Vuelan las Plumas

 
 

 

 

Gustavo Frías ayer en “Vuelan las Plumas”, de Radio Universidad de Chile:
“EL INDIO ES PARTE DE NOSOTROS”

El autor conversó con Vivian Lavín y Mario Valdovinos sobre su saga “Tres nombres para Catalina” y la figura emblemática de la Quintrala como prototipo de lo que somos: el resultado de un mestizaje con un fuerte componente indígena no asumido ni reconocido. Tanto así, que ni siquiera consideramos a “La Araucana” como nuestra leyenda fundacional.

Sigue desarrollándose el “Premio de Novela Vuelan las Plumas 2003”, en el que los auditores pueden votar por la mejor novela de este año, de autor chileno y publicada en nuestro país.


Por Raquel Azocar


Crecer rodeado con los cuentos de las tías abuelas y de los campesinos de Los Andes, a lo que se unirían más tarde los libros de Benjamín Vicuña Mackenna y Magdalena Petit, dejaron huella en Gustavo Frías. El personaje de la Quintrala estaba instalado en su imaginario cuando le propusieron desde Chile Films el guión de una teleserie sobre el personaje, que nunca llegó a concretarse, hasta que más tarde la actriz y productora Chela Bon le pide un guión para una película.

Allí nació “Tres nombres para Catalina”, porque el guión encargado tomó vuelo propio y se convirtió en un libro, en el primero de la serie llamada “Catrala”. Más tarde vendría la “Doña de Campofrío”, en el que se demoró dos años, y ahora vienen tres más que relatan las vicisitudes de la maternidad de la Quintrala y el último que dará cuenta, nada menos, que de la historia del narrador de la historia, poseído por los barrocos personajes que le ha tocado desarrollar.

¿Qué le sucede a un escritor con un personaje tan fuerte como la Quintrala?
“Es muy difícil trabajar con ella, es un personaje muy posesivo. A veces intento escribir una escena y ella se niega a hablar, no sale, sencillamente”, dice Frías, quien agrega otros extraños sucesos que le han ocurrido durante la creación de estas voluminosas novelas. Como aquellas extrañas sombras que se deslizan sigilosamente a su alrededor, como espectros que quisieran hablarle. Algo que no toma como extraordinario o fuera de foco. “Siempre me he negado a creer que la realidad sea sólo lo que vemos. Y así cómo el mundo no es solo esta apariencia, yo no sólo soy lo que está pasando aquí; hay cosas tanto dentro como fuera de mí”, explica.

Esa mezcla de realidad y ficción, de lo que vemos y no vemos, está nuevamente en el segundo volumen de “Tres nombres para Catalina”. En “La Doña de Campofrío” se demoró casi dos años y dice que ha sido el más difícil de estas dos primeras entregas. Más de setecientas páginas en las que se propuso olvidar los ensayos y estudios escritos por especialistas para especialistas, para apuntar a un solo gran objetivo: reencantar la lectura. Y si se cumple esto, asegura que le da lo mismo ganar o no ganar plata con las novelas.

Tras la saga de la Quintrala hay un gran tema de fondo. Más que cómo era el mítico personaje del cual todos tenemos alguna imagen –entre ellas la dada por Joaquín Edwards Bello, que la describía rechoncha y con cara de luna llena- está la realidad que ella representa en sí misma como encuentro racial.

Mezcla de indio, alemán y español, la Quintrala es el prototipo de lo que somos nosotros mismos como pueblo, el prototipo del chileno común: mestizos con una cuota importante de sangre indígena. Como lo dio a conocer un estudio de la Universidad d Chile en grupos de habitantes de Santiago, la proporción puede llegar a ser hasta de 30%, aproximadamente.

La diferencia entre nosotros y los Lisperguer , es que éstos se sentían orgullosos de sus antepasados indígenas, entre los que figuraba Bartolomé Blumen (que posteriormente cambió el apellido Blumen por Flores), curaca de la comarca.

