Proyecto Patrimonio - 2007 | index | Sergio Badilla | Autores |




La poesía del finlandés Pentti Saaritsa

EL SUJETO POÉTICO COMO VOYERISTA

Sergio Badilla Castillo

 

La poesía de Pentti Saaritsa está plasmada de correspondencias entre el sujeto retraído y el mundo que lo rodea. Los poemas íntimos toman, a menudo, como punto de partida, las observaciones del hablante, y de alguna manera, se transforman en un diálogo figurado donde los objetos se animizan y los individuos se objetivan. El mundo injerta sus pilares , y se construye a partir de allí, con la idea de la observación. El sujeto poético es un observador que, a ratos, adquiere con su mirada flemática, la tonalidad del voyerista o simplemente, es objeto de la perspicacia de los mismas naturalezas que lo rodean.

Es difícil traducir a: Saaritsa porque, en la búsqueda de exprimir la sensibilidad de las imágenes y de los conceptos, suele, frecuentemente, darle una elasticidad ilimitada a los vocablos, componiendo o asociando palabras, de manera permanente. Para Saaritsa, el poeta debe tener la capacidad de ser, no sólo un arquitecto de alegorías y tropos, sino también un cabalista que se desdobla en el tempo del texto

El punto de emergencia en estos poemas es muy subjetivo: el sujeto poético está siempre en el foco de los acontecimientos y su relación con el mundo colindante, se realiza, a menudo, con la idea de posterioridad. Aún en este aparente individualismo extremo, el sujeto subyacente, en estos poemas, nunca se advierte como un elemento complementario de su contexto, más bien como un atisbo azaroso y taumatúrgico que tiene pertenencia orgánica con él.. En la poesía de Saaritsa se registra ese sentido de pertenencia con el mundo que imaginamos y, más que reconocer a esa sociedad o naturaleza específica a la que alude es una ojeada implicada con la materialidad exterior.


El Helsinki de la guerra patria

Pentti Saaritsa nació en Helsinki, Finlandia, el 30 de diciembre de.1941, en la época en que Finlandia se debatía en una guerra cruenta, para asegurar su existencia como nación . Poeta, traductor y cronista es uno de los poetas más connotados de la generación cosmopolita e innovadora de la lengua finlandesa. En su juventud viajó mucho por Europa, especialmente por España, donde trabó amistad con los poetas más venturosos del mundo hispanohablante de la época, Neruda, Paz, Alberti, fueron algunos de esos monstruos que rozó en su mudanza.
Saaritsa es un músico y melómano de excelencia que combina sus experiencias polifónicos con la poesía y con los poetas que elige traducir a su lengua de cuna transurálica.

Pakenevat merkit (Símbolos Huidizos) fue su primera colección de poemas, editada en 1965. Desde allí el autor ha publicado alrededor de veinte libros más- Una de sus obras más recientes es: Yön soiva osa (El Fragmento Sonoro de la noche) que apareció a la luz pública en el 2001. Saaritsa ha hecho además un sinnúmero de traducciones, especialmente de poesía latinoamericana y española, entre las que se destacan parte de la obra de Pablo Neruda, de Federico García Lorca y de Octavio Paz.. Al español ha sido traducido por el poeta chileno, Sergio Badilla Castillo.

 

Poemas de Elävän mieli
("Una mente vivaz" 1999)

En una ráfaga dispersa de viento
las metáforas zumban a través de la mente
girando como en los bulevares
más-frecuentados de un gran parque.
Incluso los pensamientos personales de uno son tan comunes
como el transporte público, qué alivio,
tan compartidos como nuestras anatomías y nuestras bacterias, porque solamente hay un hilo en la madeja de los Norns
y los caprichos del albur siempre se tejen
de la misma tela ¿no es eso un alivio?
La individualidad pérfida basta a secas para una huella digital.
Las metáforas son siempre iguales,
pero constantemente surgen de nuevo
como una mente vivaz.

.... .. .. .. . *

Lengua transmitida al nacimiento,
nunca nuestra propia, nunca la de otros, nos visita apenas así como nosotros mismos somos visitantes aquí, dos
préstamos a corto plazo.
Debajo de nuestros pies la solidez obvia
de los elementos, en su oposición al papel
blanco de la mente, con los rastros
de palabras, de los pasos de su y mi
animal interno, de sus pesos,
de la velocidad y del orden,
las zancas de la lengua, huyendo siempre
del estado principal del silencio
hacia el significado que debe ser resucitado
en otra mente...

