padre
lo habrías amado igual que yo,
él se parecía en verdad a los ángeles
-esto, claro, si le pasas el plumero-
Lo hubieses querido y no porque escribiera
versos, sino porque sobre todo se podría
decir de él: fue un hombre.
No siempre siguió el camino correcto, pero
no fue más malo que otros y amó a esta
patria como el que miis.
Jamás entró a una Iglesia, pero eso Señor
tú podrías entenderlo,
estas playas fueron el Santuario que quería.

 

i. Inmaculadas ... esas eran las playas de Chile reflejándose contra
... el cielo ... a la amanecida... allí mismo... subiendo frente a ellos

ii. En que sus hijos fueron la marejada bañando estas costas y la
... playa la lejana de estos cielos chilenos. ... inmensos ... prendidos
... allá mojándoles la prometida

iii. Donde Chile será finalmente el impresionante mar reflejándose
.... con el cielo para que sólo él les bañe la promesa cumplida que
.... aguardaron como un alba ... mareándolos de alegría ... por todas
.... partes tendiéndoles la costa en que padre e hijo se abrazaron

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE IX

 

i. Todo Chile flameó como una bandera en las playas
de Chile

ii. Por eso el cielo nunca fue el cielo sinó sólo el azul
ondeando en sus banderas

iii. Por eso las playas no fueron las rojas playas de
Chile sino apenas un jirón sobre el viento... como
harapos ... por esos cielos flameando

 

Porque todas las banderas de Chile ondearon como un harapo sobre
los colores que miraban hasta que desgarrados no hubo colores en
sus banderas sino apenas un jirón cubriéndoles los cuerpos... aún
vivos... entumidos ... descolorándose en la playa

 

iv. Porque entumido Chile comenzó a pintarse desde esos
... jirones

v. Ellos fueron los colores con que se pintaron estas
... playas

vi. Como una bandera... esos mismos fueron al viento los
... humildes hijos de la patria

 

Porque levantadas como un jirón desde sí mismas todas las banderas
se iban haciendo el color que pintaron en sus hijos... entumidos
desarrapados ... mirando la estrella solitaria con que Chile les
anegó de luz sus pupilas

 

vii. La estrella no fue entonces sino la patria ondeando
... en sus entumidos

viii. Solitaria ... hasta que Chile mismo fuera el cielo de
... Chile ... constelado ... cuajándose de estrellas

ix. Todos los cielos se habrían alzado entonces como la
.... constelada que pidieron ... al viento... en el universo
.... entero flameándoles como una playa ante sus ojos

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE X

 

Yo lo vi soltando los remos acurrucarse
contra el fondo del bote.... La playa aún
se espejeaba en la opaca luz de sus ojos

 

La playa aún se espejeaba en sus ojos pero apenas como un territorio
irreal opacándoles la mirada .... alargado.... evanescente.... en un nuevo
Chile mojándoles las costas que creyeron

 

i. Hecho un ánima sintió como se le iban soltando los remos
.... de las manos

ii. Empapado .... toda la vida se le fue desprendiendo como si
.... ella misma fuera los remos que se le iban yendo de entre
.... los dedos

iii. Incluso su propio aliento le sonó ajeno mientras se dejaba
.... caer de lado.... suavemente.... como un copo de nieve.... contra
.... las frágiles tablas que hasta allí lo llevaron

 

En que la playa nunca volvería a espejearse en sus ojos sino acaso el
relumbrar de un nuevo mundo que les fuera adhiriendo otra luz en sus
pupilas .... empañadas.... erráticas.... alzándoles de frente el horizonte
que les arrasó de lágrimas la cara

 

iv. Porque sólo allí la playa espejeó en sus ojos

v. Recién entonces pudo sentir sobre sus mejillas el aire
.... silbante de esas costas

vi. Unicamente allí pudo llorar sin contenerse por esa playa
.... que volvía a humedecerle la mirada

 

Porque la playa nunca se espejearía en sus ojos sino mejor en el
derramarse de todas las utopías como un llanto incontenible que se le
fuera desprendiendo del pecho.... hirviente .... desgarrado.... despejando la
costa que Chile entero le vio adorarse en la iluminada de estos sueños

 

 

 

Todo Chile se iba blanqueando en sus pupilas:

 

 

 

 

LAS PLAYAS CONSTELADAS

 

Las playas de Chile son la Utopía
Jubiloso Usted nunca podría decir
si se le fue el alma en ese vuelo

