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Poemas para reír y pensar, Poemas para salvarse de la razón y de la locura, Poemas sólo Poemas para sobrevivir entre angustias y esperanzas.

Silvia Rodríguez

 

DEBO VIGILAR A ESTA LOCA HISTÉRICA,
se entrega fácil a los vicios de la vida
al color grisáceo de una copa
arrancada del limbo,
a una noche desprovista de moral
y buenas compañías.

Como siempre anda con cara
de ángel viudo,
dejando recuerdos inútiles
en bares sepultados a orillas
de la angustia.

Camina nieve con negras ropas
aúlla como loba en celo
cuando se piensa noche
cuando se peina océano.

Es fiel a sus engaños y se ama
se ama a solas, sin testigos
en cualquier esquina del día.

Esta mujer me tiene cansada
con sus errores perfectos
con sus gestos de virgen prostituida
de alcohólica reincidente.

Me voy, la dejo en su histérica locura
junto a la desmembrada vida
que tanto gusta sufrir y apedrear.

Desde hoy, me abandono.

 

ASÍ, COMO SIEMPRE
bajo la luz de mi sombra
esperando que el destino marque
la próxima huída.

La sombra de mi luz como siempre
escribiéndose en el óxido del cigarro
escribiéndose en una copa de vino gastada
como yo
como la vida
en una copa de vino gastada.

Así, diluida en mis laberintos
contemplo a la mujer pendiente
que me queda dentro.  

 

¿QUÉ COLOR TIENE EL PULSO
entre cada latido?
¿Qué ojos piensan la mirada?

Continuo en un día común
un día:
indefenso, solitario, poblado,
con tráfico entre una soledad
y otra.

¿Qué mirada piensan sus ojos?
¿En qué voz se quedan sus palabras?

Miro en silencio el silencio
esa partida hacia el vacío
donde muero cada mañana
cuando despierto
goteada de laberintos.

¿Qué invierno se viste con mis ropas?
¿Qué verano me desnuda?

Alguien acaricia mi ausencia
tiene manos de tierra en oración
mirada de jazmín
y una voz que hace olvidar
que mi sombra es vidrio ensangrentado
en la mano empuñada de dios.

 

MIENTRAS LA TARDE SE DILUYE
Contemplo
El color de una sombra sin ruido,
Pienso en caricias respiradas
En su lengua, ojos cerrados
Y un perfume de estrellas cae
En la piel
                 T e m b l a n d o.

 

ES MEDIA NOCHE Y ME LLAMA
me envuelve ternura,
pienso en agitados cuerpos
estrellándose contra olas
incendiadas.

Llueve, la lluvia, la lluvia y
su fuerza despiertan sentidos,
la furia de mi boca apagada,
mi carne ardiendo bajo
tus hombros de nácar.

Cae, viene, está en mí
y tú no miras el océano
detrás de mis ojos.

Esta noche llueve y no sabes
que requiero hacer el amor
y no miras mis ojos
y no miras la braza de mis poros.

Llueve, salgo a caminar
a esparcir gemidos, a secarme lenta,
llueve y camino, camino
hasta sentir como las gotas de lluvia
calman esta sed y
penetran mi cuerpo.

 

 

 

DEBO MADURAR DEFINITIVAMENTE
comportarme como señorita
andar, pensar, actuar, hablar
como señorita.

No beber más vino en público
vestir de rosado, ser tolerante,
comprensiva,
decir “Magnífico” “Oh, que bien
a todos y a todo,
estar en casa a las siete de la tarde
porque una señorita no debe andar
por ahí sola de noche,
apagar la luz después de las noticias,
leer el periódico y no libros obscenos
que perturban mente y cuerpo.

Sí, debo comportarme a la altura
para lograr ser el día de mañana
una mujer sabia y sin mancha,
definitivamente debo madurar
pero de esta forma ni cagando.

 

CARIÑO,
tu sabes que la brujería existe
la lucha del bien contra el mal, es antigua
no terminó en la era de la inquisición
todo fue tan confuso.

Él estaba ahí, con todo el poder
en sus muslos, acechando
sin pronunciar palabra
porque ese rostro de ángel dormido
y hombre despierto no necesita hablar
lejos estaba el sofá-cama
cerca su cuerpo flotante, diluido
gracias a pócimas mágicas
y concreto, aromático, joven
como esas estatuas romanas
que salen en las enciclopedias.

No sé, de una sola mirada
tuve que obedecer y tenderme
después de una terrible eternidad
sobre su cuerpo sudado
sentí ... no lo recuerdo
y luego sentí ganas de irme, de huir
justo en ese momento llegas tú
ha salvarme,
pero el demonio ya se había vestido
y se fue volando por la ventana.

 

LADRA UN PERRO,
un perro que se acaba
de convertir en maldito
por interrumpir la noche
donde requiero silencio absoluto
para confesarme a solas
del dulce pecado
surgido desde ayer.

Estabas ahí parado en tu jardín
te sacaste la polera y sacudiste tu pelo
como si nadie te viera
Madre mía ¡que cuerpo!

Desde entonces ando con las hormonas
saltando entre la moral y el descaro
por necesitar urgente
la forma vertical de tu cuerpo
sobre la anatomía ardiente de mi piel.

Te quiero mío, te quiero entero
te amaría por y para siempre
durante tres horas y luego
que venga el olvido
hacer borrón y cuenta nueva.

Piensa,
una raya en el agua no es nada
y una no es ninguna
Querido, podríamos ser maduros,
ser eternamente felices por tres horas
ya sabes, es de adolescentes pensar
que donde hubo fuego
cenizas quedan.

 

SE BUSCA UN PRÍNCIPE AZUL
de tez morena y ojos románticos
que vista corbata y terno
de lunes a domingo
pida pololeo con un ramo de rosas
escriba tarjetas románticas
y no haga el amor
aunque le suplique
por enésima vez.

 

AHORA QUIEN PRUEBA A QUIEN
antes ellos pedían la prueba de amor
y nosotras lo íbamos a pensar.
Hoy, si alguien se resiste
o lo piensa demasiado
es homosexual o lesbiana.
¿Se dan cuenta?
ya nadie pide prueba de amor
a cambio, se pide prueba de sexo
y certificado de VIH negativo.

 

 

 

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