.... .. .. .. . *

y justamente cuando se oye
como si estuvieras comenzando a entender
es hora de marcharse.

.... .. .. .. . *

No hay nada más natural que las palabras,
nada más áspero que los significados;
¡Ay! con las trampas de las frases repetidas
y la risa y los rasgones que manan de las equivocaciones,
¡Ay! con el nacimiento de los argotes, la libertad para engañar,
o la necesidad de encubrimiento o el deseo de ser lacónicamente ingenioso
y a veces la fatalidad abrumadora de ser explícito.
Entonces tú juzgas lo que está dicho.
Lengua, la tierra de los secretos.

.... .. .. .. . *

Se acaban los papeles de filtro,
y eso me recuerda que no queda mucho café
y entonces ese café
ya no está bueno ni para el estómago ni para el hígado
y de allí, fuera de hábito, yo me voy por el atajo
a través de la selva de los riesgos totales del cáncer
directamente a la muerte o al hecho de que
no sabemos el día o la hora
y que la vida es un negocio serio y degradante
incluso si solamente es a cuenta de la posteridad;
para no mencionar el Requiem de Mozart.
Pero debo salir y conseguir algunos papeles de filtro
para no quedarme con las manos vacías.

.... .. .. .. . *

Antes de que me retire de la sabiduría
de la vieja edad para meditar sobre el ámbito de los problemas asociados a la naturaleza del tiempo, primero tengo que llevar todavía las mantas al embarcadero para su lavado,
ir al almacén (sin olvidar el jabón de pino-alquitranado
o el cepillo de fregar), visitar al médico para oír algunas viejas secuelas de la pruebas de sangre y pedir una radiografía
para mi nuevo malestar en la rodilla, traducir, por lo menos,
tres páginas hoy y recordar guardarlas, finalizar la lectura de Goethe (realidad y ficción), tomar un día de asueto, ver una película bien calificada, escuchar de modo convincente, con algo más en mente, tocar el violin/trompeta, aunque no sea algo que me inquiete, preparar una nueva receta de sopa vegetal fría, ir en bicicleta a una reunión, elegir poemas y música, reservar un viaje a una capital distante,
beber un vaso de agua mineral justamente para comenzar
y de inmediato una píldora para la acidez estomacal y una tableta de carbón, hojear en el diccionario, maldecir
cuando no hallo la palabra, planear la compra de diccionarios más adecuados,
aterrarme por segundos y desmedidamente por el inicio
de la diabetes adulta, quejarme de la incompetencia
del comité especializado ante la secretaria del comité, pedir a alguien un pequeño adelanto, vivir con eso durante
cuatro meses, y mirar sospechosamente
como si el ámbito de los problemas asociados a la
naturaleza del tiempo siguiera su curso inexplorado
durante otro milenio

.... .. .. .. . *

La memoria humana es igualmente corta
remite y al revés.
Recordamos el porvenir soñando;
y eso es, Así, soberbios,
cómo recordamos también hacia atrás.
En sueños que lucen invertidos
o en la memoria humana quizás hay cosas
más verdaderas, pero esas cosas verdaderas, o incidentes,
pese a todo, son lugares de intercambio y naturalezas
articuladas al recordante, y también
agregadas a los diversos impulsos del evocador.
Por esta razón es más interesante recordar el porvenir.
Tu no tienes que probar nada, por lo menos inmediatamente.
Y si recuerdas durante mucho tiempo estos sueños, concentrado, engendrarás también cosas verdaderas, o sucesos,
que pueden ser atrapados
por palabra y gesta.

.... .. .. .. . *

De parque a parque exploro esta ciudad
como Roma de plaza a plaza;
Continuo de un lugar a otro,
pánico a pánico. La cosa más importante
no es quedarse parado, justamente ahora
cuando no estás completamente seguro qué sucederá.
La niebla del otoño y el terraplén de mar en la bahía de Hietalahti
donde la vieja cervecería se ha esfumado
y el olor caliente, paneado de los lúpulos malteados;
pero Salve todavía se venden los desenlaces fríos de su fermentación
y hoy me fortalecen, efervescente de pánico a pánico, de mi yo mismo familiar a este regente imprevisible.
Azoramiento es la fricción que resulta cuando una persona comienza a resbalar, ' Murmuro mientras me deslizo a través de la puerta, fuera de la niebla desanimada de otoño y me adentro en el humo tangible del tabaco, señorial, a la orden indómita de la Tabla Redonda, en la trastera, donde nadie dice una mala palabra, aunque la maldad es familiar a cada uno y asoma siempre cerca. Como Parsifal, el pintor levanta su cristal y la sangre es viejo oro: hay un momento de gracia y el tercer equinoccio de una resaca.