 

i. Dichosos .... ellos nunca podría decir si se les fue el alma
.... en este vuelo


ii. Porque no fueron las playas la Utopía de Chile sino Usted
.... mismo era las costas que buscaron.... enceguecidos.... como
.... ánimas.... palpándose entre ellos


iii. Donde ciegos cada vida palpó a tientas otra vida hasta que
.... ya no quedasen vidas sino sólo el vacío esplendiéndoles la
.... Utopía de entre los muertos .... descarnados .... tocándose.... como
.... el aire ante nosotros


iv. Y en que borrachos de alegría ni yo ni Usted podríamos decir
.... si se nos había ido el alma entre esos muertos desde donde
.... emergiendo todo Chile palpó las Utopías como si ellas mismas
.... fueran las playas de nuestra vida .... transfiguradas.... albísimas
.... encumbrándonos la patria en la elevada dichosa de este vuelo

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE XII

 

Blancas son las playas de Chile
Hasta sus súplicas se hacían sal
derramándose por esas lloradas

 

i. Esas playas no eran más que una huella de sal en sus mejillas


ii. Blanquecinas .... en los rompeolas de Chile.... esparciéndose como
.... una costa que vieran perderse entre sus súplicas


iii. Donde jamás tuvieron un solo Chile que soñar en las marejadas:
.... silenciosas sus súplicas eran el sueño en la marejada.... allá
.... adentro.... marcándoles en otros aires el surco salado de estas
.... playas


iv. En que transfiguradas hasta las rocas escucharon el llorar de
.... este mundo y el otro haciéndose una súplica en la marejada y
.... donde es Chile entero el que se viene remando hacia sus playas
.... albas.... frente a nosotros .... como un manto de sal blanqueándonos
.... las soñadas costas de este horizonte

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE XIII

 

No lloren estas playas perdidas
Tempestuosa la borrasca no podía
apagar la dulzura de sus miradas

 

i. Como una salva.... desprendidas se desplegaron las playas de
.... Chile


ii. Rajadas de norte a sur.... como si el cielo mismo estallase
.... separándose del horizonte


iii. Donde por todo el ancho del horizonte la propia vida se les
.... fue desprendiendo frente a sus ojos.... límpida .... como una
.... playa .... perfilándose entre la borrasca

iv. Y donde desprendidas.... todas las playas estallaron en una
.... última paz encegueciéndoles los ojos para que incluso esta
.... patria no fuese sino un camino que remaron en sus vidas
.... tempestuosos .... como una borrasca.... mirando Chile entero
.... evanescerse en la dulzura infinita de estas costas

 

 

 

LAS PLAYAS DE CHILE XIV

Radiante miró el fulgurar de la playa ante
sus ojos... como sueños... hasta las piedras
se iban borrando en ese océano de lágrimas

 

Todo Chile se iba borrando en este océano de lágrimas hasta quedar
apenas un jirón doloroso bañado por la costa ... verde... empapado
como si una maldición lo volara sacándole el aura de los ojos

 

i. Todo Chile se iba blanqueando en sus pupilas

ii. Por eso las lágrimas se le iban sumando hasta ser ellas
... el verdor imaginario de la patria

iii. Por eso incluso los suspiros se hacían colores frente
... al verde borrado de Chile ... aurático ... inexistente ... que
... la misma luz les iba dejando en la mirada

 

Porque todas las lágrimas de Chile se iban sumando hasta tragarse los
verdes valles que pintaron ... dolidos ... inventándose una playa donde
recogerse en júbilo los despojos

 

iv. Toda la patria fue entonces la resurrección pintándose en
... sus despojos.

v. Por eso hasta los cerros saltaban de gozo con el clamor de
... la patria

vi. Por eso Chile entero reverdecía mientras le manaban mojándolo
las lágrimas ... como manchas de pintura ... en todos estos aires
expandiendo los valles que cubrían sus gemidos

 

En que la patria borrada fue renaciendo como una playa que les hacía
luz de sus despojos y donde resurrectas hasta las piedras de Chile
se alzaron gritando de dicha ... delirantes ... maravilladas... mirando todo
el universo saludar la revivida que les vestía de fiesta los ojos

 

 

 

LAS UTOPIAS

 

i. Todo el desierto pudo ser Notre-Dame pero fue el
... desierto de Chile

ii. Todas las playas pudieron ser Chartres pero sólo
... fueron las playas de Chile

iii. Chile entero pudo ser Nuestra Señora de Santiago
... pero áridos estos paisajes no fueron sino los
... evanescentes paisajes chilenos

