ESTATUA EN EL PARQUE
                    (a la memoria)
                  
                    El que pregunta hace el siguiente movimiento
                    expectación y sorpresa
                    dibujada en el público que espera
                    en la maternidad de un barrio pobre.
                  Años después la misma escena se 
                    ve de espaldas
                    invertida en el espejo de la calle
                    -A esa hora de sol un funeral corta el tránsito
                    autos de hace diez años y la cara de los deudos
                    más distraída y ausente
                    hacia el final de la caravana
                    (Se casaron a la misma edad, te imaginas).
                  La indiferencia se llenó de signos femeninos
                    Tanto buscar que al final se encuentra en los bolsillos
                    Vestirse y salir caminando
                    o partir hablando pestes de tiempos felices
                    cuando estaba tan cerca
                    que bastaba con empinarse y ver sobre la empalizada.
                  Hay una vieja canción de la que olvidamos 
                    su letra
                    pero que llevamos en la punta de la lengua
                  el sendero correcto que se bifurca en el jardín
                  -Él tenía miedo a la putrefacción,
                    a la oscuridad húmeda, prefería la ceniza.
                  Cómo te gustaría contárselo 
                    a alguien
                    desechos de una alianza vacía
                    y un poco de talento para el caos.
                  Te lo puedes llevar, no te lo vas a llevar
                    Una letra o una línea levantarían la mirada
                  Ahora con ropa podemos hablar
                    a unos pasos de casa
                    un pie afuera
                    ocultos en el secreto que hay entre las gotas de lluvia.
                   
                  RUINAS
                  ...última reunión, 
                    una ronda de cuatro ángulos.
                  El dedo extranjero oprime el obturador
                    que retrata esta postal de familia
                    reunidos en un abrazo de piedra pulimentada
                    y sonrisas de paisaje andino
                    Como ir a dar una interminable vuelta a la manzana
                    para consumar la despedida.
                  Fragilidad y buen humor
                    La mejoría de ánimo que antecede la caída 
                    del reino
                    y la última batalla.
                  La fotografía descansará en la 
                    transparencia del álbum
                    Algo que mostrar a los amigos
                  Perderá el color igual que la memoria
                    se verá borrosa
                    pero se quedará.
                   
                  NO TOCAR
                  
                    Dime algo, empieza a hablar
                    qué esconde el ciclista
                    que desata la jauría y hace que lo persigan
                  Mira sus pieles de reojo
                    mientras corren son un solo animal
                    iguales en ladrido y velocidad
                    cazador solitario tras su presa.
                  Háblame, di algo
                    por qué no jugamos a adivinar cuántos pisos
                    tienen los edificios
                  entre uno y otro sonríe el horizonte
                    la boca abierta donde faltan dientes.
                  No importa el silencio sino el vacío 
                    de la frase
                    el color de la fachada se ve antiguo
                    y el verde azulejo nunca más será
                    Lo que parece piedra no envejece
                    pero se marchita con la respiración.
                  Ella expande la ternura de sus mandíbulas
                    siempre por accidente
                    Adentro es húmedo y se mueve
                    ahí donde los huesos del pie plano hacen nudo
                    y el zapato gasta su deformidad.
                  Hace tiempo no amanece al final de las noches
                    Antes hay motores
                    que llegan en oleadas hasta la cama
                    desde lejos
                    por la calle principal.
                   
LAS PAREDES NO TIENEN OÍDOS
                  
Cómo se habla a una pared -la estoy viendo-
es más fácil describirla:
está hecha de ladrillos, uno al lado del otro,
arriba y abajo, nunca solos
Los ladrillos se disponen como las letras en el teclado
una junto a la otra, nunca solas, arriba y abajo
Al digitar las teclas
la pared se construye.
 
 
                  TIEMPO AGREGADO
                  
                    El anciano lee el diario
                    De vez en cuando lleva la cuchara a su boca
                  La cotona azul desteñida se descosió 
                    bajo el brazo
                    (en la misma mesa, frente a él
                    sentada ante el plato humeante, la mujer que de joven
                    -todavía se nota- tenía el mejor cuerpo
                    y el apetito más tímido de la fábrica)
                  Ahora come de todo
                    se está recuperando
                    lo peor ya pasó.
                   