.... .. .. .. . *

Un Diciembre sin nieve, una fortaleza de oscuridad
colmada de nimios centelleos de árboles de patio casero
manojos de luciérnagas árticas,
cautelosa luz ceremonial,
sin embargo, el descanso retorna tan rápido: una gélida tormenta asfixiante desde el sudoeste, maciza
como una ciudad construida fuera del viento,
perturba a cada diminuta pieza de metal desvencijado,
cada puerta chirría y bufa a lo largo de la noche larga
a través del metal de los tejados como truenos distantes.
Un otoño rancio, una quinta estación
traspuesta por ninguna osadía;
sólo los hábitos ayudan, letargo
y el siempre confiable cigüeñal,
el movimiento del planeta

.... .. .. .. . *

Un invierno suave es un estado de la mente,
el negro del mar, no congelado, como la oscuridad en sí misma
que se parece recoger incluso
cuando se está acabando.
El viento afable mima a un cuervo
que finge una escalada en la corriente,
sin embargo, aborda con control perfecto
la rama más alta del parque, gesticula
como un tipo copado por el policía que sabe que las autoridades no pueden pasar más por encima de él.
En la caldera del diablo sobrevivirá mejor que una persona desmayándose en una casa de piedra.
Está afuera, Dios-creado,
pero dentro del viento, en un algún antiguo ajuste.

.... .. .. .. . *

En verano no deberías pensar
en la naturaleza del Ser; ni siquiera
Descartes entreverando algo perfectamente claro:
en verano, tú, no puedes figurarte el pensamiento de Dios
porque es demasiado brillante, y nada existe
incondicionalmente.
Los buenos filósofos viejos
están en su mejor forma
en los atardeceres de otoño, cuando usted puede echarse
a Spinoza, por ejemplo, sobre sus hombros, como un abrigo irlandés, solitario y oscuro,
cuando Ud. sale a dar una caminata
alrededor de la anochecida en el parque de Kaivopuisto.
La torre de cristal, en el observatorio de Ursa, en la necesidad eterna de las cosas que comienzan a elevarse;
en el instante en que tú, alcanzas el restaurante de Kaivohuone
ella está lista, y en la veleta, con un par de cervezas, tú puedes depurarse en la nada.

____________________________________________________________

 

Nadie te había avisó que este baile

Nadie te avisó que este baile
podría durar tanto, irrumpiste
para distraerte
en un juego que se puede dejar para
regresar a casa a comer o a dormir cuando viene la noche
y la noche regresa, pero las manos que te enganchan
te mantienen en la rueda, no te sueltan,
después de un cauto afán te rindes,
repites la jugada, sigues sonriendo
pero con otro guiño,
apenas concibes que es veraz
no obstante el baile se alarga durante la noche
y las sombras
se sacuden largas y duras
como una carne oscura, y el horror primero te golpea
cuando después adviertes que era precisamente aquello,
tu propia vida, aún así quebrantas ese espanto
y sospechas que puedes ocuparlo, y se disipa
cuando apresas el placer nato, luego un segundo
espanto incalculable y una dicha aún más grande y
las piruetas del baile persisten cada vez más insondables durante días y noches,
y ríes y lloras con las risas de los inseparables
los llantos de todos, y bailas cada vez mejor, imaginas
nuevos pasos y te entusiasmas
y sonríes y sabes
lo que sabes.
Nadie te había prevenido nada, con anticipación


 

 

Proyecto Patrimonio— Año 2007 
A Página Principal
| A Archivo Sergio Badilla Castillo | A Archivo de Autores |

www.letras.s5.com: Página chilena al servicio de la cultura
dirigida por Luis Martinez S.
e-mail: osol301@yahoo.es
El sujeto poético como voyerista.
La poesía del finlandés Pentti Saaritsa.
Por Sergio Badilla Castillo.