 

Donde los habitantes de Chile pudieron no ser los habitantes de
Chile sino un Ruego que les fuera ascendiendo hasta copar el
cielo que miraron... dulces... ruborosos... transparentándose como
si nadie los hubiera fijado en sus miradas

 

iv. Porque el cielo pudo no ser el cielo sino ellos
... mismos... celestes... cubriendo como si nada los áridos
... paisajes que veían

v. Esos habrían sido así los dulces habitantes de Chile
... silenciosos ... agachados... poblándose a sí mismos sobre
... las capillas de su Ruego

vi. Ellos mismos podrían haber sido entonces las pobladas
... capillas de Chile

 

Donde Chile no pudo no ser el paisaje de Chile pero sí el cielo azul
que miraron y los paisajes habrían sido entonces un Ruego sin fin
que se les escapa de los labios ... largo ... como un soplo... de toda
la patria haciendo un amor que les poblara las alturas

 

vii. Chile será entonces un amor poblándonos las alturas

viii. Hasta los ciegos verán allí el jubiloso ascender de
... su Ruego

ix. Silenciosos... todos veremos entonces el firmamento
... entero levantarse... límpido... iluminado... como una
... playa tendiéndonos el amor constelado de la patria

 

 

Y VOLVIMOS A VER LAS ESTRELLAS

 

 

 

Acurrucados unos junto a otros contra el fondo del bote
de pronto me pareció que la tempestad, la noche y yo éramos sólo uno
y que sobreviviríamos
porque es el Universo entero el que sobrevive
Sólo fue un instante, porque luego la tormenta nuevamente
estalló en mi cabeza y el miedo creció
hasta que del otro mundo me esfumaron el alma
Sólo fue un raro instante, pero aunque se me fuese la vida
¡Yo nunca me olvidaría de él!

 

 

 

Barridos de luz los pies de esa muchedumbre
apenas parecían rozar este suelo

 

(Esplendor en el Viento, pág. 159)

 

 

 

CORDILLERAS

 

 

 

ALLA LEJOS

 

 

 

/CI/

 

Se hacía tarde ya cuando tomándome un hombro
me ordenó:
“Anda y mátame a tu hijo”
Vamos -le repuse sonriendo- ¿me estás tomando
el pelo acaso?
"Bueno, si no quieres hacerlo es asunto tuyo,
pero recuerda quién soy, así que después no
te quejes”
Conforme -me escuché contestarle- ¿y dónde
quieres que cometa ese asesinato?
Entonces, como si fuera el aullido del viento
quien hablase, El dijo:
“Lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile”

 

 

/CII/

 

Con la cara ensangrentada llamé a su puerta:
Podría ayudarme -le dije- tengo unos amigos
afuera
“Márchate de aquí -me contestó- antes de que
te eche a patadas”
Vamos -le observé- usted sabe que también
rechazaron a Jesús.
“Tú no eres El -me respondió- ándate o te
rompo la crisma. Yo no soy tu padre”
Por favor -le insistí- los tipos que están
afuera son hijos suyos...
“De acuerdo -contestó suavizándose- llévalos
a la tierra prometida’’
Bien: ¿pero dónde queda ese sitio? -pregunté-
Entonces, como si fuera una estrella la que
lo dijese, me respondió:
“Lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile”

 

 

/CIII/

 

Despertado de pronto en sueños lo oí tras la
noche
"Oye Zurita -me dijo- toma a tu mujer y a tu
hijo y te largas de inmediato”
No macanees -le repuse- déjame dormir en paz,
soñaba con unas montañas que marchan...
“Olvida esas estupideces y apúrate -me urgió-
no vas a creer que tienes todo el tiempo del
mundo. El Duce se está acercando’’
Escúchame -contesté- recuerda que hace mucho
ya que me tienes a la sombra, no intentarás
repetirme el cuento. Yo no soy José.
“Sigue la carretera y no discutas. Muy pronto
sabrás la verdad”
Está bien -le repliqué casi llorando- ¿y dónde
podrá ella alumbrar tranquila?
Entonces, como si fuera la misma Cruz la que se
iluminase, El contestó:
“Lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile”

 

 

CUMBRES DE LOS ANDES

 

 

 

LA MARCHA DE LAS CORDILLERAS

 