LA LEYENDA QUE NO FUE

Para Gustavo Frías el desprecio por nuestras raíces indígenas es tal, que ni siquiera podemos asentar nuestra identidad sobre una leyenda fundacional, como lo hacen todos los pueblos. “La Araucana”, que debía asumir este papel, no pasa de ser parte de la literatura, ya que no nos sentimos identificados con la heroica lucha que se plasma en sus páginas.

“Hay un odio a los indígenas, los depreciamos, a pesar que están presentes y vivos en nosotros, hasta en la composición de nuestra sangre”, dice.

Por ello, agrega, su saga de la Quintrala le entrega la posibilidad de recuperar -a través de esta emblemática figura mestiza- una idea del mundo y la cultura, un trasfondo tan caudaloso y mítico, que tiene tanto que decir, que ya se plantea en un horizonte de cinco tomos. “El segundo cubre sólo el período de dos meses de embarazo de la Quintrala , los que vienen ya es la voz del hijo –Quintralahuen- y el quinto y final será la historia de un escritor obligado a escribir estos libros y cómo los personajes comienzan a invadir y atormentar su existencia”.

Algo muy parecido a lo que el mismo ha experimentado, como sus desmayos continuos, cuando escribía la Doña de Campofrío, y cómo volvía con una lucidez extraordinaria –cuando estaba sólo y sin la ayuda de su madre- para continuar claramente con la trayectoria de sus personajes.

Gustavo Frías también participó en la Sección Marcalibros, los libros que marcan. “Me han marcado todos los libros que he leído, incluyendo los que me leía en voz alta mi tía Rebeca, como el Robinso Crusoe de Daniel Defoe., que se demoró un mes en terminar”, señala. Después vendría Emilio Salgari, Balzac, Flaubert, Joyce y Proust. “Todos los libros son para mí una maravilla”, dice. También le gusta la poesía, pero “recitada” por su propios autores, como es el caso de Neruda, Parra, Juan Ramón Jiménez .

En esta Sección también se consultó al escritor Roberto Ampuero, autor del “Los amantes de Estocolmo”, quien mencionó a El Extranjero, de Albert Camus, como uno de los libros que más lo influenciaron, por la maestría de su escritura y “La Montaña Mágica” de Thomas Mann.


PINEDO Y UN TRIPLE CONCIERTO

En “Vuelan las Plumas también se entrevistó al escritor Juan Francisco Pinedo, quien habló de su obra “El doctor, en triple concierto”. En esta obra el triple concierto para piano, violín y cello, de Beethoven, en el que cada instrumento desarrollo su propio concierto, sirve de base para armar la trama de esta novela. Con un gran tema de fondo: la ausencia de figuras paternas cercanas, tanto para hombres como para mujeres. “Hombres y mujeres somos más parecidos que distintos y pienso que el ponernos trajes con roles sociales tan marcado y diferentes nos ha hecho sufrir mucho”, explica, agregando que ya se ha destruido demasiado, tanto en el mundo como en el interior de nosotros mismos, en nombre de la masculinidad. ”Tenemos que reasumir la femeneidad que nos ha estado faltando, a ambos; retomar lo femenino como algo fundamental en el mundo y en nosotros”, agrega.

Finalmente, el Programa “Vuelan las Plumas” regaló ejemplares de este libro de Juan Francisco Pinedo a los auditores e invitó a seguir participando en el Premio de Novela “Vuelan las Plumas 2003”, para el cual se puede votar, durante el programa, en el teléfono 2641712, o en la página web de la Radio Universidad de Chile: www.radiouchile.cl

El escritor Gustavo Frías recibió de regalo Vino San Pedro, por gentileza de CCU, auspiciador del Programa.

EL próximo invitado: El escritor Pierre Jacomet, el miércoles 19 de noviembre.

 

 


 

 

 
 



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letras.s5.com , proyecto patrimonio, Vuelan las Plumas: Gustavo Frías: "El indio es parte de nosotros" , miercoles 12 de noviembre de 2003.



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