EL REHÉN
                  
La hora que pasamos juntos estuvimos bien
pero me sentí más solo
Ahora escucho una canción antigua
El que canta tiene dos nombres
tres nombres
pero quién se pone de acuerdo
Sé que antes te hubiera gustado
-Se parece a éste, es mejor que este otro.
Por eso dicen que la música
que toda la música lleva a alguna parte
para eso sirve, también para el baile.
Esta carta sirvió para imaginar
no recordaba cómo se escribe a lápiz
Los curriculums se están moviendo
pronto contratarán a alguien
espero estar en casa antes de la primavera.
 
                  EXTRAÑOS VEHÍCULOS
                  
                    Velocidad es el lenguaje nocturno de los automóviles
                  También el guiño de luces altas 
                    a los ojos
                    hacia el espejismo que activa movimiento adelante
                    sobre la pantalla de asfalto
                  Amarilla íntimo
                    húmedo
                    paso obligado, vía única de luz a través 
                    de la neblina.
                  Apenas se conocen, voces de extraños
                    rugido de órganos
                    algo de amabilidad, insectos, mamíferos
                    doblemos aquí, juntos
                    espérame
                    puedo alcanzarte
                    -Vas demasiado rápido.
                   
                  VENTA DE MEDIODÍA
                  
                    Los vendedores ambulantes fundan su ciudad y su negocio
                    a la vera del camino que hay entre los cuerpos que evitan 
                    chocar
                  Llenan su frágil dominio con nuevos signos 
                    del Asia
                    Todo se trueca (el mercado de Pisac en la Alameda)
                  Las multitiendas exhiben su collar de mujeres
                    en hilera, inadvertidas
                    reapareciendo a cada golpe de miradas
                  dando Crédito a quien las quiera oír, 
                    a todo lo que dicen
                    desde su propia cancha.
                    Susurrando el mismo tono de voz
                    la misma turgencia
                    con que la mercancía nocturna narra su belleza.
                   
                  FILE
                   
                  I
                  
                    Dime algo, empieza a hablar
                    Los últimos desahuciados fueron los magos (prestidigitadores)
                    era su cumpleaños y había un anillo robado.
                    Hoy es temprano y partimos con dirección
                    pero el sol demasiado lento hace perder el rumbo.
                  Las promesas causan pánico pero se 
                    olvidan.
                    El corte a negro en publicidad
                    sirve para no usar estereotipos:
                    El limón y el mar se entienden
                    El olor a cebolla se toma la plaza
                    Mi padre agregaba pimienta a sus comidas
                    para pasar la amargura o el sin sabor, por ejemplo:
                    pensar que los poetas muertos escriben mejor que los vivos
                  En un puesto de la Vega Central
                    venden despertadores que todo el día proclaman su alarma
                    (aquí el tiempo no alcanza)
                  El dedo hurga el interior de la nariz
                    buscando una valiosa posesión.
                  Hay belleza en el esmog
                    en el tono azul que aplasta la ciudad
                    una tarde que anuncia invierno.
                    Las cosas se mueven poco a poco de modo convincente
                    siguiendo el ritmo de las monedas en el tarro.
                  Tiene cuerpo de niño pero sus ojos 
                    son adultos
                    el rostro es musulmán y sólo confía en 
                    los ojos
                    Antes era signo de riqueza sacar a pasear los perros.
                  El hedor y la vejez ahuyentan la tribu de 
                    palomas
                    desempleadas
                    El vuelo gris las lleva a los cables eléctricos
                    Se posan como notas musicales en el pentagrama
                    partitura de una canción de derrota
                    riéndose a coro, a la cara.
                  Mi nuevo lápiz actúa raro
                    más parece una jeringa.
                    Las piernas giran en la coreografía Monarch
                    voltereta, chilenita, extremidades perfectas
                    en un teatro de París.
                    -Sigue de frente, hay luz verde hasta la Cordillera.
                    La tapa de metal besa en círculo los labios de la botella
                    y el corcho de Champagne Valdivieso se dispara
                    festivo, viejo y luminoso.
                   
                  II
                  
                    Salen, apenas se despiden
                    ella se aleja rápido, él revisa su billetera
                    y camina en sentido contrario.
                    Qué piensa la mujer que los recibe en el motel
                    -No quiero encontrar conocidos
                    mejor agachar la cabeza.
                    Después en la micro es su oportunidad de aparearse
                    Mira de reojo, ha perdido la costumbre
                    como cuando se olvida esa imagen terminada
                    que estaba tan bien sujeta antes de doblar la esquina.
                    