 

i. Y allí comenzaron a moverse las montañas


ii. Estremecidas y blancas ... ah sí blancas son las heladas
... cumbres de los Andes


iii. Desligándose unas de otras igual que heridas que se
... fueran abriendo ... poco a poco... hasta que ni la nieve
... las curara


iv. Y entonces... erguidas... como si un pensamiento las
... moviese ... desde los mismos nevados ... desde las mismas
... piedras... desde los mismos vacíos... comenzaron su
... marcha sin ley las impresionantes cordilleras de Chile

 

 

 

 

CORDILLERAS II

 

 

Blanco es el espíritu de las nevadas
Blanca es el alba tras los vientos
Pero mucho, mucho más blancas, son
las demenciales montañas, acercándose

 

i. Blancas son las marejadas de los Andes ... allá ... como oleadas
... que vinieran

ii. Desde los horizontes del viento y la nieve ... desbordándose
... hasta que ni el mar las parara

iii. Y entonces... como si jamás hubieran sido ... como si jamás se
... hubieran quedado... como si los mismos cielos las llamaran
... todos pudieron ver al azul del océano tras la cordillera
... tumultuoso... americano... por estas praderas marchando

 

 

 

CORDILLERAS III

 

 

Ah si alguien llegara a saber
por qué vinieron las montañas

(canción aymará)

 

i. Nadie fue a las montañas ... mentira... son las montañas
... las que marchan


ii. Recortadas frente a Santiago ... como murallas blancas
... acercándose... inmensas... dolorosas ... heladas


iii. Detrás de la cordillera de los Andes empujándose unas
... contra otras igual que murallones que de puro miedo
... se cerraran: ... Tenemos miedo se decían las montañas
... de la locura... detrás de la cordillera... acercándose

 

 

 

 

CORDILLERAS IV

 

 

El frío es el alba de las pérdidas
amanecían gritando estos paisajes

 

i. Estamos enfermas... gritaban las cordilleras congelándose en
... sus alturas


ii. Estamos muy enfermas respondían las llanuras de la pradera
... central ... traspasadas... de frío como contestándoles a ellas


iii. Pero sabían que es el frío el maldito de las cordilleras y
... que nada más que por eso se hubo de yacer junto a los Andes
... hasta que la muerte nos helara con ellos ... desangrados en
... vida ... frente al alba... sólo para que revivan los paisajes

 

 

 

 

CORDILLERAS V

 

 

Blancas son también las voces de los
que se fueron
Sí, blanco es el destino que se van
tragando estas montañas

(texto quiché)

 

i. De locura es el cielo de los nevados ... gemían marchando
... esas voladas


ii. Imponentes ... albísimas... sin dejar piedra ni pasto hasta
... que todo fuera su blancura


iii. Pero no ... ni borrachos creyeron que la locura era igual
que los Andes y la muerte un cordillerío blanco frente a
Santiago y que entonces desde toda la patria partirían
extraños ... como una nevada... persiguiéndoles la marcha

 

 

 

CORDILLERAS VI

 

 

Cuando alguien muere, entonces
se despiertan las cordilleras

(a. c.)


Pero los nevados igual se iban
nosotros somos ésos -reclamamos
colocándonos en el horizonte

 

i. Como los muertos esos nevados se van perdiendo en la lejanía


ii. Frente a ellos los Andes también se habían marchado pero sus
... aullidos todavía se escuchan sobre la nieve


iii. Hasta que ya nada quedase... reclamándonos la huida como si
... nosotros fuésemos esas blancuras que se marchan ... empaladas
... aullando cielo afuera


iv. Pero alguien creyó que si los Andes se marchaban todos nos
... iríamos alzando en el horizonte igual que blancuras que los
... mismos muertos copiaran: ... Somos los muertos que caminan
... les aullaban a Chile los nevados... cediéndonos su sitio

 

 

 

ALLA ESTUVIERON LOS NEVADOS

 

 

Chao idiota Zurita -alcanzó a
gritarme-
en el otro mundo nos veremos

(g. m.)

