WALDO ROJAS
 
 


Almenara
(1985)

Ediciones Cordillera
Ottawa, Canada, 1985


 

Umbrales emboscados

Inque dies magis in montem
succedere silvas cogebant...
LUCRECIO

No se llega a conocer bastante el Bosque,
el linaje de su corazón no echa raíces.

Vigilia tumultuosa de las hojas,
seres parpadeantes.
Fuera de todo alcance el cielo dadivoso.
Solares monedas doradas reúnen sobre el humus
el rescate de las más cautiva edad.

Todo el abatimiento del amanecer
en el claro del bosque:
para una sombra plácida, cuántos umbrales
animosos.

Celebra el día:
no asistes al recuento de la Peste,
no te suman al fragor del hierro.

Oscura labor de los amaneceres:
sembrar el fruto mustio en la semilla.
Por ellos llega al padre la impiedad del hijo
errante.

A su llamado se hiende a la vera de tu cuerpo
la frontera irreversible
y el frío habla más claro en su voz de mordedura.

Alzas la mirada como se emprende un vuelo a ciegas;
en medio del vaho asaetado de luz y pulsado de trinos
se cumple sin rencor la núbil henchidura de las yemas
sobre rígidas ramas renegridas.

Hojas caídas diseminadas al albur,
su envés volcado en desvaída cartomancia.

El sol locuaz
el patio taciturno
la sombra geómetra y su paso monacal.

El cielo no alza todos los vuelos
que contiene,
pero la tierra sí sabe de reptaciones.

Senderos desgreñados, raíces laboriosas.

Razón del verdor de las encinas:
enaltecer la frágil palidez del hongo,
fruto umbrío.

Latitud del mar que el sol desaloja,
eterno es lo que muere sin óleos,
sin cortejo, sin gólgota.

La muerte sólo desnuda,
el tiempo amortaja.

Alienta tu plazo más impaciente,
bebe de tu sed a manos llenas.
El tiempo es piel, tatuaje tu espera.

El vino renueva tu sombría fidelidad
por lo caído.

Desprendimiento furtivo de la tibieza del sol
sobre la piel, pesadumbre sin rencor.

Como entra la mirada en la ceguera la tarde va ocupando
un cauce pleno.

Desolladura sin queja de los horizontes:
Nada se agrega a nada ni se resta.

Avanza el lienzo sobre el sueño del difunto
y en tu propio sueño crece ya la certeza de haber soñado.

Tejida de Laberinto y de Intemperie
la noche, templo y cadalso, desata los perros
y vacía los espejos.

Atizar el sueño.
Velar el surco célibe del pie en la
ceniza.

Se agosta la bella estación.
La tierra se izará hasta el sopor de las hojas.

Dolencia de una siembra yerma, sin indicio, sin horas.
El humus otoñal supo guardar memoria de tus pasos
pero ignora siempre tus raíces.

Vuelo breve de las hojas,
..... migración
tras una vaga promesa de retorno.
Nostalgia de harina en el molino atascado.
Sobre el vasto cuerpo abatido se yerguen ahora
las altas lanzas del martirio
.... y descienden en bandada
ingrávidos párpados fríos.

Acerca cada día la Ciudad al Bosque.

 

Feurs/París, 1982.

 

Rosa gris


Detrás de los pinedos y más extensa que ellos,
encubierta y batiente, creció para tu asombro
a todo lo amplio de la larga noche recia
la cercanía del Mar
en acto bautismal para los ojos, para el sobrecogimiento
de todos los sentidos.
Para aquel instante tuyo que no creció contigo.

Tras el recinto de tu sueño esperó a tu edad más
impaciente
............... la vasta edad del Agua,
tu primera certeza inamovible.
Eran las aguas sorprendidas en pleno estado de palabra.
El cuerpo de todos los hallazgos
y su voz ya próxima tendida hacia tu encuentro:
................ contra la mañana tumultuosa se iba irguiendo
la galana apostura, el don jamás desposeído
de la gran rosa gris.

 

 

 

 
 

[ A PAGINA PRINCIPAL ] [ A ARCHIVO WALDO ROJAS ]

mail : oso301@hotmail.com



letras.s5.com , proyecto patrimonio, WALDO ROJAS: "Almenara" (1985)

proyecto patrimonio es una página chilena que busca dar a conocer el pensamiento y la creación de escritores y poetas, chilenos y extranjeros, publicados en diarios, revistas y folletos en español

 

te invitamos a enviar tus sugerencias y comentarios