                    Los que usan buzo no tienen identidad pero llevan dirección
                    Van a correr, vienen de correr
                    Trotan en sentido contrario esperando la lluvia
                    hasta abrazarse:
                    mezcla de bienvenida y definitiva separación.
                    
                    No hay retrato, hay caricatura.
                    Abrir el paraguas dentro de la casa trae mala suerte
                    se seca la cabeza y el aburrimiento se viene encima
                    como mascota o niño cariñoso
                    que sale corriendo a recibir a un familiar querido.
                    
                    Llega con la lista de compras inconclusa
                    Oscurece, el mechón de cabello negro cae
                    sobre el ojo como follaje.
                  La pareja de sordomudos hablan de amor con 
                    las manos
                    (no tocar) -él es rapero y ella masculina-
                    Un tipo joven usa abrigo negro y no le sienta
                    como un mal actor durante los ensayos
                    Dirige un grupo de promotoras y sabe cómo pararse
                    cómo mirar sin mirar.
                    (A esa hora el Metro va repleto)
                  Habla por celular
                    Se aprovecha del silencio para obligar
                    a oír sus éxitos, su oferta
                    Nos cuenta con tristeza de su pequeño poder
                    siempre bajo amenaza de ser un conocido
                    que se acerque a saludar
                    buscando el punto frágil
                    sobre el cual lanzar
                    su ataque de bienvenida.
                   
                  III
                   
                  Haga lo que haga nadie se detiene a hablar
                    Lava su ropa en la fuente y la seca en las rejas de la plaza
                    Hay corazones con iniciales, dedicatorias y pisadas
                    que se fosilizan cuando el barro seca
                    después que llueve y sale el sol.
                    La bandada de pájaros feroces se posa en los cables 
                    eléctricos
                    escriben la partitura de una canción de derrota.
                  -Los travestis pueden ser atemorizantes,
                    crisálida estéril, les amputaron las tetas antes 
                    de nacer
                    Sueña con ser tirada a la cama con un dedo, seducida,
                    un dedo con fuerza, con mucha fuerza y luminosidad
                    como la baliza policial que desde la esquina se abalanza
                    y desata la estampida.
                    Una se queda atrás. De niña era el pollito
                    (sangran las rodillas cuando no se sabe correr en tacos altos).
                  Despierta alborotado
                    la frenada pudo ser accidente
                    Entró a presión en la cerradura
                    y salió por el vidrio roto de la ventana:
                    el aburrimiento viene después de la certeza
                    con la misma cara de sueño
                    con que se recibe a las últimas visitas.
                  A esta hora deja su turno en el hospital infantil
                    los niños joden todo el día
                    Lleva en su bolsa un delantal y engañitos
                    para sus propios hijos (les gustan las cosas dulces)
                    Se parece a la recepcionista del motel
                    que todo el día guía parejas a la pieza 2, a 
                    la 11, a la 23
                    y después en la micro también acaricia con su 
                    reojo
                    divorciado.
                    
                    Dicen que pisar estiércol es de buena suerte
                    Lo contrario, cuando la sombra de un avión te toca
                    invitando al viaje, como si todo gesto fuera estorbo:
                    pasajero inoportuno y obeso
                    que se interpone entre el ojo y la turgencia de los muslos.
                    
                    No hay señales en la ruta y son muy claras
                    evitando pisar el césped, hasta perder al fin toda
                    esperanza.
                    Después cae la niebla sobre los rasgos
                    Apenas se distingue una silueta amigable, cuerpos borrosos
                    en esos días de emergencia ambiental
                    Rostro en movimiento difícil de fijar
                    (Isabel Rawsthorne en manos de Francis Bacon).
                    
                    Desarmaron una cola de pito
                    El papelillo vacío parece la piel que la serpiente 
                    cambia
                    para crecer y librarse de parásitos
                    
                    Era niño, siempre niño y le salía sangre 
                    de nariz
                    como si ensayara para restañar cada golpe.
                    
                    
                    
                  
                  
                    
                    
                     
 
                  
                  No tocar
                    Víctor Hugo Díaz
                    Editorial Cuarto Propio, 2003
                    Colección Uvas de la Ira