También ellos se marchaban:
Somos las montañas que caminan
decían
devolviéndose por esas nevadas

 

i. Empinados en su blancura ... caminando con la nieve... los
... paisajes muertos de Chile


ii. Las cordilleras de Chile ... gimiendo monte adentro ... como
... animales perdidos


iii. Tras los paisajes muertos de Chile tapándolo todo igual
... que bestias que cubrieran los valles ... muertas de frío
... empinándose tras los cerros


iv. Despidiendo la fuga de los paisajes vivos y muertos de
... Chile hasta los blanqueríos donde nos empinábamos los
... rebaños de la cordillera... helados y blancos... en la
... nevisca devolviéndonos de esas largas marchas perdidas

 

 

 

LAS CORDILLERAS DEL DUCE

 

Frente a la cordillera de los Andes
desde el oeste... como la noche
Las cordilleras del Duce avanzando

i. No son blancas las cordilleras del Duce

ii. La nieve no alcanza a cubrir esas montañas del oeste

 

Detenidas... frente a la cordillera de los Andes... aguardando
como un cordón negro que esperara la subida final de todas
ellas... allá en el oeste... solas... agrupándose tras la noche

 

iii. Porque frente a los Andes se iban agrupando como la
... noche del oeste

iv. Por eso la nieve no cubre las cordilleras del Duce
... Sus cumbres son la noche de las montañas

 

Ciñéndose de negro frente a las nieves de Chile como si los
nevados no fueran otra cosa que espinas hiriendo la noche y
ellas pusieran entonces la corona sangrante de los Andes

 

v. Por eso de sangre fue la nieve que coronó las cumbres
... andinas

vi. Porque sólo la muerte fue la corona que ciño de sangre
... el horizonte

vii. Y entonces... ya coronados... todos vieron las cordilleras
... del Duce ceñirse sobre Chile... sangrantes ... despejadas
... como una bandera negra envolviéndonos desde el poniente

 

 

 

LAS CORDILLERAS DEL DUCE

 

Desde el poniente de esta patria
donde sólo el cielo se levanta
Las cordilleras del Duce avanzando

i. No se alzan en el este las cordilleras del Duce

ii. Como la noche... nadie es la nieve en esas montañas

 

Nadie es la nieve sobre las cordilleras del Duce sino sólo el
cielo ribeteando el perfil de las cumbres ... allá en el poniente
donde sólo el aire se levanta... imponiéndonos sus montañas

 

iii. Por eso sólo el cielo parece desplazar las cordilleras
... del poniente

iv. Por eso nadie es la nieve cubriendo la avanzada de esas
... montañas... opacas ... solidificándose en el aire

 

Avanzando desde el oeste como si ellas mismas fueran el cielo
que desplazaban y el cielo esos montones sólidos del poniente
oscuros ... trazando en el horizonte el rostro de esas cumbres

 

v. Pero nadie es el rostro de las cordilleras del oeste

vi. Por eso los cielos se desplazaban cediéndoles un rostro
... a esas montañas

vii. Y entonces ... dibujados ... todos pudieron ver las cordilleras
... del Duce ocupar el cielo que moría ... oscurecidas ... eternas
como un rostro de muerte levantándose sobre las nieves

 

 

 

LAS CORDILLERAS DEL DUCE

 

Detrás de las costas del Pacífico
negras ... absolutas ...............
Las cordilleras del Duce avanzando

i. Nada es los Andes para las cordilleras del Duce

ii. Más altas pero el viento no amontona nieve sobre ellas

 

Abruptas detrás de las costas del Pacífico ... igual que olas
que irrumpieran imponiendo la estatura final de sus montañas
ávidas ... borrascosas ... encrespando los horizontes del oeste

 

iii. Porque la muerte era la nieve que encrespaba los
... horizontes del oeste

iv. Por eso los muertos subían el nivel de las aguas
... amontonados ... como si se esponjaran sobre ellos

v. Sólo por eso se levantan desde el otro lado frente
... a los Andes ... subidas ... empalando el horizonte

 

Elevándose de su estatura hechas montañas de lágrimas que
encresparan las mejillas de los muertos y todos esos muertos
nos impusieran entonces la subida final de estas aguas

 

vi. Por eso sus mejillas son la nieve para las cordilleras
... del Duce

vii. Igual que nosotros amontonados bajo ellas ... deshechos
... subiendo la estatura final de las montañas

viii. Y entonces ... unos sobre otros ... todos alcanzamos a ver
... las cordilleras del Duce desprenderse de entre los
... muertos ... enormes ... absolutas ... dominando el horizonte

 
 

Proyecto Patrimonio— Año 2006 
A Página Principal
| A Archivo Raúl Zurita | A Archivo de Autores |

www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez S.
e-mail: osol301@yahoo.es
ANTEPARAISO de Raúl Zurita.