Mauricio Wacquez, Provocador, 
                Colchagüino Universal
              
              Irrealista 
                radical, levemente barroco
              ..........La 
                severidad, la falta de contemplaciones, el desdén por las 
                concesiones a la conciencia burguesa bienpensante, a la convención, 
                a lo sentimental, a la truculencia, marcan la obra de Wacquez. 
                Con los ingredientes o materiales de su obra -poderosa bisexualidad, 
                crímenes, traiciones e intermitencias del corazón, 
                personajes jóvenes e intensos, cultura histórica, 
                escenarios de cuentos de hadas, sensualidad- otros fabrican novelas 
                adocenadas y aptas al gran consumo. Irrealista radical, su lenguaje 
                es terso y refinado, levemente barroco, producto de una elaboración 
                culta, alejada de la procacidad coloquial. Tal condición 
                le arrebata lectores, pero le gana adictos suceptibles de dejarse 
                envolver por una prosa más encantatoria que comunicativa. 
                Ejemplar es la novela finalista del Premio Barral. En Paréntesis 
                (Barcelona, 1975, prólogo de José Donoso), Wacquez 
                realiza la proeza de excluir de su relato todo lo que no sea el 
                curso del amor y más amor en cuatro personajes. Con una 
                técnica de voces narrativas que evoca gratamente Las 
                Olas de Virginia Wolf, pero con menos lirismo y cierta 
                brutalidad, Wacquez delimita un espacio literario estricto, un 
                breve tiempo, una circunstancia, un cuadrángulo amoroso.
              ......Tras 
                el dandismo cosmopolita y gesticulador, Wacquez solía revelar, 
                en vida y obra, la presencia de su patria chica de Colchagua, 
                en la más huasa ruralidad de Chile. Por ejemplo, su novela 
                fundamental, Frente a un hombre armado (Cacerías de 
                1848), publicada por Bruguera en Barcelona, 1981, nos transporta 
                a la campiña francesa del siglo XIX. Evocando imágenes, 
                "el primer impostor de esta historia" ( que llegó 
                de Flandes perseguido por asuntos religiosos) recuerda una salida 
                en tilbury, tirado por un asno, en el verano de 1845, pero acto 
                seguido señala: "O era de noche, en un pueblo en los 
                alrededores de Quinahue, donde pasó su primera noche viril, 
                volviendo bajo la lluvia de su primer encuentro amoroso, con el 
                pelo rubio pegado a la cara y la cortina de agua salpicando la 
                grupa del caballo". Esos guiños seguramente autobiográficos 
                al lector chileno son frecuentes en esta obra pretendidamente 
                alegórica de un personaje vil e impostor, sodomita, traidor 
                y asesino. En esta novela obsesiva y estremecedora, de pausada 
                lectura, la vinculación homoerótica significa sometimiento, 
                humillación, sojuzgamiento brutal, poder impune. Coincidiendo 
                con las expresiones de José Donoso al referirse a Casa 
                de Campo, el autor explicó que, por vía figurada, 
                Frente a un hombre armado había sido una respuesta novelesca 
                al golpe de estado de 1973. Se trata sin duda de una novela irreverente 
                y provocativa, pero la porfía en reiterar escenas no ya 
                de alcoba, sino de seducción y violación homosexuales, 
                debilita la calidad artística del relato. Aquí el 
                exceso daña, pese a la verdad profunda, segun Mauricio 
                Wacquez, de una sentencia de William Blake: "El camino del 
                exceso lleva al palacio de la sabiduría".
              .....La 
                novela Ella o el sueño de nadie (Tusquet, Barcelona, 
                1983) está dedicada a sus grandes amigos María Pilar 
                y José Donoso ("...un instant encore, regardons 
                ensemble les rives familieres"), cuyos lazos de afecto, 
                amistad y camaradería hacia Mauricio se profundizaron en 
                España; María Pilar lo destaca en El boom doméstico, 
                agregado a la segunda edición de la Historia personal 
                del Boom de Donoso. Fábula moral despojada de tiempo 
                histórico preciso y centrada en las relaciones sórdidas 
                y sublimes de un triángulo sentimental, Ella... 
                agrede y engolosina al lector con pulcritud de lenguaje y violencias 
                escénicas. Dice en el último párrafo: "Esta 
                historia, imaginaria y banal como ve, sucedió en el corazón 
                de un hombre, en una época tan lejana que la memoria ha 
                hecho de ella un ejemplo de desproporción. Se la he contado 
                a usted con un afán moralizador, como todas las historias 
                antiguas". Por una sutil vuelta de tuerca, al final triunfa 
                el mediocre, el sometido, el esclavo, el delator. Más cercano 
                a las novelas morales francesas que a las ejemplares de Cervantes, 
                Mauricio Wacquez sería calificado sin titubear por la crítica 
                francesa como escritor "moralista", tributario de Voltaire, 
                Diderot y el Marqués de Sade. Al epígrafe de Rilke 
                que da título al libro, Wacquez añade una linea 
                de Borges: "yo soy Vincent Moon. Ahora desprécieme". 
                Y Wacquez desarrolla su propio relato de un ser despreciable con 
                una franqueza insólita en la narrativa chilena.
                
              "Un 
                ángel fluvial"
              .....En 
                una entrada de 1964 de su extraordinario Diario Intimo, 
                Luis Oyarzún hace relación de un campamento en la 
                isla frente a Constitución. "Altísimo y silvestre", 
                Mauricio podría ser Tadzio, el bello niño de Muerte 
                en Venecia, por "la delicadeza que se desprende de su 
                figura. Ya el primer día, apenas habíamos montado 
                las carpas, se bañó desnudo en el río, sin 
                timidez, delante de todo el grupo excursionista. Nadó con 
                presteza y se puso a saltar y hacer ejercicios en la orilla...", 
                "como el Orfeo de Jáuregui, goza de libre edad su 
                primavera ociosa, piloteando veleros río arriba, yateando 
                entre golpes de viento, pintando y calafateando embarcaciones 
                en traje de baño, complaciendo furtivas muchachuelas lleno 
                de gracia y de tiempo. Un ángel fluvial"
              .....Tan 
                consciente de ser espiado por la mirada del deseo este Mauricio 
                de 25 años, como aquel niño Tadzio de diabólica 
                belleza...
              .....Agonizando 
                unas semanas en el centro médico de Alcañiz, Teruel, 
                ¿recrdó su apuro intenso de vivir? ¿El inconmovible, 
                se dejó tal vez llevar por la melancolía, se abandonó 
                a la tristeza?
              .....Ahora 
                yace a escasos kilómetros de ese lugar, en el pueblo de 
                Calaceite, donde viviera largos años, coincidiendo mucho 
                tiempo con José Donoso, cada uno en su casa de piedra. 
                Allí llegamos una tarde en automóvil con el dramaturgo 
                Jaime Silva. Desprevenidos surcábamos ese "océano 
                de cuero" de los campos de Teruel cuando de golpe emergieron 
                casi encima nuestro, las formaciones de piedra de Calaceite, donde 
                la gente dejaba abiertas las puertas de sus casas y donde se escribieron 
                capítulos importantes de la literatura chilena. El último, 
                de próxima y póstuma aparición será 
                la novela Epifanía de una sombra.
               
               
               
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                ; Proyecto Patrimonio ; Mauricio Wacquez, Provocador, Colchagüino 
                Universal, por Antonio Avaria.
              mail: 
                oso301@hotmail.com